¡Mayday, mayday! ¡Águila verde a águila azul! ¡Situación de emergencia! Repito, situación de emergencia. Solicito refuerzos.
¿Ya tengo vuestra atención? Bien, pues este es el tema. Es miércoles, esta noche voy a una cena de halloween y aún no he solucionado el asunto disfraz. Que sí, que hay que ser más previsora, que lo de la cena lo sabías desde hace una semana, que siempre te pilla el toro y bla, bla, bla, bla. Ya lo sé, que nunca aprendo. No os voy a aburrir con la locura de semana (y fin de semana) que he tenido, ni voy a tratar de ablandar vuestro corazón diciendoos que ayer sufrí una de mis horribles clases de alemán y luego me tocó una hora de ducha bicicletera (es decir, que estuve pedaleando 50 minutos bajo la lluvia para llegar a mi casa). Sólo es diré que la cena es a las nueve y que tengo hasta entonces para agenciarme un disfraz medio decente. ¿Alguna idea?
Estos son los datos de la misión:
-Nombre en clave de la operación: Halloween terrorífico
-Material proporcionado: Una capa negra
-Fondos disponibles para la compra de otros medios y materiales: Muy, pero que muy pocos.
-Habilidad manual para la autofabricación del disfraz: Más bien poca, sobre todo con estas prisas.
Sincronicemos nuestros relojes y ¡adelante!
miércoles, 31 de octubre de 2012
lunes, 29 de octubre de 2012
En la luna lunera
Dado que muchas veces no me entero de nada y parece que estoy en la luna, creí que era buena idea conocer más de cerca mi segunda casa. Así que este fin de semana, telescopio en ristre, he explorado el terreno en el que Armstrong dio un "pequeño paso para el hombre y un gran paso para la Humanidad". Y de la de cosas que se entera una, oye. Por ejemplo:
-Un día en la luna dura lo que 27 en la Tierra. Pero bueno, lo mismo les da, porque como no hay atmósfera, el cielo siempre está negro, así que salir de juerga allí debe de ser un no parar.
-Esto de andar cortos de fondos dedicados a compra y mantenimiento de atmósfera va bien para conservarse, porque la Luna no tiene mala facha para haber soplado ya 4,6 mil millones de velas en su última tarta de cumpleaños. La parte negativa de este tema es que el choque de cualquier cosita en su superficie, como un meteorito o un asteroide de nada, le deja marcas que luego no hay forma de que se borren. Y así está la pobre Luna, llena de cráteres. Algunos de ellos tienen más de 40 kilómetros de diámetro, no os digo más.
-Todo esos cráteres tienen su propio nombre. ¿Por qué? Porque la gente se aburre mucho, está claro, y como la Luna es el cuerpo celeste que mejor se ve desde la Tierra, pues a eso se dedican algunos notas, a mirar al cielo y darle a la inventiva. Y es evidente que los españoles nos entretenemos mucho escrutando las alturas, porque hay varios conocidos nuestros que dan nombre a los cráteres: entre ellos Colon, claro, que no se pierde una fiesta. Y otros habituales como Ramón y Cajal.
-Ahora, que si os creéis que eso es lo único que recuerda a España en tierras luneras, vais listos. Hay unos Pirineos en la Luna. ¿Qué tal se esquiará allí? Porque me pienso un viajecito para el próximo puente de la Constitución.
-En algunos cráteres de la luna queda agua congelada y dicen que la NASA, en su próximo viaje, quiere aparcar su nave allí para que salga vapor y comprobar si pueden coger recursos hídricos in situ y no llevarlos desde la Tierra. Esa es la explicación oficial claro, pero aquí todos sabemos la verdad. Que cuando lleguen a la Luna se quieren montar un fiestón de aupa y nunca viene mal que haya cerca un sitio donde conseguir más hielo para las copas.
Y aquí, amiguitos, acaba la lección de astronomía de hoy. Sed buenos.
-Un día en la luna dura lo que 27 en la Tierra. Pero bueno, lo mismo les da, porque como no hay atmósfera, el cielo siempre está negro, así que salir de juerga allí debe de ser un no parar.
-Esto de andar cortos de fondos dedicados a compra y mantenimiento de atmósfera va bien para conservarse, porque la Luna no tiene mala facha para haber soplado ya 4,6 mil millones de velas en su última tarta de cumpleaños. La parte negativa de este tema es que el choque de cualquier cosita en su superficie, como un meteorito o un asteroide de nada, le deja marcas que luego no hay forma de que se borren. Y así está la pobre Luna, llena de cráteres. Algunos de ellos tienen más de 40 kilómetros de diámetro, no os digo más.
-Todo esos cráteres tienen su propio nombre. ¿Por qué? Porque la gente se aburre mucho, está claro, y como la Luna es el cuerpo celeste que mejor se ve desde la Tierra, pues a eso se dedican algunos notas, a mirar al cielo y darle a la inventiva. Y es evidente que los españoles nos entretenemos mucho escrutando las alturas, porque hay varios conocidos nuestros que dan nombre a los cráteres: entre ellos Colon, claro, que no se pierde una fiesta. Y otros habituales como Ramón y Cajal.
-Ahora, que si os creéis que eso es lo único que recuerda a España en tierras luneras, vais listos. Hay unos Pirineos en la Luna. ¿Qué tal se esquiará allí? Porque me pienso un viajecito para el próximo puente de la Constitución.
-En algunos cráteres de la luna queda agua congelada y dicen que la NASA, en su próximo viaje, quiere aparcar su nave allí para que salga vapor y comprobar si pueden coger recursos hídricos in situ y no llevarlos desde la Tierra. Esa es la explicación oficial claro, pero aquí todos sabemos la verdad. Que cuando lleguen a la Luna se quieren montar un fiestón de aupa y nunca viene mal que haya cerca un sitio donde conseguir más hielo para las copas.
Y aquí, amiguitos, acaba la lección de astronomía de hoy. Sed buenos.
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viernes, 26 de octubre de 2012
Tomando café con los nuevos
Cada uno tiene sus cosas, está claro. Absurdeces totalmente irrelevantes que te molestan, aunque no tengan ninguna importancia y tontadas que te hacen ilusión, a pesar de que no son nada del otro mundo. De las malas no voy a hablar, que si empiezo, no acabo. De las buenas habría mucho que decir, así que mejor elijo una, que hoy es viernes y tendréis pocas ganas de leer. Total, que me lío: que esta entrada va de los nuevos lectores.
¡Ojo! No digo nuevos seguidores, que molan un puñao, ni los que comentan por primera vez, que también molan millones. Digo esos días en los que sospechas que alguien se está ventilando tu blog enterito porque hay más visitas de lo habitual. La típica semana en la que, actualices o no, cada día hay 20 visitas más de la media. Que piensas "ayyy, que moooono/a, se lo está leyendo todo". Y eso mola trillones. Por lo menos a mí.
Porque eso significa que alguien ha llegado, le ha gustado, se ha quedado y encima tiene ganas de más, lo cual es ya la repanocha montada en bicicleta. A mi me encanta y me provoca curiosidad a partes iguales. Me gustaría poder tomarme un café con el/la nuevo/a y preguntarle: ¿Cómo has llegado aquí? ¿Tú también escribes? ¿Vienes de otro blog? ¿Me has visto en el blogroll de alguien o en algún comentario? ¿Qué te ha llamado la atención?
Pero sobre todo me intriga cómo eligen las entradas que leen. Porque algunos ya se ve que van en orden, de atrás adelante o empezando por la primera y avanzando hacia la actualidad. Pero otros saltan de unas a otras, escritas en distintos meses e incluso años y no puedo evitar preguntarme: ¿por qué esas? Si es por el título, van listos, porque a la segunda ya se habrán dado cuenta que en este blog se titula fatal y el tema de los posts tiene cero que ver con como se llaman. Las etiquetas tres cuartos de lo mismo. Y bueno, que en general por aquí todo es un poco caos.
Otra cosa que me mata de curiosidad son la ubicaciones desde las que leéis. Yo entiendo poco o nada de lo que me chiva mi Statcounter, pero según él, hay algunos que usáis la conexión de un Ministerio (no diré de cual, a ver si encima meto a alguien en un lío) para pasaros por aquí, otros la de la Universidad (que bueno, esa es más normalita) y alguien incluso la de unos cines. ¿Unos cines? ¿De verdad? Me parto. Es flipante también la gente que se mete desde otros países, porque casi siempre pienso que si yo estuviera en Italia o Gran Bretaña no creo que tuviera tiempo de leer mis chorradas. Y que es genial que alguien lo tenga.
En fin, que con esto y un bizcocho termino esta entrada absurda, que no se sabe muy bien por donde cogerla y que, ¡oh, sorpresa! también va a tener un título cero relacionado con el tema del post. ¿Qué cuál es el tema el post? Y yo que sé, colegas, que es viernes... no le pidáis peras al olmo.
¡Ojo! No digo nuevos seguidores, que molan un puñao, ni los que comentan por primera vez, que también molan millones. Digo esos días en los que sospechas que alguien se está ventilando tu blog enterito porque hay más visitas de lo habitual. La típica semana en la que, actualices o no, cada día hay 20 visitas más de la media. Que piensas "ayyy, que moooono/a, se lo está leyendo todo". Y eso mola trillones. Por lo menos a mí.
Porque eso significa que alguien ha llegado, le ha gustado, se ha quedado y encima tiene ganas de más, lo cual es ya la repanocha montada en bicicleta. A mi me encanta y me provoca curiosidad a partes iguales. Me gustaría poder tomarme un café con el/la nuevo/a y preguntarle: ¿Cómo has llegado aquí? ¿Tú también escribes? ¿Vienes de otro blog? ¿Me has visto en el blogroll de alguien o en algún comentario? ¿Qué te ha llamado la atención?
Pero sobre todo me intriga cómo eligen las entradas que leen. Porque algunos ya se ve que van en orden, de atrás adelante o empezando por la primera y avanzando hacia la actualidad. Pero otros saltan de unas a otras, escritas en distintos meses e incluso años y no puedo evitar preguntarme: ¿por qué esas? Si es por el título, van listos, porque a la segunda ya se habrán dado cuenta que en este blog se titula fatal y el tema de los posts tiene cero que ver con como se llaman. Las etiquetas tres cuartos de lo mismo. Y bueno, que en general por aquí todo es un poco caos.
Otra cosa que me mata de curiosidad son la ubicaciones desde las que leéis. Yo entiendo poco o nada de lo que me chiva mi Statcounter, pero según él, hay algunos que usáis la conexión de un Ministerio (no diré de cual, a ver si encima meto a alguien en un lío) para pasaros por aquí, otros la de la Universidad (que bueno, esa es más normalita) y alguien incluso la de unos cines. ¿Unos cines? ¿De verdad? Me parto. Es flipante también la gente que se mete desde otros países, porque casi siempre pienso que si yo estuviera en Italia o Gran Bretaña no creo que tuviera tiempo de leer mis chorradas. Y que es genial que alguien lo tenga.
En fin, que con esto y un bizcocho termino esta entrada absurda, que no se sabe muy bien por donde cogerla y que, ¡oh, sorpresa! también va a tener un título cero relacionado con el tema del post. ¿Qué cuál es el tema el post? Y yo que sé, colegas, que es viernes... no le pidáis peras al olmo.
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miércoles, 24 de octubre de 2012
Fragen und antworten (Preguntas y respuestas)
-¿Podrías decir "Le he regalado un libro azul a mi suegra?
-Me encantaría, si supiera decir regalar. Y suegra. Y azul. ¿Te vale si pongo la palabra Buch y el resto rayitas, como en El ahorcado, y así las vamos adivinando entre todos?
-¿Cómo se llama tu sobrino mayor?
-Esta me la sé: J
-Estoooo, no. Hace 15 minutos que el ejercicio consiste en traducir al alemán las frases que yo digo. Así que, segundo intento: ¿Cómo se llama tu sobrino mayor?
-Wie heisst dein Neffen?
-Pero no nos has dicho que es el de más edad.
-Mayor es un comparativo, en masculino singular y declinado porque va delante del nombre. Soy la que antes no ha sabido decir azul. ¿Me estás preguntando eso en serio?
-Traduce: Le he comprado a mi hermano un jersey azul
-Hombre, claro, no podía ser de otro color, no.. Valeeeee. Eeeeeee, a ver, Ich habe eine Pullover...
-Va antes el complemento indirecto. Y no es por desanimar, pero has empezado regulero, ya te lo digo
-Ich habe mein Bruder
-¡En dativo!
-Meiner Bruder
-Eso a lo mejor, si tuvieras un hermano transexual. HermanO, en masculino
-Meinem Bruder
(A estas alturas la profe ya no sabe si tirarse al tren o al maquinista y el resto de la clase está intentando abrirse las venas con la cuchilla del sacapuntas)
-Eine blau Pullover
-Aunque parezca increible, Pullover no es femenino
-Ein blau Pullover
-En acusativo!!
-Einem blau Pullover gekauft
-¿Y blau no lo declinas?
-Estaremos todos de acuerdo en que, visto mi nivel, bastante que lo he puesto.
-Pues ahora esa frase sustituyendo los complementos por pronombres
-Bueno, pero hay más posibilidades de que acierte la combinación del Euromillón que eso. Eres consciente, ¿no?
Y la pregunta más importante: ¿Por qué después de un mes de ir a las clases de alemán en bici (50 minutos de ida, 50 de vuelta), dos veces por semana, no se me ha puesto el culete duro y respingón como las chicas del vídeo "Nalgas de acero"? No creo que tenga nada que ver con la palmera de chocolate que me meto entre pecho y espalda antes de cada clase para aguantar el sufrimiento, ¿verdad?
Por cierto... ¿cómo se dirá palmera en alemán?
lunes, 22 de octubre de 2012
Resistir
Cuando un ejército es incapaz de ocupar una ciudad que no se rinde ni pa'tras, la asedia. La sitia el tiempo que haga falta hasta agotar sus resistencias. La táctica es tan simple, como efectiva. De hecho, hasta que se inventaron los cañones potentes en la época napoleónica, era el método más utilizado para ganar las guerras.
Así que la cosa va así: los malos te rodean, bloquean todas tus líneas de abastecimiento y a ti te toca resistir. Aguantar detrás de la muralla pase lo que pase. Y esto que parece tan fácil de explicar, tiene su complicación. Porque las condiciones no son las mismas para todos:
-Agua y alimentos
Es más fácil sobrellevar el sufrimiento con el estómago lleno que con retortijones de hambre. Esto es así.
-Tropas disponibles
Hasta soportando un asedio hay cosas que hacer, así que cuantos más seamos, a menos tareas tocaremos. Además, claro, de la multiplicación de recursos: ven más cuatro ojos que dos, lo que uno no piensa, al otro se le ocurre y demás axiomas de un buen trabajo en equipo.
-Nivel de confianza en tus filas
Porque esa es otra, te tienes que fiar de los tuyos, de los que están en tu lado de la muralla. Necesitas saber, sin atisbo de duda, que están de tu parte, que te van a apoyar, que seguirán ahí cuando acabe la batalla. Creer que tienes a alguien constituye la mitad de tu fuerza en combate.
Por eso, la próxima vez que me digas que resista, que la guerra es así, que a todos nos tiran las mismas bombas, piensa en como está de llena tu despensa. Y cuantos soldados te quedan sanos y operativos. Y cuantos oficiales de alta graduación y total confianza militan aún en tus filas. Luego piensa como están mis víveres, mis fuerzas y mi personal.
Y ya si eso, después hablamos.
Así que la cosa va así: los malos te rodean, bloquean todas tus líneas de abastecimiento y a ti te toca resistir. Aguantar detrás de la muralla pase lo que pase. Y esto que parece tan fácil de explicar, tiene su complicación. Porque las condiciones no son las mismas para todos:
-Agua y alimentos
Es más fácil sobrellevar el sufrimiento con el estómago lleno que con retortijones de hambre. Esto es así.
-Tropas disponibles
Hasta soportando un asedio hay cosas que hacer, así que cuantos más seamos, a menos tareas tocaremos. Además, claro, de la multiplicación de recursos: ven más cuatro ojos que dos, lo que uno no piensa, al otro se le ocurre y demás axiomas de un buen trabajo en equipo.
-Nivel de confianza en tus filas
Porque esa es otra, te tienes que fiar de los tuyos, de los que están en tu lado de la muralla. Necesitas saber, sin atisbo de duda, que están de tu parte, que te van a apoyar, que seguirán ahí cuando acabe la batalla. Creer que tienes a alguien constituye la mitad de tu fuerza en combate.
Por eso, la próxima vez que me digas que resista, que la guerra es así, que a todos nos tiran las mismas bombas, piensa en como está de llena tu despensa. Y cuantos soldados te quedan sanos y operativos. Y cuantos oficiales de alta graduación y total confianza militan aún en tus filas. Luego piensa como están mis víveres, mis fuerzas y mi personal.
Y ya si eso, después hablamos.
viernes, 19 de octubre de 2012
Paciencia, la justa y necesaria. No más
Decía Shakespeare que "la paciencia es una gran virtud". Y con todo el respeto a este genio de las letras yo añadiría "pero no siempre". Y es que hay veces que aguantamos, y aguantamos y aguantamos y aguantamos y esperamos contra toda esperanza. Y todo para nada. Por eso en esos casos deberíamos saber cortar el grifo mucho antes. En situaciones como estas
-Cuelgues infinitos por perros del hortelano de manual (el ejemplo más claro de lo que trato de explicar)
"No lo hace a propósito". "Él o ella cambiará" "Está muy solo/a, soy el único que le entiende de verdad" bla, bla,bla,bla. Todo el que ha sufrido los efectos de un perro del hortelano de duración prolongada sabe que llega un momento en que lo malo pesa mucho más que lo poco bueno que pueda haber en esa relación. Los desgraciados enganchados a esos infiernos, aún siendo unos auténticos yonkies, se dan cuenta de que ni en toda una vida de felicidad el perro el hortelano va a poder compensar la inmensa colección de putadones que ya le ha suministrado. Y en cuanto se tiene esa epifanía hay que cortar el grifo. Ni "es que sigue siendo mi amigo", ni "es que son muchos años", "ni lo tengo bajo control" ni leches. Cortar-el-grifo. Aquí los que tienen poca paciencia o muchísima fuerza de voluntad son los que mejor parados salen.
-Relaciones amistosas descompensadas.
Otro gran ejemplo. Gente tremeeeeeeeeendamente egoísta que se hacen llamar tus amigos, pero que piden todo y no dan nada. Que no están cuando tienen que estar. Que desaparecen del mapa, sin plantearse si les necesitas o no, y cuando reaparecen, no sólo no piden disculpas, sino que se comportan con toda normalidad, como si no hubiera pasado nada. Con esta gente paciencia cero. Quiero decir... o se habla enseguida para solucionar el problema y salvar la amistad o se corta el grifo a la de ya porque no hay nada que salvar. Pero aguantar en esos casos no sirve para nada más que para que la relación se vaya pudriendo poco a poco y al final haya que tirarla porque, como los yogures pasados de fecha, te pueden sentar mal.
-Nacimiento de nuevos amores
Voy a concretar este apartado, que el título abstracto y pelín repipi que le he puesto lo aclara poco. Chico y chica se conocen. Buena primera impresión, sin más. Primera cita: agradable, divertida... sin más. Correos diarios durante un par de semanas: interesantes, amables... sin más. Segunda cita: bien... sin más No sé si veis por donde voy.
En estas cosas, cada persona y cada caso es un mundo, pero en general, si la chispa, si la emoción, si la ilusión no llega pronto... hay pocas posibilidades de que llegue. No digo que todo tengan que ser flechazos de esos que a los dos segundos de verle ya sabes que a ese maromazo le hacías un favor y probablemente también contratabas con él tarifa plana en favores con compromiso de permanencia. Eso pasa más bien poco. Pero cuando ya has hablado algunos ratos con el otro, ya conoces parte de sus gustos, de sus ideas, ya le has visto en varias situaciones, si a esas alturas ya no hay chispa... la cosa está chunga.
A ver, que con el corazón nunca se sabe, es verdad. Puede ser que con el tiempo descubras alguna faceta que aún no conocías, o veas en él una reacción que te convence o tú misma cambies por lo que sea...Pero lo más habitual es que tanta paciencia aquí no sirva para nada, y que lo que estés haciendo, en realidad, es conformarte, porque no hay nada mejor a la vista. Lo cual es injusto para la otra persona... y tiene poco que ver con el amor.
Paciencia sí. Pero la justa y necesaria.
-Cuelgues infinitos por perros del hortelano de manual (el ejemplo más claro de lo que trato de explicar)
"No lo hace a propósito". "Él o ella cambiará" "Está muy solo/a, soy el único que le entiende de verdad" bla, bla,bla,bla. Todo el que ha sufrido los efectos de un perro del hortelano de duración prolongada sabe que llega un momento en que lo malo pesa mucho más que lo poco bueno que pueda haber en esa relación. Los desgraciados enganchados a esos infiernos, aún siendo unos auténticos yonkies, se dan cuenta de que ni en toda una vida de felicidad el perro el hortelano va a poder compensar la inmensa colección de putadones que ya le ha suministrado. Y en cuanto se tiene esa epifanía hay que cortar el grifo. Ni "es que sigue siendo mi amigo", ni "es que son muchos años", "ni lo tengo bajo control" ni leches. Cortar-el-grifo. Aquí los que tienen poca paciencia o muchísima fuerza de voluntad son los que mejor parados salen.
-Relaciones amistosas descompensadas.
Otro gran ejemplo. Gente tremeeeeeeeeendamente egoísta que se hacen llamar tus amigos, pero que piden todo y no dan nada. Que no están cuando tienen que estar. Que desaparecen del mapa, sin plantearse si les necesitas o no, y cuando reaparecen, no sólo no piden disculpas, sino que se comportan con toda normalidad, como si no hubiera pasado nada. Con esta gente paciencia cero. Quiero decir... o se habla enseguida para solucionar el problema y salvar la amistad o se corta el grifo a la de ya porque no hay nada que salvar. Pero aguantar en esos casos no sirve para nada más que para que la relación se vaya pudriendo poco a poco y al final haya que tirarla porque, como los yogures pasados de fecha, te pueden sentar mal.
-Nacimiento de nuevos amores
Voy a concretar este apartado, que el título abstracto y pelín repipi que le he puesto lo aclara poco. Chico y chica se conocen. Buena primera impresión, sin más. Primera cita: agradable, divertida... sin más. Correos diarios durante un par de semanas: interesantes, amables... sin más. Segunda cita: bien... sin más No sé si veis por donde voy.
En estas cosas, cada persona y cada caso es un mundo, pero en general, si la chispa, si la emoción, si la ilusión no llega pronto... hay pocas posibilidades de que llegue. No digo que todo tengan que ser flechazos de esos que a los dos segundos de verle ya sabes que a ese maromazo le hacías un favor y probablemente también contratabas con él tarifa plana en favores con compromiso de permanencia. Eso pasa más bien poco. Pero cuando ya has hablado algunos ratos con el otro, ya conoces parte de sus gustos, de sus ideas, ya le has visto en varias situaciones, si a esas alturas ya no hay chispa... la cosa está chunga.
A ver, que con el corazón nunca se sabe, es verdad. Puede ser que con el tiempo descubras alguna faceta que aún no conocías, o veas en él una reacción que te convence o tú misma cambies por lo que sea...Pero lo más habitual es que tanta paciencia aquí no sirva para nada, y que lo que estés haciendo, en realidad, es conformarte, porque no hay nada mejor a la vista. Lo cual es injusto para la otra persona... y tiene poco que ver con el amor.
Paciencia sí. Pero la justa y necesaria.
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miércoles, 17 de octubre de 2012
Falsos mitos sobre los blogueros
Los que estéis leyendo esto seguramente sois blogueros. O lectores aficionados a la blogoesfera. O gente que busca piraguas baratas, porque, inexplicablemente, los inescrutables caminos de internet traen aquí a la tira de peña que quiere comprar esas embarcaciones. Pero vamos, que la mayoría conocéis bien la blogoesfera y seguro que habéis oído muchas cosas sobre este negociado. Por eso supongo que, igual que yo, habréis tenido que escuchar miles de veces rotundas afirmaciones sobre este mundillo provenientes de gente que no lo conoce apenas. Afirmaciones que ahora voy a rebatir:
1.-Los blogueros son frikis expertísmos en internet
¡¡¡Prfffffff!!! (o como se escriba la onomatopeya de una pedorreta) Ni-de-coña. A verrrrrr, que alguno habrá, no digo yo que no. Pero la mayoría andamos por aquí sin tener ni idea, trasteando, acumulando conocimientos con el viejo y efectivo método de ensayo-error. Casi todos escribimos, publicamos, hacemos comentarios y justo nos va para entender por encima las estadísticas. ¿Expertos nosotros? ¡Tururú!
2.-Los blogueros viven más en el mundo virtual que en el real
Otra pedorreta del nivel de la de antes. ¿Que algunos invertimos mucho de nuestro tiempo de ocio por estos lares? Puesssssss regular, pero bueno, podría ser, aceptamos barco como animal acuático. Pero vamos, sólo hay que darse un pequeño paseo por la blogoesfera para leer lo mucho que viven sus autores en su vida en 3D. Vicencias reales no creo yo que les falten, precisamente...
3.-Y mi preferida: los blogueros tienen mucho ego
Menuda gili******. ¿Por qué se dice eso? Porque en las bitácoras personales mucha gente habla de su vida. Pues sí. Pero la mayoría de las veces no es egocentrismo, sino simple falta de imaginación. Hay blogueros que escriben varias veces por semana durante años, y la verdad, conozco pocas mentes con capacidad para generar toda esa cantidad de contenidos de ficción. Las novelas se terminan al acabar la página que sea, los blogs siguen y siguen y siguen y siguen. Y la inspiración tiene un límite. Por eso es lógico que las nuevas ideas surjan de tu alrededor, de tu día a día. Muchas otras interacciones, como la poesía o los monólogos tipo El Club de la Comedia, se basan en la experiencia personal. ¿Eso es egocentrismo? Pues vale, lo que ellos digan.
Otros dicen eso del ego porque los blogueros escriben para que les lean. Pues claro. Escribir es un acto comunicativo, como hablar, que pierde su sentido si nadie escucha. Muchos de nosotros ya garabateábamos en papel desde siempre. Publicar un libro es misión imposible e ir dándole la chapa a toda la peña con nuestras cuartillas bajo el brazo es un coñazo total, así que la blogoesfera nos ha brindado una oportunidad de oro: poder mostrar nuestra habilidad, nuestra afición. Escribimos y lo dejamos en este inmenso escaparate que es internet para que lo lea quien quiera. A los que les gusta vuelven y los demás, si te he visto no me acuerdo. ¿Eso es egocentrismo? Pues vale, lo que ellos digan. Pero también a los que juegan a fútbol, por ejemplo, les gusta tener público en sus partidos y nadie les llama egocéntricos.
Y parafraseando a Forrest Gump, esto es todo lo que tengo que decir sobre esto.
¡HOMBRE YA!
1.-Los blogueros son frikis expertísmos en internet
¡¡¡Prfffffff!!! (o como se escriba la onomatopeya de una pedorreta) Ni-de-coña. A verrrrrr, que alguno habrá, no digo yo que no. Pero la mayoría andamos por aquí sin tener ni idea, trasteando, acumulando conocimientos con el viejo y efectivo método de ensayo-error. Casi todos escribimos, publicamos, hacemos comentarios y justo nos va para entender por encima las estadísticas. ¿Expertos nosotros? ¡Tururú!
2.-Los blogueros viven más en el mundo virtual que en el real
Otra pedorreta del nivel de la de antes. ¿Que algunos invertimos mucho de nuestro tiempo de ocio por estos lares? Puesssssss regular, pero bueno, podría ser, aceptamos barco como animal acuático. Pero vamos, sólo hay que darse un pequeño paseo por la blogoesfera para leer lo mucho que viven sus autores en su vida en 3D. Vicencias reales no creo yo que les falten, precisamente...
3.-Y mi preferida: los blogueros tienen mucho ego
Menuda gili******. ¿Por qué se dice eso? Porque en las bitácoras personales mucha gente habla de su vida. Pues sí. Pero la mayoría de las veces no es egocentrismo, sino simple falta de imaginación. Hay blogueros que escriben varias veces por semana durante años, y la verdad, conozco pocas mentes con capacidad para generar toda esa cantidad de contenidos de ficción. Las novelas se terminan al acabar la página que sea, los blogs siguen y siguen y siguen y siguen. Y la inspiración tiene un límite. Por eso es lógico que las nuevas ideas surjan de tu alrededor, de tu día a día. Muchas otras interacciones, como la poesía o los monólogos tipo El Club de la Comedia, se basan en la experiencia personal. ¿Eso es egocentrismo? Pues vale, lo que ellos digan.
Otros dicen eso del ego porque los blogueros escriben para que les lean. Pues claro. Escribir es un acto comunicativo, como hablar, que pierde su sentido si nadie escucha. Muchos de nosotros ya garabateábamos en papel desde siempre. Publicar un libro es misión imposible e ir dándole la chapa a toda la peña con nuestras cuartillas bajo el brazo es un coñazo total, así que la blogoesfera nos ha brindado una oportunidad de oro: poder mostrar nuestra habilidad, nuestra afición. Escribimos y lo dejamos en este inmenso escaparate que es internet para que lo lea quien quiera. A los que les gusta vuelven y los demás, si te he visto no me acuerdo. ¿Eso es egocentrismo? Pues vale, lo que ellos digan. Pero también a los que juegan a fútbol, por ejemplo, les gusta tener público en sus partidos y nadie les llama egocéntricos.
Y parafraseando a Forrest Gump, esto es todo lo que tengo que decir sobre esto.
¡HOMBRE YA!
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lunes, 15 de octubre de 2012
Caos creciente
Estos días ha habido convención de Speedysobris en Speedytown, o lo que es lo mismo, EL CAOS TOTAL. Cuando se junta toda la tropa, el Speedyhogar se covierte en una auténtica casa de locos en la que reina un bullullu permanente de proporciones gigantescas. Al principio flipas con las situaciones surrealistas que se producen a todas horas. Luego te acostumbras y nada de sorprende.
Por eso te da igual encontrarte un trozo de salchicha entre los cojines del sofá o un zoológico entero (con sus elefantes, hipopótamos, leones y camellos tamaño mini) en la bañera. Después de escuchar miles y miles de debates sobre el tema, te sorprendes a tí misma defendiendo que los Pokemon Míticos son mejores que los que no han digievolucionado, porque tienen más resistencia. Enseguida ves como lo más natural del mundo que quien guarda las fichas de los coches de choque tiene el poder absoluto y que nunca se han comprado suficientes chucherías. ¡Ah, bueno! Y que las siete de la mañana es una hora estupendísima para levantarse aunque sea sábado, domingo, festivo o te hayas acostado a las mil, claro.
Como veis, el caos total ya es enorme, pero, si todo va bien, pronto el descontrol crecerá exponencialmente porque las filas de los Speedysobris se van a reforzar con dos nuevas incorporaciones. No os digo más, que con todo este material, estoy pensando incluso en formar un equipo de futbito que arrase en la liga regular de pequeños superhéroes... Miedo me da las que van a organizar cuando se junten todos. No quiero ni imaginármelo.
El caso es que mirándolos estos días me ha dado por pensar en lo rara que es la vida. Porque los pequeñajos crecen y evolucionan. Y mientras ellos queman etapas hacia su futuro, yo estoy paralizada. Bueno, no, ojalá estuviera estática. En realidad ando un poco para atrás, como los cangrejos. Las cosas se están poniendo tan cuesta arriba que por mucho que me esfuerzo, no avanzo. No sólo no consigo pasar al siguiente nivel de este videojuego que parece mi vida, sino que me encuentro cada dos por tres con el monstruo quitapuntos que me manda directa a la pantalla anterior.
Así que ahí estoy, peleando eternamente en la fase 1. Y tal y como está el tema, lo único que pido ahora es que las cosas mejoren para que yo no siga retrocediendo, porque si no, me veo dentro de nada jugando en la misma pantalla que el Speedysobri mayor... y eso ya sería un poco demasiado, ¿no?
Por eso te da igual encontrarte un trozo de salchicha entre los cojines del sofá o un zoológico entero (con sus elefantes, hipopótamos, leones y camellos tamaño mini) en la bañera. Después de escuchar miles y miles de debates sobre el tema, te sorprendes a tí misma defendiendo que los Pokemon Míticos son mejores que los que no han digievolucionado, porque tienen más resistencia. Enseguida ves como lo más natural del mundo que quien guarda las fichas de los coches de choque tiene el poder absoluto y que nunca se han comprado suficientes chucherías. ¡Ah, bueno! Y que las siete de la mañana es una hora estupendísima para levantarse aunque sea sábado, domingo, festivo o te hayas acostado a las mil, claro.
Como veis, el caos total ya es enorme, pero, si todo va bien, pronto el descontrol crecerá exponencialmente porque las filas de los Speedysobris se van a reforzar con dos nuevas incorporaciones. No os digo más, que con todo este material, estoy pensando incluso en formar un equipo de futbito que arrase en la liga regular de pequeños superhéroes... Miedo me da las que van a organizar cuando se junten todos. No quiero ni imaginármelo.
El caso es que mirándolos estos días me ha dado por pensar en lo rara que es la vida. Porque los pequeñajos crecen y evolucionan. Y mientras ellos queman etapas hacia su futuro, yo estoy paralizada. Bueno, no, ojalá estuviera estática. En realidad ando un poco para atrás, como los cangrejos. Las cosas se están poniendo tan cuesta arriba que por mucho que me esfuerzo, no avanzo. No sólo no consigo pasar al siguiente nivel de este videojuego que parece mi vida, sino que me encuentro cada dos por tres con el monstruo quitapuntos que me manda directa a la pantalla anterior.
Así que ahí estoy, peleando eternamente en la fase 1. Y tal y como está el tema, lo único que pido ahora es que las cosas mejoren para que yo no siga retrocediendo, porque si no, me veo dentro de nada jugando en la misma pantalla que el Speedysobri mayor... y eso ya sería un poco demasiado, ¿no?
miércoles, 10 de octubre de 2012
Pinchar la burbuja
Dicen que no debes quitarle la ilusión a alguien porque puede ser lo único que esa persona tenga. Y bueno... es verdad. Siempre y cuando esa ilusión no le esté impidiendo vivir su realidad. Y es que si eso ocurre, hemos hecho un pan con unas tortas.
Quiero decir... que la vida es requeteperra y menos esos pocos suertudos que tienen una flor en el culo, los demás andamos rompiéndonos los cuernos para conseguir lo que queremos. Unas veces lo logramos y otras muchas no, pero ahí estamos, en la lucha. Vivir permanentemente amargados porque las cosas no salen como nos gustaría es absurdo e inútil. Pero conformarse con nada para no sufrir por los fracasos... eso es lo peor que puede pasar. Y sin embargo ocurre cada dos por tres.
Yo veo mucha gente a mi alrededor que se ha rendido. Que no juega para no perder. Que renuncia a ser protagonista de su propia vida. Y el caso es que parecen tranquilos, sin rastro de sufrimiento, de frustración. A veces hasta me dan envidia. Luego veo su día a día vacío, su falta de experiencias, de emoción, de realidad. Me doy cuenta de que todo a su alrededor es como un decorado de cartón piedra y pienso: ¿Son felices? Yo creo que no.
Pero bueno, no sé. Quizá ellos piensen que sí. A lo mejor se han convencido a sí mismos de que tienen suficiente, que de que no necesitan más. Igual han llegado a creerse su ilusión de realidad y piensen que eso es la vida, que es lo que hay. ¿Serviría de algo intentar hacerles ver que la vida es mucho más? ¿Que se están perdiendo todo? ¿Sería positivo para ellos pinchar la peculiar burbuja en la que se han encerrado voluntariamente?
No sé yo...
Quiero decir... que la vida es requeteperra y menos esos pocos suertudos que tienen una flor en el culo, los demás andamos rompiéndonos los cuernos para conseguir lo que queremos. Unas veces lo logramos y otras muchas no, pero ahí estamos, en la lucha. Vivir permanentemente amargados porque las cosas no salen como nos gustaría es absurdo e inútil. Pero conformarse con nada para no sufrir por los fracasos... eso es lo peor que puede pasar. Y sin embargo ocurre cada dos por tres.
Yo veo mucha gente a mi alrededor que se ha rendido. Que no juega para no perder. Que renuncia a ser protagonista de su propia vida. Y el caso es que parecen tranquilos, sin rastro de sufrimiento, de frustración. A veces hasta me dan envidia. Luego veo su día a día vacío, su falta de experiencias, de emoción, de realidad. Me doy cuenta de que todo a su alrededor es como un decorado de cartón piedra y pienso: ¿Son felices? Yo creo que no.
Pero bueno, no sé. Quizá ellos piensen que sí. A lo mejor se han convencido a sí mismos de que tienen suficiente, que de que no necesitan más. Igual han llegado a creerse su ilusión de realidad y piensen que eso es la vida, que es lo que hay. ¿Serviría de algo intentar hacerles ver que la vida es mucho más? ¿Que se están perdiendo todo? ¿Sería positivo para ellos pinchar la peculiar burbuja en la que se han encerrado voluntariamente?
No sé yo...
lunes, 8 de octubre de 2012
La mierdaca del sistema parejil
Desde luego, en cuestiones parejiles/sentimentales hay la tira de cosas que están mal organizadas. No sé quienes serían los iluminados que se inventarían el sistema de enamoramiento, pero vamos, se han lucido. Ya los veo allí, la típica mañana de resaca después de una juerga de tres pares, teniendo que pensar la dinámica de formación de parejas y con cero ganas de trabajar:
-¡Ayyyy, qué dolor de cabeza! Pues yo que sé, tío, que la peña vaya por la vida cruzándose gente y cuando alguien le cuadre, que lo hablen entre ellos, a ver si llegan a un acuerdo.
-Pero, hombre, igual habría que incluir alguna aplicación que facilitara un poco la tarea, que con la de gente que hay en el mundo, va a ser difícil que coincidan en el mismo sitio a la vez los pocos que cuadran entre ellos.
-Pues tronco, que se lo curren, que aqui la peña quiere que se lo den todo hecho y a mí no me pagan por exprimirme los sesos. Pásame el agua, anda.
Así toda la mañana. Y claro, por eso tenemos el sistema de emparejamiento que tenemos, que es una mierdaca total. Porque a ver... que yo entiendo que el sistema no puede preverlo todo: que los que quieran a alguien se entiendan y se pongan de acuerdo, que se compenetren a largo plazo, que la rutina no lo estropee todo... Ya supongo que ningún método, por sofisticado que sea, puede controlar eso. Pero, leche, unos mínimos sí que se podrían garantizar. Por ejemplo, un, dos, tres, responda otra vez: la atracción mutua.
Qué menos, ¿no? No digo que a maromazos como Gerard Butler o Brad Pitt les tengan que gustar todas las que babean por ellos, porque claro, los pobres no darían abasto. Me refiero a las atracciones estas inexplicables que surgen con gente normalita, que a ti misma no te parecen un adonis y que sin embargo, por lo que sea, te atraen. Por un olor, por hormonas, feromonas, magia potagia... por lo que sea. No me digáis que, por lo menos en estos casos concretos, el sistema de emparejamiento no podría organizarlo para que los implicados coincidieran y fuera mutuo. Oye, pues ni eso. Que ya me veo a los iluminados creadores del párrafo de arriba debatiendo:
-Entonces colocamos las feromonas compatibles A, B, C en las personas que viven por zonas cercanas, para que tengan más posibilidades de coincidir y atraerse mutuamente.
-Ay, chico, mira que te gusta complicarte la vida, qué más dará, tíralas así a voleo y donde caigan. Y no hables tan alto, anda.
Y claro, así pasa lo que pasa, que luego tienes al lado a Maromazo Interesante, al que tú le harías un favor encantada, mientras él pasa de ti tres pueblos o está a por uvas. Y el caso es que, en un local con música altísima, él se te acerca mucho para hablarte y tú sólo puedes pensar: "Aléjate, que no sé cuánto más me voy a poder contener antes de darte un muerdo que haga temblar el misterio," Y ahí sigue Maromazo, a por uvas.
Ya puede esconderse la panda de iluminados creadores del sistema parejil, porque como los pille.. les va a faltar Speedytown para correr.
-¡Ayyyy, qué dolor de cabeza! Pues yo que sé, tío, que la peña vaya por la vida cruzándose gente y cuando alguien le cuadre, que lo hablen entre ellos, a ver si llegan a un acuerdo.
-Pero, hombre, igual habría que incluir alguna aplicación que facilitara un poco la tarea, que con la de gente que hay en el mundo, va a ser difícil que coincidan en el mismo sitio a la vez los pocos que cuadran entre ellos.
-Pues tronco, que se lo curren, que aqui la peña quiere que se lo den todo hecho y a mí no me pagan por exprimirme los sesos. Pásame el agua, anda.
Así toda la mañana. Y claro, por eso tenemos el sistema de emparejamiento que tenemos, que es una mierdaca total. Porque a ver... que yo entiendo que el sistema no puede preverlo todo: que los que quieran a alguien se entiendan y se pongan de acuerdo, que se compenetren a largo plazo, que la rutina no lo estropee todo... Ya supongo que ningún método, por sofisticado que sea, puede controlar eso. Pero, leche, unos mínimos sí que se podrían garantizar. Por ejemplo, un, dos, tres, responda otra vez: la atracción mutua.
Qué menos, ¿no? No digo que a maromazos como Gerard Butler o Brad Pitt les tengan que gustar todas las que babean por ellos, porque claro, los pobres no darían abasto. Me refiero a las atracciones estas inexplicables que surgen con gente normalita, que a ti misma no te parecen un adonis y que sin embargo, por lo que sea, te atraen. Por un olor, por hormonas, feromonas, magia potagia... por lo que sea. No me digáis que, por lo menos en estos casos concretos, el sistema de emparejamiento no podría organizarlo para que los implicados coincidieran y fuera mutuo. Oye, pues ni eso. Que ya me veo a los iluminados creadores del párrafo de arriba debatiendo:
-Entonces colocamos las feromonas compatibles A, B, C en las personas que viven por zonas cercanas, para que tengan más posibilidades de coincidir y atraerse mutuamente.
-Ay, chico, mira que te gusta complicarte la vida, qué más dará, tíralas así a voleo y donde caigan. Y no hables tan alto, anda.
Y claro, así pasa lo que pasa, que luego tienes al lado a Maromazo Interesante, al que tú le harías un favor encantada, mientras él pasa de ti tres pueblos o está a por uvas. Y el caso es que, en un local con música altísima, él se te acerca mucho para hablarte y tú sólo puedes pensar: "Aléjate, que no sé cuánto más me voy a poder contener antes de darte un muerdo que haga temblar el misterio," Y ahí sigue Maromazo, a por uvas.
Ya puede esconderse la panda de iluminados creadores del sistema parejil, porque como los pille.. les va a faltar Speedytown para correr.
viernes, 5 de octubre de 2012
¿Cómo os han encontrado?
¿Creeis que se puede morir por sobredosis ciclista? ¿O por agotamiento bicicletero? Yo empiezo a pensarlo. Me he pegado todo el día recorriendo Speedytown sobre dos ruedas y no puedo ni con el pelo. De hecho, ahora mismo, cortarme las dos piernas a la altura de la cintura para que dejen de dolerme tanto no me parece una opción tan descabellada.
Total, que todo esto es para deciros que este viernes no actualizo, que no me da la vida. Que ya si eso este finde me pongo a escribir en serio. O no, porque un supervillano que controla el tiempo me manda ataques los viernes, sábados y domingos para que esos días pasen más rápido que los demás y no me cunden nada de nada. Pero en fin, se intentará.
Lo que sí voy a hacer es utilizaros, otra vez, de oráculo. Y si, ya sé que no os tengo en nómina, pero bueno, creo que esto puede interesarnos un poco a todos. Porque sé que a muchos os preocupa el anonimato, que vuestro entorno descubra vuestro blog, que vuestra vida en 3D se mezcle con la virtual sin que podáis controlarlo. Y por eso pregunto qué precauciones hay que tomar para evitarlo. Además de las obvias, claro.
El caso es que ya me ha pasado alguna vez, que alguien que apenas me conoce encuentra mi blog como por arte de magia. De un día para otro. Y me extraña porque por estos lares no cuento nada que esté minimamente relacionado con mi doble identidad: por supuesto no le he dado la dirección ni al tato, no utilizo nombres reales y todo está convenientemente camuflado, distorsionado y cambiado de fecha para impedir que alguien me relacione con mi otro yo. En las casualidades de los inescrutables caminos de internet tampoco creo mucho. A largo plazo puede, pero de un día para otro... ni-de-co-ña. Entonces, ¿cómo?
Venga, que sé que hay por ahí unos cuantos que controlan la trastienda bloguera a tutiplén, iluminadnos un poco a los demás. ¿Alguien que pilote de informática puede saber en qué páginas te metes desde tu ordenador teniendo, por ejemplo, tu dirección IP? ¿O sabiendo tu cuenta de correo (no con la que gestionas la administración del blog, claro, sino otra distinta?) ¿Os ha encontrado alguien dándole como ÚNICA información "tengo un blog"? ¿Y como lo han consegido?¡CONTADNOS! Para que no nos pase a los demás, digo...
Total, que todo esto es para deciros que este viernes no actualizo, que no me da la vida. Que ya si eso este finde me pongo a escribir en serio. O no, porque un supervillano que controla el tiempo me manda ataques los viernes, sábados y domingos para que esos días pasen más rápido que los demás y no me cunden nada de nada. Pero en fin, se intentará.
Lo que sí voy a hacer es utilizaros, otra vez, de oráculo. Y si, ya sé que no os tengo en nómina, pero bueno, creo que esto puede interesarnos un poco a todos. Porque sé que a muchos os preocupa el anonimato, que vuestro entorno descubra vuestro blog, que vuestra vida en 3D se mezcle con la virtual sin que podáis controlarlo. Y por eso pregunto qué precauciones hay que tomar para evitarlo. Además de las obvias, claro.
El caso es que ya me ha pasado alguna vez, que alguien que apenas me conoce encuentra mi blog como por arte de magia. De un día para otro. Y me extraña porque por estos lares no cuento nada que esté minimamente relacionado con mi doble identidad: por supuesto no le he dado la dirección ni al tato, no utilizo nombres reales y todo está convenientemente camuflado, distorsionado y cambiado de fecha para impedir que alguien me relacione con mi otro yo. En las casualidades de los inescrutables caminos de internet tampoco creo mucho. A largo plazo puede, pero de un día para otro... ni-de-co-ña. Entonces, ¿cómo?
Venga, que sé que hay por ahí unos cuantos que controlan la trastienda bloguera a tutiplén, iluminadnos un poco a los demás. ¿Alguien que pilote de informática puede saber en qué páginas te metes desde tu ordenador teniendo, por ejemplo, tu dirección IP? ¿O sabiendo tu cuenta de correo (no con la que gestionas la administración del blog, claro, sino otra distinta?) ¿Os ha encontrado alguien dándole como ÚNICA información "tengo un blog"? ¿Y como lo han consegido?¡CONTADNOS! Para que no nos pase a los demás, digo...
miércoles, 3 de octubre de 2012
La segunda ronda
(Aclaración previa. Esta entrada se me ha ocurrido leyendo los comentarios del post anterior, en los que la opinión casi unánime es que hay por ahí un maromo que me quiere tomar el pelo, porque la opción B, es decir, que sienta algo verdadero por mí, es poco menos que imposible. Esto me ha hecho darme cuenta de lo mucho que confían mis lectores en mi capacidad de seducción y en mis posiblidades de enamorar al personal. Así que, por la parte que me toca, tengo que deciros que muchas gracias y que yo también os quiero ;P Dicho lo cual...)
Cuando se llega a determinada edad hay que ser consciente de que, en la vida en general y en cuestiones sentimentales en particular, todo el ganado que te cruzas viene ya de segunda ronda. Con unos cuantos años a sus espaldas, la gente ya ha vivido de todo: flechazos, pasiones desbocadas, dramones desgarradores, tragedias griegas... Pocos son los que no tienen ya en su curriculum amoroso una relación larga y seria (seria de verdad) en forma de matrimonio, convivencia durante muchos años y hasta hijos, si me apuráis. Incluso los que no presentan en su expediente nada de esto, en realidad, también han vivido sus equivalentes. Una condena de larga duración con un perro del hortelano de los malos, computa como una ruptura horrible, porque es tan dañina o más. Un amor no correspondido alargado durante muchos años también te mutila emocionalmente. Y es que, de no usarlo para nada real, se te pudre una parte del corazón y al final hay que amputar para que la gangrena no se extienda al resto del cuerpo. Es así.
La cuestión es que, a estas alturas, todos estamos un poco tarados en temas afectivos y empezar algo nuevo con alguien significa, casi siempre, meterse en terreno pantanoso. Mis sabios lectores decían en la entrada anterior que la cosa se complica aún más cuando alguno de los implicados está saliendo de un matrimonio, y yo estaría de acuerdo, si creyera que gente se casa por las razones adecuadas. Pero no lo creo. Y no hago más que encontrarme casos a mi alrededor que lo demuestran.
Personas que se casan porque llevan muchos años con su pareja "y es lo que toca". Iluminados a los que lo único que les hace ilusión es la fiesta y el vestido que se van a poner ese día. Insustanciados que creen que sin un esposo/a la sociedad les considerará unos perdedores. Impacientes que lo que quieren es reproducirse sin pensar detenidamente si la persona que tienen al lado es la idónea para una cuestión tan importante. Tristes que se conforman con su novio/a actual porque no han podido estar con quien realmente querían y son demasiado cobardes para arriesgarse a conseguir algo mejor. Gente (muchíiiiiiiisima gente) que no sabe estar sola y prefiere la opción de "mal acompañado". ¿Casos de estos? En mi entorno, a porrillo. Y seguro que en el vuestro también.
En estos matrimonios "de mentira", el "para toda la vida" no es lo más importante. A veces, ni siquiera forma parte de la ecuación. Por eso creo no es mucho más traumático salir de ellos que de una mala ruptura, de las que casi nadie nos hemos librado.
Lo que está claro es que, a determinadas edades, el que quiera meterse en la jungla sentimental, que lleve un buen machete para quitar la hojarasca, un sólido escudo que le proteja de proyectiles y leches varias y una cuerda resistente, atada a firmes asideros, para escalar por ella cuando se caiga (o le empujen) a los pozos negros que aparezcan por el camino. Bueno, y que la vida reparta suerte, porque si no...
Cuando se llega a determinada edad hay que ser consciente de que, en la vida en general y en cuestiones sentimentales en particular, todo el ganado que te cruzas viene ya de segunda ronda. Con unos cuantos años a sus espaldas, la gente ya ha vivido de todo: flechazos, pasiones desbocadas, dramones desgarradores, tragedias griegas... Pocos son los que no tienen ya en su curriculum amoroso una relación larga y seria (seria de verdad) en forma de matrimonio, convivencia durante muchos años y hasta hijos, si me apuráis. Incluso los que no presentan en su expediente nada de esto, en realidad, también han vivido sus equivalentes. Una condena de larga duración con un perro del hortelano de los malos, computa como una ruptura horrible, porque es tan dañina o más. Un amor no correspondido alargado durante muchos años también te mutila emocionalmente. Y es que, de no usarlo para nada real, se te pudre una parte del corazón y al final hay que amputar para que la gangrena no se extienda al resto del cuerpo. Es así.
La cuestión es que, a estas alturas, todos estamos un poco tarados en temas afectivos y empezar algo nuevo con alguien significa, casi siempre, meterse en terreno pantanoso. Mis sabios lectores decían en la entrada anterior que la cosa se complica aún más cuando alguno de los implicados está saliendo de un matrimonio, y yo estaría de acuerdo, si creyera que gente se casa por las razones adecuadas. Pero no lo creo. Y no hago más que encontrarme casos a mi alrededor que lo demuestran.
Personas que se casan porque llevan muchos años con su pareja "y es lo que toca". Iluminados a los que lo único que les hace ilusión es la fiesta y el vestido que se van a poner ese día. Insustanciados que creen que sin un esposo/a la sociedad les considerará unos perdedores. Impacientes que lo que quieren es reproducirse sin pensar detenidamente si la persona que tienen al lado es la idónea para una cuestión tan importante. Tristes que se conforman con su novio/a actual porque no han podido estar con quien realmente querían y son demasiado cobardes para arriesgarse a conseguir algo mejor. Gente (muchíiiiiiiisima gente) que no sabe estar sola y prefiere la opción de "mal acompañado". ¿Casos de estos? En mi entorno, a porrillo. Y seguro que en el vuestro también.
En estos matrimonios "de mentira", el "para toda la vida" no es lo más importante. A veces, ni siquiera forma parte de la ecuación. Por eso creo no es mucho más traumático salir de ellos que de una mala ruptura, de las que casi nadie nos hemos librado.
Lo que está claro es que, a determinadas edades, el que quiera meterse en la jungla sentimental, que lleve un buen machete para quitar la hojarasca, un sólido escudo que le proteja de proyectiles y leches varias y una cuerda resistente, atada a firmes asideros, para escalar por ella cuando se caiga (o le empujen) a los pozos negros que aparezcan por el camino. Bueno, y que la vida reparta suerte, porque si no...
lunes, 1 de octubre de 2012
En la cocina
Se levanta al oír ruidos en la cocina.
-¡Vaya! ¿Ya despierto? Con la tajada que te agarraste ayer creía que no abrirías el ojo hasta las seis de la tarde, como pronto.
-Quería prepararte el café antes de que te levantaras. Es lo mínimo después de que me prestaras tu sofá.
-Ya, bueno, no estabas en condiciones de coger el coche y hacer un viaje de media hora hasta tu casa.
-Y tanto. Estoooooo, tengo algunas lagunas, ¿dije muchas tonterías?
-Unas cuantas
-¿Por ejemplo?
-¡Ah, no colega, no! Escarnio público cuando estemos todos en las cañas de esta tarde, no pienso adelantarte ninguna primicia.
-Bueno... Hay cosas que sí recuerdo...
-¿Como qué?
-Como que te besé.
-...
-Pero no me acuerdo de lo que me dijiste.
-Porque no te dije nada.
-¿Y?
-¿De verdad vamos a mantener esta conversación? ¿En serio?
-Eso parece, me he hecho fuerte en tu cocina y aún no han aparecido los GEOS para librarte.
-Sólo tengo una palabra que decirte: MU-JER. En concreto la tuya, la que te espera en casa.
-Lo hemos dejado. Bueno, ME ha dejado. Dice que yo estoy enamorado de otra.
-¡¡¡¡¿¿¿Tú????!!! ¿¿¿De quién???
-De ti.
-¡Pero si hasta ayer hacía años que tú y yo no nos veíamos!
-Ya, bueno, yo también pensé al principio que ella estaba loca... pero resulta que tenía razón. Anoche me di cuenta.
-Es coña, ¿no? Aún te dura el pedo.
-No
-Pero, no entiendo...
-Yo tampoco. Pero ¿cuándo hemos entendido algo de lo que pasaba entre nosotros?
-Nunca
-Pues eso
-Pero... ¿Cómo? ¿Desde cuándo?
-Desde siempre.
-¡Si lo has negado siempre!
-¿Y te lo creías?
-No mucho.
-Es... Eres... Era difícil.
-Todavía lo es.
-Ya
-Necesito un café.
-¡Vaya! ¿Ya despierto? Con la tajada que te agarraste ayer creía que no abrirías el ojo hasta las seis de la tarde, como pronto.
-Quería prepararte el café antes de que te levantaras. Es lo mínimo después de que me prestaras tu sofá.
-Ya, bueno, no estabas en condiciones de coger el coche y hacer un viaje de media hora hasta tu casa.
-Y tanto. Estoooooo, tengo algunas lagunas, ¿dije muchas tonterías?
-Unas cuantas
-¿Por ejemplo?
-¡Ah, no colega, no! Escarnio público cuando estemos todos en las cañas de esta tarde, no pienso adelantarte ninguna primicia.
-Bueno... Hay cosas que sí recuerdo...
-¿Como qué?
-Como que te besé.
-...
-Pero no me acuerdo de lo que me dijiste.
-Porque no te dije nada.
-¿Y?
-¿De verdad vamos a mantener esta conversación? ¿En serio?
-Eso parece, me he hecho fuerte en tu cocina y aún no han aparecido los GEOS para librarte.
-Sólo tengo una palabra que decirte: MU-JER. En concreto la tuya, la que te espera en casa.
-Lo hemos dejado. Bueno, ME ha dejado. Dice que yo estoy enamorado de otra.
-¡¡¡¡¿¿¿Tú????!!! ¿¿¿De quién???
-De ti.
-¡Pero si hasta ayer hacía años que tú y yo no nos veíamos!
-Ya, bueno, yo también pensé al principio que ella estaba loca... pero resulta que tenía razón. Anoche me di cuenta.
-Es coña, ¿no? Aún te dura el pedo.
-No
-Pero, no entiendo...
-Yo tampoco. Pero ¿cuándo hemos entendido algo de lo que pasaba entre nosotros?
-Nunca
-Pues eso
-Pero... ¿Cómo? ¿Desde cuándo?
-Desde siempre.
-¡Si lo has negado siempre!
-¿Y te lo creías?
-No mucho.
-Es... Eres... Era difícil.
-Todavía lo es.
-Ya
-Necesito un café.
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