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26 septiembre 2012

Los príncipes valientes

Le decimos leer y somos nosotros, que corremos entre los bloques de edificios, y sacudimos los troncos de los árboles empapados de lluvia, y cazamos a las arañas en sus telas, y recogemos cascos de botellas de leche y de botellas de champán, y buscamos cobre, bobinas de cobre caídas entre las matas que crecen en los solares, y junto a los huertos, y al sol de las escombreras que hay al lado de cualquier obra. Somos mi amigo y yo, mirándolo todo, palpitando y leyendo a la vez, y haciéndonos tenaces con la tenacidad de las ortigas, de los amarantos, de las malvas que nacen al borde de las vías del tren, o en los basureros, o al pie de los muros de las fábricas, y embebiéndonos del salvajismo de los juncales y de las mimbreras de la orilla del río, e infiltrándonos del vértigo de las torres eléctricas. Y todo esto lo vamos a creer lectura en nuestro leer interminable, sin reparar en que al mismo tiempo estamos latiendo como palpita con su pulso regular una estrella de neutrones o gira despaciosamente la blanca luz de un faro. Porque lo que hacemos es respirar, ser cada uno de nosotros a todas horas, hablar con inquietud y mirar con los ojos muy abiertos, por ejemplo, cuando entramos en el cuarto modesto de la biblioteca de la escuela, y nos detenemos indecisos ante un puñado de libros ilustrados, ordenados en sus estantes metálicos de tuercas y orificios, por los que asoman los extremos de los volúmenes más altos. Así partimos en busca del secreto de las tardes, y marchamos a la captura de la claridad de esos días, y juntos atravesamos la quietud del colegio, y a todo eso también vamos a llamarlo leer, porque para nosotros dos, para mi amigo y para mí, nada va a existir más allá de nuestros libros. En realidad, de tal modo ocurre, lo que hacemos es respirar el aire rutinario que nos rodea, y que para nosotros es ante todo un aire lleno de abecedarios, de caligrafías, y de signos ortográficos y de puntuación, de palabras recién estrenadas, de frases subordinadas en un lugar de clases subordinadas, de pliegos encuadernados que viven despegados dentro de los libros. Y nosotros vamos a llamarle leer a todo eso tan difuso y tan concreto, que a fin de cuentas es ir viviendo, o ir viviéndonos.

***
El principio de Los príncipes valientes, de Javier Pérez Andújar.
Por qué cuando lo leí, hace un par de años, no lo puse aquí, es un misterio que no llego a comprender...

04 septiembre 2012

Verano 2012 - Principios

A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó todo en un arranque de locura, que lo machacó todo por completo. Y, sin que su furia amainara un ápice, barrió el océano, arrasó sin misericordia las ruinas de Angkor Vat, calcinó con su fuego las selvas de la India repletas de manadas de desafortunados tigres y, convertido en tempestad de arena del desierto persa, sepultó alguna exótica ciudad amurallada. Fue un amor glorioso, monumental. La persona de quien Sumire se enamoró era diecisiete años mayor que ella, estaba casada. Y debo añadir que era una mujer. Aquí empezó todo y aquí acabó (casi) todo.

Haruki Murakami - Sputnik, mi amor.

Aunque esto no es un cuento, resulta que sí hay un personaje, un profesor de lengua y literatura al que vamos a llamar Manuel Pérez Aguado (Manolito para los amigos; en el estrado, don Manuel), que es un nombre que no compromete a casi nada, y apenas nada evoca. Quizá la única nota pintoresca en él sea precisamente el hecho de ser profesor de literatura. Hace poco fue a un banco a solicitar un crédito porque anda con ganas de introducir mejoras en el piso. Le demandaron la profesión, invitándolo así a demostrar su solvencia social. Él dijo: "Profesor de lengua y literatura en un instituto de bachillerato", y como el empleado lo mirase por un instante con cierta preocupación no exenta de estupor y piedad, Pérez apartó los ojos y se sintió como el protagonista de El castillo de Kafka: un agrimensor que no ha sido llamado y cuyos servicios no son tampoco necesarios, pero que sin embargo está ahí: gravoso, obstinado y absurdo. Entonces Manuel Pérez Aguado pensó que, al presentarse como profesor, era tanto como si hubiera dicho: soy-alguien-que-sabe. Porque, en efecto, lo primero que podría decirse de un profesor es que es-alguien-que-sabe. El empleado, con su mirada, parecía sin embargo decir: no sabrás tanto cuando no consigues convertir tu conocimiento en dinero, cuando tu sabiduría no te luce en la nómina. Y Pérez se llevó una mano a la cara y hubo de bajar los ojos ante el escándalo de aquella paradoja.

Luis Landero - Entre líneas: el cuento o la vida.

06 agosto 2008

Principio y final (II)

"Ignore què serà de mi després d'aquesta cita.
Inicie, ara, un memorial, un inventari raonat, descriptiu, analític, dels moments de la meua vida en que Ell ha ficat cullerada."

Inici i final de "L'home manuscrit", de Manuel Baixauli.

***

Lamentablemente, es uno de los muchos libros catalanes que no están traducidos al castellano, así que se tendrán que conformar con mi improvisada traducción (mientras, eso sí, redactan una carta a su editor favorito solicitando la inmediata contratación de un profesional para llevar a cabo esta tarea y, ya que estamos, publicar el resultado):

"Ignoro qué será de mí después de esta cita.
Inicio, ahora, un memorial, un inventario razonado, descriptivo, analítico, de los momentos de mi vida en que Él se ha entrometido."

***

Otros, antes que yo, opinaron sobre el libro:
- Llorenç Carreres, a quien, como a mí, le ha gustado la circularidad y que, como yo, les deja los enlaces a las opiniones de otras tantas personas,
- Su, que no puede no leerlo,
- Biel Barnils, que, recién acabado, ya piensa en releerlo,
- Portnoy, ¿incapaz de maravillarse con el doble fondo de la chistera?, o
- Joan, que ha seleccionado una serie de citas del libro, pero ninguna de ellas se encuentra entre las que he seleccionado yo, de las que no me resisto a dejarles otra que estoy segura que no necesita traducción:

De les vides que vivim, qui diria que la real és la més fèrtil?

¿Se atrevería, alguno de los paseantes de Librosfera, a decirlo?

[Aquí, Principio y final (I)]

02 junio 2008

[6 días 6 álbumes] Selma

Para empezar la semana, nada mejor que uno de los principios de álbum ilustrado que más me gustan...



Se trata de un librito (de escasamante 10 x 15 cm) titulado Selma. Su autora, Jutta Bauer, visitó nuestro país el año pasado pero se me escapó. Es también la autora de otras pequeñas joyas como El ángel del abuelo, Madrechillona y La reina de los colores. Pero yo, me quedo con Selma. Porque... ¿quién es capaz de leer estas dos primeras ilustraciones, y no sentirse tentado a seguir leyendo? Y lo mejor es que precisamente lo mejor viene después de esas dos ilustraciones: la historia de la oveja Selma y de lo que hace cada día, de lo que haría si tuviera más tiempo, y de lo que haría si le tocara la lotería. Porque la historia de Selma es la respuesta de la Gran Cabra a los problemas de nuestro anónimo y desesperado perro.

Y miren lo que dice Bauer de su Selma...

"Selma no es un libro infantil. Entiéndanme, los libros están a disposición de todos, si un niño lo lee y le sirve, me parece maravilloso, pero cuando lo escribí, lo hice como un cómic para adultos. (Se ríe.) La verdad es que cuando escribí e ilustré este libro ni siquiera pensé en venderlo. Les cuento lo que sucedió porque fue muy divertido: la historia se me ocurrió unas Navidades como regalo para mis amigos. Hice unos cuantos ejemplares artesanalmente, sin la menor pretensión, en blanco y negro, y se los regalé a mis mejores amigos. El editor de Lappan se quedó tan entusiasmado con el librito que al día siguiente vino a verme y me dijo que era «cuestión de vida o muerte» (se ríe) que ese libro se publicara. Me negué en redondo; si lo publicaba perdería el valor que tenía para mí. Lo había escrito para mis amigos y eso lo hacía especial... Insistió e insistió, y ya ven que lo consiguió, pero fue difícil. Sólo cedí después de la segunda botella de vino (se ríe)."

[
Lean la entrevista completa en la revista Babar. Las negritas son mías.]

Encontrarán Selma recientemente editado por
Los cuatro azules. ¡No se lo pierdan! (Es la primera vez que lo digo esta semana, pero no será la última, seguro).

[Resumen de la serie 6 días 6 álbumes.]

21 septiembre 2007

Estaba oscuro y sospechosamente tranquilo

"Era el mes de septiembre cuando un hombre dejó que su barco fuese arrastrado por las olas hasta un banco de arena, donde lo amarró. O quizá fuese ya octubre, y el lugar, una lengua de tierra que se adentraba profundamente en el mar. El caso es que estaba completamente oscuro y reinaba una calma absoluta. Sólo a la hierba de las dunas parecía no importarle aquello y se doblaba como cuando hay tormenta. El hombre reunió unas cuantas cosas, bajó del barco y fue caminando por el banco de arena, a través de la alta hierba, hasta llegar a una casa abandonada en la que entró. Tras las dunas había una pequeña ciudad y, aunque sus habitantes no eran muy comunicativos, no tardaron en enterarse de que la casa frente a las dunas estaba habitada. La gente no sabía de dónde venía aquel hombre ni a qué se dedicaba, ni tampoco qué había ido a buscar allí. Y eso les fastidiaba. Pero, en vez de ir a preguntárselo, decidieron observarlo. De lo que sí estaban seguros era de que aquel hombre resultaba un tanto sospechoso."

Este es el principio de Estaba oscuro y sospechosamente tranquilo, libro de Einar Turkowski (suyas son también las ilustraciones, como la que acompaña esta entrada), traducido por Marisa Delgado, y publicado por Libros del Zorro Rojo. Pueden leer mi reseña de este libro aquí.

Si quieren saber cómo continúa, y sobre todo como termina (créanme: QUIEREN saber cómo termina...), tienen dos opciones:

a) Leerlo.
b) Venir el próximo viernes 28 de septiembre al tercer encuentro Bitácoras y Libros de Barcelona.
Ustedes mismos...
Feliz fin de semana.

13 febrero 2007

De vuelta

Hace exactamente quince días, estaba redactando una entrada para explicaros a todos que me marchaba durante un par de semanas para poner en marcha un blog colectivo donde coleccionar principios de libros.

Hoy, exactamente quince días después, vuelvo a sentarme delante del ordenador para cumplir con la promesa de volver (aunque de hecho nunca me marchara). Y vuelvo con más noticias sobre Coleccionando principios.

Quince días después, con unas cuantas canas más (las prisas, las emociones, y toda la energía puesta en que esto salga bien), la buena nueva es que coleccionando principios crece. Crece, y su casa se le queda pequeña. Y como de momento en la vida cibernética no hay tantos problemas de vivienda como en la vida real, nos mudamos a un apartamento más grande, más bonito y, por seguir con la metáfora, con “muchas posibilidades”.

Sería demasiado largo de explicar, pero digamos que me he topado con dos ángeles de la guarda que se han encariñado tanto (o más) que yo en el proyecto, y que me hicieron una propuesta imposible de rechazar. Así que ahora, en vez de una neurona detrás de todo esto, hay tres... sin contar con que en estos quince días se han apuntado más de treinta personas a aportar su granito de arena a esta colección colectiva de principios librosféricos. Y el número y las aportaciones, a cuál más interesante, sigue creciendo poco a poco. Y lo seguirá haciendo, siempre que haya gente con ganas de participar.

Ciñéndonos a los aspectos prácticos, el post anterior ha quedado un tanto obsoleto. Lo he actualizado con un enlace a esta entrada, para que los que a su vez enlazásteis con la primera llamada no tengáis que volver a editar vuestros enlaces.

Seguimos aceptando coleccionistas. Tan solo tenéis que daros de alta en esta dirección, y leer la información que encontraréis en breve en el blog (ya estamos en ello).

Así pues, en lo que a mí respecta, aquí seguimos. ¿Están todos ahí? Mañana es San Valentín, así que vayan pensando en sus historias de amor favoritas. Por aquí dejaré una lista de las mías. La romántica empedernida que hay en mí espera sus sugerencias.

31 enero 2007

Se buscan...


... colaboradores.

Gente con ganas de participar en un proyecto conjunto. En un blog de grupo donde cada uno podrá dejar su miga de pan. Sin obligación, solo por placer. Por el placer de los libros. Y solo con una condición: que las migas de pan tengan forma de principios de libros. La primera línea, la primera frase, el primer párrafo, el primer fragmento. Cada uno decidirá donde acaba el principio de un libro, la primera impresión, el primer contacto. Les invito a coleccionar principios en “
Coleccionando principios”.

Hoy en día quedan muy pocas ideas originales. Esta, por supuesto, no es una de ellas. Todo empezó en una lista de distribución, formada principalmente por bibliotecarios estadounidenses, en la que llevo infiltrada desde hace unos años. Leo una ínfima parte de los mensajes, pero en el saco de los leídos fue a caer uno en el que Shannon Jensen, bibliotecaria de Evansdale, Iowa, daba a conocer su blog, titulado “
The hook, the line, and the stinker”, donde, principalmente, comparte con su audiencia la primera frase de los libros que va leyendo. Hay frases que son como anzuelos (hooks) y te absorben; otras, son simplemente frases (lines) que pueden esconder auténticas perlas o solo bisutería; y hay otras que son, literalmente, apestosas (stinkers), y ahuyentarían del libro en cuestión al más ávido lector. La idea me pareció simplemente genial. Alguien tenía que hacer algo así en el ámbito lingüístico del español. Mi exhausta neurona se puso en marcha. Esa noche me costó horas dormirme. Todo, para llegar a dos conclusiones: una, que no podía encargarme de otro blog yo sola. Humanamente imposible sin descuidar Librosfera o Al·lots – Petit Príncep; ergo, dos, necesito vuestra ayuda.

El siguiente paso fue contactar con Shannon por correo electrónico. Le conté, emocionada como una niña con zapatos nuevos, lo que quería hacer y le pedí su consentimiento para llevarlo a cabo. Me agradeció la deferencia, aunque no fuese necesaria. Coleccionando principios estará hermanado con The hook, the line, and the stinker. Y, por supuesto, si alguien se anima a iniciar un proyecto parecido en otro idioma, ampliaremos la familia a tantos blogs como sea necesario.

Éste es el penúltimo paso: el reclamo. Cuantos más seamos, más diversos y más interesantes serán los principios coleccionados. Y para eso, necesito gente que tenga ganas de aportar su parte. No hace falta que sea cada día, ni siquiera cada semana. No hace falta que el principio sea de un libro que hayamos acabado de leer. Puede ser el principio de un libro que leímos hace años y se nos ha quedado grabado en la memoria, o el principio con el que nos encontramos hojeando libros en la biblioteca. Puede ser un principio magistral o un principio… ¿por qué no? apestoso.

El último paso es el cómo. Sencillo: quien quiera participar, que envíe un correo electrónico a
librosfera@gmail.com. Que lo titule “Colaborar en Coleccionando principios” y que adjunte los siguientes datos:
- Dirección de correo electrónico donde quiere recibir la invitación para formar parte del blog.
- Nombre o apodo que quiere que aparezca en el blog.
- Una de las siguientes tres opciones:
a) Solo quiero que aparezca mi nombre/apodo en el blog.
b) Quiero que aparezca mi nombre y esta dirección de correo electrónico de contacto (hacer constar dirección de correo)
c) Quiero que aparezca mi nombre y un enlace a esta página web (hacer constar URL de la web)

Los colaboradores recibirán una invitación de blogger para formar parte del equipo de “editores” del blog. Solo tenéis que aceptarla y seguir los pasos que os indigue blogger. Los que ya tenéis blog, sabéis lo fácil que es esto. Los que no, lo descubriréis enseguida. Y si surge cualquier problema, siempre podéis contactar conmigo para resolverlo, así que no haberlo hecho antes no es una excusa… También recibiréis un correo con unas sencillas pautas a seguir en la publicación de entradas.

Me ausento durante dos semanas de librosfera para dar más visibilidad a esta entrada (a pesar de que voy a dejar un enlace permanente en la columna de la derecha quiero que esta entrada sea la primera que se encuentre la gente cuando pase por aquí), y para poder dedicarme a gestionar las altas y el arranque de “Coleccionando principios”. Pero no crean que se van a deshacer de mí tan fácilmente. No pienso hacer que este blog muera joven para dejar un cadáver bonito.

Ni que decir tiene que están más que invitados a reproducir todo o parte de este llamamiento desde sus humildes moradas.

Y ya está. O eso creo. Si me he dejado algo, lo encontrarán en los comentarios. Anímense :-)

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ACTUALIZACIÓN (MARTES, 13 DE FEBRERO - buen día, ¿verdad?)
Para información actualizada sobre el proyecto "Coleccionando principios", hagan click aquí, por favor.

04 mayo 2006

Principio y final

¿Habrá muchas novelas pululando por ahí en las que la primera y la última frase sean exactamente la misma?

"Al día siguiente no murió nadie."

He terminado de leer Las intermitencias de la muerte...

01 abril 2006

CLJ

(Imagen de promoción de la segunda edición del club de lectura juvenil)

El jueves cerramos ciclo en el club de lectura juvenil. Ya hemos leído las cuatro novelas nominadas al 10 Premi de Literatura Protagonista Jove (El portal dels elfs, El manuscrit de les bèsties, Ulls Verds, El curiós incident del gos a mitjanit) y había que decidir qué libros íbamos a leer a partir de ahora.

Las lecturas del año pasado las escogí yo (El senyor dels lladres, La tele boja, Las brujas, Marina, Momo, Coraline). Este año he creído conveniente empezar a instaurar la democracia, y ellos han podido elegir cinco de los seis libros que vamos a leer (hay uno que está preasignado para una sesión conjunta del club de lectura juvenil y el de adultos... siento no poder deciros cuál es, pero es posible que alguno de los participantes se cuele en este blog y quiero que sea sorpresa hasta el último momento). Para mantener el misterio con los cinco libros restantes, no podía decirles "mirad, de estos diez, escoged cinco", así que opté por darles el primer párrafo de los diez libros, y pedirles que escogieran a partir de ahí. Las diez opciones eran las siguientes, y así han quedado las votaciones:

"El perro.
Fue con él con el que empezó todo.
Si no hubiera visto al perro solitario quizá no habría ocurrido nada. Nada de lo que después se convirtió en algo tan importante que cambió todo. Nada de lo que primero fue emocionante y luego espantoso." (5 votos)

"Quan vaig passar de la foscor del cinema a la llum resplendent del sol només tenia dues coses al cap: el Paul Newman i tornar a casa en cotxe. Volia assemblar-me al Paul Newman – ell fa cara de dur i jo no –, però em sembla que el meu aspecte no està malament del tot." (1 voto)

"Li agradaria poder recordar-se de tot el que va fer el dia que va rebre la primera carta, però ja feia tants anys que se li escapaven moltes coses. Allò ara no era tan important, res del passat no es podia canviar. El passat aniria amb ell per sempre més, encertes i errades formaven un tot indivisible que s’anomenava passat inamovible. Hauria de concentrar totes les forces en el temps que encara tenia, i sobretot ara que pensava que ja li’n quedava poc." (4 votos)

"Era casi diciembre y Jonás empezaba a estar asustado. “No, no es ésa la palabra”, pensó. Estar asustado es tener esa sensación profunda y odiosa de que va a pasar algo terrible. Asustado había estado un año antes, cuando un avión no identificado sobrevoló por dos veces la Comunidad." (2 votos)

"A veces sueño que regreso a la Mansión Dax, al lugar donde todo comenzó, donde cambió mi vida y me transformé en lo que ahora soy. Por desgracia, no se trata de un sueño agradable, sino de una pesadilla." (7 votos)

"A coro con los salvajes gritos de los atacantes, las llamas que envolvían la abadía crepitaban ferozmente y se alzaban hacia un cielo sin luna, iluminando el bosque cercano. El techo del establo se derrumbó con estrépito, al igual que la bóveda de la iglesia recién saqueada. Las oscuras sombras que rodeaban el monasterio aullaron de nuevo y, unas a pie y otras a caballo, se alejaron hacia el pueblo que dormía aguardando la llegada del alba." (4 votos)

"¿Cómo describir a Artemis Fowl? Varios psiquiatras lo han intentado muchas veces y todos ellos han fracasado. El principal problema es la inteilgencia de Artemis, pues emplea toda clase de artimañas para burlarse de los tests psicológicos a los que lo someten. Ha dejado perplejas a las mayores eminencias médicas y ha enviado a muchas de ellas en camisa de fuerza a sus propios manicomios." (4 votos)

"12 de juny de 1942
Espero poder confiar-t’ho tot com encara no he pogut fer amb ningú, i espero que siguis per a mi un gran suport." (1 voto)

"El meu pare va morir fa onze anys. Jo aleshores només en tenia quatre. Em pensava que mai més no en sabria res, però ara estem escrivint un llibre plegats." (2 votos)

"La historia nos había tenido en suspenso, alrededor del fuego, pero aparte de la obvia reflexión de que era siniestra, como esencialmente debe serlo toda historia contada una noche de Navidad en una vieja casa, no recuerdo que sobre ella se hiciera ningún comentario hasta que alguien aventuró que era el único ejemplo, a su parecer, de un niño que hubiera soportado semejante prueba." (5 votos)

Ha habido sorpresas, y alguno de mis favoritos se ha quedado en el tintero. Hay un claro vencedor, que será nuestra primera lectura, y varios libros empatados, de los cuales habrá que eliminar uno... y eso creo que esta vez lo haré yo.

30 marzo 2006

Fracasos

A pesar de que muchas veces en público defiendo lo contrario, si empiezo un libro lo termino. Hay, sin embargo, dos grandes fracasos en mi lista de lecturas. Al menos que yo recuerde (quizá haya habido más pero mi memoria los ha borrado por completo). La lista se podría haber visto ampliada a tres si no fuera porque el tercero era el único libro del que disponía y TENÍA que leer (estaba en un tren, largo recorrido, qué otra cosa podía hacer? si hubiera tenido un i-pod...). En fin, este post es una confesión de mis dos grandes fracasos... esas dos novelas que se me atragantaron tanto que no pude con ellas. De hecho, no es que no las pudiera terminar... es que CASI ni pude empezarlas. Mi tributo a ellas. Se merecen una segunda oportunidad, lo sé. Quizá algún día se la dé.

En un lejano juego de dimensiones de segunda mano, en un plano astral ligeramente combado, las ondulantes nieblas estelares fluctúan y se separan.
Vamos...
La Gran Tortuga A'Tuin se acerca, nadando lentamente por el golfo interestelar, con los pesados miembros llenos de hidrógeno congelado, la enorme y viejísima concha llena de cráteres de meteoros. Con unos ojos del tamaño de mares, encostrados de lágrimas reumáticas y polvo de asteroides, Él contempla fijamente el Destino.
En una mente más grande que una ciudad, con lentitud geológica, Él piensa sólo en el Peso.
Por supuesto, la mayor parte del peso se debe a Berilia, Tubul, Gran T'Phon y Jerakeen, los cuatro elefantes gigantes sobre cuyos lomos y amplios hombros bronceados por las estrellas descansa el disco del mundo, enguirnaldado por una enorme catarata a lo largo de toda su circunferencia, y cubierto por la bóveda azul pálido del cielo.

(El color de la magia, de Terry Pratchett)

Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. Las orejeras verdes, llenas de unas grandes orejas y pelo sin cortar y de las finas cerdas que brotaban de las mismas orejas, sobresalían a ambos lados como señales de giro que indicasen dos direcciones a la vez. Los labios, gordos y bembones, brotaban protuberantes bajo el tupido bigote negro y se hundían en sus comisuras, en plieguecitos llenos de reproche y de restos de patatas fritas. En la sombra, bajo la visera verde de la gorra, los altaneros ojos azules y amarillos de Ignatius J. Reilly miraban a las demás personas que esperaban bajo el reloj junto a los grandes almacenes D. H. Holmes, estudiando a la multitud en busca de signos de mal gusto en el vestir. Ignatius percibió que algunos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia. La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podía proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.

(La conjura de los necios, de John Kennedy Toole)

Reacción al primero: "¿ein?"
Reacción al segundo: "¡puaj!"
Y no pasé más allá del primer capítulo en ninguno de los dos casos...

Qué... ¿acaso vosotros no contáis con ningún fracaso lector en vuestra historia?

11 febrero 2006

Jane Austen y los principios

De cómo un tema lleva a otro...

Tema 1: Ayer estrenaron Orgullo y Prejuicio, adaptación de la novela de Jane Austen.

Tema 2: Dios... qué buena es la primera frase de Orgullo y Prejuicio...

"It is a truth universally acknowledged, that a single man in possession of a good fortune must be in want of a wife."

"Es una verdad reconocida universalmente que todo hombre soltero que posee una gran fortuna le hace falta una esposa."

Tema 3: ¿Qué ha de tener una primera frase, un primer párrafo, la primera página de un libro, para que nos absorba, nos llame, nos traslade, nos incite, nos haga salivar sólo de pensar en el festín que nos espera? ¿Ha descubierto alguien la receta mágica? ¿Cuáles son sus ingredientes? Desde luego, no soy yo la que tiene la respuesta, pero he aquí dos principios más que me encantan:

"Coraline descubrió la puerta al poco tiempo de mudarse de casa." (Coraline, de Neil Gaiman.)

"El perro. Fue con él con el que empezó todo. Si no hubiera visto al perro solitario quizá no habría ocurrido nada. Nada de lo que después se convirtió en algo tan importante que cambió todo. Nada de lo que primero fue emocionante y luego espantoso." (El perro que corría hacia una estrella, de Henning Mankell.)

Tema 4: ¿Recuerdo un mensaje de Fiction-L sobre un concurso de primeras líneas? Voy a mirar a ver qué encuentro por esos mundos de Internet...

He aquí lo que he encontrado.
- Un juego.
- Un premio.
- Una propuesta para escritores.


Tema 5: Grnf... Hora de volver a trabajar.