Los dos frutos son ácidos, pero este
semifrío se equilibra a la perfección por los demás ingredientes que lo
componen.
INGREDIENTES
Base
de galletas
100 g de galletas
50 g de chocolate
1 cucharada de aceite de girasol
2 cucharadas de almendra crocante
Namelaka
de tuno indio
200 g de chocolate blanco
100 g de jalea
de tuno indio
25 g de glucosa o jarabe de maíz
4 g de gelatina en hojas
200 g de nata 35% mg
Crema
de yogur de fresa
250 gr yogur de fresa
125 g de nata 35% mg
20 g de azúcar glas
2 g de gelatina en hojas
Crema
de queso
125 g de nata 35% mg
30 g de queso crema
15 g de azúcar glas
5 g de jalea
de tuno indio
Decoración
Flores comestibles
PREPARACIÓN
Para 8 porciones. Molde
Cake Portion de Lékué
Base
de galletas
Troceamos las galletas y las
ponemos en un bol con el crocante de almendra.
Derretimos el chocolate en el
microondas y le añadimos el aceite, mezclamos. Incorporamos al bol de las
galletas y mezclamos bien hasta que el chocolate esté impregnado.
Dividimos en ocho partes y ponemos
en el molde presionando bien para formar una base. Llevamos a la nevera.
Namelaka
de tuno indio
Derretimos el chocolate blanco.
Hidratamos la gelatina en agua fría.
Derretimos el chocolate blanco.
En un bol ponemos la jalea de tuno indio
y la glucosa, mezclamos y calentamos bien en el microondas, añadimos la
gelatina escurrida, vertemos al chocolate blanco poco a poco. Batimos con una
batidora de mano. Añadimos la nata bien fría y batimos de nuevo con la batidora
de mano.
Repartimos la crema Namelaka en el molde
y encima de la base de galletas. Llevamos a la nevera.
Crema
de yogur de fresa
Hidratamos la gelatina en agua fría.
Semi montamos la nata con el
azúcar glas.
Escurrimos la gelatina y la
calentamos unos segundos al microondas, la mezclamos con un par de cucharadas
de yogur, mezclamos bien y se lo añadimos al resto del yogur. Le incorporamos
la nata semi montada con movimientos envolventes.
Vertemos en el molde encima de la
Namelaka. Llevamos a la nevera 1 hora y luego al congelador, como mínimo 8
horas.
Crema
de queso
En un bol ponemos la nata, el
queso crema, la jalea de tuno indio y el azúcar glas. Montamos bien, la pasamos
a una manga pastelera con boquilla plana. Llevamos a la nevera.
Sacamos del congelador el molde,
desmoldamos cada porción y colocamos en el plato de presentación. Ponemos
encima la crema de queso haciendo ondas.
Guardamos en la nevera hasta que
se descongele. En el momento de servir, decoramos poniendo flores comestibles.
Mi
libro Apetitosas razones