Esto
se acaba. Se supone que es momento de hacer balance y una larga lista de buenos
propósitos que no vamos a cumplir. Por mi parte suelo hacer una lista de 12
uvas virtuales dedicadas, pero este año me la voy a saltar. Porque este año
todas las uvas, las virtuales y las de verdad, me las voy a tomar a la salud de
un ser que durante 16 me ha hecho muy feliz: mi Bruno, mi gatito especial.
La
casa está tan vacía sin él… Y me pesa tanto el corazón… Que ni siquiera tengo
palabras. Así que las tomo prestadas de alguien que lo quería tanto como yo, 7ven:
Después de 16 años, nuestro Gato Bruno ya no
está. Chistoso que Tú, el gato más travieso, simpático y juguetón que he
conocido te hayas ido el Día de las Bromas. Se acabó lo de verte nada más
entrar en casa, se acabó lo de pedirnos agua del grifo cada vez que nos levantábamos, se acabó lo de tener
que guardar las cosas frágiles para que no las rompieses, se acabaron muchas
cosas. Ojalá no se hubiesen acabado nunca. Todo será más tranquilo. Todo será
más aburrido. Todo será peor.
La vida continúa, y yo no puedo olvidarlo porque una vida
crece sin parar dentro de mí, así que no queda otra que levantarse y buscar esa
sonrisa perdida.
Os deseo un feliz 2013, que vuestros corazones rebosen como
lo ha hecho el mío al lado de mi gatito.