Shinichi Sawada nació en 1982 en la prefectura de Shiga, Japón. Al término de varios años de estudio en una escuela especializada, fue ingresado en una institución para discapacitados mentales, en la ciudad de Kusatsu. Diagnosticado como autista, encontró empleo en la panadería del hospital. Más tarde, asistió a un taller donde trabajó con arcilla. En 2001, el profesor que dirigía el taller puso en marcha la construcción de una pequeña cabina construida con chapa metálica para la cocción de las piezas. Se encuentra en un lugar profundo de la selva, a pocos kilómetros de la institución. Es aquí, en esta instalación áspera y lejos del ajetreo de la ciudad que Shinichi Sawada, junto con algunos otros pacientes, crea sus esculturas.
Sus criaturas mágicas y monstruosas parecen ser el fruto de una mitología personal. El creador trabaja en silencio y con una regularidad inquebrantable. Los cuerpos de sus esculturas de cerdas con púas densamente yuxtapuestas: usando sus dedos largos y delgados, él planta éstos uno por uno en las formas, ya sea redondas o cilíndricas que constituyen el cuerpo central de cada pieza. Después de dar forma a los cuerpos, les cuece en un gran horno de leña construida de tierra que se enciende sólo dos veces al año. Esto les da su color rojo parduzco en tonos claros o más oscuros, dependiendo de las llamas.
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