Seguimos con la restauración del reloj de pared. El miércoles acabé de decapar la caja de madera y le di tratamiento anticarcoma después lo metí en una bolsa y así estará hasta el lunes que viene para que el líquido actúe bien en la madera.Aparte de la madera se tiene que ir recuperando las diferentes partes que forman parte de la caja como los cristales en el que dediqué una entrada y en esta ocasión lo que se va hacer es proceder a la limpieza del marco de los cristales biselados de la parte inferior de la puerta.
En la fotografía de arriba podemos ve un detalle del marco, la zona que está más brillante ha sido limpiada con agua, amoníaco y lana de acero. Las piezas son de latón. Al frotar simplemente con la lana de acero empezó a salir el brillo del metal pero con el amoníaco nos aseguramos una limpieza más profunda en las zonas más ennegrecidas y que tienen algo de óxido.
El marco iba soldado por lo que tendré que soldarlo en el momento en que tenga que colocar el cristal a modo de vidriera en su lugar y fijarlo con unos junquillos de madera y sus correspondientes clavitos.
Las piezas del marco todavía no están acabadas simplemente limpié por algunas zonas para que en la fotografía se pudiera ver el contraste de la zona limpia y la que todavía no está. Según el resultado final igual lo llevo de nuevo a chorrear con agua y arena pero hasta que no esté del todo limpio no se lo que haré. Cuando restauré el perchero con los colgadores metálicos de mi abuela lo llevé a chorrear y el resultado fue expectacular. Os dejo el link de cuando restauré el
perchero.
La semana que viene empezaré a tapar con masilla los agujeritos de carcoma y una vez tapados lijaremos.
El reloj está prácticamente acabado queda por colocar el cierre de la puerta, los soportes metálicos que sirven para nivelar el reloj en la pared y poca cosa más.
Esta tarde he colocado los cristalitos a modo de vidriera y han dado bastante trabajo pero al final con paciencia se ha conseguido y éste es el aspecto que presenta el reloj acabado. El miércoles ya lo podré traer a casa y colocarlo en la pared.
Sin restaurar
Restaurado
Después de un tiempo ausente vuelvo con la restauración de la caja del reloj de pared que hoy lunes hemos dado por finalizada.
Lijé la masilla, dimos dos capas de tapaporos, lijado entre capa y capa y finalmente el acabado con la gomalaca. Éste es el resultado nada que ver con cómo estaba el reloj cuando llegó a mis manos. 
Ahora empezaré a montar los cristales en la puerta y por último instalar de nuevo la maquinaria en su lugar correspondiente. La verdad es que la caja del reloj ha dado un poco de trabajo porque la madera estaba muy carcomida y a la mínima que se lijaba empezaban aparecer nuevos agujeritos que estaban ocultos.
En la primera imagen se pueden ver los cristalitos redondos que va en los laterales de la caja del reloj a modo de ojo de buey. Se puede comparar el antes y depués una vez lavados con agua, amoníaco y un cepillo de dientes. 
Detalle de los cristalitos de la vidriera que estaban sueltos y que tendremos que volver a montar en su armazón y que pertenecen a la parte inferior de la puerta. También se observa como el que aparece en la parte superior ha sido limpiado contrastando con la suciedad de los otros dos.
El antes y depués del resto de la vidriera una vez limpiado y colocados los cristalitos sueltos en su lugar correspondiente. Como he comentado al principio los cristales los lavé con agua caliente, amoníaco y frotando con un cepillo de dientes en deshuso. 
Pues aquí os presento mi nueva adquisición o mejor dicho lo que me han regalado. Un reloj de pared antiguo. El barniz de la caja está en muy mal estado y tiene bastante carcoma pero seguro que se le puede dar una segunda oportunidad a este precioso reloj.
En la fotografía de arriba un detalle del reloj, el péndulo y el cristal que va en la parte inferior de la puerta. El péndulo se pulirá para que recobre su brillo.
Detalle de la parte superior y donde va ubicado el reloj.
Detalle de la parte inferior donde va el cristal a modo de vidriera con sus cristalitos biselados.
Detalle de un lateral del reloj. Se aprecia un ojo de buey donde también va un cristal redondeado que sacamos.