Melodías dehonrosas

Aquel violón tenía la perversa costumbre de pasearse por los callejones solitarios buscando presas femeninas para agredirlas musicalmente.

Intervención armónica

La ópera es una buena cirugía auditiva.

Aprendiz

Tocaba la guitarra con emoción. Sus curvas de mujer, la suavidad de la madera. Lo que aún no podía era interpretar melodías.

Do, re, mi... sólo mi

Era un músico tan arrogante y centrado en sí mismo, que todas sus sinfonías eran en clave de mi.

Serenata inversa

Desde el balcón, la música llegaba a los peatones, enamorándolos.

Maestro I

Cuando tenía que interpretar El Lago de los Cisnes, Karajan pedía la varita mágica a un mago amigo, para usarla como batuta.

Maestro II

Bernstein acaba de dirigir La Novena. Girándose hacia el público, recibe una avalancha de aplausos desacompasados que atruena en sus oídos. De manera imperceptible, mueve su batuta hasta convertirla en una perfecta y cerrada ovación.

Corchea

Las lágrimas de la musa cayeron como notas en el pentagrama del músico enamorado.

Odiseautor

La SGAE demanda a las sirenas. Ulises es detenido. Penélope se lo bajaba por el Emule.

New York

Lorca supo verlo: los músicos negros de Haarlem son muy flamenquitos.

Más humo

Jazz: esa nota caracoleaba en el aire, al compás del humo del cigarro.

Humo

En aquella vieja foto del sombrero de Lester Young hasta el humo del cigarro parecía tener swing.

Foto: Lester "Prez" Young's Hat de Herman Leonard

Birdland

Extraña criatura The Bird. Sus dedos y su música tocaban el cielo. Y sus venas el infierno.

Negro sobre blanco

La historia del Jazz parece estar escrita en blanco y negro. Mas negro que blanco.

Hijos de la noche

Las partituras del jazz no pueden leerse a la luz del día. Son hijas de la noche.

Entre algodones

A los negros esclavos del delta les callaron la voz, pero ellos hicieron sonar (y soñar) al viento entre los campos de algodones. Inventaron el Blues. Inventaron el Jazz.