En
contra de lo que puedan pensar algunos, Juan Carlos I lo tuvo mejor.
El de entonces era un país esperanzado, al que le costó poco
metérselo en el bolsillo, y unos políticos y unos medios dispuestos
a protegerlo de todo.
Es
cierto que en aquellos tiempos hubo tahúres, también fatuos,
oportunistas, pavos reales, fantasmas y fantoches. Los tahúres
lograron las ventajas que pretendían, pero es porque encontraron
apoyo en gentes descuidadas y engreídas.
Los
tahúres de hoy tienen la baraja en las manos. Ya ni siquiera tratan
de parecer educados. Se muestran tal cual son sin tapujos,
conscientes de que el nefasto virus del nacionalismo ha hecho mella
en un considerable número de gente y además están los resentidos,
que han aprovechado la situación para salir de sus escondites.
Han
dicho algunos que “confían en que el Rey obligue a Rajoy a
recuperar el diálogo sobre Cataluña”, lo cual es una burrada de
calibre superlativo, pero como está dirigida a gentes contaminadas,
o sea, con prejuicios, hace su efecto. La obligación de Rajoy como
presidente del gobierno es cumplir y hacer cumplir la ley y el Rey no
puede obligarle a nada, sino, como mucho, a exigirle que cumpla con
su obligación. Sin embargo, lo que buscan estos tipos tan mendaces
es aprovechar la debilidad del Rey, dado el desprestigio en que está
sumida la Corona en la actualidad, para hacer uno de sus habituales
chantajes. El desprestigio de la Corona puede aumentar en los predios
dominados por los nacionalistas. Además del chantaje al Rey,
aprovechan para poner a Rajoy en el foco del mal, por no ser
absolutamente complaciente con los caprichosos nacionalistas.
Y
no sólo caprichosos. Andan por ahí incitando al odio, reclamando
venganzas de supuestas afrentas pasadas, cuando todos los
protagonistas de aquellos sucesos están más que reducidos a
cenizas.
Los
cuatro jinetes del Apocalipsis son unos benditos comparados con
algunos de los sujetos que nos toca sufrir.
'Tacaños, generosos y gorrones'
'Llovieron estrellas'
'Diálogos Inter Nos'
'El eco de la palabra'
'Las lunas de Miles Davis'
'Dragoste y Los finales y los sueños'
'Yo soy el hijo de Franco'
'¡Abajo las armas!'
'Llovieron estrellas'
'Diálogos Inter Nos'
'El eco de la palabra'
'Las lunas de Miles Davis'
'Dragoste y Los finales y los sueños'
'Yo soy el hijo de Franco'
'¡Abajo las armas!'
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