Lo primero que tenemos que hacer es el tocino de cielo. Lo mejor es hacerlo el día antes para que repose toda la noche en la nevera.
Se prepara un almíbar con el agua y el azúcar en un cazo a fuego lento. Hay que ir removiendo sin parar hasta obtener un almíbar de media hebra. Este es el primer tocino de cielo que he hecho y andaba un poco preocupada con lo de la media hebra. Pero eso que es??? Leyendo por internet, vi un consejo que decía que se sabe que el almíbar está a media hebra cuando lo coges con el pulgar y el indice y al separarlos se forma como un hilito. NOOO lo hagáis... me quedé sin sensibilidad en los dedos.... Para resumir, yo lo tuve una media hora y cuando levantas la cuchara y ves que cae formándose un hilito pues listo!
Una vez que el almíbar este hecho, se deja enfriar y se reserva.
Ahora en un bol aparte, batimos las yemas y los huevos e incorporamos el almíbar ya frío suavemente.
Ponemos el caramelo en el fondo del molde donde vayamos ha hacer la tarta. No sirve uno de estos desmontables. Yo compré tres moldes de papel aluminio.
Encima del caramelo, vertemos la mezcla que hemos hecho con los huevos y el almíbar pasándola por un colador para evitar que se nos cuele algún grumo. Metemos en el horno al baño maría durante una hora a 170 grados. Para lo del baño maría yo puse el agua directamente en la bandeja del horno y encima mi molde con el proyecto de tocino.
Cuando ya está cocido, sacamos del horno, dejamos enfríar y a la nevera.
Para el bizcocho, simplemente batimos los huevos en un bol y añadimos el resto de ingredientes; mezclamos bien a mano o con ayuda de la batidora y lo ponemos en nuestro molde previamente engrasado con mantequilla. El tiempo de cocción es unos 15 minutos a 180 grados. Yo preferí hacer el bizcocho en dos veces así que dividí los ingredientes en dos moldes. Tened en cuenta que necesitáis usar un molde del mismo tamaño que el tocino de cielo; entendéis ahora porqué compre tres moldes de aluminio, no? ;)
Una vez que los bizcochos estén hechos, dejamos enfriar.
Ahora tenemos que quitar las "jorobitas" de los bizcochos para que nos quede una superficie lisa y podamos montar la tarta sin problema. Ya sabéis, que cuando hacemos un bizcocho, siempre queda una pequeña joroba (no sé como darle un nombre más técnico... quizás montañita??)
Hacemos el sirope. Recordad: sirope caliente sobre bizcocho frío.
Ponemos en un cazo el agua y el azúcar a fuego alto hasta que hierva. Bajamos el fuego y lo dejamos durante unos 15 minutos más. Retiramos y añadimos el licor.
Humedecemos el bizcocho con el almibar uniformemente. Es aconsejable que el bizcocho absorva una cantidad de almibar antes de regarle otra. Cuanto más borrachito, más bueno estará.
La natilla de chocolate para el relleno, no tiene gran misterio.
Ponemos en un cazo 2 vasos de leche y le añadimos el chocolate troceado para que se derrita antes; lo dejamos calentar a fuego lento removiendo de vez en cuando para que no se pegue el chocolate al fondo del cazo. Mientras tanto, disolvemos un sobre de natilla en polvo en 250ml de leche. Cuando la leche del cazo empiece a hervir, le añadimos la mezcla que hemos hecho con el preparado de natillas removiendo constantemente durante unos 3 minutos. Yo siempre compre el chocolate con leche de la marca Nestlé pero esta vez usé el de Hacendado que es más barato y en realidad lo hace Antiu Xixona y quedó la natilla muy rica.
Ya, con la natilla hecha, montamos la tarta. Ponemos una capa de bizcocho con cuidado sobre nuestro tocino de cielo que aun sigue en el molde. Encima del bizcocho, untamos generosamente la natilla y tapamos con la otra base del bizcocho. Luego envolvemos todo con papel transparente y a la nevera.
A la hora de desmoldar, damos la vuelta y tenemos un poco de cuidado para quitar el molde, no se nos vaya a rajar el tocino. Si habéis usado un molde desechable, podéis ayudaros haciendo unos pequeños cortes en los lados con el cuchillo.
Espero que os animeis, y me contéis que os parece.