VICTORIA (PALOMA SÁNCHEZ-GARNICA) PREMIO PLANETA 2024

 

Victoria

Paloma Sánchez-Garnica

 

 

 

Título: Victoria

Autora: Paloma Sánchez-Garnica

Editorial: Planeta, 2024

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 480

PVP:22,90 €

EBook: 12,34 €

 

 

PALOMA SÁNCHEZ-GARNICA

 
Esto es lo que la editorial nos cuenta de la autora:
 
Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) es licenciada en Derecho y Geografía e Historia. Autora de El Gran Arcano (2006) y La brisa de Oriente (2009), su novela El alma de las piedras (2010) tuvo un gran éxito entre los lectores. Las tres heridas (2012); La sonata del silencio (2014), de la que se hizo una adaptación para una serie en TVE; Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido (2016); La sospecha de Sofía (2019), y Últimos días en Berlín (2021) con la que fue finalista del Premio Planeta, han confirmado su consagración entre la crítica y los lectores como una escritora de gran personalidad literaria.
 
 
En este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas de la autora:

-La sonata del silencio 
-La sospecha de Sofía
-Las tres heridas
-Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido
 
 
 
 

ARGUMENTO de VICTORIA

 
Berlín 1945. Pese a su prodigiosa mente, capaz de crear un complejísimo sistema de cifrado, Victoria Kiesler tiene que ganarse la vida en el Berlín de la posguerra como cantante en el club Kassandra, Un pequeño sueldo con el que tienen que salir adelante su hermana Rebecca y su pequeña hija Heddy.
Todo parece cambiar cuando en el club conoce a Robert Norton, un abogado americano que trabaja para los servicios secretos americanos en Berlín. Ambos se enamoran y él promete llevarla a Estados Unidos.
Pero la vida tiene previstos una serie de problemas para la pareja.
 
 
 
 

VICTORIA

 
Victoria es la novela con la que Paloma Sánchez-Garnica ha resultado ganadora del Premio Planeta 2024, tras ser finalista del mismo en 2021 con Últimos días en Berlín.
Una novela muy difícil de clasificar, porque en parte podríamos considerarla una novela histórica, no tanto porque aparezcan en ella la vida de grandes personajes históricos, aunque unos cuantos personajes reales sí que aparezcan, no tanto por lo que fueron sino por lo que hicieron, sino por la gran ambientación que consigue realizar de aquellos difíciles tiempos. Todo ello sin dejar de ser en buena parte una novela de espías y, en parte también, un thriller legal. No en vano uno de los grandes protagonistas, Victoria aparte es un abogado y aunque brevemente, algún que otro juicio si vamos a encontrarnos.
Con todo, Victoria no deja de ser un alegato a favor de la libertad, en el que llega a comparar la ideología nazi, con los hechos con los que Victoria se encontró en Estados Unidos. Porque de entrada, el racismo de Estados Unidos y Alemania no dejan de ser muy semejantes, solo que donde unos pusieron a los judíos, los otros tenían a los negros:

«Por desgracia, está anclado en este país desde hace tiempo. En vez de judíos son negros, y ahí lo tienes. Las llamadas leyes de Nuremberg que los nazis aprobaron hace cuatro años se moldearon sobre nuestras propias leyes de segregación de Jim Crow, esa cínica doctrina de iguales pero separados». (Página 80)

Desde ese punto de vista, son muy significativas las palabras que Paloma Sánchez-Garnica pone en boca de Victoria:

«Me llevé una profunda decepción con su país. Estaos Unidos, el defensor de la libertad en todo el mundo, en cierto modo la llegó a perder en su propio territorio». (Página 444)

Viviremos en Victoria los difíciles momentos que tuvo que vivir el pueblo alemán en Berlín, especialmente las mujeres, porque ancianos y niños aparte poco más quedó en la ciudad. Fueron ellas las que tuvieron que sufrir la violencia de las tropas rusas y seguir adelante en una ciudad devastada.
Viviremos sus dificultades en una ciudad dividida por los vencedores en cuatro zonas, francesa, inglesa, estadounidense y rusa y el progresivo deterioro de las relaciones con Rusia y la creación del muro de Berlín por parte rusa.

Puerta de Brandeburgo (Berlín)

 
Si esa parte es muy interesante, no lo es menos la situación que Victoria va a tener que vivir en Estados Unidos, donde la guerra fría desató una auténtica caza de brujas contra los comunistas

«Todos los demonios posibles, todos los males, lo más perverso y terrible que pudiera llegar a suceder a los ciudadanos estadounidenses procedía de la Unión Soviética, del comunismo y de los comunistas. (…) El gobierno de Truman fue uno de los impulsores de esta cacería anticomunista en ascenso, amparada y potenciada gracias a la ingente labor del FBI y, más concretamente, de su director y jefe supremo, J. Edgar Hoover, que aventuraron la idea de la existencia de un ejército invisible compuesto por miles de miembros clandestinos e incondicionales comunistas dentro de Estados Unidos». (Página 156)

 
Una caza de brujas, porque en cierto modo los métodos utilizados fueron los mismos que utilizó la famosa inquisición (y por supuesto, que no se quedaron atrás en eso, los franceses y estadounidenses, que no hay que olvidar el famoso episodio de las brujas de Salem):

«Se le acusa, se le amenaza y se le conmina a la delación, coaccionándole a que de nombres para que la tela de araña se extienda a otros inocentes como él». (Página 192)

Buena prueba de ello fue el juicio contra los Rosemberg, unos presuntos espías a los que se juzgó y condenó con pruebas más que dudosas:

«Con todo esto de los Rosemberg se ha disparado la paranoia de que estamos amenazados por subversivos comunistas que nos quieren conquistar para establecer la dictadura bolchevique». (Página 260)

 
Una actitud que en cierto modo hundía sus raíces en tiempos no tan remotos, porque la vida de Robert, ese abogado enamorado de Victoria, ya venía marcada por su defensa de unos negros inocentes en un estado del sur:

«Robert percibía en la actitud del fiscal la misma inclinación perversa que tenían en el sur en los juicios contra negros acusados de delitos cometidos contra blancos. Desde antes de comenzar el juicio, el acusado estaba sentenciado». (Página 248)

Como podéis ver, muchos temas sobre la libertad y la persecución de los ideales.
 
 
 
 

OPINIÓN PERSONAL

 

Foto de El Búho entre libros para Instagram

Mucho me alegré cuando supe que Paloma Sánchez-Garnica era la ganadora del Premio Planeta, después de haber quedado finalista hace tres años con Últimos días en Berlín. De hecho, este ha sido el Premio Planeta menos polémico de los últimos años, por lo menos en el sentido de que siempre le llueven los palos y las críticas más odiosas por parte no solo de la crítica especializada, siempre escandalizada con eso de que una editorial pretenda vender a bombo y platillo una novela, sino muy especialmente con mucho “influencer” que ve en el ataque a los ganadores del Planeta un modo de llevarse unos cuantos likes.
Poca crítica negativa ha recibido esta novela y siempre con consideraciones traídas muy por los pelos. Normal, porque Victoria puede gustarte más o menos (cada uno tiene su gusto particular), pero lo que en ningún momento puede decirse es que esté mal escrita.
Cierto que yo soy desde hace ya mucho tiempo un seguidor de Paloma Sánchez-Garnica, pero precisamente por eso, mi listón con ella parte de unas expectativas muy altas que no se han visto defraudadas con esta novela. Porque me ha atrapado ya desde las primeras páginas, especialmente con el personaje de Victoria, que lejos de ser un personaje angelical (algo que sí podría decirse en cambio de Robert, su marido), es una mujer con luces y sombras. Unas sombras por las que la autora es cierto que pasa un tanto de puntillas, porque ante todo, Victoria es una superviviente. Y a veces, para sobrevivir, hay que hacer cosas que la moral rechaza. Pero la supervivencia propia y la de una hija, pueden estar por encima de esas consideraciones morales.
 
Si eres seguidor de Paloma Sánchez-Garnica, no puedes perderte esta novela. Y si aún no la conoces, es un buen momento para hacerlo.
 
 
 

VALORACIÓN: 9/10

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