lunes, 9 de abril de 2007

T

Soy el agente Q.
Pero pueden llamarse simplemente Q.
Nada de preguntas. Los que conocen mi verdadera identidad ya no están entre los vivos.
Como espía, no es vanidad reconocer que soy el mejor del mundo. Soy despiadado, implacable, letal.
Mis métodos son la razón de mi éxito.
Simples, efectivos, elementales, son de una sencillez extrema.
Jamás van a verme colándome por una claraboya. No hay lugar al que no pueda acceder sin ensuciarme las rodillas regalando la dosis adecuada de dinero.
¿Karate, aikido, taekwondo? Eso es para novatos que no pueden darse el lujo de seis guardaespaldas bien fornidos.
Mis enemigos no conocen mi voz. Apenas el rugido de mi pistola. Los diálogos los dejo para los James Bond de las películas.
Mi jefe, el señor X, me encomendó una nueva misión.
El agente T fue sorprendido entregando valiosa información a nuestro más encarnizado enemigo.
Debe morir.
Mi misión: debo hallarlo y darle muerte.
Muchos agentes lo han intentado y nadie logró dar con su paradero.
Mis métodos, mucho más sencillos e imprevisibles, serán efectivos. T, cuídate, estoy tras tus pasos.

6 buscadores apelaron:

Anónimo dijo...

Desde hace tiempo me viene siguiendo el agente Q. Hago lo posible para escapar, pero no puedo convencerlo de que yo soy Mister T, no el Agente T

The Bug dijo...

O lo tiene en la mira por creer que es un agente o bien anda detrás de toda su bijouterie y su cadenaje.

Anónimo dijo...

No se ría de mí; es muy feo ser un perseguido político.

The Bug dijo...

Perdone usted, no quise ofenderlo.
Bueno, s� si quise, pero "poquitito".

Anónimo dijo...

Perdona bonita de cara yo tambien quiero eso y me aguanto por que no puedo pagarlo.Que tu seas rica no significa que todo el mundo lo sea.

The Bug dijo...

Anónimo, creo que usted está mal de la cabeza.