¿Cuántas veces ha escuchado decir que los niños no son capaces de
distinguir sabores y por eso la comida de bebé es tan insípida? Yo lo he
escucha más de una vez y eso siempre me ha parecido poco real, pues haciendo
honor a la verdad, cada niño es un mundo diferente, con gustos absolutamente
diferentes a incluso sus hermanos… y si no, que lo diga alguna mamá de más de
dos, que seguro pasa horas tratando de entender cómo es que a uno de sus hijos
le encanta comer de todo y el otro es extremadamente selectivo! A lo largo de la
historia, la capacidad de cada individuo por reconocer y desarrollar el gusto
por ciertos alimentos siempre ha sido un misterio. Hoy la ciencia nos revela
que este proceso comienza durante la vida intrauterina, así que tus primeros
sabores son los que prueba mamá durante la gestación.
Mostrando entradas con la etiqueta embarazo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta embarazo. Mostrar todas las entradas
Celiaquia y fertilidad…un lazo cada vez más estrecho
De acuerdo a las más recientes
evidencias científicas, las mujeres con celiaquía presentan un mayor riesgo de
retraso del crecimiento intrauterino, bebes con bajo peso al nacer, parto prematuro y
aborto involuntario, sin embargo, el riesgo se reduce de manera significativa
con una dieta libre de gluten. Muchas
mujeres descubren que son celiacas durante el embarazo, ya que la enfermedad,
que hasta entonces había permanecido asintomática, comienza a manifestarse en
la gestación en forma de diarrea o de pérdida de peso en estos nueve meses. Así,
queda claro que descartar la enfermedad celíaca es un terreno que compete no
sólo al gastroenterólogo, sino especialidades tan diversas como la
gineco-obstetricia.
Regímenes especiales de alimentación (Parte 2)
No siempre se nace con una condición que obligue a mantener un régimen especial de alimentación. A diferencia de un intolerante al Gluten o a la Lactosa, hay momentos de la vida, en los que las circunstancias nos obligan a restringir el consumo de algunos alimentos y ser más comedidos a la hora de alimentarnos.
Durante el embarazo, por ejemplo, las mujeres debemos cuidar la ingesta de algunos alimentos para mantener el metabolismo al mejor ritmo posible. Hay un mito que dice que se debe “comer por dos” y aunque eso no es del todo cierto, la alimentación debe ser adecuada para garantizar que el feto reciba los nutrientes adecuados para su desarrollo, sin menoscabar los requerimientos de la futura mamá. Durante muchos años se sugerían dietas hipocalóricas que sólo incrementaban el peso pero no tenían un significativo efecto sobre la condición del feto.
En la actualidad se recomienda no hacer un “esfuerzo” especial para alimentarse durante el embarazo, pues lo recomendado es incrementar en aproximadamente 120 Kcal diarias - lo que equivale a una rodaja de pan!!! Sin embargo, si antes de quedar embarazada, era común saltarse algunas “comidas” durante el embarazo eso no es posible.
La diabetes gestacional, es sin duda alguna una condición que amerita mayor cuidado, pues el riesgo para madre e hijo son muy altos. En estos casos es imperativo mantener controlado el nivel de Glucosa y para ello, lo recomendable es disminuir el consumo de grasas en al menos 30%, vigilar las porciones y disminuir en consumo de carbohidratos simples –localizados en pan, pasta, postres con azúcar, papas entre otros.
La lactancia materna, es considerada por la mayoría de los especialistas como la etapa más agotadora de la maternidad, incluso por encima del propio embarazo, ya que el esfuerzo metabólico para producir la leche es muy alto. Se recomienda entonces que la madre incremente en 500 calorías “extras” su ingesta diaria.
Dado que la nutrición del bebé con lactancia exclusiva depende 100% de la madre, es importante que su alimentación sea balanceada y se supriman algunos alimentos como los cítricos, alimentos ricos en estimulantes como el café y el té, especias como el curry y la pimienta, aquellos alimentos que tengan un sabor muy fuerte y que puedan pasar a la leche como ajo y cebolla y los alimentos que tienen la tendencia a producir flatulencias como las coles y los granos.
Por otro lado es posible que algunos bebes manifiesten síntomas que indiquen una temprana manifestación alérgica. Muchos bebes manifiestan reacciones adversas a la proteína o a el azúcar de la leche de vaca que ha ingerido la madre. Esto sucede pues el sistema inmunológico del bebé aún no está completamente desarrollado y puede manifestar algunas reacciones que hagan sospechar al especialista. En estos casos, la madre debe eliminar la leche de su dieta y sustituirla por leche de deslactosada o de soya según sea el caso, pero jamás suprimir la lactancia.
En todos los casos es importante consultar con el especialista cómo debemos alimentarnos durante estos “períodos” transitorios de nuestra vida.
Hasta la próxima!!!
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)