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miércoles, 25 de febrero de 2009

JABÓN ARTESANAL DE LAVANDA

Este jabón con flores de lavanda natural y esencia de espliego es antiséptico y tiene el agradable aroma de esta hierba, de todos conocido.

Lleva aceites de oliva, coco, girasol, maíz y ricino, además de manteca. El aceite de oliva le proporciona suavidad y los de coco y ricino lo hacen muy espumoso.
La manteca ayuda a crear un jabón duro y suave con la piel al mismo tiempo, así como bastante blanco.

Esta vez he hecho el jabón en  moldes diferentes:  un molde único en forma de barra, un molde de silicona en forma de corazón y otro individual liso.  El jabón en barra, una vez desmoldado, lo he cortado en forma de jabones individuales. Las flores de lavanda están repartidas dentro del jabón y espolvoreadas en su superficie, salvo en el caso del jabón individual en forma de pastilla que he dejado blanco.

Este jabón huele mucho cuando está recién hecho, pero el aroma se suaviza y se hace mucho más agradable transcurridos unos días.

El jabón todavía sin desmoldar:


La barra desmoldada con todas sus imperfecciones:


Y convertida en pastillas (los recortes sobrantes de los bordes siempre los aprovecho para hacer jabón por el método de refundido):



El jabón en forma de corazón, anverso y reverso:

 
Y la pastilla:

 
Recuerda que si quieres comprar alguno de mis jabones, puedes  escribirme un mensaje mediante el formulario que se encuentra al principio de este blog, o bien yendo al Mercadillo de MR.

sábado, 14 de febrero de 2009

REFUNDIDO DE JABONES: JABÓN DE AMARETTO Y GROSELLA NEGRA

Refundir jabón es una manera muy práctica y rápida de obtener un nuevo jabón a partir de una base neutra o de varios restos de jabones que podamos tener en un determinado momento. En esta entrada quiero explicar el proceso para hacerlo, que es muy sencillo.

MATERIAL NECESARIO

Jabón ya elaborado; si queremos que el jabón resultante sea natural y ecológico, escogeremos un jabón o jabones base que ya lo sea.
Elementos adicionales a nuestra elección, tan variables como nuestra imaginación. Aceites con propiedades especiales (almendra, jojoba, onagra, caléndula...), diferentes de los habituales aceites-base para el jabón (oliva, coco, maíz...); lácteos como leche de cabra o vaca o suero de leche, otras leches como la de almendras o soja, elementos exfoliantes o emolientes como almendra, trigo partido, avena...y si queremos algún elemento que, además de tener propiedades para la piel, sea especialmente decorativo, como pétalos secos, copos de avena, etc.
Rallador de queso, picadora o cuchillo para reducir el jabón a fragmentos muy pequeños
Ollas o cazo esmaltado o de acero inoxidable para fundir el jabón
Espátula de madera o acero inoxidable para remover.

PROCEDIMIENTO

Con el rallador o la picadora, o en todo caso con un cuchillo afilado y mucha paciencia, picamos el jabón para que sea más fácil fundirlo. Después lo ponemos en el cazo junto con algo de agua.Normalmente se suele poner  agua, pero yo esta vez he utilizado suero de leche, pues tengo siempre mucho como resultado de la elaboración de yogur griego casero o "requesón de yogur".

Debemos asegurarnos de que la mezcla no hierva ni se caliente excesivamente en ningún momento: podemos optar por un fuego muy bajo (el fogón más pequeño a fuego muy lento) o por el sistema de baño maría.

Vamos removiendo mientras los trocitos de jabón se van disolviendo y fundiendo.


Cuando ya prácticamente están fundidos todos los pedacitos de jabón y por tanto no va a hacer falta tener al calor la mezcla mucho tiempo más (en este momento parte del agua ya se habrá evaporado) podemos ya añadir los primeros ingredientes enriquecedores del jabón. En este caso han sido los siguientes:

-Una cucharada de aceite de almendras dulces
-Una cucharada de almendra molida
-Una cucharada de licor amaretto
-Una cucharada de miel de acacia biológica. Esta miel, clara y transparente, es fantástica si queremos que el jabón no se oscurezca demasiado por efecto de la miel.
-Esencia de almendra amarga, que intensificará el aroma a licor amaretto.

Una vez incorporados, pues, seguimos removiendo un ratito, pero con el cazo ya fuera del fuego.

En realidad, no es completamente necesario que todos los trocitos de jabón queden fundidos. Si quedan algunos enteros, añadirán carácter a nuestro nuevo jabón.

Una vez la mezcla tiene la consistencia deseada, procedemos a incorporar los elementos decorativos:
en esta ocasión he utilizado mezcla de frutas para infusión (con grosella negra) y compota de ciruela roja. Es importante elegir ingredientes de la mayor calidad posible y lo más artesanos que se pueda.
Mi compota de frutas es comercial, pero contiene sólo ciruelas, azúcar, ácido cítrico y especias. La mezcla para infusión es  de cultivo ecológico.

Aunque las frutas y flores secas se pueden distribuir homogéneamente en la mezcla, esta vez he optado por el sistema de ponerlas en la base del molde en una capa no muy gruesa...

...sobre la cual verteremos con cuidado nuestra mezcla fundida:


Después incorporaremos la compota: vertiendo cucharaditas suavemente sobre el jabón, éstas se sumergirán parcialmente:

 
Y ya hemos  terminado con nuestro jabón. Sólo nos queda esperar a que endurezca en el molde suficientemente para poderlo desmoldar. He aquí los jabones recién desmoldados.

  
Todavía tendremos que esperar unos días hasta que esté duro; entonces ya lo podemos utilizar.  
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domingo, 1 de febrero de 2009

MI JABÓN NATURAL ARTESANO

Estos son los jabones artesanos naturales que he creado hasta ahora...Esta afición se está convirtiendo en una de mis preferidas: genera muchas satisfacciones. El proceso mismo de hacer jabón, con su algo de alquimia, los resultados, y sobre todo los beneficios para nuestro cuerpo. Realmente se nota cuando estás usando un producto totalmente natural.

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viernes, 30 de enero de 2009

PASTEL DE CHOCOLATE Y MIEL...PARA MIS AMIGAS DE MUNDORECETAS

Bueno, chicas, este pastel va dedicado a vosotras, sobre todo a las que habéis abierto mi post de este pastel...y soportado a esta cocinera loca!!!
Primero la foto:

 
Y después la receta:
INGREDIENTES: 
Jabón de coco simple, como por ejemplo, el jabón base de Xelene 
Dos cucharadas de chocolate fondant para postres
Una cucharada de miel
100 gramos de manteca de cerdo
Aroma de chocolate o miel  
Almidón cosmético para baño
Media taza de agua destilada
ELABORACIÓN
Rallamos el jabón y lo ponemos al baño maría junto con los demás ingredientes salvo la aromatizante y el almidón.
Lo vamos removiendo hasta que se funda, ayudando si es necesario con los dedos


 

 
Lo vertemos en nuestro molde especial para jabones, que cuya base habremos forrado previamente con plástico de burbujas para embalar:

Lo espolvoreamos con el almidón para baño y presionamos con cuidado con los dedos para que se integre:


 
Una vez está sólido, lo desmoldamos y lo cortamos a nuestro gusto, y al cabo de un mes (si el jabón base era reciente) ya nos podemos bañar!!!

 
Bueno, chicas...ya veis que no estaba tan rico como algunas creían..
Pero en el plato...¿a que da el pego?

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domingo, 25 de enero de 2009

HACER JABÓN CASERO CON SOSA PASO A PASO

Quisiera en esta entrada de mi blog explicar paso a paso cómo se elabora jabón a partir de grasas, sosa y agua como ingredientes esenciales.

Para ello he elegido una receta sencilla con aceites de coco, oliva y prímula y también con manteca de cerdo. Estos ingredientes producen un jabón blanco bastante espumoso.

Para embellecer el jabón he utilizado cubitos de jabón oscuro, pero los principiantes pueden omitir esto.

Si es la primera vez que hacemos jabón de sosa, es importantísimo que tomemos una serie de precauciones, pues la sosa es una sustancia que manejada inadecuadamente puede ser muy dañina.

Muchas personas, como me ocurrió a mí durante bastante tiempo, no se atreven a hacer este tipo de jabón porque saben (y nunca hay que olvidarlo) que la sosa es peligrosa y que un accidente con ella puede tener consecuencias graves e irreparables: si va a parar a la piel la quema, y no hablemos de lo que ocurriría si nos salpicáramos los ojos con ella o alguien la ingiriera por descuido.

Sin embargo, con las debidas medidas de precaución nos aseguraremos al 100 % de que nada desagradable ocurrirá: también podemos quemarnos o quedarnos ciegos si manejamos mal el aceite al freír, y sin embargo freímos cada día sin ningún temor. Por esto, no hay ningún motivo para limitar nuestra actividad jabonera al jabón de glicerina...éste es precioso y muy vistoso, pero limitarse a él es como comer sólo platos precocinados!

Vayan pues, antes de la técnica y las recetas, las medidas de precaución que nunca se deben obviar.
Por favor, léelas atentamente antes de pasar a la receta.

PREPARACIÓN DEL LUGAR:

-Si es posible, dedicaremos un lugar específico para elaborar el jabón. Sería ideal que no fuera la cocina, pero si no tenemos más remedio que trabajar en ella evitaremos hacerlo mientras nosotros u otra persona está preparando alimentos.

-Retiraremos de nuestra superficie de trabajo (que siempre protegeremos con periódicos, por ejemplo) cualquier alimento o utensilio que usemos para la alimentación. Cuando terminemos de trabajar, lo retiraremos todo y lo guardaremos en lugar seguro. La sosa se parece demasiado a la sal.

-PRECAUCIONES CON EL MATERIAL Y UTENSILIOS

-Preferiblemente tendremos unos utensilios específicos para elaborar jabón, especialmente espátulas y recipientes en que pesamos la sosa y mezclamos la sosa con el agua. Dichos utensilios pueden ser de plástico resistente al calor, de cerámica, cristal o acero inoxidable. Nunca de aluminio, que reaccionaría con la sosa. Nunca ningún ingrediente, ni la mezcla una vez hecha, debe tocar nada de aluminio.

-Las cacerolas en que mezclamos y fundimos los aceites y grasas y las jarras o recipientes en que mezclamos los aceites con la sosa no hace falta que sean específicos para la elaboración de jabón.
Sin embargo los recipientes en donde pesamos la sosa y mezclamos la sosa con el agua sí que conviene que sean de usar y tirar. La batidora puede ser la que usamos normalmente en la cocina siempre que la limpiemos bien. Al fin y al cabo, lo que queda en ella ya es jabón.


-PROTECCIÓN IMPRESCINDIBLE:

-Utilizaremos guantes durante todo el proceso; también se aconsejan gafas protectoras. Mejor manga larga y pantalones; cuanto menos superficie de piel expuesta, mejor.

-Si utilizamos batidora (tenemos la opción de hacerlo a mano, pero tardaremos mucho más) cuidaremos de no llenar excesivamente el recipiente, de mantener siempre las cuchillas sumergidas para que no salpique y de utilizar algún protector para evitar salpicaduras.

-Tendremos siempre a mano una botella de vinagre abierta por si nos salpicáramos la piel en cualquier momento del proceso. El vinagre, aplicado rápidamente, neutraliza la acción de la sosa.

-Cuando al principio del proceso mezclemos la sosa con el agua lo haremos preferiblemente al aire libre. Yo hago el jabón en la cocina, que tiene puerta a la coladuría. Para mezclar la sosa con el agua cojo mi recipiente, echo la sosa en el agua, abro la puerta de la coladuría y voy removiendo mientras saco la mezcla al aire libre, alejando el rostro del recipiente para evitar respirar los vapores que se producen. Pongo el recipiente en un lugar seguro y estable (en mi caso en el suelo detrás de la lavadora) y no dejo salir a persona ni animal acceder a la coladuría hasta que he recuperado el recipiente. Mientras tanto, de vuelta a la cocina mezclo los aceites y grasas, los caliento aprovechando para fundirlos, preparo los moldes forrándolos o engrasándolos, etc.

En resumen, las normas fundamentales serían:

-Alejar los alimentos del lugar en donde estamos trabajando
-Protegernos con manga larga, pantalones, gafas y guantes. Tener a mano una botella de vinagre
-Si utilizamos batidora, asegurarnos de evitar salpicaduras
-Al mezclar la sosa con el agua, echar la sosa al agua (suavemente), nunca al revés
-Poner a buen recaudo la mezcla de sosa mientras no la usemos


En realidad, lo realmente peligroso al elaborar jabón es:

-No mantener siempre la sosa en perlas o escamas en un lugar seguro. Que no se nos derrame ni un gramo sobre la superficie de trabajo o el suelo al pesarla, no dejar tampoco el bote abierto en ningún momento y guardarlo escondido de manera que nadie lo pueda encontrar. Taparlo con su tapa, meterlo en una bolsa cerrada con un nudo, ésta dentro de otra esconderlo en un altillo es lo ideal.

-Salpicarse o tocar con la piel descubierta la mezcla de sosa y agua.

Una vez hemos mezclado la sosa con los aceites y hemos conseguido la emulsión, ya no es tan peligroso. Naturalmente si nos salpicamos sentiremos una leve quemazón y tendremos que recurrir al vinagre, y si tocamos la mezcla con las manos se nos resecarán y sentiremos picazón, pero ya no es tan grave.

Vayamos pues con la receta y la técnica. Naturalmente hay muchas recetas; ésta es sólo la que corresponde a las fotos que os muestro. Sin embargo la técnica es siempre la misma: mezclar sosa y agua, mezclar grasas, juntarlo todo y batir.

Las cantidades deben ser exactas, al gramo. Para elaborar jabón todo se pesa, incluida el agua y los aceites.

INGREDIENTES

170 gramos de manteca de cerdo
255 gramos de aceite de coco
28 gramos de aceite de oliva
5 gramos de aceite de onagra (prímula)
71 gramos de sosa
170 gramos de agua destilada

Optativo:
Esencia de almendra
1 cucharada de leche en polvo
1 cucharada de harina de maíz



ELABORACIÓN

Pesamos la sosa en un recipiente que luego podamos tirar y que esté completamente seco; cualquier tarrina alimentaria servirá.

Apartamos la tarrina con la sosa donde no pueda caerse y en otro recipiente pesamos el agua. Yo uso unos vasos grandes de litro para fiestas, de plástico resistente al calor.

Depositamos con suavidad la sosa en el agua mientras vamos removiendo con una espátula. Hacemos esto en un lugar aireado, alejando nuestro rostro del recipiente y reteniendo un poco la respiración.Inmediatamente tiramos a la basura el recipiente donde hemos pesado la sosa, mejor metiéndolo dentro de una bolsa de plástico con un nudo.

Si tocarmos el recipiente con la mezcla líquida notaremos que la mezcla se va calentando; por eso no podemos usar plástico poco resistente o fino.

Mientras la mezcla de sosa y agua reposa (no conviene usarla tan caliente) seguimos con la preparación. Este proceso no es ya peligroso.

Si no hace calor, el aceite de coco se encontrará en estado sólido. Ponemos el envase dentro de un cazo al baño maría.

Pesamos la manteca, el aceite de oliva y el de onagra.

Cuando el aceite de coco está fundido, pesamos igualmente la cantidad requerida.

Mezclamos los aceites y grasas, salvo el de prímula en una olla de acero inoxidable o esmalte y los ponemos a fuego suave para que se calienten un poco y se funda la manteca. Una vez fuera del fuego, añadimos el aceite de prímula.

Preparamos los moldes según la receta y técnica: esta vez los he engrasado con manteca, una capa muy fina, y he cubierto la base de algunos con plástico de burbujas para crear un efecto original.



Este molde ya tenía unas marcas atractivas y no lo he forrado:



Preparamos y medimos las esencias, colorantes y aditivos varios si vamos a utilizarlos. Si vamos a usar trocitos o lonchitas de jabón, las cortamos también.

Preparamos también la batidora, con su recipiente y protector

A estas alturas de la preparación, la mezcla de sosa y agua ya se habrá entibiado más o menos a la misma temperatura de los aceites y ya podemos empezar. Recordad que tenemos que estar armados con guantes y gafas protectoras.

En esta foto se ve el recipiente con la mezcla de sosa y agua, los moldes preparados y los trocitos de jabón.



Echamos la mezcla de sosa y agua con cuidado en la cacerola con los aceites



Vertemos la mezcla de la cacerola en el recipiente de la batidora; no debe quedar muy lleno, máximo hasta la mitad. Si hay demasiada cantidad, haremos el proceso en dos veces. La mezcla de sosa y aceites no se espesa mientras no la batamos, puede esperar.Además, si hacemos el jabón en dos veces podemos aprovechar para hacer variaciones: perfumar con diferentes esencias, añadir jabones a trocitos de diferentes colores...Incluso podemos teñir una de las partes para al juntarlas crear un efecto marmolado. En esta tanda yo he dejado una parte sin perfumar y la otra la he perfumado con esencia de almendra y la he enriquecido con una cucharada de harina de maíz y una de leche en polvo.


Introducimos la batidora en el recipiente y acoplamos el protector.

Notad que a estas alturas hay dos partes separadas dentro del recipiente.Nuestro objetivo al batir es crear una emulsión homogénea.

Empezamos a batir la mezcla a golpes breves de batidora. Un segundo de batir y paramos, así varias veces. Luego batimos un poco durante más tiempo; la mezcla debe adquirir en muy poco tiempo un aspecto de mayonesa o natillas; entonces ya está lista para verter en el molde. En este momento añadiremos las esencias y aditivos (colorantes, elementos naturales) si las usamos, batiendo un poquito más para que se incorporen.




Vertemos la mezcla en el molde poco a poco; toda si no usamos los trocitos de jabón. Golpeamos suavemente el molde contra la superficie de trabajo para eliminar las bolsas de aire, aplanamos con una espátula o el dedo (con guantes!) la superficie.

Si usamos trocitos de jabón echamos primero la mitad de la mezcla en el molde

.

...y a continuación la mitad de los trocitos. Luego el resto de la mezcla y el resto de trocitos, que hundiremos con suavidad en su superficie para que no vayan a parar al fondo como los anteriores.



Ponemos los moldes a buen recaudo; hay que taparlos no hermeticamente durante las primeras 24 horas; podemos envolverlos con trapos o toallas. Yo los meto en una caja especialmente dedicada al jabón y la tapo sin cerrarla.


Ponemos los moldes en un lugar seguro y ya sólo tenemos que esperar que nuestro jabón esté suficientemente sólido para desmoldarlo.



Cuando la mezcla está recién vertida en los moldes tiene un aspecto brillante; pocas horas después ya se habrá puesto mate y habrá empezado a solidificarse...

Este jabón se puede desmoldar el mismo día. La parte que lleva aceites esenciales, harina de maíz y leche en polvo queda más blanda, con lo que conviene dejarlo unas horas en el frigorífico para desmoldarlo fácilmente.

Recordemos que el jabón no está listo para usarse hasta que ha saponificado; es decir, hasta que la sosa ha perdido completamente su agresividad dentro del jabón. Y ello ocurre al cabo de semanas, normalmente mínimo un mes. Entonces el jabón se podrá usar ya, pero de todas maneras si lo dejamos "curarse" más tiempo será aún de mejor calidad.

El jabón justo después de desmoldarlo:

 
  
Cortamos el jabón a nuestro gusto:

 
  
Los trocitos de jabón oscuro le dan un aspecto muy atractivo, que aumentaremos cortando los bordes del jabón: