Hola amigos como están?
bueno yo aquí escribiendo versos para poder desahogarme un poco con todo esto que me ha pasado, un poco triste y desanimada... pues quiero compartir con ustedes un pequeño escrito que he estado realizando casi toda la tarde que en cierta forma relata lo que me ha sucedido hasta ahora, pues es el motivo quizás lo ultimo que se encuentra escrito de lo que ha sucedido hoy...
El diario de una extraña
Ciertamente todo era extraño para ella en esa casa
Aunque había nacido en ella, se sentía totalmente
una extraña
De cabello largo ojos profundos y tez blanca
Aquella pequeña niña se sentía verdaderamente atrapada
En aquellas cuatro paredes donde ni siquiera el
sol llegaba
Y de ves en cuando asomaba su rostro, su vista por
aquellas altas ventanas
De
puntillas a veces pues a penas las alcanzaba
Y le sonreía al viento a veces de madrugada, de
tarde y de mañana
y… en medio de las nubes del cielo volaba
muchas de aquellas tardes se le oía conversar en
silencio
con las hojas de los árboles que la saludaban
muchas veces su rostro y ella misma tenían una
gran inmensa tristeza en el alma
más no sabia por que, muchas veces sus ojos y su
mirada se llenaban de lágrimas
mas aun le cantaba al viento, a la luna , al
sol y a aquellas madrugadas
que sin saber por que… de alguna manera la hacían
sentir totalmente solitaria
ciertamente todo para ella le era extraño en aquella
casa
en aquel departamento donde había vivido desde
siempre
simplemente ella se sentía una extraña
aquellos seres la perseguían en cada rincón, en
cada lugar de aquella casa
pues sencillamente al oído le murmuraban
aquellas palabras que ella sencillamente no
entendía
nadie sabia realmente lo que sucedía ,ni lo que pasaba
seres extraños habitaban aquel departamento,
aquella casa
aparentemente todos lo sabían pero nadie decía
nada
y al parecer solo ella los veía pero sus
presencias
todos los sentían en aquella casa
ruidos extraños de tarde, de noche y… a veces de
madrugada
algunos pasos que venían entrando desde la puerta
de la casa
o el tintinear de de los servicios en la cocina
como tenedores cuchillos y cucharas
y en aquella habitación al final del pasillo
siempre a oscuras por donde nadie pasaba
quizás era el lugar más extraño de aquella casa
el solo andar por aquel pasillo sencillamente
aterraba
muchas veces se sentía tan extraña con el cuerpo
pesado
y a veces hasta respirar le costaba
en algunas ocasiones simplemente no se movía del
lugar en donde estaba
y tratando de olvidar un poco, por un momento todo
lo que pasaba
se sentaba en aquel sofá a escuchar aquella música
que tanto le encantaba
pues la hacia sentir un poco más relajada y menos
asustada
una ves sentada en aquel sofá sintió que volaba
quizás fuera de su cuerpo, mucho más allá de todo
y de la nada
no sentía su cuerpo, se sentía realmente liviana
y de pronto al despertar de aquel sueño
abriendo sus ojos cayo de improviso sentada en aquel
sofá donde se encontraba
no sabia muy bien lo que había sucedido, no
entendía lo que pasaba
y su corazón a mil latidos por segundo aceleraba
tratando de calmarse siguió escuchando aquella
música que le encantaba
pero siempre pensando que es lo que pasaba
muchas veces en varios rincones de la casa vio a
aquellos seres extraños
y horribles andar, correr por la casa
nunca jamás entendió que era lo que pasaba pues
tan solo era una niña
más cuando grande quizás la seguían aun más de
cerca aquellos seres extraños de aquella casa
y en tardes o días donde quizás nada pasaba
ella simplemente hablaba con el viento, el sol
asomándose por aquellas ventanas
y bajaba al patio a sentarse tranquilamente en
aquellas gradas
siempre en silencio completamente solitaria
hablando en murmullos de silencios con aquella
rosa roja que le hablaba
nunca entendió lo que aquella rosa le hablaba,
pero de alguna forma se sentía acompañada
en aquel jardín de aquel departamento en donde a
solas jugaba
pequeña niña ya adolescente de tierna mirada
siempre, tal ves simplemente solitaria
con el murmullo de aquellas voces que le hablaban
y aquellos seres que aun la asustaban
su madre alguna ves le contó
que cuando era niña también le pasaba
pues veía a dos mujeres vestidas de negro muy estilizadas
que la miraban junto a la puerta de su habitación
donde se encontraba
y no era la única, pues ella su madre, se
encontraba junto a su hermana acostadas en la cama
pero nunca entendió por que sucedía esto en
aquella casa
más cuando todos se marcharon de aquel lugar
comprando una nueva casa
en el mismo barrio, pues había fallecido su tío
que tanto amaba
ya eran
demasiados los recuerdos que allí se encontraban
quisieron dar vuelta la página
más ella sabia, aquella muchacha que… alguien muy
amado para ella
deambulando por ahí se encontraba
y decidió acompañada de su querida madre ir a
aquel departamento
para invitar a su amado tío a la nueva casa
y así entraron a aquel departamento con mucho
temor
y en silencio recorrieron toda la casa, más aquella
muchacha
simplemente miraba aquella habitación y abriendo
la puerta
entro muy asustada mirando para todos lados
invitando a su tío muy cariñosa y respetuosamente
a aquella nueva casa
más el se fue con ellos apenas lo invito la
muchacha
mas ella al entrar en aquella nueva casa también
se sintió algo extraña
pues al habitarla veía y sentía por las noches que
en el living de aquella casa
muchas personas la observaban, viendo algunas
sombras
y sintiendo el calor que ellas reflejaban
sintió mucho miedo tampoco entendía muy bien que
es lo que pasaba
veía muchas sombras en casi todos los lugares de
aquella casa
mas en una de aquellas reuniones familiares uno de
sus primos más pequeñito
señalo ver a su tío en el patio de aquella casa
pues todos se encontraban dentro de esta ya que
era invierno y nadie estaba fuera de la casa
todos se quedaron sorprendidos y en silencio nadie
se atrevió a decir nada
más una noche en que ella se encontraba enferma
acostada en su cama
sintió que alguien se sentaba a los pies de su
cama
y vio a una mujer mayor de pelo rubio corto y tez
blanca
que los pies y las piernas le acariciaba
más no sintió miedo, aun cuando no conociera
a aquella mujer mayor sentada a los pies de su
cama
pues aquella mujer con una tierna sonrisa la acompaño
toda la noche
hasta que
ella simplemente se quedo dormida
al siguiente día cuando ella se sintió mejor le
contó todo esto
a su madre y a su abuela que siempre estaban junto
a ella
más su abuela al escuchar aquel relato señalo que
aquella señora
era la verdadera dueña de aquella casa
pues habían sido amigas y que el tiempo y los años
las habían distanciado de alguna manera
aquella muchacha se sintió muy sorprendida de lo
que su abuela le contaba
más su abuela le dijo a su nieta que no tuviera
miedo y que aquella persona venia a cuidarla
pues aquella mujer mayor había fallecido hace
algunos años y que la hija de esta
le había vendido a ellos la casa
y poco a poco se fueron desapareciendo, yendo
lentamente aquellas sombras
que la muchacha veía en aquella casa, mas nunca
aquellas sombras
le hicieron algún daño a aquella muchacha,
simplemente la observaban
más cuando paso ya el tiempo
su querida y amada abuela enfermo de una enfermedad
que realmente nadie esparaba
y que a todos sorprendió y dejo con gran pena y
tristeza en el alma
y su querida abuela falleció, la matriarca de la
casa
a la cual todos amaban y adoraban
más a aquella muchacha la tristeza la embargaba
pues sin saber por que, ella sabia cuantos meses
iba a estar
así de cuerpo presente su abuela a quien tanto
amaba
en una de aquellas caminatas con su madre del
brazo
le contó la muchacha lo que ella sabía sobre su
abuela
pero su madre se negó, no le creyó o no le dio
mucha importancia a lo que ella le digiera
más se hizo totalmente real lo que aquella
muchacha a su madre le dijera
nadie creía lo que había sucedido, nadie se lo
esperaba de veras
y se sintió tan grande y tan vacía aquella casa
que era tan pequeña
un vacío, un dolor tan grande una inmensa e
infinita tristeza
más el silencio se sucedió día a día en aquella
casa y sobre aquella inmensa tristeza
ya nunca nada fue lo mismo sin ella
sin aquel ser tan amado, tan querido por todos
su querida y amada abuela…
todos y todos cambiaron en aquella casa
ya no hubieron más reuniones familiares
ni llamadas al teléfono preguntando de cómo se
encontraban
más aquella muchacha se encontraron simplemente
solitarias
una al lado de la otra con una gran e inmensa
tristeza en el alma
pero aun así crecía ese infinito amor entre ellas
una a la otra siempre acompañadas
Autor: Maria Liberona