Primer Episodio Nacional de Almudena Grandes
FICHA TÉCNICA
Título:
Inés y la alegría
Autor:
Almudena Grandes
Editorial:
Tusquets editores
Encuadernación: Tapa blanda.
Páginas:
729
PVP: 24 €
ARGUMENTO
El
tirano tiene los días contados, la operación Reconquista de España
ya está en marcha. Después de liberar el sur de Francia del terror
nazi, el victorioso ejército de la Unión Nacional Española se
apresta para cruzar la frontera y restaurar la República y las
libertades. (Página 101)
Este
es el comunicado de Radio Pirenáica que daba cuenta del inicio de la
acción.
Volvamos
unos años atrás a Madrid, poco antes del comienzo de la guerra
civil. Un Madrid muy distinto al de ahora, en el que todo el mundo
participaba y se implicaba en la vida política.
En
aquella época, en Madrid todo el mundo militaba, los patronos y los
obreros, los señores y los muertos de hambre, las señoras y sus
doncellas, todos pertenecían a este partido o al contrario, todos
contribuían a sus causas (…) Todas menos yo que ni siquiera salía
de casa los días que mamá no se encontraba con ánimos para pasear.
(Página 60)
Inés
es hija de una familia rica y burguesa, pero la falta de libertad que
vive en su casa, la llevan al quedarse aislada de padres y hermanos
en Madrid, a decantarse y trabajar para aquellos que proclaman
libertad para todos
Acabada la guerra, sólo pertenecer a una rica
familia muy comprometido con el régimen posterior, la libra de
sufrir las más funestas condiciones, aunque a cambio de ella pierde
su preciada libertad. Sólo le queda un refugio: la cocina.
Desde
que desperté bruscamente del sueño donde había sucedido lo mejor
de mi vida, la cocina era el único lugar donde aún sentía que
tenía una piel, donde la piel aún me daba alegrías.
Por
eso cuando escucha el anuncio de la invasión, no duda en huir para
unirse a ellos. Unos invasores que llevaban años de lucha, primero
en España, luego en Francia contra los nazis, pero siempre con la
vista puesta en España, en volver:
Habíamos
luchado en Francia, pero no por Francia. En Francia, pero no
para Francia. En Francia o donde fuera, pero sólo para volver, para
volver a casa. (Página 333)
El
problema es que la invasión está destinada al fracaso (nada desvelo
al decirlo, que la historia es la que es), porque en España todo ha
cambiado:
Los
españoles que nosotros conocimos ya no existen. Están todos
muertos, o en la cárcel, o tienen tanto miedo que no saben ni cómo
se llaman. (Página 446)
Y
tras la derrota de nuevo el exilio en Francia, y vuelta a empezar con
la lucha.
INÉS
Y LA ALEGRÍA
¡Ay
de los vencidos! Porque los vencedores escribirán
y reescribirán la historia.
Una vez leído Inés
y la alegría, tendría que decir que no sólo la
escribirán o reescribirán, sino que en algunos casos ni siquiera la
escribirán, como es el caso presente del hecho real narrado en esta
novela por Almudena Grandes:
la invasión por antiguas tropas republicanas de territorio español
en Arán durante la segunda guerra mundial.
Comienza
Almudena Grandes con esta
novela un proyecto de nuevos Episodios
Nacionales, a semejanza de los que en su día escribió
Benito Pérez Galdós, al que por cierto se cita (al igual que a sus
Episodios Nacionales) en esta novela (en Las
tres bodas de Manolita también lo hace).
Un
proyecto constituido por seis libros, cuyos títulos se nos presentan
ya en la primera entrega, que nos mostrarán episodios desconocidos
de nuestra reciente historia.
- Inés
y la alegría: Nos narra la olvidada incursión durante la
Segunda Guerra Mundial de un grupo de antiguas tropas republicanas al
valle de Arán. (Pirineo de Lérida, 19-27 de octubre de 1944)
- El
lector de Julio Verne: Conoceremos la situación de la guerrilla
en las sierras de Jaén a través de los ojos de un niño que vive
con su familia en el cuartel de la Guardia Civil. (Jaén, Sierra Sur,
1947-1949)
-
Las tres bodas de Manolita (Madrid 1940-1950)
- Los pacientes del
doctor García (Madrid-Buenos Aires, 1945-1954
-
La madre de Frankestein (Manicomio de Ciempozuelos, Madrid,
1955-1956)
- Mariano en el Bidasoa (Castuera-Eibar, 1939-1964)
La alusión a Benito
Pérez Galdós nos da una idea de lo ambicioso del
proyecto, aunque a diferencia de dichos episodios, no habrá una
continuidad argumental entre ellos, lo cual no significa que alguno
de los personajes no aparezca en más de una. No es difícil, porque
son tantas las historias y los personajes que aparecen, que muchos de
ellos dan para mucho más.
Otra diferencia está en su extensión,
pues Almudena Grandes no ha
sido precisamente comedida en la extensión.
Nos
cuenta la autora que cada libro lo ha desarrollado a partir de una
imagen inicial en torno a la cual ha crecido la historia. En el caso
de Inés y la alegría, esa
imagen es la de una mujer montada a caballo con una sombrerera
cargada con cinco kilos de rosquillas.
A
diferencia de otras novelas de Almudena Grandes, Inés y la alegría
es mucho más sencilla de leer, porque no hay esos
saltos adelante y atrás en el tiempo sin separaciones visibles que
tan complicada hacen la lectura hasta que te centras en la
historia.
Tampoco nos encontramos con un aluvión de personajes
imposibles de asimilar todos a la vez. Sólo tres: Carmen de Pedro,
Jesús Monzón y La Pasionaria.
La
novela comienza con lo que no deja de ser una larga introducción de
cincuenta páginas en la que se nos cuenta parte de la historia de La
Pasionaria, que lejos de esa imagen de mujer enlutada,
cara que de puro seria parece cabreada, mientras cierra el puño con
fuerza y lo levanta mientras se dirige a un pública entusiasta y
entregado. Pura imagen y fachada diseñada por el partido para vender
una imagen de La Pasionaria como nueva madre del pueblo (el pueblo
necesita una madre, por lo que se sustituye la Virgen María como
madre del Hijo de Dios y madre nuestra, por la de La Pasionaria).
Pasada
esa introducción, que poco tiene que ver con la emotividad del resto
de la novela, Almudena entra directamente en Materia con Inés,
una mujer que en muy pocas líneas me cautivó. Porque ya desde antes
de que la guerra por fuerza la convierta en una mujer, hay algo en su
espíritu que no cambiará a lo largo de los años y determinará su
futuro: sus ansias de libertad.
Un deseo que la hace ir detrás de aquellos que la proclaman y dicen
defenderla.
Me quedo sorprendido por la rapidez con la que en muy
breves páginas se nos cuenta sus vivencias durante la guerra civil y
los primeros años de postguerra. Tanta brevedad y concisión
conlleva una altísima emotividad.
Podría escribirse una novela
entera con la vida de Inés justo antes, durante la guerra y al
acabar esta. Pero por muy bien escrita que estuviese, no dejaría de
ser más de lo mismo, poco podría aportar frente a otras novelas
como La voz dormida de
Dulce Chacón
Mucho mejor de esta manera, mucho más
original.
El
protagonista masculino es Galán,
que no es nombre ni apellido sino mote. Habrán de pasar muchas
páginas hasta que Inés y el lector sepan su nombre completo y
verdadero.
Dos cosas me han gustado. La primera es que a
diferencia de otras novelas suyas, Almudena Grandes separa
por capítulos cada vez que cambia de narrador, sin
hacerte líos cada vez que este cambia.
Muy bien me ha parecido el
mostrarnos la guerra desde dos puntos de vista distintos, porque
aunque Inés y Galán compartan el mismo ardor revolucionario, la
mirada y los sentimientos de una mujer frente al horror la muerte y
el dolor que la guerra provocan, son distintos y complementarios.
Dos
visiones que además se van entremezclando, contando el mismo hecho
desde dos ángulos distintos, completando uno los datos y detalles
que faltan en el otro.
Distintas a la fuerza tienen que ser las
visiones, como distinto es el estrecho lazo de amistad que se
establece entre las mujeres, unidas por la angustia de poder perder a
sus seres amados, y la camaradería que se establece entre hombres
que saben que lo que pueden perder en cualquier momento es la vida.
El
relato va ganando en intensidad y emotividad según van pasando las
páginas. Imposible ya desengancharse de la lectura.
Cuando
la narración llega a su punto emotivo máximo, una interrupción en
la lectura para retomar la vida de La Pasionaria.Es como si en mitad
de una película te ponen el "making off", un documental
del cómo se hizo, que por muy interesante que sea, te destroza el
clímax que habías alcanzado.
El caso es que este paréntesis es
muy interesante. Pero si te lo saltas y lo lees cuando termines el
libro, probablemente saldrás ganando, por lo menos en cuanto a ritmo
emotivo y narrativo.
Una
aclaración que creo conveniente: Es
muy peligroso leer este libro en ayunas, hasta el punto de
que en lugar de llamarse el libro Inés
y la alegría, bien podría llamarse Inés
y la cocina.
No es difícil llegar a la conclusión de
que alegría y cocina son sinónimos.
También
podría haberse llamado el libro como el restaurante:La
cocina de Inés. Lo cierto es que ya muy avanzado el
libro, veo hasta que punto el título resalta una de las
características de Inés y del libro: la
alegría. Nada hay más triste que la derrota en la lucha
por ideales. Pero lejos de abandonarse en la tristeza de la derrota,
Inés lucha por conservar la alegría de las cosas buenas que da la
vida, el disfrutar de cada momento como si fuese el último, algo que
la clandestinidad convierte en una probabilidad demasiado alta.
Y
haciendo bueno el dicho de que las
penas con pan son menos penas, o mejor aún si son las
rosquillas de Inés, ésta se lanza a una desenfrenada carrera de
elaboración de platos, que ni la guerra, ni las penas, ni siquiera
las alegrías pueden afrontarse con el estómago vacío.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Teniendo
en cuenta que son seis novelas en un plazo corto de tiempo, me
esperaba una novela corta, por lo menos para lo que acostumbra
Almudena Grandes, de ahí
mi sorpresa de encontrarme en lugar de con una novela de trescientas
páginas, con otra de más de setecientas, que aunque no tan densa la
letra ni los textos como en El corazón
helado, no dejan de ser setecientas páginas.
Aprovecho
para decir que hay dos ediciones
distintas de la novela. La primera es una edición en tapa
blanda. La segunda cuesta cuatro euros más, es de tapa dura y viene
guardada en una funda de cartón.
El número de páginas y el
tamaño de la letra es exactamente igual en las dos ediciones, por lo
que pagar cuatro euros más por el cartón a mí me parece excesivo.
De hecho compré la edición de menor precio (que no barata, pues son
24 euros).
En
ambos casos en la FNAC venía acompañado por un pequeño recetario
con las recetas de Inés.
A
la hora de daros mi impresión final, vaya por delante que este
es un libro que recomiendo de todo corazón. De todo
corazón pero con algunas puntualizaciones. De hecho pese a
recomendarlo encarecidamente, mi puntuación no es de cinco estrellas
sino de cuatro.
Almudena
Grandes explica en una entrevista el por qué de la
estructura narrativa que ha escogido y en parte no me queda más
remedio que darle la razón. En esos capítulos insertos en el libro
que yo he llamado paréntesis (de hecho entre paréntesis viene su
nombre de antes, durante o después), son interesantísimos porque
nos muestran un lado desconocido de la Historia, en especial de la
Historia del comunismo español.
Los personajes de la novela
actúan en muchos momentos a ciegas, cumpliendo órdenes que ni
entienden ni saben su finalidad. Sin estos capítulos, probablemente
como lectores estaríamos igual que ellos sin entender el por qué de
sus acciones, sus problemas, sus temores.
El
problema es cómo compaginar esa información necesaria e interesante
con el hilo narrativo de la novela. Este es a mi gusto (más correcto
sería decir a mi disgusto) el fallo de Inés
y la alegría, el que me impide darle las cinco estrellas,
pues con lo difícil que es conseguir en una novela enganchar al
lector, disparar sus sentimientos, hacer que se meta dentro de la
piel de los personajes, que sea uno con la novela, cortar con ese
ritmo por culpa de esos paréntesis es es equiparable a la
frustración de un coitus interruptus.
Aparte
de esta nota negativa hay otros aspectos de la novela que la hacen
muy interesante, como su contenido
histórico. No se trata sólo del hecho de haber rescatado
un hecho de nuestra historia que pudo haber cambiado la realidad
histórica que conocemos de nuestro país.
Se trata también de
conocer una parte de la realidad de los exiliados españoles en
Francia. Y digo una parte, porque en realidad es la historia de los
exiliados comunistas, tanto en Francia como en España reconstruyendo
desde la clandestinidad el partido comunista en nuestro país.
Si
bien es cierto que la autora no oculta una gran simpatía hacia
ellos, también muestra los errores que han llevado a un partido
político constituido por grandes luchadores y amantes de la
libertad, a ir perdiendo poco a poco su poder e influencia en España.
En
cuanto al estilo
narrativo, este es uno de los libros más sencillos para
el lector de Almudena Grandes,
en los que a pesar de sus muy numerosos personajes, no te sientes
perdido. Contribuye también a esta mejor comprensión la clara
división en capítulos según quién sea el narrador.
Por otra
parte, sólo en la segunda parte, en la historia del exilio, vuelve a
utilizar la autora esos saltos en el tiempo que tanto te lían en
alguno de sus otros libros.
Ha
conseguido también un libro cargado
de emotividad y que en todo momento despierta no
sólo tus sentimientos, sino también tus sentidos, tanto por sus
recetas culinarias como por sus sensuales (que no sexuales)
descripciones. Así describe Inés a Galán, atendiendo a su
olor:
Madera
y tabaco, clavo y jabón, limones verdes y un grano de pimienta
recién molida.
Y
hablando de placer para los sentidos, pocos placeres mayores que el
de la comida. Aunque para Inés el placer no sea tanto la comida como
el hecho de cocinar. La cocina se convierte para Inés en una vía de
escape, en un modo de ganarse la vida y en un modo de manifestar su
amor por la vida.
Cocinar,
pensé, cocinar, decidí, cocinar es lo importante, tengo que cocinar
muchos platos salados, y dulces, contundentes y ligeros, de cuchara y
tenedor, vaciar la despensa y volver a llenarla para conjurar el
peligro, para proteger a los hombres que tienen que volver a casa a
comérselo todo, para salvar mi amor, por amor, cocinar todo el día.
(Página 427)
Finalmente,
pero no menos interesante, Inés y la
alegría es una historia de
amor. En realidad más de una historia de amor, algunas
incluso reales como la de Dolores Ibarruri.
Difícilmente
encontrarás una gran novela sin una gran historia de amor. Inés
y la alegría tiene esa gran historia.
Una
novela que nos acercará a una historia desconocida. Un homenaje a
gente que murió defendiendo aquello en lo que creía:
Ciento
veintinueve, algunos más o muchos menos, los soldados de la UNE que
no lograron salir vivos de Arán, murieron para que nadie lo sepa. La
Historia con mayúsculas de los documentos y los manuales los ha
barrido con la escoba de los cadáveres incómodos, hasta esconderlos
debajo de la alfombra que marca el sendero que condujo a su patria
hacia el futuro y allí siguen, cubiertos de polvo.
(Página 484)
LA
COCINA DE INÉS
En
la FNAC, junto al libro, tanto en edición de tapa blanda como en la
de cartón, venía de regalo un librito titulado La
cocina de Inés, en el que Almudena
Grandes nos presenta su recetario particular, platos que
la autora prepara y cuya receta quiere compartir con sus lectores.
Son platos que aparecen en el libro. Por eso antes de la receta,
aparece la cita que hace referencia al mismo en el libro.
Son
un total de doce platos,
seis primeros, cuatro segundos y dos postres, entre los que se
incluyen sus célebres rosquillas:
-Croquetas
-Lentejas
estofadas
-Cocido madrileño
-Sopas de
ajo
-Pisto
-Migas
-Chipirones en su tinta
-Albóndigas de
rape y langostinos de Sanlúcar
-Aleta de ternera
rellena
-Paparajotes
-Rosquillas
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