La culpa es de Gabriel Leon, quien es un excelente divulgador de la ciencia, pues provocó emociones variadas con la imagen que acompaña este articulo en su esquina superior izquierda.
La figura en cuestión es un resumen infográfico de algunos alimentos y su riesgo relativo de provocar cáncer. Muestra 9 alimentos, y sobre su escala aparecen puntos rojos que representan, cada uno, un estudio médico.
Para muchos este imagen es la respuesta a sus plegarias, pues es un resumen de investigaciones. Les hace sentir que una vida llena de tomates y ausente de carne será saludable. ¡Punto para los veganos!
Pero, veo el gráfico y la verdad... no lo entiendo.
¿Por qué solo aparecen ciertos alimentos?, ¿qué es eso de "riesgo relativo de cáncer"?, ¿cuál es su estándar: el agua, los cigarrillos?, ¿todas las investigaciones son igual de confiables?, si es el caso, se puede calcular un promedio y su incertidumbre, lo que reduciría el numero de puntos, de acuerdo a las reglas de E. Tufte, sería una mejor gráfica; pero nadie se tomo la molestia de calcular el miserable promedio y el bellaco error asociado.
Así, el pensamiento-crítico exige ir a la fuente, un articulo de revisión del 2012 llamado: "Is everything we eat associated with cancer? A systematic cookbook review" por J. D Schoenfeld y J. PA Ioannidis.
Los investigadores seleccionaron 50 alimentos al azar de un libro de cocina online, ¡muy científico su método!
Después usaron el buscador de PubMed para encontrar los 10 artículos más recientes que trataran el tema de "riesgo de cáncer" y comienzan a hacer un estudio estadístico basado en esos estudios estadísticos (WTF!!!), esa búsqueda de significado es totalmente estilo bayesiana. En fin, su conclusión principal es: la mayoría de los alimentos pueden o no ser un riesgo para el cáncer, hay que investigar más. Estos tipos deben de odiar a Popper y al falsacionismo, muestran una total falta de compromiso y critica entre su propio gremio.
Pero es que los epidemiología de alimentos es un caso interesante para los estudiosos de la evolución del método científico. Estos investigadores seleccionan un grupo grande de personas, cada cierto tiempo les hace un cuestionario de hábitos alimenticios y revisan su salud. Cuando termina el estudio revisan la causa de muerte (cáncer para este caso) y buscan correlaciones con determinados alimentos. Todo un ejercicio de minería de datos. Muy bien, más campos de empleo para matemáticos y afines.
Aunque los autores intentan mostrar datos significativos en el número de publicaciones, su actualidad y su calidad, para mi ojo su quehacer fue oscuro. Jamás entendí su estándar de riesgo de cáncer, y a mi experiencia, la gráfica en cuestión no resumen nada y es de pésima calidad científica porque le falta mostrar el dato más significativo y su error asociado.
En efecto, la Figura 1 de la fuente muestra los datos en cuestión, pero con más información. Aquí a la derecha la pueden mirar. Yo marque con cintas de colores los alimentos que me parecen que más contrastan; es decir: coma más ajo, oliva y limón, evite la sal, el puerco y el tocino. ¡Punto para los veganos insípidos! (el azúcar también hay que evitar).
Todo muy congruente, ¡ciencia niños! Pero que pasa con las papas, parece que son de los alimentos malos... ¡ahhh! ¿sera que este estudio estadístico de estudios estadísticos olvida que los alimentos se pueden prepara de modo diferente? Pues debe de ser diferente el licuado de papa cruda (¡Fuchi!) y las papas a la francesa bañadas en la grasa de sus hermanas de toda la semana. ¡Yomi!
Lo siento, no puedo "comprar" este estudio, no me lo creo. Pero seguramente Ud., querido lector, más culto y que entiende a estos estadísticos médicos me puede dar luz sobre este trabajillo, ¿dónde muestran los datos atípicos estos estadísticos con bata y estetoscopio?
Los mismos autores afirman que esta clase de estudios de epidemiología nutricional son comunes, son fuente de debate y muy atractivos por los medios masivos de comunicación. En otras palabras, dan para comer al científico. Estos estudios influencian la dieta de la gente, la política de salud y por ello hay que ser más profesionales, más científicos. Aunque ellos los mismos caen en los típicos errores de sus hermanos de campo de conocimiento.
Mario Bunge, el filosofo de renombre, afirma que esta clase de estudios son mala ciencia, pues solo buscan correlaciones, jamas la causa-efecto, que distraen a los estudios basados en bioquímica y de nivel molecular en organismos superiores.
Mario Bunge, el filosofo de renombre, afirma que esta clase de estudios son mala ciencia, pues solo buscan correlaciones, jamas la causa-efecto, que distraen a los estudios basados en bioquímica y de nivel molecular en organismos superiores.
En fin... me doy cuenta que este tipo de investigaciones se puede hacer con una tableta sobre las rodillas... creo que debo de hacer una investigación similar. Después de todo, si critico que parece fácil y facilona, pues debo sacarla a bailar para comprobar. Y eso será otro articulo para este su blog.
Gracias Gabriel por la inspiración. Mientras tanto beberé otras 3 tazas de café expreso, ¿que?, la tabla muestra que el café es amigo ;)