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miércoles, agosto 03, 2016

Novena a Santa María Bernarda Bütler

Novena a Santa María Bernarda Bütler

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Oh amabilísimo Jesús, que en santa María Bernarda Bütler has cumplido la promesa de ensalzar al que se humilla, te suplicamos que, por su intercesión, se cumpla también a favor nuestro aquella otra promesa de tu Evangelio: "Pedid y recibiréis".

Concédenos las gracias que esperamos alcanzar, si ha de ser para tu mayor gloria y salvación de nuestras almas. Amén. (Se hace la petición)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo... (tres veces).
Se reza la oración particular para cada día

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Señor, que has elegido a santa María Bernarda Bütler para fundar en tu Iglesia una nueva familia religiosa, dedicada a imitar las virtudes del Seráfico Patriarca de Asís y consagrada a reparar y glorificar a tu Divino Corazón, concédenos que, imitando su humildad y confianza, crezcamos cada día en tu santo amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

DÍA PRIMERO
¡Oh Jesús Sacramentado, Señor y Dios nuestro! Por el amor ardiente que abrazó el corazón de santa María Bernarda Bütler hacia la Sagrada Eucaristía, ofreciéndose como la humilde hostia expiatoria de tu Sagrado Corazón, alcánzanos la gracia de imitar su espíritu de reparación por los pecados del mundo, que nos lleve a evitar toda mancha de culpa y a reparar, cuanto más podamos, las ofensas que se infieren a tu Sagrado Corazón en este Sacramento de amor. Amén.

DÍA SEGUNDO
Benignísimo y omnipotente Dios, por intercesión de santa María Bernarda Bütler, danos la gracia de mantener abierta nuestra alma a todas tus inspiraciones. Haznos vigilantes, humildes y callados a fin de que siempre nos aprovechemos de tu gracia. Da fuerza a los pecadores, para que se conviertan; a los desunidos, para que se reconcilien; a los tibios, para que se enfervoricen y a los buenos para que adelanten siempre más en el camino de la salvación. Amén.

DÍA TERCERO
¡Oh María, Reina y Madre nuestra! Muestra que eres Madre, hoy que nos encontramos agobiados por el sufrimiento. Ya que diste a santa María Bernarda Bütler fortaleza en el padecer, alcánzanos la gracia de ser escuchados por su intercesión en esta necesidad, si ha de ser para tu mayor gloria y el bien de nuestras almas. Concédenos la gracia de hacer en todo la voluntad de Dios. Amén.

DÍA CUARTO
Señor Jesús, hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por intercesión de santa María Bernarda Bütler, enséñanos a decir en los momentos de padecimiento: "Señor, hágase tu voluntad y no la mía". Conserva la inocencia en los niños, la obediencia en la juventud, la prudencia en los padres y maestros y haz que en todos los actos de nuestra vida glorifiquemos tu santo nombre. Amén.

DÍA QUINTO
¡Oh Señor, que has infundido en santa María Bernarda Bütler una sincera veneración por los sacerdotes! Purifícalos y transfórmalos por tu gracia en verdaderos apóstoles de tu Corazón. Dales consuelo y fortaleza en las luchas del apostolado y haz que cada día crezcan más y más en tu santo amor. Amén.

DÍA SEXTO
¡Oh Dios misericordioso y justo! por intercesión de santa María Bernarda Bütler, infunde en nuestra alma una sincera compasión por las benditas almas del purgatorio, de las que ella fue intercesora durante su vida. Concédenos la gracia de reconocer cuan dolorosamente padecen en ese lugar de tormentos y acepta nuestros sacrificios, unidos a la intercesión de santa María Bernarda Bütler, para consolar a las almas más abandonadas. Amén.

DÍA SÉPTIMO
¡Oh Jesús, manso y humilde de corazón! Por el amor con el cual santa María Bernarda Bütler practicó la virtud de la humildad, haciéndose pequeña a los ojos de los hombres, enséñanos a apreciar el mérito de esta virtud y alcánzanos la gracia de aceptar las dificultades y perdonar de todo corazón a aquellos que nos han ofendido. Amén.

DÍA OCTAVO
Oh Jesús, que has hecho de santa María Bernarda Bütler un ejemplo de abnegación, de pobreza y de castidad, humildemente suplicamos nos alcances, por su intercesión, la gracia de imitar estas virtudes en seguimiento tuyo, abrazándonos cada día a la cruz de la mortificación y de la penitencia, para llevar dignamente el nombre de cristianos y gozar un día de la felicidad de tu compañía en el cielo. Amén.

DÍA NOVENO¡Oh Santísima Trinidad! Te adoramos, alabamos y damos gracias por todos los favores y dones con los cuales favoreciste a santa María Bernarda Bütler. Dígnate, según te lo suplicamos, manifestar por su intercesión la grandeza de tu amor y misericordia. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
BENDICIÓN DE SANTA MARÍA BERNARDA

El Señor te unja y te sature
con el óleo de su gracia,
enjugue tus lágrimas,
mitigue tus penas,
te fortifique en las angustias,
y Él, como altísimo y santísimo Dios y
misericordiosísimo Padre de los cielos,
te haga crecer en confianza,
te de abundancia de paz en el corazón
y te haga triunfar sobre todos los poderes del
mal. Amén.


ORACIÓN DE LA MADRE MARIA BERNARDA BÜTLER

Te bendecimos, Señor, porque has elegido a  Santa María Bernarda Bütler para hacer presente tu amor misericordioso y cooperar en la expansión de tu Reino.
Concédenos las gracias que por su intercesión te pedimos y haz que su ejemplo nos ayude a vivir la bondad y el amor de tu divino corazón en el servicio a los hermanos.
Afirma Señor en nosotros la fe, la esperanza y la caridad. Amén.

lunes, diciembre 31, 2012

Novena a Santa Filomena, Virgen y Mártir, por la Maternidad

Novena a Santa Filomena, Virgen y Mártir, Por la Maternidad
Agosto 11

Patrona: bebés, esterilidad, niños, causas imposibles, recien nacidos, enfermos.
  • ORACION PREPARATORIA (Para todos los días)
Oh gloriosa Virgen y Mártir Santa Filomena! cuya devoción parece haber reservdo Dios, en su eterna sabiduría para estos calamitosos tiempos llenos de tanta impiedad, para avivar en nosotros la fe, sostener la esperanza, e inflamar la caridad. Santa Filomena a quien Dios ha revestido de su singular poder de intercesión para gloria de su santo nombre y para utilidad de la Iglesia! Miradme postrada a tus pies, llena de confianza, reconociendo en ti una gran abogada y protectora de los pobres y de todos los afligidos. Mártir de Cristo llena de bondad! Recibeme hoy bajo tu manto celestial amparame y protegeme con tu poderosa intercesión.

Más para que yo sea digna de este favor alcanzame aquella virginal pureza por la que tu sacrificaste todo lo que el mundo tiene por más honorífico. Alcanzame aquella fortaleza de ánimo que a ti te hizo resistir valientemente todos los halagos del emperador Dioclesiano y finalmente comunicame un amor ardiente a la fe de Jesucristo por la que tú padeciste los más crueles y dolorosos tormentos.
Junto con estas suplicas te ruego, con todo fervor d emi alma, me alcances de Dios el favor particular que, en esta novena he venido a solicitar de tu generosa intercesión. El misericordiosísimo Jesús, tu Esposo Divino, por cuyo amor sufriste el martirio y la muerte, o negará nada a tus ruegos.
Sí candorosa Virgen y valerosa mártir! No te negará nada el buen Dios que dijo "PEDIR Y RECIBIRÁS" y podrá entonces realizar en mí la infalibilidad de estas sus generosas promesas. Así lo espero de la caridad que arde en tu compasivo y virginal corazón.

  • ORACION FINAL (Para todos los días)
Ruega por nosotros Santa Filomena.

Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡ Oh gloriosa Virgen invencible mártir Santa Filomena! Tu que por amor al Corazón Sagrad de Jesús, sufriste dolorosos tormentos y derramaste toda tu sangre virginal y entregaste tu tierna y angelical vida, en testimonio heroico de la verdad de la religión cristiana que yo misma tengo el honor de profesar, presenta ante Dios en mi favor estos tus martirios y por tus valisosas suplicas alcanzame de El este amor ardiente a Jesucristo junto con el favor especial que ahora he solicitado, para que sirviendo fielmente mientras viva, a tan soberano Rey y Señor logre felicidad de posserle, junto contigo, en el reino de los cielos. Amén.

  • PRIMER DIA
¡Santa Filomena, Virgen y Mártir llena de pureza! que en el siglo IV, siglo lleno aún de idolatría y de corrupción pagana, a pesar de los prestigios, del error y del odio que profesaban a los cristianos los vanos adoradores de los falsos dioses, diste un heroico testimonio de fe. Niña llena de sabiduría que a los once años, en una edad tan tierna, en que las ilusiones del mundo ofrecen escollos a la inocencia, tu escapaste de sus lazos consagrando a Jesucristo tu virginal pureza que habías de guardar inviolable aún a costa de tu vida. ¡Santa Filomena!, por esta virginal pureza, hoy perla preciosísima de tu celestial corona, te ruego atiendas mis suplicas y te dignes presentarlas a tu Divino Esposo y por tus méritos alcanzame de El esta fe viva y esta pureza de corazón, sin las cuales no se puede entrar en el Reino de Dios. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la petición)

  • SEGUNDO DIA
¡ Santa Filomena, Virgen y Mártir llena de firmeza!, a quien los vanos placeres del mundo no lograron seducir con sus brillantes atractivos. Las promesas y caricias más halagadoras te encontraron insensible. Tu despreciaste el trono de Roma, el primer trono del mundo, rehusando la mano y la corona que te ofrecía el emperador Dioclesiano, el más poderoso monarcade la tierra en aquella época, por servir con fidelidad a Jesucristo elegido esposo purísimo de tu alma. ¡Santa Filomena!, te suplico me alcances la gracia de saber apartar mi corazón de las vanidades de la tierra y, dominando mis pasiones, pueda superar los obstáculos que se opongan a mi eterna salvación y poder lograr un día llegar contigo a la posesión de la patria celestial. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • TERCER DIA
¡ Santa Filomena, virgen y mártir llena de fortaleza! tu a pesar de tu tierna edad, hiciste brillar con espíritu robusto el fervor de tu humilde y constante oración. Fortalecida con ella despreciaste los halagos. La oración te ayudó a sobrellevar las incomodidades de la prisión, a soportar el ayuno, los horrores de las cadenas, y a rechazar los honores comprados a cambio de la infidelidad a Jesucristo, a quien te consagraste por el voto de la virginidad. Santa Filomena! alcanzame de Dios te ruego este espíritu de oración a fin de que pueda resistir las malas inclinaciones de mi naturaleza y de preferir todos los trabajos y sufrimientos antes de ofender al Señor que es digno de todo honor y de toda gloria. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • CUARTO DIA
¡ Santa Filomena Virgen y Mártir llena de valor! que sufriste grandes y vergonzosas humillaciones cuando te arrastraron por las calles públicas de la ciudad de Roma en medio de los gritos del pagano populacho, siempre sediento de la sangre de los cristianos y donde dejaste girones de tu carne virginal. Con ejemplar resignación tu viste a los verdugos flagelar, con látigos de puntas de acero tu delicado y juvenil cuerpo, sufriste estos tormentos por amor a tu Divino Esposo Jesucristo nuestro Salvador. ¡ Santa Filomena !, te ruego me alcances de Dios la gracia de dominar mis flaquezas y flagelar la sensualidad con saludables penitencias, principalmente con las que han sido establecidas por la iglesia, para que pueda agradar al Señor y obtener un lugar en el reino de sus escogidos. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • QUINTO DIA
¡Santa Filomena, Virgen y Mártir llena de constancia! tu con tu paciencia heroica en los tormentos agotaste la furia de tus verdugos y cansaste sus brazos ensangrentados. El Señor quiso curarlos para redoblar tus combates y multiplicar tus triunfos. Conducida de nuevo ante el Emperador perseveraste en tu determinación de amor a Jesucristo e iluminada del cielo confundiste a quienes osaron atacar las verdades de nuestra fe. ¡Santa Filomena! te ruego me alcances de Dios la gracia de amar y servir fielmente al mismo Jesús y de no separarme de El en esta vida para después verte y gozarle eternamente.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • SEXTO DIA
¡Santa Filomena Virgen y Mártir inalterable! condenada a ser arrojada a las aguas de río Tiber. Atada al cuello un ancla fuiste precipitada a sus aguas; más el Señor envió dos angeles que hicieron pedazos el ancla y la lanzaron al fondo del río y en sus brazos fuiste transportada completamente ilesa a la playa. Ante este prodigio realizado por Dios en tu favor, tu viste convertida a la fe de Jesucristo una multitud de espectadores paganos, lo que lleno de consuelo a tu atribulado corazón. ¡Santa Filomena! alcanzame la gracia de llevar una vida verdaderamente cristiana a fin de que con este ejemplo pueda edificar a mis prójimos, mantenerlos en amistad e Dios y enseñarles así el camino del paraíso celestial al que, con tu mediación, espero también llegar.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • SEPTIMO DIA
¡Santa Filomena Virgen y Mártir invencible! La constancia de tu fe y la fidelidad inviolable a tu Divino Esposo Jesucristo hicieron que el verdugo te entregara a un nuevo tormento y tu virginal cuerpo atado a un árbol, fue traspasado por una lluvia de agudas flechas. Se agotaron tus fuerzas por el derramamiento de sangre y moribunda te condujeron de nuevo a la cárcel donde, después de un dulce y placentero sueño que te envió el Señor, despertaste fortalecida con una nueva vida. ¡Santa Filomena! alcanzame de Dios el valor suficiente para rechazar los impulsos pecaminosos que el maligno espíritu lanza constantemente contra mí a fin de que obtenga como tu la palma del triunfo y pueda gozar de la paz del Señor. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • OCTAVO DIA
¡Santa Filomena Virgen y Mártir llena de heroísmo! tu fuiste conducida por la ira del tirano al suplicio de los dardos encendidos en vivo fuego que habrían de acabar con tu vida terrena. Más por el poder de Dios los flecheros quedaron impotentes sin poder dar con sus dardos encendidos. ¡Santa Filomena! Obtenme de Dios la gracia de saber despreciar las incitaciones de los enemigos de mi alma que son el mundo, el demonio y la carne. Que sepa huir de las malas lecturas, de las conversaciones peligrosas, de las malas compañías y de todas aquellas ocasiones en que mi alma puede encenderse en el vivo fuego del pecado, para que permaneciendo siempre file como tu, a mi Divino Salvador pueda gozarle en la Vida Eterna en compañía de los limpios y puros de corazón. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

  • NOVENO DIA
¡Santa Filomena, Virgen y Mártir gloriosa! que terminaste tus combates por la fe con un ilustre martirio. Desesperado Dioclesiano de no conseguir sus deseos mando al verdugo a que te decapitara, y tu alma voló luminosa, con la corona de las vírgenes y la palma de los martíres como emblema de un triunfo, hacia el seno del Esposo de las Vírgenes, quien recibió triunfante y la colocó en el coro de los escogidos. ¡Santa Filomena, preciosa mártir!, dígnate coronar el final de esta novena alcanzandome de Dios, que nada te rehúsa, la gracia de amar con todo mi corazón a la Santísima Virgen María, la Reina más pura de las Vírgenes y de los mártires, que te consoló en la prisión y confortó tu espíritu para sufrir valerosamente el martirio. Que ella me ampare con su protección maternal, en las penas de este valle de lágrimas, me defienda en la hora de mi muerte, y después goce de su presencia, en tu compañía en el reino eterno de la Gloria. Amén.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria, se hace la Petición)

Novena a San Ramón Nonato, por la Maternidad

Novena a San Ramón Nonato, por la Maternidad
Agosto 31

Oración:
San Ramón, esta novena virtual la hacemos en nombre de todas las mujeres, las que estamos luchando juntas en este camino por la infertilidad; y por todas aquellas que llevan ya en sus vientres a esos hermosos y deseados bebes.

Por favor San Ramón te pedimos intercedas delante de Dios por cada una de nosotras, cuéntale que somos muchas mujeres sufriendo, pasando por este difícil camino, mientras esperamos y soñamos con todo el corazón con el día en que un ser crezca en nuestro vientre y se alimente de nosotras, un ser al que podamos sentir en nuestro vientre por 9 hermosos y completos sanos meses, que lo veamos nacer, alimentarse de nuestro pecho, crecer y gozar de una vida feliz y plena, ese ser que tanto anhelamos en nuestras vidas junto con nuestras parejas para venir a ser parte de nosotros y disfrutar de la dicha de ser una familia lo consagramos desde hoy a Dios, a tí Señor mío, como Ana consagró a Samuel desde antes de ser concebido. 


Confío en tí Señor mi Dios, mi padre amoroso y misericordioso, Tú eres sabio y tienes tus tiempos, Tú sabes cuál es el momento, enséñanos a conocer, a aceptar y a amar tu Voluntad, en tí Padre mío confíamos todas las que te consagramos una oración, unidas por la misma intención, por el mismo deseo que brota desde lo más profundo de nuestro ser y nuestro corazón.

Madre nuestra María, acompáñanos en este camino y junto con San Ramón pide a tu hijo Jesús por todas nosotras, sabemos que así lo harás madre hermosa, cùbrenos con tu manto, aumenta en nosotras la fe y la esperanza, danos paciencia, danos tus gracias, llena nuestros corazones de una confianza, de un amor inagotable y de un abandono contínuo y sincero a los brazos amorosos de Jesús que es nuestro padre, sabiendo que El todo lo puede, que para El no hay nada imposible, abrázanos con tu tierno amor de madre, gracias por comprender nuestro dolor en esta búsqueda, tú fuiste madre y sabemos que tú mejor que nadie comprende nuestro corazón cansado de luchar, triste pero aún con muchas esperanzas también y con la alegría y la confianza de que un día seremos madres como tú.

Gracias San Ramón por presentarte ante Dios y pedir por nosotras, desde ahora te lo agradecermos como si ya hubiesemos recibido el milagro. 


  • PRIMER DIA
Nacimiento de San Ramón

La historia de San Ramón tiene casi ochocientos años ya que comenzó un día de febrero del año 1200 en un pueblito catalán.
Aquel día, una señora que se hallaba en el noveno mes de su embarazo, perdió la vida a causa de un accidente. El pesar de su familia y de sus amigos fue doble: dos vidas se habían truncado.
Al día siguiente, momentos antes de la sepultura, un noble del lugar llamado Ramón Floch, sintió un impulso superior que lo llevó a tomar su cuchillo de caza y abrir con él el vientre de la difunta. La sorpresa fue enorme: en medio de la muerte, allí estaba el niño, aún con vida.
Y este niño es el hombre de nuestra historia: lo bautizaron con el nombre de Ramón y lo llamaron Nonato que significa “no nacido”, es decir, no nacido en forma natural.
Este hecho, marcó para siempre la vida de Ramón, y por supuesto, es el mismo hecho que después lo convirtiera en el protector de la maternidad.
No sabemos mucho sobre su infancia, pero podemos imaginar que habrá sufrido enormemente la ausencia de su madre.
Es por eso, que ahora se dedica a ayudar a las madres para que tengan a sus hijos, y a los hijos, para que tengan a sus madres.

Del Evangelio de San Lucas 1, 46-53

Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante, todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso hizo en mí grandes cosas.
Su nombre es Santo! Su misericordia llega a aquellos que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.

Muchas veces valoramos las cosas recién cuando nos faltan, y así valoramos a las personas cuando ya no están con nosotros o le damos verdadera importancia a la vida cuando estamos enfermos o cuando la muerte nos toca de cerca.
Nosotros gozamos cada día del regalo de la vida y no siempre somos agradecidos, no sabemos valorarla, vivimos quejándonos de todo, amargados por lo que no tenemos sin pensar en todo lo que gratuitamente recibimos por parte de Dios.
La vida de San Ramón fue un continuo dar gracias a Dios por el don de la vida, por el regalo de la fe, no con palabras sino con hechos. El amor y el agradecimiento no sólo se dicen con palabras, se demuestran con hechos.

PIDAMOS HOY POR TODAS LAS EMBARAZADAS Y POR TODOS LOS QUE DESEAN UN HIJO

Padre nuestro, Avemaría y Gloria


  • SEGUNDO DIA
La vocación

En esa época, los hijos de las familias adineradas – como era la de Ramón – tenían dos caminos posibles a seguir, o ingresaban en la vida religiosa o tomaban las armas, y todo parecía indicar, que ya de jovencito, Ramón tenía el deseo de hacerse sacerdote.
Como a su padre no le gustaba mucho la idea de tener un hijo cura, decidió mandarlo a una granja de su propiedad para alejarlo de la parroquia del pueblo y convertirlo en administrador de sus campos. Pero el padre de Ramón se equivocó: la soledad del campo le sirvió para encontrarse cada vez más con Dios y para entregarse con más fuerza a la oración y al sacrificio.

Del Evangelio de San Lucas 2, 46-50

Al tercer día lo hallaron a Jesús en el templo en medio de los doctores de la ley escuchándolos y haciéndoles preguntas, y todos los que oían estaban maravillados de su inteligencia y de sus respuestas.
Al verlo sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados. Jesús les respondió: ¿por qué me buscan? ¿No sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?.
Ellos no entendieron lo que él les decía.

Es bueno escuchar a los que están cerca nuestro y nos quieren, porque su consejo puede ser oportuno, pero mucho más importante es escuchar la voz de Dios que nos habla en nuestro propio corazón.
El padre de San Ramón lo amaba y seguramente quería lo mejor para su hijo, pero no entendía el deseo que Dios le había puesto en su corazón.
A nosotros también, muchas veces, nos toca tomar decisiones muy importantes que pueden no gustarles a quienes nos rodean. Ojalá que en esos casos, igual que San Ramón, podamos decidirnos por la voluntad de Dios.

PIDAMOS SABIDURÍA Y CORAJE PARA CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • TERCER DIA
San Ramón y la Virgen

Cerca de la granja se encontraba una pequeña gruta, la ermita de San Nicolás, que la Madre de Ramón había mandado construir, donde se veneraba una hermosa imagen de la Virgen. Ese fue el lugar del consuelo y la esperanza para Ramón. Varias veces al día se arrodillaba frente a la Virgen pidiéndole que lo adoptase como hijo. Y un día, mientras rezaba, la Virgen se le apareció y le dijo: “No temas Ramón que yo desde ahora te recibo como hijo mío, pudiéndome llamar con toda confianza Madre...”

Del Evangelio de San Juan 19, 25-27

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, con su hermana María, mujer de Cleofás y María Magdalena.
Al ver a la Madre y cerca de ella al discípulo a quien El amaba, Jesús dijo: “Mujer aquí tienes a tu hijo”. Luego le dijo al discípulo: “aquí tienes a tu Madre”. Y desde ese momento el discípulo la recibió en su casa.

Qué importante es tener a nuestra madre junto a nosotros, sobre todo cuando somos niños... Al no tener San Ramón la alegría del amor de su madre, encontró en la Virgen quien pudiera colmar sus ansias de afecto y compañía. La Virgen no se hizo rogar, como tampoco se have rogar ante nuestros pedidos. Ella es Madre y en su corazón estamos cada uno de nosotros, ella mejor que nadie conoce nuestras necesidades...!

PIDAMOS EN ESTE DIA LA PROTECCIÓN DE MARIA SOBRE NUESTRAS FAMILIAS

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • CUARTO DIA
San Ramón y la tentación

Feliz, ya que su corazón era para Dios, Ramón pasaba los días entre la oración, el trabajo y el sacrificio.
Cierto día siente en su interior una gran confusión: ¿era necesario este tipo de vida para alcanzar la santidad? ¿no sería mejor volver a su casa e iniciar la carrera militar?
Muy pronto, Ramón reaccionó comprendiendo que se trataba de una tentación del demonio, quien quería apartarlo del llamado de Dios. Entonces dijo: “Vete maldito que yo no haré más que lo que me enseñe mi Madre la Virgen María...” Con sólo nombrar a la Virgen, la tentación comenzó a desaparecer, mientras Ramón repetía: “Jesús, María, ampárenme...”

Del Evangelio de San Mateo 4, 1-4

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días y sus cuarenta noches, sintió hambre. Y el tentador, acercándose le dijo: “Si tu eres el Hijo de Dios, manda que esas piedras se conviertan en panes”. Jesús le respondió: “Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios...”

No sólo caemos en la tentación cuando hacemos el mal, también ella nos arrastra a no realizar el bien que podemos. La tentación se nos disfraza y nos dice: “No hagas esto o aquello, total, que obligación tenés...”
Existe en nosotros la tentación constante de no ser todo lo responsables que podemos, de no comprometernos a fondo con las cosas, de no dar todo lo que está a nuestro alcance, sino solamente lo que nos sobra, y a veces, hasta de mala gana. Recurramos a Jesús y a la Virgen, para que a ejemplo de San Ramón podamos vencer la tentación y luchar por el bien.

PIDAMOS ESTE DIA POR TODOS LO QUE ESTAN ALEJADOS DE DIOS

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • QUINTO DIA
San Ramón y el servicio

En el año 1221, ingresa al convento de La Merced en Barcelona, con el único ideal de imitar a Cristo y Cristo crucificado y es allí donde surge su deseo de morir mártir por Jesucristo. Fue ordenado sacerdote y se dedicó por completo a la predicación del Evangelio, al consuelo de los afligidos y a los enfermos.
La gente lo seguía atraída por su palabra, su vida y sus milagros.

Del Evangelio de San Marcos 1, 16-18

Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme, yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron...”

Cumpliendo con su vocación, San Ramón se dedicó por completo al servicio de sus hermanos. Dios nos llama a servir a los demás. Por eso, ya sea como sacerdote, padre de familia, esposa, monja, ama de casa, albañil, médico, enfermera, podemos cumplir con nuestra vocación siendo felices, y haciendo felices a los demás.

RECEMOS ESTE DIA PARA QUE SIEMPRE ESTEMOS AL SERVICIO DE LOS DEMAS.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • SEXTO DIA
San Ramón y los cautivos

Muy pronto, Ramón puede cumplir con su deseo de ir al Africa, donde los moros habían apresado a muchos cristianos. Trabajar para los cautivos se convirtió en una de sus misiones más difíciles e importantes. Allí cuidó a los enfermos, defendió la vida de los sometidos y predicó con la palabra y el ejemplo. Tan efectiva fue su predicación, que lo apalearon, lo encarcelaron y hasta le colocaron un candado en sus labios para hacerlo callar.

Del Evangelio de San Lucas 4, 16-19

Jesús fue a Nazaret donde se había criado, el sábado entró en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y abriéndolo encontró un pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu Santo está sobre mí, porque me ha consagrado con la unción, El me envió a anunciar la Buena Noticia a los pobres y a anunciar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de Gracia del Señor...”

Jugarse por los amigos es relativamente fácil, pero dar la vida por quienes no conocemos o que incluso ni nos quieren, no es cosa muy común. Esto fue lo que hizo Jesús, y San Ramón intentó imitar entregándose él mismo como prisionero cuando no pudo conseguir más dinero para rescatar a otros de la prisión.
Seguramente, nunca nos encontraremos en la misma situación de San Ramón, pero no nos faltarán oportunidades para dar algo de lo nuestro, ya sea material, como tiempo, compañía, cariño...
También nuestra caridad, como lo hizo San Ramón, debe dirigirse especialmente a liberar al hombre de toda clase de opresión y esclavitud.

ESTE DIA RECEMOS POR TODOS LOS QUE SUFREN CUALQUIER TIPO DE OPRESIÓN.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • SÉPTIMO DIA
San Ramón y los enfermos

Cuando consiguió su libertad, el Papa Gregorio IX le dio el título de Cardenal de la Iglesia, pero los honores no lo alejaron de sus hermanos más necesitados. Todo lo contrario. Y lo demostró atendiendo a los enfermos de la peste desatada por ese entonces en Cataluña, a muchos de los cuales curaba haciéndoles la señal de la cruz.
Si por las características de su nacimiento se convirtió en el protector de la maternidad, su lucha junto a los más débiles, humildes y enfermos lo transforma en un símbolo de la defensa de la vida, que en realidad, viene a ser la misma cosa...

Del Evangelio de San Lucas 4,40

Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los traían. El les imponía las manos a cada uno y los sanaba...

Nos cuesta mucho aceptar la enfermedad, la propia y la de los demás. Se nos have difícil y pesado cuidar a un enfermo y muchas veces hasta nos rebelamos.
También en esto podemos aprender de San Ramón, quien en cada hermano enfermo veía el rostro sufriente de Jesús.

RECEMOS ESTE DIA POR TODOS LOS ENFERMOS.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • OCTAVO DIA
San Ramón y la muerte

Ramón había resuelto regresar al Africa para asistir a los cautivos, cuando el Papa lo requiere desde Roma.
Antes de emprender el viaje pasa por Cardona para despedirse del Vizconde Ramón VI quien le había salvado la vida al sacarlo del vientre de su madre. Y es allí, en el castillo de su amigo, donde le llega la muerte.
Instantes antes, pidió fervorosamente recibir la Comunión pero no había quien pudiera dársela... Sin embargo, vio abrirse las puertas del castillo por donde ingresaba una procesión de frailes Mercedarios acompañando a un sacerdote que llevaba la Hostia en sus manos...
Esos religiosos, eran ángeles y el sacerdote era el mismo Jesús, quien se acercaba para hacerle cumplir su último deseo.

Del Evangelio de San Juan 6, 51-52

Dijo Jesús: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

La muerte es algo que nos da miedo, nos asusta, nos duele. A veces, cuando nos toca de cerca, nos tentamos de gritar que nada tiene sentido, que la vida es absurda o que Dios no existe.
Pero la fe nos dice que Jesús venció a la muerte y nos llama a compartir su victoria. Además, El nos prometió que “el que coma de este pan vivirá para siempre...” y esa esperanza es la que nos sostiene en medio del dolor y de la angustia.

PIDAMOS EN ESTE DIA POR TODOS NUESTROS DIFUNTOS

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


  • NOVENO DIA
San Ramón junto a Dios

En este último día de la Novena, se aconseja confesarse y comulgar.

Como la Orden de los Mercedarios y el Vizconde Ramón Floch se disputaban la posesión de su cuerpo, resolvieron cargarlo sobre una mula ciega y dejar que ella eligiese el lugar de su sepulcro. La mula comenzó a caminar seguida de muchísima gente. Caminó varias leguas y finalmente se detuvo frente a la ermita de San Nicolás, junto a la imagen de la Virgen ante la que Ramón había rezado tantas veces.
Desde allí había partido para entregarse a Dios y a sus hermanos más necesitados y allí volvió después de haber cumplido su promesa.

Del Evangelio de San Lucas 24, 1-6

El primer día de la semana, muy temprano, fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida y al entrar no encontraron el cuerpo de Jesús...
... Ellos les dijeron: ¿por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, resucitó...

Finalmente, después de haber entregado toda su vida al servicio de sus hermanos, San Ramón entregó su vida a Dios, y ahora nos ayuda desde el cielo.
San Ramón recibió el premio a tanto amor, a tanto esfuerzo, a tanto sacrificio, a tanta generosidad. Sigamos su ejemplo tratando de construir con nuestro humilde y sencillo trabajo de cada día el Reino de Dios en nuestro hogar, en nuestro barrio, en nuestra patria.

EN ESTE ULTIMO DIA, PIDAMOS POR TODOS NOSOTROS, PARA QUE PODAMOS SEGUIR EL EJEMPLO DE RAMON.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Novena a Santa Rita de Casia, para la Fertilidad

Novena a Santa Rita de Casia, para la Fertilidad

ORACION A SANTA RITA DE CASIA

Festividad: 22 de mayo
Fecha canonización: 24 de mayo de 1900
Patrona: víctimas de abusos, personas en soledad, contra la esterilidad, enfermedades del cuerpo, causas desesperadas y perdidas, matrimonios con dificultades, infertilidad, viudas, padres.

Por la señal... Señor mío Jesucristo.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:
¡Poderosísima Santa Rita de Casia! Con razón te aclama la cristiandad como "Abogada de Imposibles". Ya que todo lo alcanzas del Señor, no rehúses obtenerme de Dios la gracia que te imploro en los días de esta Novena. Y quiero que todo sea para mi bien y salvación de mi alma. Así sea.

(Enseguida se hace el punto de meditación de cada día. Después del punto de meditación de cada día se rezan tres Padrenuestros y se pide la gracia particular).

ORACIÓN FINAL:
¡OH, Santa Rita de Casia! En la esperanza de que me alcances de Jesucristo, mi señor y Redentor, la gracia que te dejo encomendada, quiero por mi parte, y con cuantos medios estén a mi alcance, propagar de tu devoción para gloria de Dios y santificación de las almas. Así sea.

  • DÍA PRIMERO:
Punto de meditación. La FE es la raíz de nuestra justificación. Sin esa virtud es imposible - dice San Pablo - Agradar a Dios Santa Rita es mi modelo de fe; con la fe obtuvo la conversión de su marido, y sirvió a Dios e n toda su vida. Así lo debo hacer yo también.

  • DÍA SEGUNDO:
Punto de meditación. - Para la mujer, la fortaleza es el distintivo de su amor a Dios. Santa Rita dio pruebas de fortaleza, y por ello el cielo la llenó de sus bendiciones. Yo debo imitarla.

  • DÍA TERCERO:
Punto de meditación. - El amor a Dios sobre todas las cosas, hace al alma invencible. Santa Rita, mi abogada, salió triunfante de sus pruebas gracias al amor divino que abrasaba siempre su alma. También será ella mi ejemplar.

  • DÍA CUARTO:
Punto de meditación. - El amor al prójimo constituye el distintivo de todo buen cristiano. Santa Rita ofreció a sus dos hijitos, primero que ellos manchasen sus manos con sangre de crimen en la vida del asesino de su padre. Como ella, yo sabré perdonar a todos mis enemigos.

  • DÍA QUINTO:
Punto de meditación. Obedecer a los que mandan en nombre de Dios, es imitar a Jesucristo, "hecho obediente hasta la muerte
de Cruz". Así lo hizo Santa Rita. Y, como devota/o suya, así lo habré de hacer yo.

  • DÍA SEXTO:
Punto de meditación. La generosidad en el sacrificio forma un rasgo precioso en Santa Rita, que supo darse enteramente a Dios como... de propiciación. Le rogaré a ella que me alcance esta gracia del señor.

  • DÍA SÉPTIMO:
Punto de meditación. ¡Amar la Cruz! He ahí lo que distingue a los buenos de los malos cristianos. Aquéllos aman la Cruz, éstos la rechazan. Santa Rita alcanzó una de las espinas de la Corona de Jesucristo. Quiero parecerme a ella: toda tribulación la estimaré
como otra espina de la Cruz del salvador.

  • DÍA OCTAVO:
Punto de meditación. Regando una raíz seca, consiguió Santa Rita hacerla reverdecer y echar flores. Así le pido que me enseñe a mí a hacer con mi vida; que sea mi vivir una raíz seca que, regada por la gracia, reverdezca de amor de Dios.

  • DÍA NOVENO:
Punto de meditación. La muerte, para los santos, es el arribo a la patria de la bienaventuranza. Los ángeles llevaron al cielo el alma
de Santa Rita de casia. ¡Que ella me venga a acompañar cuando yo exhale mi último suspiro! Amén.

lunes, diciembre 10, 2012

Novena a Santa Teresa del Niño Jesús de Lisieux

Novena a Santa Teresa del Niño Jesús (Lisieux)
Octubre 1

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Santa Teresita! Vengo a tus plantas lleno de confianza a pedirte favores. La cruz de la vida me pesa mucho, y no encuentro más que espinas entre sus brazos. ¡Florecita de Jesús! envía sobre mi alma una lluvia de flores de gracia y de virtud para que pueda subir el Calvario de la vida embriagado en sus perfumes. Mándame una sonrisa de tus labios de cielo y una mirada de tus hermosos ojos... Que valen más tus caricias que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío! Por intercesión de Santa Teresita dadme fuerza para cumplir exactamente con mi deber, y concededme la gracia que en esta novena le pido. Amén.
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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Jaculatoria. ¡Oh santita sin igual! Enséñanos el "caminito" de tu infancia espiritual.

Oración. ¡Gloriosa santita mía! Espero confiadamente me alcanzarás de Dios la gracia especial que en esta novena te pido. Yo en cambio, prometo imitar, con todas mis fuerzas, tus heroicos ejemplos, y apropiarme de las páginas de tu vida encantadora para que tenga la dicha de gozar de Dios en tu compañía en la patria de los santos. En tanto, quiero, cual tu, oh Florecita de Jesús, "deshojar" en la tierra las flores de mis caricias a los pies del Amor de los Amores y cantar a lo divino tus encantadoras armonías:

"Por solo tus amores,
Jesús mi bien amado,
En ti mi vida puse,
mi gloria y porvenir;
Y ya que para el mundo
soy una flor marchita,
No tengo más anhelo
que amándote, morir…"
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DÍA PRIMERO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquel volcán de amores que inflamó tu corazón, cuyos divinos ardimientos fueron el dulce martirio que consumió tu vida "con ansias de amores inflamada", haz que también yo, ¡oh santa Teresita! a solo Dios entregue totalmente mi corazón con todas sus esperanzas y con todos sus ensueños, para que le transforme y le resucite y le salve. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA SEGUNDO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por los perfumes de santidad que exhalaste durante tu vida, escondida cual humilde violeta en el jardín del Carmelo, haz que pueda también mi alma, libre de los malos olores del pecado, agradar a Dios con el suave olor de las virtudes cristianas. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA TERCERO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por los pasos de inocencia y de candor que diste en la florida senda de tu caminito, que fue camino de infancia espiritual, haz que los pasos de mi vida no corran por los derroteros de la perdición; sino que, pasito a paso, suba la senda -cuesta arriba- que conduce a la gloria. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA CUARTO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por la celestial pureza que adornó tu corazón cual los lirios a los valles y la "nieve" a las alturas alcánzame, azucena del Carmelo, la pureza en pensamientos, palabras y obras. Defiéndeme en la tentación, y cubre con las azucenas de tu pureza la fealdad de éste pobre corazón mío inquieto y apasionado. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA QUINTO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por el empeño grande que pusiste en "pasar por la Tierra haciendo bien", y en esparcir en los corazones el amor y la esperanza, haz que también yo pase mi vida sembrando bondades para recibir allá arriba el galardón seguro del ciento por uno con la vida perdurable y feliz. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA SEXTO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquella continua tendencia de "empequeñecerse" que fue el tema de tu santa vida, haz sepa también yo ser un "alma tan pequeñita" que encuentre la verdadera grandeza en los brazos del sacrificio y de la Cruz; y aprenda a ser grande en lo pequeño y amar la humildad... la "pequeñez", para entrar más fácilmente por las puertas de la gloria al gozo eterno. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA SÉPTIMO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquel martirio tan continuado que sufrió tu espíritu en la incesante negación de la naturaleza, haz que aprenda a negar mis caprichos y veleidades y a pagar, cual tú, los desprecios del prójimo con una sonrisa heroica y celestial. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA OCTAVO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por la paciencia admirable con que supiste disimular y sufrir las enfermedades que en la Cruz te pusieron, ¡oh! que pueda yo también, santita mía, llevar si no con alegría, a lo menos en conformidad con la voluntad de Dios los achaques y miserias de este cuerpo de barro para que un día resulte embellecido en la gloria. Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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DÍA NOVENO
Comenzar con la oración de todos los días.

Oración. ¡Florecita de Jesús! Por el heroico valor con que apuraste el cáliz hasta las "heces" en el trance amargo de tu agonía; y por la dulce calma con que esperaste la fría llamada de la muerte, pueda yo también cerrar los ojos a esta vida mortal repitiendo las hermosas palabras que al morir pronunciaste: "Oh... ¡Le amo!.. . ¡Dios mío... os...amo!". Amén.

Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
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Fuente: http://www.devocionario.com/santos/lisieux_2.html

Novena a Santa Rosa de Lima, Patrona del Perú, las Indias y Filipinas

Novena a Santa Rosa de Lima, Patrona del Perú, las Indias y Filipinas
Agosto 23
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Acto de contrición.- Señor mío Jesucristo…

Oración preparatoria

Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.

Pídase las gracias que se deseen.

Oraciones para cada día
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Día 1. Amantísimo Señor Dios, Trino y Uno, que como en la antigua ley, os complacíais en que os llamasen Dios de aquellos grandes Santos Patriarcas, hoy no menos os agradáis, en que os llamemos, Dios de la Rosa de Santa María: alegrámonos y gozámonos con el mismo gozo, con que ella se complacía en vuestras divinas perfecciones, en especial, de que seáis un Ser tan infinitamente perfecto, que de nadie depende, y todo depende de vuestro Ser, y os pedimos por vuestra soberana independencia, y por el asimiento, que tuvo siempre a Vos vuestra finísima Santa Rosa, nos concedáis un apartamiento total de cuanto es contra vuestra voluntad, a que vivamos y muramos asidos a Vos; y lo que en esta novena os pedimos a mayor honra y gloria vuestra.
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Día 2. ¡Oh incomprensible Sabiduría! ¡Oh Dios Trino y Uno! tan infinitamente sabio, que os comprendéis a Vos, y con inefable claridad todo lo creado lo sabéis, y lo sobrecomprendéis: alegrámonos, y gozámonos con el mismo gozo, con que la ilustradísima Rosa de Santa María, se gozaba de vuestra Sabiduría, y por ella, y por lo que supo de vos nuestra Santa, os pedimos nos comuniquéis la ciencia de los Santos, vuestra Divina Luz, y lo que en esta novena os suplicamos, si es para honra y gloria vuestra.
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Día 3. ¡Oh bondad inefable! ¡Oh hermosura indecible! ¡Oh Dios Trino y Uno, que sois el centro de toda belleza y perfección! Alegrámonos y gozámonos en Vos con aquel mismo afecto con que la amorosísima Rosa de Santa María, en Vos únicamente descansaba su corazón, como en su centro, y os pedimos por vuestra infinita bondad, y por lo que os comunicasteis a la hermosísima Santa Rosa, que toda vuestra voluntad nos la robe perfección tan divina, y lo que os suplicamos en esta novena, si es honra y gloria vuestra.
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Día 4. ¡Oh Santidad Purísima! ¡Oh fuente y ode toda Santidad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que por esencia tenéis el oponeros a la culpa! Alegrámonos y gozámonos con el mismo gozo que la perfectísima Rosa, de vuestra infinita perfección, y os pedimos por tan inmensa Santidad, y por las que le comunicasteis a esta purísima Santa, nos concedáis que os sirvamos de suerte que consigamos la perfección que ella deseaba y pedía para sus prójimos; y lo que en esta novena os suplicamos, si ha de ser para honra y gloria vuestra.
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Día 5. ¡Oh caridad incomprensible! ¡Oh Dios Trino y Uno, todo amor, que con infinita propensión os inclináis a favorecer a vuestras criaturas y hacerlas bien! Deseamos alegrarnos y gozarnos con aquel mismo gozo e incendio de amor, con que vuestra muy amada Rosa de Santa María se complacía en vuestra inefable caridad; y os pedimos por esta divina perfección, y por el agradecimiento y amor con que maravillosamente os correspondió esta amorosísima Santa, nos comuniquéis los efectos de vuestra especial asistencia y caridad; y lo que en esta novena os suplicamos, si fuere para mayor honra y gloria vuestra.
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Día 6. ¡Oh Omnipotente Majestad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que cuanto queráis podéis, y es infinito vuestro poder! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan soberana omnipotencia, con aquel mismo gozo con que se complacía la Santa Rosa de Santa María y os pedimos por esta perfección y por el poder que concedisteis a esta fortísima doncella, elevéis y confortéis nuestra grandísima flaqueza y debilidad, para que podamos corresponder a lo que vuestra omnipotencia obra en nuestras almas; y lo que os suplicamos en esta novena, si fuere para Honra y Gloria vuestra.
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Día 7. ¡Oh Liberalidad Divina! ¡Oh inclinación indecible a dar y favorecer! ¡Oh Dios Trino y Uno, que dando infinito más que lo deseáis dar! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan divina franqueza con aquel mismo gozo con que os complacía vuestra reconocidísima Santa Rosa, y os pedimos por esta infinita perfección, y por lo mucho que disteis a esta dichosísima santa, nos libréis del vicio de la ingratitud, y nos concedáis que no cesemos de daros gracias por los infinitos beneficios de vuestra liberalidad, y lo que os suplicamos en esta novena, si es para honra y gloria vuestra.
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Día 8. ¡Oh Divina Inmensidad! ¡Oh Dios Trino y Uno, que por vuestro ser estáis en todo, sin necesidad de lugar porque estáis en Vos, que sois sobre todo lugar! Deseamos alegrarnos y gozarnos en tan incomprensible inmensidad, con aquel mismo gozo con que la humildísima Santa Rosa se complacía; y os pedimos por esta inmensa perfección, y por la presencia vuestra, que en todas las criaturas concedisteis a tan íntima Esposa vuestra, nos concedáis tenernos siempre presentes y vivir dentro de vos, y lo que en esta novena os suplicamos, si fuere para mayor honra y gloria vuestra.
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Día 9. ¡Oh y quién podrá, gran Dios y Señor, Trino y Uno, hacerse capaz de vuestra bienaventuranza y gloria, de la que tenéis en Vos por esencia, gozándoos y amándoos, y de la gloria accidental que os dan todas vuestras criaturas! Deseamos alegrarnos y gozarnos en vuestra grande gloria, con el mismo gozo con que se complacía la felicísima Santa Rosa, y os pedimos por esta su perfección y por la gloria a que la elevasteis, y la que recibís de tan amada criatura vuestra, nos concedáis, que confesando y conociendo vuestra gloria infinita, no caigamos en la eterna pena, sino que seamos bienaventurados y participemos de la infinita bienaventuranza vuestra; y lo que os suplicamos es esta Novena a mayor honra y gloria vuestra.
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Oración final

Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Novena a San Juan Macías

Novena a San Juan Macías
Septiembre 16

Abogado de la Almas del Purgatorio y Padre de los Pobres
San Juan Masías nació en la Villa de Rivera del Fresno, Reino de Extremadura (España) en 1585.

Embarcó para América en 1616. Tomó el hábito dominicano en el Convento de Santa María Magdalena la Penitente de Lima, en 1620.

“Este convento llamado de la Recoleta Dominicana, fue fundado el año 1606 por el V. P. Juan de Lorenzana, confesor que fue de Santa Rosa en los tres últimos años de su vida; y dejó de existir tan venerable convento, por falta de personal, el año de 1869”.
Profesó solemnemente en 1623.
Murió el 16 de Septiembre de 1645, a la edad de sesenta años, seis meses y quince días.
Fue beatificado por Gregorio XVI el 21 de septiembre de 1834.
Fue canonizado por Pablo VI, en 1975.
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Novena

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres, infinitamente bueno, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Propongo firmemente nunca más pecar. Perezca yo mil veces, Dios mío, antes que piense el cometerlo. El pecado me ha privado de tu gracia; ha hecho a mi alma enemiga tuya y esclava del demonio; el ha puesto en un patíbulo ignominioso a mi Salvador, y le ha hecho derramar toda su sangre, para lavar la de manchas abominables que la habían desfigurado.

Postrado a tus pies, confieso que pequé; y desde este mismo instante me convierto a ti con toda mi alma. Mis ojos se han abierto ya, mi corazón está mudado. En adelante seré más cauto en prevenirme contra todo lo que pueda ser ofensa contra ti, y me preocuparé en guardar tus preceptos, en publicar y cantar tu misericordia, y en adquirir todas las virtudes que me faltan, imitando en cuanto pueda a tu escogido siervo San Juan Masías, bajo cuya protección espero me des tu bendición, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para todos los días
Glorioso Juan Masías, que supiste grabar en el fondo de tu corazón ese divino precepto de la caridad, que por su importancia se inculca tanto en la antigua ley, y que la renueva y perfecciona Jesucristo en su Evangelio, declarándonos que es el primero y más grande de todos los mandamientos, y prometiendo la vida eterna al que lo cumpliese; tan fielmente le escuchas, como pronto supiste guardarlo y cumplirlo en todo el curso de tu vida. A tu ayuda acude mi suma debilidad y flaqueza, para que poniendo esta fundamental piedra al edificio de mi verdadera conversión, comience desde hoy a ejercitarlo y practicarlo, a fin de que consiga ser discípulo de Jesucristo, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Se reza el Padrenuestro, el Avemaría y Gloria
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Día primero
Consideración
Nació el niño Juan Masías en Rivera del Fresno, Reino de Extremadura (España), sus padres fueron Dn. Pedro Masías de Arcas y Dña. Inés Sánchez. Huérfano de padre y de madre a los cuatro años y medio, el cielo se encargó de él, cuidándole y dirigiéndole sus pasos por medio de S. Juan Evangelista.

Revelóle la Santísima Virgen, siendo aún adolescente, “que lo sacaría de su patria, lo trasladaría a lejanas tierras, y allí le haría gracias singulares”. En efecto: así sucedió. Condújole el Mensajero celestial de España a Nueva Granada, y de Nueva Granada, atravesando el continente americano, a Lima, Ciudad de los Reyes, como precioso regalo del Rey de los cielos al Reino del Perú. Nosotros debemos agradecer a Dios, por este nuevo obsequio hecho al Perú.

(Se pide la gracia que se desea obtener).
(Se rezará: Padrenuestro, Avemaría y Gloria).
Antífona
Confortado por la gracia del Altísimo, suspirabas por alcanzar los premios celestiales que ya gozas.
V: Ruega por nosotros San Juan Masías
R: Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración
Dios, que quisiste que el Bienaventurado Juan, tu confesor, prevenido con la abundancia de tu gracia, en el humilde estado de hermano, floreciese con el candor de las demás costumbres y heroicas virtudes; te rogamos nos concedas que de tal modo sigamos sus pasos, que merezcamos llegar a ti con puros pensamientos y deseos.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
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Día segundo
Oración preparatoria como el primer día
Huérfano de padre y madre, Juan Masías es recogido por un tío suyo quien lo dedica al pastoreo, desde la temprana edad de cinco años. Y es entonces cuando él recibe la paz de los bienaventurados que en sucesivas apariciones y visiones le dan el conocimiento de los más grandes misterios de nuestra Religión. Trasladado a Lima, también se dedica allí al preciado oficio de pastoreo de corderillos, por espacio de dos años, que fueron para él delicias del cielo; y nunca dejará este oficio sino fuera trocándolo por el Convento.

En el lugar de la casita donde viviera estos dos años, testigo mudo de tantos coloquios divinos con la Santísima Trinidad, con la Santísima Virgen, S. Juan Evangelista y el Santo Ángel de la Guarda, vino muy pronto a ser levantada una precisa iglesia, bajo la advocación de “Nuestra Señora del Patrocinio”; donde almas escogidas y consagradas al Señor, pertenecientes a la misma Orden Dominicana, sirven a Dios y a su Madre con la pureza y sencillez de pastorcillos en la soledad del convento.

San Juan Masías, alcánzanos la sencillez de los pastores para que obtengamos la paz del cielo.
(Se pide la gracia que se desea obtener).
(La oración final como el primer día
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Día tercero
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
San Juan Evangelista reveló a su protegido que había una orden preferida de María, y la llamaba su Orden, la Orden del Santísimo Rosario; que tenía aquí en Lima un convento bajo la protección de Santa María Magdalena, su gran amiga y compañera del Calvario, y que era, además, Patrona de esa misma Orden de María, y que en este Convento le querían colocar Jesús y su Madre para acabar de santificarlo.

Llamó el pastorcillo a las puertas del Convento Dominicano de María Magdalena la Penitente, y el portero de aquel paraíso en la tierra, llamado Fr. Pablo de la Caridad, le echó los brazos al cuello diciéndole: “Hermano mío, mucho tiempo hace que te estaba esperando”. Habla al Prior, reúne éste a la comunidad, por votación unánime, sin más pruebas y conocimientos que los del cielo, le imponen con gozo de todos, en el mismo instante, el santo hábito. Queda nombrado portero auxiliar, para que, con el santo Fr. Pablo, se hiciera el novicio más santo. Descansó en el Señor el anciano portero, feliz de tener un sucesor de su gusto. El discípulo aventajó al maestro en el oficio y el venerable Fr. Pablo tiene por sucesor a San Juan Masías.

No son los cargos los que dignifican a los hombres sino los hombres los que dignifican los cargos.
(Se pide la gracia que se desea obtener).
(La oración final como el primer día)
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Día cuarto
Oración preparatoria como el primer día.
Consideración
Tuvo también San Juan Masías el oficio de limosnero o sea el encargado de recoger la limosna y darla a los pobres. “A Fr. Pablo de la Caridad, sucedió la caridad de Fr. Juan”, según la frase popular de los indigentes, quienes eran socorridos con generoso corazón y pródiga mano.

Se quitaba a sí mismo el alimento para repartirlo entre sus amigos los pobres. Distribuía diariamente lo sobrante de la comunidad; obtuvo de los superiores el permiso necesario para recoger limosnas fuera de casa, con este fin. Unas veces multiplicaba los alimentos con su bendición; y otras acudía a la oración, pidiendo a la Santísima Virgen remediase las necesidades diciendo: “Madre, mis pobres no tienen qué comer”. La Santísima Virgen le contestaba: “Manda pedir a Fulano, que mi hijo le ablandará el corazón”. Y nunca pidió al indicado por la Madre del cielo que no alcanzara lo que pedía. Algunas veces sucedía, para escarmiento de avaros, que, con la negación de la limosna, les fuese la desgracia a la casa.

(Se pide la gracia que se desea obtener).
(La oración final como el primer día).
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Día quinto
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
Entre las devociones y prácticas de piedad de San Juan Masías, la primera que ocupa y llena toda la vida, es la del Rosario. Desde la edad de cinco años en que prometió a la Virgen rezar las tres partes, nunca las interrumpió, ni por cansancio, ni por enfermedades, ni molestias de viajes. Cuando tomó el hábito, entonces, en vez de quince misterios se impuso la obligación de rezar quince partes del Rosario. Con esta devoción tan del corazón de María y reina de las devociones, obtuvo el Santo extraordinaria piedad. Los moradores del cielo conversaban con él; y la Santísima Virgen, dándole a entender cuán gratas le eran estas preces, le habló en innumerables ocasiones, y se le apareció reiteradas veces. Delante de su altar fue favorecido con éxtasis y raptos; en alguna ocasión le sorprendieron elevado ocho codos del suelo, conversando con su Madre. A sus ruegos, se introdujo por primera vez en Lima, la fiesta del dulce nombre de María. Y los altares de la Reina del cielo los tenía siempre cubiertos de flores blancas que simbolizaban la pureza de la Santa Virgen. San Juan Masías, aumenta nuestra devoción al rezo del Rosario y seremos no sólo salvos sino santos.

(Se pide la gracia que se desea obtener).
(La oración final como el primer día)
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Día sexto
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
San Juan Masías tenía sus delicias con el Santísimo Sacramento del Altar. Pasaba largas horas delante del Sagrario; hacía muchas visitas al amor de sus amores y cuidaba de la lámpara, cebándola dos veces durante la noche. Se preparaba con ayunos y disciplinas, antes de acercarse a la Santa Comunión; y la recibía con todo fervor, cuantas veces le era dable, según las costumbres de aquellos tiempos. Pero donde se desbordaba su piedad y fervor era en las exposiciones mayores del Santísimo, en las procesiones solemnes de los terceros domingos de cada mes; y sobre todo en el monumento del Jueves Santo. Permanecía muchas horas delante del Santísimo, como si estuviera elevado o fuera una estatua rígida y sin movimiento.

Aumentemos nuestros recursos espirituales en la fuente de las gracias divinas, esto es; en la confesión frecuente y en la comunión cotidiana.

(Se pide la gracia que se desea alcanzar).
(La oración final como el primer día)
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Día séptimo
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
En el corazón puro, sencillo y ardiente de caridad de San Juan Masías, repercutían todas las miserias humanas y sus consecuencias. Los ardores que le causaban las consideraciones de los atributos de la infinita Justicia y Bondad de Dios, los convertía en lluvias de gracia y bendiciones para apagar las llamas del purgatorio. En su devoción encontró el modo de aliviar a las benditas almas, con la oración, rezos, mortificaciones de los sentidos, ayunos, disciplinas, cilicios, privaciones de sueños, y otros infinitos medios que su caridad inventaba. Estando orando delante de la Santísima Virgen, se le aparecieron en tropel, dos mil almas del Purgatorio que con voces lastimeras le decían: “Siervo de Dios, acuérdate de nosotras”. Se le aparecieron otras muchas ocasiones y le decían: “No nos eches en olvido, socórrenos con tus oraciones”. Otras veces le decían: “A mí, a mi, que soy la más necesitada. Estos clamores derretían en la caridad y devoción al Santo y le movían a tomar a su cargo las penas que ellas debían sufrir en el Purgatorio, para que, satisfecha la Justicia Divina, volaran a gozar de su infinita misericordia. La misma maña que se dio para aliviar toda miseria corporal, esa misma aumentada, se la dio para sacar almas de las penas del Purgatorio. Estando Juan Masías para morir, confesó obligado por la obediencia, que había sacado del Purgatorio un millón cuatrocientas mil almas.

Meditemos con frecuencia en nuestras postrimerías y pidamos a nuestro intercesor nos alcance la gracia de pasar el Purgatorio en vida o salir pronto de los tormentos.

(Se pide la gracia que se desea conseguir).
(La oración final como todos los días)
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Día octavo
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
El fervor iba poco a poco consumiendo la vida de Juan Masías. Cierto día llamó éste a Fr. Antonio del Rosario y le dijo: “toma estas llaves que yo me retiro y no sé si volveré”. Le dio una disentería rebelde a todo tratamiento médico. Señaló y presentó al Prior, por limosnero, a Fr. Dionisio Villa, pues ya tenía revelación del cielo de que la vida llegaba a su término, y se preocupaba más de los pobres que de sí mismo. Los facultativos, le dicen que no tiene remedio su mal; y él, exclama radiante de alegría: “¡Gracias a Dios!”. Pidió por favor que nadie tocara su cuerpo. Se confesó generalmente de toda su vida con abundantes lágrimas. Recibió el Santo Viático vestido con el hábito que le habría de servir de mortaja, puesto de rodillas en la cama. Quedó en éxtasis por largo rato, y al volver en sí, tornó a repetir: “¡Gracias a Dios!”. Iluminado su rostro con presagio de la gloria del cielo, dijo al Prior del Convento: “Levántese padre, y sea cortés, que aquí está Nuestro Señor Jesucristo, la Santísima Virgen María, el Apóstol y Evangelista San Juan, San Pedro y San Pablo, la bendita Magdalena, mi padre Santo Domingo, San Luis Beltrán y otros Santos y Santas, fuera de la multitud innumerable de Ángeles”. Rezadas las preces de costumbre y contestando él a todo, con el Santo Crucifijo en las manos, y éstas entrelazadas, haciendo un acto extraordinario de amor a Dios, puestos los ojos en el cielo, rindió su alma al Creador.

La muerte de los Santos es preciosa, es como un sueño cuyo dulce despertar es en la gloria. Vivamos de tal manera que merezcamos tener una suerte semejante.
(Se pide la gracia que se desea obtener).
(La oración final como el primer día)
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Día noveno
Oración preparatoria como el primer día
Consideración
El séquito glorioso que asistió a la muerte de Juan Masías, le acompañó en extraordinario tributo hasta la gloria, donde, por siglos infinitos, gozará de Dios como premio y galardón de sus heroicas virtudes. También aquí en la tierra gozará de la gloria que es dable en este mundo. Él mismo, antes de morir, confesó proféticamente: “Aquí han de erigirme templos; de qué modo, no lo sé; pero aquí está mi guía, patrono y jefe, S. Juan Evangelista, quien me dice que lo diga así”. Efectivamente, se ha levantado templos y en la santa Iglesia de Dios, se perpetúan sus rezos y alabanzas. Brilló en milagros y profecías, en vida y en muerte. Tantos y tan variados son los prodigios obrados por nuestro Santo, que es imposible reducirlos a número. En las iglesias de la Recoleta, el Patrocinio, Santo Domingo y el Santuario, que son los lugares donde los fieles invocan con más asiduidad y fervor, se cuentan por miles los exvotos de oro y plata que atestiguan estas maravillas. El patrocinio, lugar donde el vivió antes de ingresar al Convento, y donde se conserva su silla, es una oficina de prodigios y un jubileo permanente de favores obtenidos por su intercesión. Su cuerpo descansa en una urna de metal fino, que conserva la Iglesia de Santo Domingo. El centro del altar lo ocupa Santa Rosa, y a ambos lados están San Martín de Porras y San Juan Masías.

Santo mío, séme propicio, líbrame de la corrupción del pecado, y alcánzame la incorruptibilidad de la gloria. Te lo pido por las revelaciones que te hizo el cielo; por tu sencillez de pastorcito; por tu fidelidad y recogimiento de portero; por tu amor a los pobres; por tu ternísima devoción a la Santísima Virgen; por su amor a la Sagrada Eucaristía; por las benditas Almas del Purgatorio; por tu preciosa muerte; y por tu vida gloriosa en el cielo.

(Se pide la gracia que se desea alcanzar).
(La oración final como el primer día).
Cortesía de: José Gálvez Krüger
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Fuente: http://www.aciprensa.com