Sin título

Este fin de semana salí a pasear por el campo. Ya sé que es pleno invierno, pero aquí en la costa se pueden encontrar florecillas todo el año y algún que otro animalito. Así que me llevé el macro y aproveché las últimas luces de la tarde para aumentar la serie de  Solitudes.

Olympus OMD + MZuiko 60 macro

Soledades

Últimamente tiendo a procesados desaturados con negros intensos y mucho grano, y estoy reuniendo una serie bastante chula donde la composición es la que manda por encima de todo. Evidentemente es una interpretación como otra cualquiera de la naturaleza, muy alejada de lo que parece que está de moda actualmente en fotografía naturalista. Ejemplo de ello son las magníficas imágenes del fotógrafo francés Bastien Riu, cuyo enlace me pasó el amigo Javier Vecino. 

No nos engañemos, Photoshop nos come el coco, pero en mi caso procuro que sea para llegar a aquella imagen que busco.  Porque eso si es cierto, las fotos antes que en la cámara ya están en mi cabeza, sólo es cuestión de buscarlas.

¿Estética o realidad?

El título de ésta entrada es la gran dualidad de la fotografía. ¿Cual de ellas ha de dominar sobre la otra? No lo sé, a veces me ocurre que cuando paso una temporada haciendo fotografía documental, captando la realidad, echo de menos la liberación de interpretarla estéticamente. Unir ambas facetas sólo está en manos de muy pocos elegidos y creo que hacerse extremista de una sola de ellas es perderse todo lo positivo que tiene la otra. En esta vida no se puede ser extremista de nada, quizá y sólo quizá, lo podríamos ser en defensa del bien común aunque ya no estaríamos hablando de fotografía. 

A veces la estética refleja el sentimiento de los tiempos que corren.