Mostrando entradas con la etiqueta Divina Misericordia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Divina Misericordia. Mostrar todas las entradas

domingo, 16 de abril de 2023

¿Qué es la Divina Misericordia y por qué se ha convertido en una de las devociones más importantes?

 


¿Qué es la Divina Misericordia y por qué se ha convertido en una de las devociones más importantes?

Cuadro de la Divina Misericordia

La Divina Misericordia es una de las devociones más extendidas, en parte gracias al impulso que le dio San Juan Pablo II.

La Iglesia Católica celebra el primer Domingo después de Pascua la fiesta de la Divina Misericordia. Pero, ¿cómo se conmemora y de dónde surge esta festividad tan apreciada, y relativamente reciente, para los católicos?

 Índice de temas sobre esta fiesta

-¿Cuándo se celebra la Divina Misericordia?

 -¿Cuál es el origen de la Divina Misericordia?

 -¿Quién es santa Faustina Kowalska?

 -¿De dónde nace la imagen de la Divina Misericordia?

 -¿Qué es la Coronilla de la Divina Misericordia?

 -¿Dónde se encuentran los santuarios de la Divina Misericordia más importantes?

 -¿Cuándo se celebra la Divina Misericordia?

-La fiesta de la Divina Misericordia se celebra cada año el último día de la Octava de Pascua, es decir, el domingo siguiente al de la Resurrección de Cristo, o también llamado Domingo in albis. Ese día concluye la novena de esta fiesta, que comenzó el mismo día de Viernes Santo. 

 La principal gracia que recibe la persona que participa en las celebraciones del Domingo de la Divina Misericordia es el perdón total, no solo de las penas sino también de sus culpas. Para ello deberá confesarse y comulgar.

 -¿Cuál es el origen de la Divina Misericordia?

- La devoción en la Iglesia por la Divina Misericordia nace de las revelaciones recibidas por la santa de origen polaco Faustina Kowalska durante los años treinta del siglo XX. La mística religiosa recogió en un diario personal, con cerca de seiscientas páginas, todos los mensajes sobre la Segunda Venida y la misericordia de Cristo.

 


San Juan Pablo II

 Fue el Papa San Juan Pablo II, compatriota de la santa y fallecido en la víspera de esta festividad, el que dotó a esta celebración de la importancia que hoy tiene para el orbe católico. La devoción del santo polaco por la Divina Misericordia se remonta a cuando era joven y trabajaba en unas canteras, cuyo camino pasaba junto al Santuario de la Misericordia.

 En 1980, tras años de estudio de los escritos personales de Faustina Kowalska, el entonces Papa publicó su carta encíclica Dives in Misericordia relanzando la devoción sobre la misericordia divina. En ella señala: "es conveniente que volvamos la mirada a este misterio: lo están sugiriendo múltiples experiencias de la Iglesia y del hombre contemporáneo; lo exigen también las invocaciones de tantos corazones humanos, con sus sufrimientos y esperanzas, sus angustias y expectación".

 No fue hasta el 30 de abril del año 2000, durante la canonización de Faustina Kowalska en Roma, cuando el Papa polaco instauró el Domingo de la Divina Misericordia y la práctica devota de esta fiesta para toda la Iglesia Universal. 

 - ¿Quién es santa Faustina Kowalska?

-Nacida como Helena Kowalska en 1905, en el seno de una familia de campesinos polacos, fue una religiosa conocida como el Apóstol de la Divina Misericordia. 

 A la edad de 18 años, Faustina, que ya desde muy pequeña sentía vocación por la vida consagrada, pidió a sus padres, sin éxito, poder ingresar en un convento. Ante la negativa de sus progenitores, Faustina decidió entregarse a los placeres del mundo. Un día, durante un baile, vio a Jesucristo Crucificado que le preguntaba: "Helena, hija mía, ¿hasta cuándo me harás sufrir; hasta cuándo me engañarás?". Faustina abandonó la fiesta y corrió a la iglesia más cercana, donde, después de pedir perdón, escuchó de Jesús: "Ve inmediatamente a Varsovia; allí entrarás en un convento". Tras ser rechazada por algunos centros religiosos, por su extrema pobreza, finalmente ingresó en 1925 en la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.

 


 Faustina tuvo la primera revelación de la Divina Misericordia en su celda, el 22 de febrero del año 1931. A partir de ahí se repetirían periódicamente estos mensajes que serían recogidos en un diario personal, gracias las indicaciones de su confesor, el beato Michał Sopoćko.

 Durante sus últimos años de vida, santa Faustina tuvo que soportar todo tipo de sufrimientos tanto espirituales como corporales. Falleció el cinco de octubre de 1938, a los 33 años, de los que trece fueron vividos en diferentes conventos de la orden.

 -¿De dónde nace la imagen de la Divina Misericordia?

-El diario personal de santa Faustina Kowalska refleja que es ya en la primera aparición, en 1931, cuando el mismo Cristo le pide que pinte la escena que está ante ella. Jesús tenía un vestido blanco, se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición y de su corazón emanaban haces de luz roja y blanca, por la sangre y el agua que salió de su costado durante su Pasión. 

 Jesús le dijo a sor Faustina que debía inscribir en el cuadro el lema "Jesús, en Ti confío", y le ordenó que la imagen tendría que ser solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua, y que aquel domingo debía ser la fiesta de la Misericordia. 

 Sin tener conocimientos artísticos, Faustina, que por aquel entonces estaba destinada en Vilna (Lituania), encargó la obra al pintor Eugenio Kazimirowski, quien realizó el primer cuadro de la Divina Misericordia. Sin embargo, la imagen que finalmente se hizo famosa en el mundo fue la realizada por otro artista, Adolf Hyla, quien la ofreció como agradecimiento por la salvación de su familia en la guerra y la pintó cinco años después de la muerte de santa Faustina.

 


Imagen de la Divina Misercordia

 -¿Qué es la Coronilla de la Divina Misericordia?

-El 13 de septiembre de 1935, estando aún en Vilna, santa Faustina escribió sobre la Coronilla de la Divina Misericordia en su diario personal. Faustina confesó que el propósito de las oraciones de la Coronilla de la Misericordia era triple: obtener misericordia, confiar en la misericordia de Cristo y mostrar misericordia a los demás. Esta oración, que se reza a las tres de la tarde, hora de la muerte de Cristo, utiliza el santo rosario para su rezo. 

 Pasos a seguir:

La señal de la Cruz.

Padre Nuestro

Ave María 

Credo 

En cada perla mayor del Rosario, cuando normalmente se dice el Padre Nuestro, diga: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. 

En cada perla menor del Rosario, cuando normalmente se dice el Ave María, diga: Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Invocación: Al final de la corona, la siguiente oración se reza tres veces seguidas: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. 

Oración para concluir (opcional) Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén.

"En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión. [...] Cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi Misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma. [...] En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la Misericordia triunfó sobre la justicia", escribió santa Faustina sobre la Coronilla en su diario personal. 

 La lectura del Evangelio propia de la fiesta de la Divina Misericordia es el pasaje en el que Jesús se aparece a los discípulos en el Cenáculo, tras su resurrección, cuando les concede el poder de perdonar o retener los pecados. Un texto que se recoge en Juan 20:19-31, y que es la lectura del primer domingo después del de Resurrección.

 -¿Dónde se encuentran los santuarios de la Divina Misericordia más importantes?

-El santuario más importante de la Divina Misericordia se encuentra en la colina de Lagiewniki, cercana a la ciudad de Cracovia. Esta antigua capilla del Convento de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia acoge en un altar lateral el cuadro de Jesús Misericordioso y las reliquias de Santa Faustina Kowalska.

 En el año 2002 Juan Pablo II consagró una nueva Basílica de la Divina Misericordia, construida junto al santuario y al convento.

 Actualmente, esta advocación cuenta con templos dedicados en prácticamente todo el mundo, desde Stockbridge (EEUU), Collevalenza (Italia), Tocuila (México) o Tilarán (Costa Rica).

 (Publicado originariamente en ReL en abril de 2022)

lunes, 12 de abril de 2021

Francisco celebró la Divina Misericordia: «No vivamos una fe a medias, que recibe pero no da»

 


Francisco celebró la Divina Misericordia: «No vivamos una fe a medias, que recibe pero no da»

El Papa y una imagen de Santa Faustina.

Un momento de la celebración, con una imagen de Santa Faustina Kowalska en primer plano. 

Este domingo, festividad de la Divina Misericordia, Francisco celebró la misa en la iglesia del Espíritu Santo in Sassia, santuario de la Divina Misericordia, un templo romano situado a muy poca distancia del Vaticano. Allí se venera una imagen de Santa Faustina Kowalska, la religiosa que difundió esta devoción, que le comunicó el mismo Jesucristo, en los años treinta del siglo XX.

Tras la misa, el Papa rezó allí mismo el Regina Coeli, precedido por unas palabras en las que mostró su gratitud a las Hermanas Hospitalarias de la Divina Misericordia, allí presentes junto a personal sanitario y de Protección Civil: "Vosotros representáis algunas de las situaciones en las que la misericordia se hace concreta, se vuelve cercanía, servicio, atención a las personas en dificultad", les dijo.

En su homilía, Francisco explicó cómo cambiaron los apóstoles al ser visitados por Jesucristo en los cuarenta días que pasaron entre la Resurrección y la Ascensión: fue "la resurrección de los discípulos", explicó, porque, "reanimados por Jesús, cambian de vida... Jesús los vuelve a levantar con la misericordia y ellos, misericordiados, se vuelven misericordiosos".

Y fueron misericordiados por medio de tres dones: la paz, el Espíritu Santo y las llagas.

La paz

La paz llega a unos discípulos encerrados en casa por temor y también "encerrados en sus remordimientos", porque "habían abandonado y negado a Jesús", así que "se sentían incapaces, buenos para nada, inadecuados".

Cuando Jesús se les aparece y les da la paz, "no da una paz que quita los problemas del medio, sino una paz que infunde confianza dentro. No es una paz exterior, sino la paz del corazón... Aquellos discípulos desalentados son reconciliados consigo mismos. La paz de Jesús los hace pasar del remordimiento a la misión".


Porque, en efecto, dijo el Papa, "la paz de Jesús suscita la misión. No es tranquilidad, no es comodidad, es salir de sí mismo. La paz de Jesús libera de las cerrazones que paralizan, rompe las cadenas que aprisionan el corazón"... Dios "cree en nosotros más de lo que nosotros creemos en nosotros mismos".

El Espíritu Santo

Jesús le otorga el Espíritu Santo a los discípulos "para la remisión de los pecados". Ellos "eran culpables, habían huido abandonando al Maestro. Y el pecado atormenta, el mal tiene su precio".

Pero "solos no podemos borrarlo. Sólo Dios lo quita, sólo Él con su misericordia nos hace salir de nuestras miserias más profundas. Como aquellos discípulos, necesitamos dejarnos perdonar, decir desde lo profundo del corazón: 'Perdón Señor'”.


El Papa, en el Santuario de la Divina Misericordia.

La impresionante belleza de la iglesia del Espíritu Santo in Sassia, santuario de la Divina Misericordia.

Esa es la misión del sacramento del perdón, recordó Francisco, instando a comprender que "en el centro de la Confesión no estamos nosotros con nuestros pecados, sino Dios con su misericordia".

El Papa reiteró la importancia y necesidad de confesarse: "No nos confesamos para hundirnos, sino para dejarnos levantar. Lo necesitamos mucho, todos... Caemos con frecuencia. Y la mano del Padre está lista para volver a ponernos en pie y hacer que sigamos adelante. Esta mano segura y confiable es la Confesión. Es el Sacramento que vuelve a levantarnos, que no nos deja tirados, llorando contra el duro suelo de nuestras caídas. Es el Sacramento de la resurrección, es misericordia pura".

Las llagas

Como Tomás, el discípulo que no creyó en las apariciones de Jesús hasta que no introdujo sus dedos en las llagas de su cuerpo, nosotros "experimentamos que Dios nos ama hasta el extremo, que ha hecho suyas nuestras heridas, que ha cargado en su cuerpo nuestras fragilidades".

Las llagas de Cristo "son canales abiertos entre Él y nosotros, que derraman misericordia sobre nuestras miserias. Las llagas son los caminos que Dios ha abierto completamente para que entremos en su ternura y experimentemos quién es Él, y no dudemos más de su misericordia. Adorando, besando sus llagas descubrimos que cada una de nuestras debilidades es acogida en su ternura".

Y esto "sucede en cada Misa", recordó Francisco, pues en cada misa "Jesús nos ofrece su cuerpo llagado y resucitado; lo tocamos y Él toca nuestra vida... Todo nace aquí, en la gracia de ser misericordiados. Aquí comienza el camino cristiano. En cambio, si nos apoyamos en nuestras capacidades, en la eficacia de nuestras estructuras y proyectos, no iremos lejos. Sólo si acogemos el amor de Dios podremos dar algo nuevo al mundo".

El cambio de los discípulos y nuestro cambio

Estos tres dones cambiaron a los discípulos, que "se volvieron misericordiosos", compartían sus bienes ("no es comunismo, es cristianismo en estado puro", precisó el Papa) y descubrieron que "tenían en común la misión": esto es, "curar las llagas de los necesitados", porque en ellas "ven a Jesús".

"Hermana, hermano, ¿quieres una prueba de que Dios ha tocado tu vida? Comprueba si te inclinas ante las heridas de los demás", concluyó Francisco: "Hoy es el día para preguntarnos: 'Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, que tantas veces recibí su perdón y su misericordia, ¿soy misericordioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con el Cuerpo de Jesús, ¿qué hago para dar de comer al pobre?'. No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, que recibe pero no da, que acoge el don pero no se hace don. Hemos sido misericordiados, seamos misericordiosos. Porque si el amor termina en nosotros mismos, la fe se seca en un intimismo estéril. Sin los otros, se vuelve desencarnada. Sin las obras de misericordia, muere".

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 3 de julio de 2020

La Hora de la Misericordia





La Hora de la Misericordia


Las Tres de la Tarde


Oraciones.

"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el mundo. O fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros."

"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío."


Según el diario de Santa María Faustina Kowalska.

"Yo te recuerdo hija mía que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."

"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en MI desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."

lunes, 29 de junio de 2020

Coronilla Divina Misericordia






La Coronilla de la Divina Misericordia





Se utiliza un rosario común de cinco decenas.

1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros 
pecados y los del mundo entero."

3. En las cuentas pequeñas del Ave María:

"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."


4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, 
Santo Inmortal, ten piedad de 
nosotros y del mundo entero."

lunes, 29 de abril de 2019

Indulgencia Divina Misericordia



DECRETO 



Se enriquecen con indulgencias actos de culto realizados
en honor de la Misericordia divina.


"Tu misericordia, oh Dios, no tiene límites, y es infinito el tesoro de tu bondad..." (Oración después del himno "Te Deum") y "Oh Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia..." (Oración colecta del domingo XXVI del tiempo ordinario), canta humilde y fielmente la santa Madre Iglesia. En efecto, la inmensa condescendencia de Dios, tanto hacia el género humano en su conjunto como hacia cada una de las personas, resplandece de modo especial cuando el mismo Dios todopoderoso perdona los pecados y los defectos morales, y readmite paternalmente a los culpables a su amistad, que merecidamente habían perdido.

Así, los fieles son impulsados a conmemorar con íntimo afecto del alma los misterios del perdón divino y a celebrarlos con fervor, y comprenden claramente la suma conveniencia, más aún, el deber que el pueblo de Dios tiene de alabar, con formas particulares de oración, la Misericordia divina, obteniendo al mismo tiempo, después de realizar con espíritu de gratitud las obras exigidas y de cumplir las debidas condiciones, los beneficios espirituales derivados del tesoro de la Iglesia. "El misterio pascual es el culmen de esta revelación y actuación de la misericordia, que es capaz de justificar al hombre, de restablecer la justicia en el sentido del orden salvífico querido por Dios desde el principio para el hombre y, mediante el hombre, en el mundo" (Dives in misericordia, 7).

La Misericordia divina realmente sabe perdonar incluso los pecados más graves, pero al hacerlo impulsa a los fieles a sentir un dolor sobrenatural, no meramente psicológico, de sus propios pecados, de forma que, siempre con la ayuda de la gracia divina, hagan un firme propósito de no volver a pecar. Esas disposiciones del alma consiguen efectivamente el perdón de los pecados mortales cuando el fiel recibe con fruto el sacramento de la penitencia o se arrepiente de los mismos mediante un acto de caridad perfecta y de dolor perfecto, con el propósito de acudir cuanto antes al mismo sacramento de la penitencia. En efecto, nuestro Señor Jesucristo, en la parábola del hijo pródigo, nos enseña que el pecador debe confesar su miseria ante Dios, diciendo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de llamarme hijo tuyo" (Lc 15, 18-19), percibiendo que ello es obra de Dios: "Estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado" (Lc 15, 32).

Por eso, con próvida solicitud pastoral, el Sumo Pontífice Juan Pablo II, para imprimir en el alma de los fieles estos preceptos y enseñanzas de la fe cristiana, impulsado por la dulce consideración del Padre de las misericordias, ha querido que el segundo domingo de Pascua se dedique a recordar con especial devoción estos dones de la gracia, atribuyendo a ese domingo la denominación de "Domingo de la Misericordia divina" (cf. Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, decreto Misericors et miserator, 5 de mayo de 2000).

El evangelio del segundo domingo de Pascua narra las maravillas realizadas por nuestro Señor Jesucristo el día mismo de la Resurrección en la primera aparición pública: "Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío". Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos"" (Jn 20, 19-23).

Para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria, como se indicará más abajo, para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo, y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y, una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos.

De esta forma, los fieles vivirán con más perfección el espíritu del Evangelio, acogiendo en sí la renovación ilustrada e introducida por el concilio ecuménico Vaticano II: "Los cristianos, recordando la palabra del Señor "En esto conocerán que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros" (Jn 13, 35), nada pueden desear más ardientemente que servir cada vez más generosa y eficazmente a los hombres del mundo actual. (...) Quiere el Padre que en todos los hombres reconozcamos y amemos eficazmente a Cristo, nuestro hermano, tanto de palabra como de obra" (Gaudium et spes, 93).

Por eso, el Sumo Pontífice, animado por un ardiente deseo de fomentar al máximo en el pueblo cristiano estos sentimientos de piedad hacia la Misericordia divina, por los abundantísimos frutos espirituales que de ello pueden esperarse, en la audiencia concedida el día 13 de junio de 2002 a los infrascritos responsables de la Penitenciaría apostólica, se ha dignado otorgar indulgencias en los términos siguientes:

Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti"). Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

Además, los navegantes, que cumplen su deber en la inmensa extensión del mar; los innumerables hermanos a quienes los desastres de la guerra, las vicisitudes políticas, la inclemencia de los lugares y otras causas parecidas han alejado de su patria; los enfermos y quienes les asisten, y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempeñan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria en el domingo de la Misericordia divina si con total rechazo de cualquier pecado, como se ha dicho antes, y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, rezan, frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti").

Si ni siquiera eso se pudiera hacer, en ese mismo día podrán obtener la indulgencia plenaria los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el propósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas para lucrar la indulgencia plenaria.

Los sacerdotes que desempeñan el ministerio pastoral, sobre todo los párrocos, informen oportunamente a sus fieles acerca de esta saludable disposición de la Iglesia, préstense con espíritu pronto y generoso a escuchar sus confesiones, y en el domingo de la Misericordia divina, después de la celebración de la santa misa o de las vísperas, o durante un acto de piedad en honor de la Misericordia divina, dirijan, con la dignidad propia del rito, el rezo de las oraciones antes indicadas; por último, dado que son "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7), al impartir la catequesis impulsen a los fieles a hacer con la mayor frecuencia posible obras de caridad o de misericordia, siguiendo el ejemplo y el mandato de Jesucristo, como se indica en la segunda concesión general del "Enchiridion Indulgentiarum".

Este decreto tiene vigor perpetuo. No obstante cualquier disposición contraria.

Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 29 de junio de 2002, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.


Luigi DE MAGISTRIS
Arzobispo titular de Nova
Pro-penitenciario mayor


Gianfranco GIROTTI, o.f.m. conv.
Regente

sábado, 22 de abril de 2017

Procesión de devotos de la Divina Misericordia en Caracas, Venezuela... por todo el mundo crece esta devoción


La Fiesta de la Divina Misericordia es el primer domingo tras el de Pascua

La Divina Misericordia predicada por Santa Faustina Kowalska y sus visiones, una devoción que crece

La Divina Misericordia predicada por Santa Faustina Kowalska y sus visiones, una devoción que crece

Procesión de devotos de la Divina Misericordia en Caracas, Venezuela... por todo el mundo crece esta devoción

La devoción a la Divina Misericordia no es nueva, viene de antiguo. Sin embargo, en los últimos años ha arraigado en varios grupos de apostolado en España y en todo el mundo, siguiendo la herencia de Faustina Kowalska.

Este carisma se extiende rápidamente y en él ya han profundizado muchos fieles que quieren seguir los pasos de esta santa polaca.

En 1922, Helena Kowalska, una joven polaca de 18 años, pidió permiso a sus padres para ingresar en un convento, porque se sentía llamada a la vida religiosa. Tras recibir su negativa, Helena fue poco a poco entregándose a una vida de frivolidades. 


Sin embargo, sus aficiones y vanidades no conseguían satisfacer su corazón. Un día de 1924, durante un baile, mientras todos se divertían, sintió una profunda tristeza. Tuvo entonces una de sus primeras visiones de Jesús crucificado que, con el cuerpo cubierto de llagas, le decía: “Helena, hija mía, ¿hasta cuándo me harás sufrir; hasta cuándo me negarás?”.

Al instante, la joven abandonó el baile y se dirigió a la iglesia más cercana, que resultó ser la catedral de San Estanislao de Kostka. Allí pidió al Señor ayuda para saber qué hacer, pidió perdón por sus pecados y escuchó cómo Jesús le decía: “Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento”. Así fue como, en agosto de 1925, y no sin dificultades, Helena Kowalska pasó a ser sor Faustina. Posteriormente, describiría en su diario de casi seiscientas páginas, desde 1931 hasta 1938, diversas visiones místicas de Jesús en su Pasión.


A la izquierda el Cristo de la Divina Misericordia y a la derecha la versión de Vilnius, realizada a petición del confesor de sor Faustina, el padre Sopocko

Vivió 13 años como religiosa y murió en 1938, a los 33 años, de tuberculosis. Su fama de santidad fue multiplicándose. En 1966, sus restos fueron trasladados a una capilla, sobre la cual, con el tiempo, se construiría el santuario de la Divina Misericordia de Cracovia.

Doce promesas de Jesús
Esta devoción y el eco de las promesas que Jesús hizo a santa Faustina se universalizaron cuando –siguiendo las indicaciones recogidas en esos escritos–  san Juan Pablo II instituyó la Fiesta de la Divina Misericordia cada primer domingo de Pascua tras el domingo de Resurrección. En 2016 cobró nueva fuerza después de que el Papa Francisco se apoyase en ella para convocar el Jubileo de la Misericordia.

La Iglesia ha reconocido la veracidad de las visiones místicas de santa Faustina, incluidas las doce promesas que Jesús le hizo para quien venerase su Divina Misericordia a través de su imagen y rezase la Coronilla en la Hora de la Misericordia (a las tres de la tarde).


Entre esas doce promesas destaca la de que “por la propagación de la Divina Misericordia durante toda su vida, el alma será protegida por Cristo como una madre cariñosa protege a su hijo recién nacido y, a la hora de la muerte, no será para ella Juez, sino Salvador”.

Rezar y actuar
Ahora, las realidades eclesiales que han surgido en torno a esta devoción comienzan a unirse alrededor del Apostolado de la Divina Misericordia y el lema:  “Lo único que puede cambiar el mundo es la misericordia de Dios”.

Según cuenta a Misión el sacerdote Pedro Miret, presidente del Apostolado de la Misericordia en Valencia, en España estos grupos “comenzaron como una devoción de varios sacerdotes, a quienes se fueron uniendo otras personas para profundizar en el amor de Dios y rezar juntos”.


En su diario, santa Faustina relató sus experiencias más íntimas con Dios

En nuestro país, el Apostolado lleva pocos meses instituido como asociación pública de fieles, y busca unificar su identidad y objetivos. Para ello, en octubre de 2016 se celebró en Madrid el Congreso Nacional de la Divina Misericordia (www.divinamisericordia.es), al que asistieron varios obispos y más de cuatrocientos miembros de grupos de toda España.

Estos grupos aglutinan a sacerdotes, religiosos y seglares que desean vivir la misericordia en sus vidas, y que trabajan las enseñanzas de formación y oración que reciben desde Cracovia.

Además, rezan la Coronilla en la Hora de la Misericordia, se forman en las Escrituras, profundizan en los mensajes que el Señor dejó por medio de santa Faustina y realizan obras de misericordia espirituales y materiales para llevar el amor infinito de Dios a todos, y que la misericordia no sea un lema abstracto, sino un proyecto de vida concreto.

¿Por qué se reza la Coronilla? 
Según afirma santa Faustina, en una de sus visiones místicas –aprobadas por la Iglesia– Jesús le animó a propagar el rezo de la Coronilla, y le explicó: “Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi Misericordia”.

Quien la rece “recibirá gran misericordia a la hora de su muerte; los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como su último refugio de salvación; y aun si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia”.


En otra ocasión, Jesús pidió escribir a santa Faustina que “cuando se rece esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y él, no como Justo Juez, sino como Misericordioso Salvador”.

¿Cómo se reza?
Se utilizan las cuentas del rosario. Se inicia con un Padre nuestro, un Avemaría y un Credo. Al iniciar cada decena, en la cuenta del Padre nuestro, se reza: “Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero”.

En las cuentas del Avemaría, se reza: “Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. Al finalizar, se repite tres veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.

¿Cuál es la Hora de la Misericordia?
Según afirma santa Faustina Kowalska, en otra de sus visiones místicas de Jesús, fue Él mismo quien le dijo: “A la hora de las tres, implora mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en mi Pasión, especialmente en mi desamparo en el momento de la agonía. Esta es la hora de mi gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusaré nada al alma que me lo pida por los méritos de mi Pasión”.

Artículo publicado originariamente en Revista Misión (www.revistamision.com) por Blanca Ruiz Antón.

Musical de la Vigilia en la JMJ de 2016, en Cracovia, con Sor Faustina como protagonista:



martes, 13 de septiembre de 2016

Fiesta Divina Misericordia


La Fiesta


Durante el transcurso de las revelaciones de Jesús a la hermana Faustina sobre la Divina Misericordia Él le pidió en diversas ocasiones que se dedicara una fiesta a la Divina Misericordia y que esta fiesta fuera celebrada el domingo después de la Pascua. Los textos litúrgicos de ese día, el segundo domingo de Pascua, son concernientes a la institución del Sacramento de Penitencia, el Tribunal de la Divina Misericordia, de manera que van perfectamente con las peticiones de nuestro Señor. Esta fiesta ya ha sido otorgada a la nación de Polonia, al igual que es celebrada en la Ciudad del Vaticano. La canonización de la hermana Faustina el 30 de abril 2000 representa el respaldo más grande que la Iglesia le puede dar a una revelación privada, un acto de infalibilidad Papal proclamando la segura santidad de la mística.

De hecho el día de la canonización de Sor Faustina esta fiesta se extendió a lo largo de la Iglesia universal. Sobre esta fiesta dijo Jesús:

"Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas." (Diario 300).

"Quiero que la imagen sea bendecida solemnemente el primer domingo después de Pascua y que se le venere públicamente para que cada alma pueda saber de ella. " (Diario 341)

"Esta fiesta ha salido de las entrañas de Mi misericordia y está confirmada en el abismo de Mis gracias." (Diario 420)

"Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mí misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia. Cada alma respecto a mí, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solamente el primer domingo después de la Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que se dirija a la Fuente de Mi misericordia." (Diario 699)

"Sí, el primer domingo después de la Pascua es la Fiesta de la Misericordia, pero también debe estar presente la acción y pido se rinda culto a Mi Misericordia con la solemne celebración de esta Fiesta y con el culto a la imagen que ha sido pintada." (Diario 742)

"Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia." (Diario 1109)

Podemos apreciar de estos extractos que Nuestro Señor desea que durante la celebración de esta fiesta se incluye la veneración solemne y pública de la imagen de la Divina Misericordia por parte de la Iglesia, como así desea además la veneración individual de cada uno de nosotros. La gran promesa para cada alma es que un acto devocional de penitencia sacramental y comunión obtendrán para esa alma la plenitud de la Divina Misericordia en la fiesta.

El Cardenal de Cracovia, Cardenal Macharski cuya diócesis es el centro donde se esparció la devoción y fue el patrocinador de la Causa de Sor Faustina, escribió que debemos utilizar la cuaresma como una preparación para la fiesta y confesarnos aún antes de la Semana Santa!. De modo que está claro que los requisitos de confesión no tienen que cumplirse el mismo día de la fiesta. Esto sería una carga imposible para el clero. Los requisitos de la comunión pueden ser cumplidos fácilmente en ese mismo día ya que es día de obligación siendo un Domingo. Solamente necesitaríamos confesarnos otra vez, si este sacramento se recibió temprano en la cuaresma o en la Pascua, o si estamos en pecado mortal en el día de la fiesta.

lunes, 22 de agosto de 2016

Promesas deJesús a los devotos de la Divina Misericordia



Promesas deJesús a los devotos de la Divina Misericordia


A continuación,podrán leer las promesas dictadas por Jesús a Santa Faustina Kowalska:

“Me queman las llamas de laMisericordia, deseo derramarlas sobre las almas, y las almas no quieren creer en mibondad. Oh, qué dolor me dan cuando no quieren aceptarlas (...) Dile a la humanidaddoliente que se abrace a mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz”.“La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a miMisericordia”.

"De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero laherida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotantodas las gracias para las almas".

“El alma que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos sonmíos. El alma más feliz es la que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo lacuido”.

"Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada niha sentido confusión".

"Hija Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grandees el derecho que tiene a Mi misericordia e invita a todas las almas a confiar en elinconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, laFuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, nohe excluido a ninguna".

"Que los más grandes pecadores pongan su confianza en Mi misericordia. Ellos másque nadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija Mía, escribesobre Mi misericordia para las almas afligidas. Me deleitan las almas que recurren a Mimisericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedocastigar aún al pecador más grande si él suplica Mi compasión, sino que lo justificoen Mi insondable e impenetrable misericordia. Escribe: Antes de venir como juez justo abrode par en par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pasar por la puerta de Mimisericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia..."

"Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo ya aquíen la tierra la victoria sobre el enemigo y sobretodo a la hora de la muerte, Yo mismo ladefenderé como a mi propia gloria... Ofrezco a los hombres el vaso con el que han devenir a recoger las gracias a la fuente de la Misericordia". "A las almas quedifunden el culto de mi Misericordia, las protejo a lo largo de su vida como una madrecariñosa protege a su niño todavía lactante. A la hora de su muerte no seré para ellassu juez sino su Salvador misericordioso. En aquella última hora no hay para el alma másque una sola protección: MI MISERICORDIA"...

"Yo preservaré a las ciudades y casas en las cuales se encontrase esta imagen".

"Yo también protegeré a aquellas personas que veneren esta Imagen y tenganconfianza en mi Misericordia". 




HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA: LAS TRES DE LA TARDE

La oración de las tres dictada por Jesús aSor Faustina Kowalska es la siguiente:

Expiraste,Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tumisericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina,anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota.

Oh, Sangre yAgua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ticonfío.

El Señor le dijo a Sor Faustina Kowalska losiguiente:

"Suplica a mi Divina Misericordia, pueses la hora en que mi alma estuvo solitaria en su agonía, a esa hora todo lo que me pidasse te concederá, (es la hora en que Jesús derrama sus gracias especiales sobre toda lahumanidad, aunque sea por un brevísimo instante sumérgete en oración de preferencia,ora La Coronilla y Dios te llenará de múltiples bendiciones), yo protegeré a todas lascasas, ciudades y naciones donde veneren mi imagen."

"A todo aquel que rece La Coronilla diariamente, le haré triunfador en esta vida ytambién en la otra, y a la hora de su muerte yo vendré a acompañarle a bien morir en suúltimo suspiro."

"Protegeré como una madre lo hace con su hijo a todo aquel que durante su vida mevenere, y nada de lo que me pidan a las tres en punto de la tarde les será negado. A lossacerdotes que proclamen y ensalcen mi imagen y la difundan y hagan conocer La Coronilla,les otorgaré un poder extraordinario y ungiré sus palabras, y tocaré los corazones deaquellos con quienes hablen de Mí."

"Hablen de Mí todos aquellos que me conocen y difundan la enseñanza de LaCoronilla. Pido nuevamente que lo hagan a las tres de la tarde, a esa hora derramarésobre toda la humanidad que ore, un sin número de gracias, cubriré con el agua de micostado y con la sangre de mi corazón a todo aquel que a Mi se acerque."

El rayo blanco es el agua de Su costado, y el rayo rojo es Su sangre derramada por lospecados del mundo. Todo el que se acerca a Él con fe y se lo pide, cambia su vida.




La Coronilla de la Misericordia y las Tribulaciones



Un látigo poderoso para usar contra las próximas amenazas (tormentas, terremotos,erupciones volcánicas, tsunamis, etc.)
Dos casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven tormentas, #1731 y# 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigopoderoso:

“Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como sihubiera un huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la tempestad no causaraningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla que te he enseñado y latempestad cesará. En seguida he comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la heterminado cuando el temporal ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrástodo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad.” (1731)

“Cuando se acercaba una gran tormentame puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: no puedo acercarme conla tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a la tormenta.Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de devastar con esatempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo potente que esla coronilla.” (1791)

Historia y más promesas:

En 1935, Santa Faustina recibió la visiónde un ángel enviado por Dios para amenazar cierta ciudad. Ella comenzó a orar pormisericordia, pero sus oraciones no tuvieron poder. De repente, vio a la SantísimaTrinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús en ella. Al mismo tiempo, se encontróa ella misma abogando a Dios por misericordia con palabras que escuchó interiormente.
“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de TuAmadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y losdel mundo entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundoentero.” (Diario, 476)
“Mientras ella continuó diciendo esta oración inspirada, el ángel se quedó sinayuda y no pudo llevar a cabo el castigo merecido” (ver Diario, 474, 475)

Al día siguiente, mientras entraba a la capilla, escuchó de nuevo esta voz interior,instruyéndola cómo recitar la oración que Nuestro Señor más tarde llamaría “laCoronilla”. Desde ese momento, ella recitó esta forma de oración casiconstantemente, ofreciéndola especialmente por los moribundos.
En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era sólo para ella,sino para todo el mundo. Él también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.
“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)
“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte”(Diario, 687)
“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y elalma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario,1541)
“Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla desalvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez,recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)
“A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mivoluntad” (Diario, 1731)
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mimisericordia” (Diario 687)




En relación a los últimos tiempos"

"Prepararás al mundo para Mi últimavenida." (Diario 429)
"Habla al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos despuésde ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo para que recurran, pues, ala Fuente de Mi Misericordia." (Diario 848)
"Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el díaterrible, el día de Mi justicia." (Diario 965)
"Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconoceneste tiempo de Mi visita." (Diario 1160)
Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia". (Diario 1588)
"Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por lapuerta de Mi justicia". (Diario 1146)
Además de estas palabras de Nuestro Señor la hermana Faustina nos da las palabras de laMadre de Misericordia, la Santísima Virgen María.
"Tú debes hablar al mundo de Su gran misericordia y preparar al mundo para Susegunda venida. Él vendrá, no como un Salvador Misericordioso, sino como un Juez Justo.Oh qué terrible es ese día. Establecido está ya el día de la justicia, el día de laira divina. Los ángeles tiemblan ante este día. Habla a las almas de esa granmisericordia, mientras sea aún el tiempo para conceder la misericordia." (Diario635)