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viernes, 13 de septiembre de 2013

Arte Etrusco - frescos, pintura





Los restos de la civilización etrusca se encuentran repartidos por las regiones italianas de la Toscana, el Lacio (donde se encuentran las necrópolis de Cerveteri y Tarquinia) y Umbría.

Los etruscos se instalaron inicialmente en el territorio llamado Etruria, triángulo comprendido entre el Arno al norte, el Tíber al sur y el Mar Tirreno al Oeste.

Los misteriosos orígenes de este pueblo, y en consecuencia de su estilo artístico, se retrotrae a los pueblos que habitaban o fueron expulsados de Asia Menor durante la Edad del Bronce y la del Hierro, aunque otras culturas antiguas influyeron en el arte etrusco (debido a la proximidad o al contacto comercial), tales como los griegos, los fenicios, los egipcios, asirios y Oriente Próximo. Sin embargo, su aparente copia de los modelos helenos oculta un estilo innovador, característico y único cuyo apogeo coincide con el periodo arcaico griego que tendría una honda influencia en el arte romano y que más tarde lo absorbería por completo en el siglo I a. C.




El arte etrusco fue la forma de arte figurativo producido por la civilización etrusca que se desarrolló en el norte de Italia entre el siglo IX y el siglo II a. C. El arte que se conserva es de carácter funerario, relacionado tanto con la pintura (frescos) como con la escultura. 




Las pinturas etruscas que han llegado a los tiempos modernos son, en su mayor parte, frescos murales de tumbas, y principalmente de Tarquinia. Tiene una notable importancia no tanto por el nivel artístico alcanzado, sino por el hecho de que se trata del más destacado ejemplo de arte figurativo prerromano en Italia. Se ha relacionado con las culturas del Mediterráneo oriental.

Las cámaras funerarias imitaban el interior de una habitación. Tenían el techo abovedado o con falsa cúpula y sus paredes se pintaban al fresco. Esta técnica permite que las pinturas perduren a lo largo de los siglos, ya que al secarse el yeso sobre el que se aplica el pigmento, la pintura pasa a formar parte de la propia pared.




Retrataban escenas mitológicas y funerarias, como los banquetes funerarios que hacen de las fiestas un tema común en los frescos de las tumbas etruscas. A veces se representaban escenas de la vida cotidiana, con danzantes, músicos o jinetes. El estilo era marcadamente bidimensional, estilizado (formas delineadas en negro), más de colores vivos y atmósfera jovial. Los pigmentos se obtenían de piedras y minerales que se molían y mezclaban. Los colores preferidos en la pintura por los etruscos fueron el rojo, verde y el azul, al parecer porque les asignaban connotaciones religiosas. Los pinceles se hacían con pelo de animal y eran extremadamente precisos (incluso en la actualidad, los mejores pinceles se hacen con pelo de buey). Desde mediados del siglo IV a. C., el claroscuro empezó a usarse para representar la profundidad y el volumen. El concepto de proporción no aparece en ninguno de los frescos supervivientes y a menudo se encuentran retratos de animales o de hombres en los que algunas partes del cuerpo están desproporcionadas. 




Fresco de la tumba de los leones necrópolis de  Tarquinia 

Las pinturas etruscas que han llegado a los tiempos modernos son, en su mayor parte, frescos murales de tumbas, y principalmente de Tarquinia. El hombre etrusco vivía plenamente la existencia terrenal confiado en un vida dichosa de ultratumba. Los vestigios de su arte así lo confirman, porque están dedicadas casi en exclusiva a la creencia del más allá.




En el estudio de la pintura etrusca se diferencias tres épocas cronológicas:

el influjo oriental, entre el 700 y el 575 a. C., con dos subperíodos,
uno entre el 700 y el 625 a. C., con influencias fenicias y chipriotas, y
otro entre el 625 y el 575 a. C., con influencias griegas. Esta es la época del gran esplendor de la pintura etrusca.
El tercer período se extiende hasta el siglo III a. C., ya de decadencia, hasta enlazar con la pintura romana.




Detalle de dos bailarines de la tumba del Triclinio en la Necrópolis de Monterozzi - 470 a.C  ( clicar )




Fresco en el Louvre









Tumba de los Leopardos - hacia el año 500 a. C., en Tarquinia - ( clicar )




Tumba de los Leopardos - hacia el año 500 a. C., en Tarquinia - detalle




Tumba de los Leopardos - hacia el año 500 a. C., en Tarquinia - detalle




Pintura mural en la «Tumba de los Leopardos» - hacia el año 500 a. C., en Tarquinia; en el centro, el tañedor de la flauta doble típica de los etruscos; a la derecha, el tañedor de lira - ( clicar )



















( clcar )




Tumba de la Cuadriga




Tumba de Ruvo, Nápoles.














Banquete




De las doce ciudades que formaron la confederación etrusca las que mejor han conservado mejor las muestras de su arte son: Cerveteri, Veyes, Chiusi y Tarquinia.




Tumba de Giocoleri, Tarquinia - ( clicar )



viernes, 5 de abril de 2013

Andréi Rublev - Catedral de la Asunción - frescos, pintura





Ubicación de la ciudad de Vladimir dentro de la URSS




Catedral de la Asunción - fachada principal

La Catedral de la Asunción en la ciudad de Vladímir es una de las principales iglesias de la Rusia medieval de los siglos XIII y XIV. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1992.

La Catedral fue encomendada por el príncipe Andréi el Piadoso y dedicada a la Virgen María a quien se promovió como la santa patrona de Vladímir. Edificada entre los años 1158 y 1160, fue ampliada en el lapso de 1185-1189 para reflejar el prestigio de la ciudad. Con una superficie de 1.178 metros cuadrados, fue la iglesia rusa más grande en los siguientes 300-400 años.




Catedral de la Asunción - vista posterior

Andréi Bogoliubski, Vsévolod III Yúrievich y otros gobernantes del Principado de Vladímir-Súzdal, fueron sepultados en la cripta de esta iglesia. A diferencia de otros tantos santuarios, la Catedral sobrevivó a la gran devastación e incendio de Vladímir en 1239, cuando las hordas mongolas de Batu Kan hicieron presencia.

Los muros exteriores de la iglesia están cubiertos con grabados muy elaborados. El interior fue pintado en el siglo XII y repintado por Andréi Rubliov y Daniil Chyorni en 1408. La Catedral de la Asunción sirvió de modelo para Aristóteles Fioravanti, cuando diseñó la Catedral de la Dormición en el Kremlin de Moscú (1475-1479).




Catedral de la Asunción - plano aéreo



La  Trinidad -  Andréi Rublev - 1410

El celebérrimo ícono de "La Trinidad" es la obra más famosa de Rublev, pintada probablemente entre 1422 y 1428 para la catedral del monasterio de la Trinidad y San Sergio. Rubliov representó a tres ángeles que, según el relato bíblico, fue la forma que tomó Dios para aparecer ante Abraham y Sarah en Mambré. Inicialmente Rublev fue asistente de Teófanes el Griego; si la obra de Rublev se mantiene dentro de la tradición bizantina también es cierto que se libera del excesivo hieratismo canónico del arte tradicional bizantino (en todo caso el pintor ruso se aproxima al arte llamado deuterobizantino). Innova al introducir flexibilidad en las figuraciones y una expresión más humana y dulce en las actitudes y, especialmente, en los rostros.

Andréi Rublev (en ruso: Андрей Рублёв) es el maestro más famoso de la escuela de Moscú de pintura de iconos, retratos y murales del siglo XV. La información biográfica sobre Rublev es extremadamente pobre, probablemente nació en el principado de Moscú (otras fuentes dicen en Novgorod ) aproximadamente a finales de 1370. El apodo de "Rublev" ( de la palabra "Rubel" - herramienta para la laminación de pieles ) sugiere que podría tratarse de una familia de artesanos. Tomó los votos monásticos en el Monasterio de la Trinidad y San Sergio en tiempos del patriarcado de Nikon Radonezh. Se convirtió en higúmeno ( especie de Abad ) después de la muerte de San Sergio de Rádonezh en 1392.

Aunque se llamó Andréi, su nombre secular es desconocido. De iconos firmados "el hijo de Andréi Rublev Ivanov", que más tarde se firmaron y obviamente eran falsas tales firmas, pero tal vez es una indicación indirecta de que el nombre del padre del artista fue realmente Ivan.
La creatividad Rublev se formó sobre la base de las tradiciones artísticas del principado de Moscú, también estaba muy familiarizado con los eslavos del Sur y la experiencia artística bizantina. La primera mención de Andrei apareció en 1405, que indica que Teófanes el Griego, Prójor de Gorodéts y el monje Andréi Rublev pintaron la Catedral de la Anunciación en el Kremlin de Moscú . Al parecer, en 1405 Andrei habia logrado realizar varios iconos de gran calidad, si bien el monje encargado y responsable del trabajo era Teófanes el Griego. Por segunda vez en los anales se menciona a Andrei en 1408, cuando realizó pinturas con Daniil Chyorni ( apodado Negro ) en la Catedral de la Asunción en Vladimir . Con sólo tres años después, aparecieron  numerosos asistentes y alumnos de Andréi, momento en el que Andréi ya estaba completamente formado en su verdadero estilo ruso. En la década de 1420 Andréi y Daniil Chyorni dirigieron las obras en la Catedral de la Trinidad del Monasterio de la Trinidad-San Sergio. Estos murales no han sobrevivido. En los años 1425-27, creó su obra maestra - ". Trinidad"

Durante la primavera de 1428 terminó su último trabajo en la pintura de la Catedral de Salvador . Rublev murió durante la plaga el 17 de octubre 1428 en Moscú y fue enterrado cerca del campanario del Monasterio Andronik.



Una selección de los frescos pintados por Rublev en la Catedral de la Asunción