22 abril, 2008

Escapes

Ayer me puse a escribir. Era de aquellas veces que el sentimiento va fluyendo casi sin proponerselo y así va guiando los dedos mientras tecleas y poco a poco conforma un escrito con más o menos fortuna. Eso ocurre cuando uno lleva algo dentro que ha de soltar de una u otra manera. Por las buenas o por las malas. Sea de dia y consciente o de noche y durmiendo. Al final, hay furias que no se deben contener.

Sin embargo, al releer lo escrito con espíritu crítico, constaté tres cosas.
Que estaba muy indignado
Que tenia muy mala leche
Que no cumplía lo que me había propuesto sobre lo de no hablar de política. O al menos de no hablar tantas veces de lo mismo. El resultado fue que todo lo escrito fue a la papelera.
No es que me quedara tranquilo. Digamos que la agitación ahí sigue.

Tras estas semanas de movida por los problemas del agua en Catalunya. Tras esa normativa restrictiva y sancionadora. Tras esa furibunda campaña culpabilizadora del ciudadano que por abrir un grifo se convierte en insolidario, incívico e irresponsable. Tras comprobar con vergüenza ajena y con mucha tristeza como se publicitan los frecuentes casos de denuncias entre vecinos, uno se pregunta el porqué ningún político ha asumido todavía ninguna responsabilidad por el problema creado. Porqué seguimos creyéndonos peligrosos insociales por conducir a 95 km/hora por una autopista de tres carriles sin tráfico pero con radar vigilante. Porqué nos creemos sin rechistar todas las acusaciones que nos lanzan.
Acaso volvemos a los años del Telón de acero y de un estado policial?

¿Cual será el siguiente golpe? O alternativamente... ¿Cuando pediremos responsabilidades y diremos basta?

Y finalmente otra vez... no he conseguido callarme y evitar el tema! cagoendiezzzzz!

17 abril, 2008

Manzanitas

No cunda el pánico! No pasa nada! Tranquilidad!

Esta ausencia que parecía excesivamente larga mantiene poderosos motivos.


He estado de parto!


Si. Con los nervios a flor de piel! Y no es que yo estuviera embarazoso, no. Tan solo he sufrido el alumbramiento de un nuevo "rey de la casa" que me tiene bobito y atontado.


Tengo un Mac en casa! Y eso es toda una experiencia... casi religiosa.

Ha aparecido por sorpresa. Ha salido del interior de una caja de cartón única y compacta. Nada de tener cajas para cada periférico, no. Una para todo. Además, un solo cable, un solo botón y ale... en marcha y actualizado.


La primera impresión es una tierna emoción. Que preciosidad de cosita! Con sus teclitas... con su pantallita... y apenas nada mas. Todo el ordenador está en la pantalla. Y que grande! Y mira... si tiene cámara web incluida! y una manzanita en la frente! ays!! Como somos los primerizos!


Enseguida empiezo a meterle mano y como si viniera en los genes, me hago con el control rápidamente. Lo que son los instintos, oye. El trabajo se me amontona. Afortunadamente, el libro de ayuda no existe apenas, con lo cual, me ahorro el consabido comentario de... ¿Has probado a leer las instrucciones?. Para que? Si es que, o bien soy un experto y avezado usuario o bien, esto es de lo más intuitivo (me temo que esta segunda opción, debe ser más correcta)

Estoy como un niño con los zapatos nuevos o como un papi con su pequeñin en brazos. Me da miedo que se me rompa. Que manzanita!


Pero seamos serios en la valoración. Yo no puedo asegurar que en todo mejore a un pc con windows. Lo que si se, es que este aparatejo me ha traído de nuevo la ilusión por aprender en este espeso mundo informático. Uno pensaba que ya no se emocionaría demasiado con los ordenadores y sin embargo, si que se, que de momento, estoy deseando llegar a casa para bucear en el sistema operativo y sus aplicaciones, para navegar por las webs y blogs que hablan de Apple y así, introducirme en un mundo diferente, en el que uno se siente como especial, frente a la gran masa de acólitos forzados de windows.


Esa ilusión, que no me la quiten. Me encanta! Solo por eso, vale la pena pagar el sobreprecio que hoy día ya no es tanto. Por supuesto que tendrá sus inconvenientes pero no me cabe duda que esa ilusión de la que hablo, me llevará a descubrir nuevas posibilidades y alternativas.

De momento... dejadme daros envidia. mmmm

03 abril, 2008

ARTE

Hace unos años, disfruté con la obra de teatro Arte, de Yasmina Reza que, en el Tivoli interpretó Ricardo Darin junto con dos actores más. Esa obra en la que tres amigos discuten sobre la “belleza artística” de un cuadro totalmente blanco sobre fondo absolutamente blanco. Su diferente percepción del cuadro, llega a poner en riesgo su misma amistad. Es una obra recomendable, entretenida e ingeniosa. Al acabar, las conversaciones de los espectadores se centraban en el snobismo que muchas veces nos envuelve. Mucho me temo que también se le pudiera llamar estupidez. O no.

Me gusta el Arte cuando me emociona. Eso no ocurre a menudo, ciertamente, pero para mi es como la unidad de medida que me permite valorar la cantidad de arte que hay en una obra surgida de la creatividad del hombre. Eso no quiere decir que aquello que no llegue a emocionarme no lo considere arte, por supuesto que no. Hay que aceptar que la técnica y su utilización compleja para unos fines creativos, también dan lugar a obras de arte, aunque ello no llegue a provocarme especial emoción.
Recuerdo entrar en la National Gallery de Londres y quedarme anonadado por un maravilloso cuadro de Van Gogh. Lo mismo me ha ocurrido en el palacio Vistahermosa con el museo Thyssen, o con muchos museos incluso menos importantes. Sin embargo, el sentimiento que me provoca la visita a C. Arte Reina Sofia de Madrid, al MACBA de Barcelona, o al Pompidou de Paris, etc. está muy lejos de la emoción. Estoy convencido que somos muchos los que nos sentimos rayando en la imbecilidad al vernos contemplando una gran parte de las obras en estos museos.

Recuerdo que hace ya muchos años, visitando el Museo Lousiana, en Dinamarca, cerca de Copenhague, me propuse captar la carga artística que tenia la exposición de 20 uniformes gigantes de policeman de New York, colgados cada uno en su percha, uno junto al otro a lo largo de un pasillo. La única diferencia con un uniforme estándar era su tamaño, pues medían dos metros. Evidentemente, no conseguí entender aquello. Alguien me dijo que era una referencia alegórica a lo pequeños que nos sentimos frente al poder. – Aaah! Pues muy bien. Digamos que no entra en mi definición previa de lo que es ARTE. Al menos ARTE con mayúsculas.
Y el sentimiento que me provocó, estaría mas cercano a la perplejidad o incluso la frustración, cuando no el cabreo directamente.

Acaso debería ahora decir que yo debo ser un inculto, inepto y patán? Pues no. No me da la gana, porque no lo pienso. A pesar de que es seguro de que estos museos tienen sus seguidores, admiradores y defensores, (de lo contrario, no tendría sentido su existencia), quiero pensar que somos una gran mayoría, -silenciosa si, pero mayoría al fin y al cabo- que pensamos que ese tipo de arte, no va con nosotros.

Me ha hecho sonreír releer ahora un párrafo de esa obra de teatro que me permito reproducir aquí aunque no venga a cuento.


"Si yo soy yo porque soy yo, y tú eres tú porque eres tú, yo soy yo y tú eres tú. Si, por el contrario, yo soy yo porque tú eres tú, y tú eres tú porque soy yo, entonces ni yo soy yo ni tú eres tú..."

Dos años

Dos años desde que Isa nos dejó tras un desgraciado encuentro en las calles de Port au Prince. Aquel momento, sentí que el mundo se venía a...