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viernes, 7 de octubre de 2011

UN ARSENAL SIN PLAN B


Arsenal y Arsène Wenger ya hace 15 años que conviven en un proyecto cambiante y presumiblemente ganador.

En sus inicios, el entrenador francés optó por un modelo basado en la consolidación de una defensa robusta y de experiencia, inglesa en su totalidad, con nombres como los de Adams, Keown, Dixon o Winterburn. A ellos sumó el centrocampista Patrick Vieira, que le acompañaría a lo largo de sus mejores años futbolísticos en la aventura gunner, y dejando la magia atacante en las botas de un de los mejores delanteros del mundo entonces, Dennis Bergkamp.
Jugadores en su mayoría conocidos en el fútbol mundial que poco a poco fue revistiendo con una mezcla de promesas y jugadores talentosos. Con dicha filosofía se fueron incorporando al Arsenal jugadores como Henry, Pires, Overmars, Petit, Ljungberg, Campbell, A.Cole... que darían el plus necesario para volver a convertir al equipo del norte de Londres en un candidato capacitado para coronarse en la Premier League. Así llegaron, pues, los mejores años de Wenger en el Arsenal, ganando 3 ligas en 8 años y haciéndose con el subcampeonato en 4 ocasiones más. Por lo tanto, exceptuando el primer año de Wenger en el banquillo del Arsenal, los 7 siguientes años luchó por el título liguero, quedando como ganador o subcampeón.

Era un proyecto ambicioso, sin grandes inversiones ya que fichaban jugadores a menudo secundarios en sus equipos pero con una alta proyección futura desaprovechada. Un plan A que funcionaba, daba espectáculo y una regularidad a la hora de ganar trofeos que el Arsenal no tenía des de los años 30.

Pero un día llegó Cesc Fàbregas, el niño prodigio catalán que simboliza el cambio de filosofía en el Arsenal. Las estrellas iban decayendo en su juego y cayendo del equipo por jugosas cantidades en el momento preciso en que su fútbol se venía abajo. Un degoteo constante de figuras que cogían las maletas rumbo a otros equipos, ligas, o incluso la retirada. Bergkamp colgó las botas, Vieira no se identificó con el equipo joven y de futuro que Cesc lideraba, a Ljunberg le fueron pesando los años, Pires mantuvo su calidad pero necesitó de una liga con un ritmo de juego mucho menor a la inglesa para seguir rindiendo como lo hizo en el Villarreal, la zaga inglesa que tanta seguridad dio en sus inicios al equipo de Wenger fue retirándose también, Cole optó por la propuesta del Chelsea, etc... Henry fue el último en abandonar el barco rumbo a Barcelona y entonces Van Persie quedó, casi por descarte, como la estrella del equipo junto a ese joven catalán que crecía a pasos agigantados. El holandés es otro ejemplo del modelo, llegado para progresar y convertirse en figura mundial pero con la diferencia que sus primeros años los convivió con grandes estrellas de las que aprender y no como líder improvisado.

La metamorfosis del Arsenal coincidió con su devacle deportiva, consiguiendo tan solo 3 trofeos menores en los siguientes 8 años. Se apostaba por los jóvenes para una idea de futuro de calidad futbolística y un modelo que fuera la referencia a nivel mundial. El problema es que los jóvenes deben aprender y se quedaron sin iconos a quienes intentar tirar túneles en los entranamientos o a quienes emular sobre el terreno de juego.

La historia reciente del Arsenal es por todos conocida, y cuando Van Persie sigue siendo la única estrella del equipo año tras año es que algo no encaja. Un proyecto fallido que parece no tener plan B, pues siguen apareciendo jóvenes talentos que podrían aportar mucho al fútbol mundial en los próximos años pero que tienen que ser autodidactas frente a un televisor y no junto a sus compañeros. En camino están los Wilshere, Diaby, Song, Walcott, Ramsey, etc... títulos no darán seguramente, fútbol esperemos que sí, porque atesoran mucho, pero esto seguramente ocurra lejos del Emirates Stadium.

Redactor - Roger Llorens

martes, 18 de diciembre de 2007

MÁS BALAS PARA LOS PISTOLEROS DE MODA: ROBIN VAN PERSIE

Esta es ya la cuarta temporada de Robin Van Persie en las filas del Arsenal y, tras la marcha de su ariete titular Thierry Henry, estaba llamada a ser la temporada de su consagración.
Todos los rotativos británicos cargaban sobre el joven holandés la responsabilidad de hacer olvidar a su estrella gala. De hecho, la delantera titular debía tener en él y el togolés Adebayor sus piezas clave. Tampoco parecía que a Van Persie le pesara esa carga, más bien le motivaba a iniciar por primera vez en su carrera una temporada como referente en un gran equipo. Y es que el pasado de Van Persie no ha sido precisamente el que cualquier niño sueña, aunque gran parte de la culpa la tiene la controvertida personalidad del de Rotterdam.

Fichando a los 19 años por el Feyenoord comenzó a dar destellos de sus dos principales facetas: la de gran talento y la de chico rebelde. Pese a su elegancia con el balón y su capacidad goleadora, los problemas con el entrenador del Feyenoord le relegaron a la suplencia en muchos encuentros, incrementando su malestar y haciendo más grande un problema que a priori no debería existir cuando se trata de uno de los mejores jugadores de un equipo.
Se evidenció un divorcio entre los directivos del Feyenoord -que querían blindar a su diamante en bruto- y el entrenador -que lo castigaba a jugar con los reservas cada domingo-. El resultado fue que Van Persie nunca renovó y que se interesaron por él algunos equipos europeos pese a su mala fama a nivel personal. El Arsenal -entre otros como Valencia o Sevilla- fue quien pujó más fuerte por él, sentenciando que su carácter problemático se debía al sentimiento de incomprensión.
Llegó al Arsenal avalado por Wenger y por un montante de 5 millones de euros. Pese a ello, Van Persie se encontró al llegar con un fichaje que rivalizaba con él en posición: Reyes. El español fue titular la mayoría de encuentros, haciendo que el holandés volviese a notar el frio del banquillo.
Pero las oportunidades iban llegando, y Robin demostraba una calidad exquisita y un olfato goleador envidiable para un jugador de banda o como segundo punta.

Así, tres campañas después de su llegada a Londres, y no habiendo sido un titular fijo todavía, este año se presentaba como un reto para Van Persie. La temporada pasada ya se destapó y supo conectar con Henry con gran acierto, llegando a ser su recambio en la prolongada ausencia por lesión del francés.

Aunque toda historia tiene un "pero", y éste ha sido la prematura lesión de Robin en un partido de clasificación para la Eurocopa con la selección holandesa. Su consagración debía esperar, aunque es evidente que el Arsenal no le ha echado excesivamente en falta, pues su fútbol está en la cúspide europea.
Pese a este inicio espectacular de los gunners, el domingo volvió a jugar Van Persie en Premier, demostrando en pocos segundos que realmente puede convertirse en la pareja de referencia junto a Adebayor.
Frente al Chelsea revolucionó el ataque gunner e inquieto a Cech en varias ocasiones pese a los pocos minutos que disputó. Se le vio activo, sediento de balón, de gol. Siempre se ofreció, buscó el marco, también ofreció asistencias... Escasos 15 minutos en los que devolvió a sus aficionados el calor de su izquierda prodigiosa.

Con Van Persie recuperado el Arsenal gana muchos enteros en ataque, y lo hace todavía más temible tanto en liga como para el "afortunado" que le toque el equipo de Wenger en el cruce de octavos de la Champions.
Y es que Robin puede jugar por banda, aportando desborde, anarquía posicional, asistencias medidas y llegadas sorpresivas. O también puede jugar en punta, dándole ritmo propio al ataque y sumiendo en la duda a las defensas, pues nunca saben si buscará portería o un pase imposible.

El Arsenal encabeza la clasificación de la Premier, y tras el retorno de Van Persie puede acabar de consolidarse como un rival imbatible esta campaña en la que están funcionando a un nivel altísimo la mayoría de sus jugadores.

Van Persie en números (desde su llegada al Arsenal):
Temporada 2004/05 - 41 partidos, 10 goles, 1 asistencia
Temporada 2005/06 - 38 partidos, 11 goles, 1 asistencia

Temporada 2006/07 - 30 partidos, 13 goles, 8 asistencias

Redactor - Roger Llorens