Tras el origen
La chica de las pecas tuvo un
presentimiento aquel día
Después de aquella ofensa que recibió, sin saber lo que
sucedía. Aquellos ojos negros, sobre su pálido cuerpo se hundían. Recordando de
improviso lo que le predijo aquella adivina,
no sabia que decir, mientras ella, de aquella mirada rehuía, tomando de la mano
a su pequeña hermana, trataba de
escapar, pero el poder de aquella
mirada aun la seguía, rasgándole la
espalda ,oliendo su perfume, sabía que se encontraba sin salida
Y de pronto en aquella esquina,
se detuvo aquella soberbia mirada
acecina, hambrienta de sangre. Bien sabia aquella chica que hoy no era su día.
Pues al final nadie supo cual era
el origen de tan horrible pesadilla
Autor: Maria Liberona
Nos vemos en el Blog Maria Jose Moreno