¿Crímenes buenos?

“Toda sociedad bien organizada está basada en la aceptación del crimen como parte de si misma. En las dictaduras mucho más que en las sociedades libres, aunque ninguna de ellas está exenta. Unas veces el crimen yace en la corrupción, Otras, en la falta de libertad. Otras en la mentira. Otras en la sangre.”
(E. Moriel “La ciudad sin tiempo, Ed. Destino, 2007 ).

Me ha interesado este texto. Tal y como está escrito no admite mucha discusión. Y muy probablemente sea no solo cierto sino incluso hasta prudente en sus límites. Quizá pudiera haber ido más allá sin dejar de ser cierta. Propone una realidad que podría sorprendernos a los inocentes bienpensantes de corta vivencia, pero mirado con la perspectiva histórica adecuada es una verdad que daría mucho juego en una charla de café tertuliano.

Y es que en el fondo, el crimen ha formado parte de toda la historia humana. Y se me ocurre que probablemente, más de una vez y de dos, haya tenido toda la justificación moral y su resultado puede ser perfectamente socialmente defendible. Ello nos lleva a posibles paradojas. Donde está realmente el bien? ¿Cuándo podemos hablar de la ética del mal? ¿Son todos los crímenes deplorables?
De momento me quedaré con esta duda planteada. Me gustaría una discusión de este tema en algún foro de mente abierta. Pero de momento se acercan las vacaciones y el relajo mental quiza nos lo haga olvidar. Aquí quedará finalmente constatado.
Felíz día!

Gente Feliz

"He buscado la causa profunda de la felicidad humana.
Nunca la he encontrado en el dinero, en el lujo, en el propio provecho, en el poder, en el ocio, en el ruido, en el placer.
En las personas felices he encontrado siempre una rica vida interior, una alegría espontánea hacia las cosas pequeñas, una gran sencillez.
En las personas felices me ha impresionado siempre la falta de envidias insensatas.
En las personas felices no he encontrado nunca impaciencia, agresividad o divismo.
Casi siempre poseían una gran dosis de humorismo."

Phil Bosmans

Imperfecta Perfección

Siempre me han atraido los estudios y los análisis que se hacen sobre la "perfecta" maquinaria del cuerpo humano. Ciertamente así es, si entramos en el detalle de la morfología del cuerpo humano. Pero también es de una maravillosa perfección la parte espiritual del hombre. La que conforma tanto el álma como el caracter.
Muchas veces he intentado hacerme consciente de la vida con un pellizco o con un proceso de concentración que me abstraiga de elementos superficiales y me ha llegado a emocionar ver como soy. Unico, Vivo, Especial, Con voluntad propia y ... perfecto? Ah! Ahí ya no. Empiezo hablando de la perfección y cuando entramos en detalle aparecen nuestros peros. Somos perfectos? O no?

Las imperfecciones forman parte de nuestra vida y por supuesto de nosotros mismos. A veces, nos deberíamos cuestionar si nuestras imperfecciones forman incluso parte de nuestra perfección, puesto que son producto de nuestra propia libertad personal intrínseca y humana. Somos nosotros que escogemos nuestra opción y puede no ser necesariamente la más correcta. La imperfecciones existen para que la perfección pueda existir también.
Por cierto que las mas difíciles de llevar son las propias, porque de algunas no somos conscientes y otras las negamos. Y aún así, debemos sentirnos orgullosos porque somos perfectos!

Actitudes

Sigo dando vueltas al tema de los cambios, el corto plazo y la adaptabilidad. Al final es una cuestión de actitud, como en tantas otras cosas. Y de nuevo,comparto un ejemplo que he encontrado y creo que es clarificador.

Tres hombres que trabajan cortando grandes bloques de piedra. Cuando les preguntaron que estaban haciendo, el primero contestó: "Me gano la vida". El segundo, sin detener su trabajo, afirmó: "Estoy realizando el mejor corte de piedra de todo el país". El tercero, paró un instante y mirando a lo alto, dijo: "Estoy construyendo una catedral".

Los tres hacían lo mismo, tenían las mismas herramientas, pero lo que cambiaba era la actitud.
No es fácil estar dispuesto siempre a construir catedrales, pero evidentemente... es la forma de conseguirlo.

Cambios

Continuando con el tema del post anterior, una reflexión sobre los cambios.

Hay quien los provoca
otros se anticipan
y otros se adaptan

En una carrera ciclista, hay unos corredores que van dando los "tirones" y rompiendo el pelotón y la carrera. Hay otros que previendo los ataques, se sitúan en posiciones para no quedar descolgados y llegar en un puesto decente a la meta.
El grupo más numeroso de corredores van a remolque, intentado reaccionar a cada tirón y vuelven a enlazar con el grupo de cabecera, pero siempre con el riesgo de que llegue el tirón que los deja descolgados.

Esto es aplicable a casi todo, incluso a las organizaciones. Viene condicionado por nuestro propio caracter y personalidad. Pero para todos... es agotador!

Corto plazo

Nos ha tocado vivir una en una época en la que, si algo destaca es lo efímero. Vivimos cada vez más del corto plazo y cualquier planteamiento, filosofía o enfoque que prevea un resultado a largo plazo, esta casi condenado al fracaso.
La mayoría de los que leen estas líneas, nacieron en momentos donde la estabilidad era casi impuesta e incluso era un valor apreciado. Los jóvenes que no vivieron en ese tiempo, han debido aprender a vivir justamente en un entrono mucho más cambiante en donde nada es seguro para mañana. No es envidiable.
La parte positiva de esta época, podría ser la capacidad de innovación que nos rodea; la revolución de las nuevas tecnologías y su aprovechamiento en nuestro día a día. Sin embargo, en la parte más negativa, el corto plazo impera también en la tecnología, en la bolsa, en la educación y en el mismo ocio y placer. No dejes para mañana lo que puedas disfrutar hoy. Los productos cada día tienen ciclos de vida más cortos y el éxito de algunas pseudomúsicas (como el corral de Opáa), no pasará de este verano. Hay que generar beneficios rápidos. También lo vemos en los medios de comunicación, en donde mayoritariamente, se opta por productos de consumo rápido y de poca complicación.

Frente a todo ese mundo tan cambiante, se hace realmente difícil mantener incluso nuestros valores personales. Esos con los que nos hemos educado, con los que hemos crecido y aprendido a discernir lo bueno o malo de cada acción. A veces parece como si incluso esos valores quedaran obsoletos en dos días. La cuestión es saber diferenciar lo que debe ser actualizable y acomodaticio a una realidad actual y lo que por el contrario, debe permanecer como inalterable porque forma parte de nuestra propia esencia como personas. Difícil cuestión. Tristemente, no aporto solución; es una cuestión de criterio y cada día más. lo tenemos más alquilado.
Solo es una reflexión, aunque tiene enjundia.