Barcelona, 23 de Mayo de 2008
Estimados señores de Telefónica,
El pasado día 12 de Mayo, lunes, llamé a su número de “atención” al cliente 1004 para solicitar la contratación de un servicio DUO de ADSL a 3 MB con tarifa plana de servicio de telefonía, incluyendo un router inalámbrico. Se me pidieron todos los datos, incluido un número de teléfono móvil (que, por supuesto, di), para, supuestamente, informarme de cuándo el repartidor llevaría el pack a casa o en caso de que hubiese alguna incidencia, y se me ofreció contratar el TRIO (con televisión) o IMAGENIO (que no se qué incluye, y, sinceramente, no me interesa, yo lo que necesitaba era teléfono y ADSL), a lo que explícitamente dije que no. Se me dijo que en un máximo de diez días recibiría en casa el pack con las instrucciones de instalación.
Ayer, día 22 de Mayo (es decir, superado ese “máximo” de diez días), y a la vista de que no recibía noticias ni en un sentido ni en otro, decidí llamar de nuevo al 1004 para preguntar qué pasaba. Sí, podría haberlo mirado en telefonicaonline.com (igual que les podría enviar esta reclamación desde allí, en lugar de por fax), pero para ello necesitaba tener internet, cosa que, como no me habían enviado el pack, no podía hacer. La señorita que me atendió me confirmó que tenía pedido un DUO, y me dijo que el problema es que no tenían mi móvil para poder ponerse en contacto conmigo y confirmar que habría alguien en casa en el momento en que fuera el repartidor. Dado que SÍ había dado mi móvil, eso sólo puede aducirse a dos causas, a saber: que la señorita que me atendió en primer lugar no tomase nota correctamente, o bien que la señorita que me atendió en segundo lugar estuviese escurriendo el bulto. No se por qué, me inclino por la segunda opción. Y, en cualquier caso, la excusa es francamente estúpida, porque tal vez no tuviesen el móvil (que ya digo, no lo creo), pero sin duda tenían el número de fijo, a donde NO hicieron ningún intento de llamar. En fin, que vuelvo a dejar mi número de móvil, y me dicen que antes del lunes podré tener ya conexión a internet.
Hoy, día 23 de Mayo (van doce días) recibo, a las nueve de la mañana, una llamada de mi padre, diciendo que le han llamado de telefónica para decir que vendrían hoy a instalar el servicio, y para preguntar si teníamos alguna salida de teléfono cercana a la televisión, porque era necesaria para poder instalar el servicio de televisión. Y yo empiezo a contar despropósitos:
· El supuesto plazo máximo de entrega se ha superado largamente (dos días sobre diez es un 20%, y eso es mucho).
· Después de aducir como excusa para la tardanza que no tenían un número de móvil para ponerse en contacto conmigo, la línea que usan para hacerlo es… la fija. Con lo cual, la excusa queda desmontada y se cae por su propio peso. No necesitaban el móvil para nada.
· Yo NO había contratado un servicio de televisión, y así se me había confirmado el día anterior: DUO, (ADSL a 3 Megas y telefonía).
Llamo de nuevo al 1004 y me dicen que no, que allí tengo apuntado un TRIO. Cosa que yo no solamente no he pedido, sino que he dicho explícitamente que no quiero, y que además, el día anterior se me ha confirmado que no es lo que he pedido. Es decir, que o bien las operadoras son unas ineptas a la hora de hacer su trabajo (no anotan los datos que piden, no anotan bien las contrataciones), o bien lo que son es demasiado buenas trabajadoras, y cambian los servicios contratados a placer y en beneficio de la compañía. Y si cuela, cuela, supongo. Pues miren, no cuela. La telefonista que me atiende en esta ocasión me ofrece dar de baja el TRIO y volver a contratar el DUO, pero ante mi pregunta me confirma que sí, que eso supondría volver a esperar otros diez días (que visto lo visto, serían otros doce, y eso contando con que mi número de móvil no desapareciera de nuevo y quien tuviese que llamarme fuera lo bastante inteligente como para darse cuenta de que TAMBIÉN hay un número fijo al que se puede llamar).
Dado que yo el internet lo uso, entre otras cosas, para trabajar, y que a estas alturas del chiste ya me estaba saliendo humo de las orejas por la ineptitud, falta de respeto al cliente y falta de seriedad del que hace gala su empresa, le digo que no, que me dé de baja de todo menos de la línea telefónica (y, básicamente, porque esta no depende de mi), que ya buscaré otra compañía que no tome a sus clientes por tarados mentales ni intente estafarlos (porque el único nombre que puede recibir el cambiar arbitrariamente el servicio por otro más caro es el de estafa) de forma tan burda. Y le pido el teléfono de reclamaciones. Me dice que tal cosa no existe, que (y aquí el cinismo del que hacen gala alcanza ya cotas exquisitas) si creo que tengo algún motivo para reclamar que lo he de hacer por telefonicaonline.com., COSA QUE NO PUEDO HACER PORQUE, POR SU CULPA, POR SU INCAPACIDAD PARA HACER CORRECTAMENTE SU TRABAJO, NO TENGO INTERNET. Finalmente, logro que me diga que también existe un fax al que puedo enviar la reclamación, le pido que me lo de, y, dado lo que tarda en encontrarlo, me imagino que se pone a buscarlo en una agenda de sobremesa. Y en ese tiempo, a mi, que estoy ya hasta los cojones del tema y de ustedes, se me escapa un sonoro “panda de inútiles”, cosa que dije y que, a la vista de la relación de hechos previamente expuesta, SOSTENGO. A lo que ella se ofende y me cuelga sin darme el número de fax.
Finalmente llamo de nuevo, y la señorita que ahora me atiende me da inmediatamente y sin dilación el número de fax.
Ya he dicho antes que la línea telefónica no depende de mi (como podrán comprobar si comprueban el número de teléfono que adjunto a pie de firma, no está a mi nombre, sino a nombre de otra persona con mis mismos apellidos, que es mi padre), y que por tanto no tengo potestad para darla de baja, y que en lo que respecta a la conexión a internet pasaré a confiar en otra empresa que no intente tomar el pelo a sus clientes, así que esta carta, más que una reclamación en sí, es, en parte una pataleta (que, al fin y al cabo, es para lo que valen las reclamaciones ante empresas del tamaño de Telefónica), y en parte una reclamación de explicaciones sobre su nefasto funcionamiento.
Atentamente, y esperando que al menos tengan la vergüenza torera de contestar (a ser posible al número de móvil, que aquí les dejo muy clarito, para que no haya nuevas dudas),
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