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sábado, 14 de marzo de 2009

La Chica Del Vestido negro (ultima parte)


Expuse mi cuello –veía sus dientes por el rabillo del ojos- estaba sintiendo miedo y excitación a la ves, su hermoso cuerpo pálido encima del mió, los placeres eran incontrolables.

Se acerca lentamente, sin dejar de mirarme a los ojos, llegando a mi cuello, sintiendo su respiración, un soplo frío que me erizó la piel, su labios empezaron a tocar mi cuello, cerré mis ojos esperando el dolor que me iba a causar esa chica, esa hermosa vampiro del vestido negro.

El dolor fue muy fuerte, pero a la vez me dio un placer que nunca había sentido, la sangre corría por todo mi cuello y pecho, sentía como su lengua recorría los dos profundos huecos que acababa de hacerme, mis gemidos –no por el dolor- si no por el placer que me estaba causando esa chica un orgasmo incontrolable nos profundizo en los mas oscuro de las sombras con gemido gigante –el mejor de toda mi miserable vida-

Intente separarme de ella pero no me dejo –tenia un gran fuerza, increíble para un mujer- pero seguía chupándome la sangre y me sentía débil, sin fuerzas ya empezaba ver borroso, me fije en mis manos que estaban desesperadas por salir estaban pálidas a la luz de la luna, mis ojos querían cerrarse pero el terror de lo que pudiera pasar no me dejo, pero ella seguía hay chupando hasta que se separo de mi y lo ultimo que escuche de ella fue:

Gracias chico, me has alimentado, lastima que tengas que pagar con tu vida- con una sonrisa llena de sangre de par en par- mitras mis ojos se cerraba debilitados y una profunda oscuridad lleno mis ojos, había muerto, el silencio recorría mis oídos, todo por la chica del vestido negro que se alimento de mi sangre, de mi cuerpo, succionando cada gota vital de mi alma…

Ese era el precio que tenia que pagar por el mejor orgasmo

miércoles, 11 de marzo de 2009

La Chica del vestido negro (parte 4)


El miedo recorrió mi rostro al ver esos enormes colmillos, de la excitación y el placer que tenia hacia esa mujer del vestido negro pase al terror ¿Qué coño era? ¿Un maldito monstruo que solo yo pensaba que existan en los libros de Anne Rice y en las películas?

- Tranquilo chico- dijo con una voz muy cambiada a la que yo escuche en el baile, era una voz tenebrosa con un pequeño chirrido y como si le faltara aire – o no lo necesitaba para respirar- veía sus senos al aire, pálidos como el resto de su perfecto y escultural cuerpo a pesar del miedo y de que quizás moriría esa misma noche a manos de esa desconocida criatura había todavía un grado de emoción y excitación.

Su lengua recorrió mi mejilla lentamente, y su mano bajo por todo mi pecho hasta llegar a mi entrepierna y acariciarme. Ella miro a mis ojos –y en ese preciso momento todo miedo desapareció de mi mente y cuerpo- mis labios besaron los suyos sin importar su dientes, sabia que ese deseo estaba prohibido y que lo pagaría muy caro al finalizar pero no me importo, solo existía ella en ese momento, mis manos terminaron de quitar su vestido negro, completamente desnuda ante mis ojos, su palidez era la mas hermosa del mundo.

Ella con una rapidez increíblemente termino de quitar toda mi ropa, sentándose entre mis piernas y la penetración se hizo inminente, empezó a moverse con una delicadeza. me mordí el labio pensando en que era la mejor noche de mi vida con esa exquisita mujer que hace algunos minutos atrás tenia un vestido negro. Mis manos presionaba su espalda, sintiendo su piel pálida entre mis manos.

No, nos importo si alguien estaba cerca los gemidos se habrían escuchado a muchas cuadras a la redonda, a punto de llegar al cielo al orgasmo. Veo sus dientes.

-no te preocupes, es mucho mejor que tener muchísimos orgasmos a la ves- dijo ella con una voz entrecortada por las fuerza de la penetración que yo le daba y así expuse mi cuello a mi amada chica del vestido negro.

Lo que no sabia, era el precio que tenia que pagar por ese orgasmo.

domingo, 8 de marzo de 2009

La chica del vestido negro (parte 3)


Caminamos hacia los jardines con esa hermosa chica, su piel pálida brillaba a la luz de la luna –había algo diferente en ella- no era la misma chica. Ya no era la atrevida chica gótica que me hablo en el baile, estaba como vulnerable. Sentía que había una gran conexión entre nosotros dos.

-Sabes, me siento muy bien contigo- comento en voz baja, casi inaudible
-yo igual nunca había conocido a alguien como tu, de verdad nunca- y su increíble sonrisa volvió a aparecer en su rostro de porcelana pálida –sabia que ella supo que nunca había conocido a alguien como ella de verdad- las estatuas de Ángeles con sus pieles grisáceas y grandes en tamaños nos veían con sus ojos sin expresión, había un pequeños asientos hechos de cemento en los cuales nos sentamos, ella no quería hablar de su vida, cada ves que le preguntaba algo referente a ella, siempre intentaba cambiar de tema, era muy misteriosa, pero nunca intentaba averiguar de mas, por que siempre su pálidos brazos que se asomaban por las mangas del vestido negro siempre llamaban mi atención.
Sus finos labios pintados de un color vinotinto oscuro se me hicieron tan deseables, tan húmedos, lentamente acerque mi cara hacia la de ella. Nuestros labios se encontraron y una electricidad recorrió todo mi cuerpo, la excitación que tenia desde que vi a esa chica en el salón de baile exploto en un mar de placer junto a ella, en ese mismo jardín ocultado por los grandes matorrales decorativos que hay se encontraban, los besos fugases recorrieron toda su boca, nuestras lenguas se entrelazaban una a la otra, sentía que amaba a esa chica que a penas acababa de conocer. Su manos recorrieron mi espalda y mi cuello –acariciando sobre todo esa parte- mis manos recorrían su cintura, acariciando el fino vestido negro, bajando lentamente por todo su cuerpo hasta sus piernas, que se sentían suaves a pesar de las medias largas y negras que tenia. Note que la respiración de esa chica que ni nombre sabia estaba empezando a acelerarse la excitación también estaba llegando a ella. Ella empezó a desabotonar mi camisa y yo la deje hacerlo –aunque el miedo me carcomía ya que iba a ser mi primera vez, además en los jardines del colegio- ella acariciaba mi cuerpo mientras la miraba a sus ojos.

-tranquilo tu vida cambiara a partir de hoy- lo dijo mostrando unos dientes afilados en su boca- el pánico recorrió mis ojos ¿Qué mierda era ella? ¿Qué eran esos dientes?


No se si llamarle vida… pero si cambio.

viernes, 6 de marzo de 2009

La Chica Del Vestido Negro (parte 2)


Me sentí tan atraído hacia esa mujer, su belleza gótica era increíble, mientras nuestras palabras se cruzaban una a otra, su voz sonaba tan sensual y exquisita, cada movimiento, cada sonrisa, cada pedazo de piel que se asomaban por su vestido negro, eran un llamado al placer.

-¿Dime eres de por acá, nunca te había visto?- dije en un tono que pareciera atractivo
- la verdad no, aunque me encanta esta ciudad, llevo siglos visitándola- contesto ella con una sonrisa irónicamente divina

¿Siglos? Será una exageración de ella- pensé sin darle mucha importancia-
-¿bailamos? Dijo ella sin esperar que yo contestara y su cuerpo se acerco mucho al mió, hasta sentir el tacto de la seda de su vestido y de sus manos enredándose por mi cuello-

Los movimientos eran lentos a pesar de la música que era rápida y muy electrónica, pero las luces verdes y azules que iluminaban en salón al ritmo del sonido, hacían que esa chica danzara solo para mí. Pude sentir la envidia de muchos chicos a mí alrededor y la furia de muchas chicas, por no ser la que robaba todas las miradas en ese estupìdo baile.

Me sentí el hombre mas afortunado del mundo, por tener la chica que llamaba la atención, ser el único al que ella le presto atención. Nuestros cuerpos juntos bailaban cada ves más juntos, sintiendo el calor, la excitación drenaba por todo mi cuerpo, me sentía enamorado, extasiado, a punto de morir por ella, y ella por mi, lo sabia. Su mirada fija en mi, viendo el fuego en sus ojos oscuros supe que esa chica del vestido negro era para mi, que me pertenecía que era mía.

-¿Vamos a un lugar mas privado?- insinúa ella con esa increíble mirada y una sonrisa especial, esperando que solamente yo la viera en ese momento tan privado entre nosotros dos.

-claro, no hay problema es mejor estar solos a que nos mire todo el mundo- estaría solo con esa chica el resto de la noche, todo podía pasar.


Y claro, que todo paso, pero no exactamente lo que yo esperaba.

jueves, 5 de marzo de 2009

La chica del Vestido Negro (parte 1)



Esa noche, no era como cualquier noche, estaba más oscura. Mas placentera, había un aire de felicidad –pero a mi no me engañaba ese aire- sabia que algo se estaba tramando, que algo estaba a punto de suceder.

Esa noche decidí salir al baile –nunca me gustaron los bailes- además que la gente piensa que soy un bicho raro que se refugia en la oscuridad de la noche –lo cual tenían un poco de razón- no quería ser un robot llevado por su música “frikki”. Al entra al gran salón –decorado con muchos colores, demasiada estupidez y falsedad para mi- veo a esa chica vestida de negro, sus ojos tallados en negros implorando una gran noche de placer y masoquismo sexual, mis poros empezaron a vibrar a sentir cosquillas, no se que tenia esa chica gótica que no tenían los demás –mi mente solo estaba con ella- .

Tenia miedo a acercarme a ella –sobre todo por que me di cuenta que no era el único chico que la miraba.- y además quien se fijaría en este chico gótico igualmente vestido de negro y que no tenia amistades, además de los afiches de bandas góticas muy pocos conocidas en el mundo entero.

Nuestras miradas se cruzaron un segundo, mi corazón dio saltos dentro de mi –pensé que me saldría por el pecho, al menos era una forma interesante de morir- ella se acercaba cada ves a mi, mientras mis pensamientos explotaban imágenes excitantes y mis pies congelados ni el suelo sentían –llegue a preguntarme si así se sentía morir- cada ves mas cerca de mi, ella me sonríe –me congelo aun mas- veo su piel totalmente pálida he igualmente excitante, llega hasta a mi, y simplemente se acerca a mi oído a hablarme entre el sonido de la música y me susurra –hoy serás mió y de nadie mas-.

Mi corazón se paro, parecía que el mundo hubiera detenido el tiempo, los sonidos se acabaron, solo existía ella y nadie mas, no me importo ni siquiera la pequeña mariposa negra que se posaba en mi hombro izquierdo –el cual ella con un soplo ahuyento-

-y dime por que tan nervioso chico- dijo ella con una voz tan suave y sensual
-yo, este..No yo, no.. Estoy nervioso- susurre sintiéndome cada vez mas entupido


lo que no podía imaginar era que esa chica no es lo que parecía ser… la muerte, el placer y la sangre rondaban por todo su cuerpo.