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viernes, 8 de abril de 2011

Flores de Sombra - Sofía Rhei - Reseña

Título: Flores de sombra

Autora: Sofía Rhei

Editorial: Alfaguara

Año: febrero 2011

Sinopsis:

Hazel se ve obligada a separarse de todo su mundo, de sus amigos, de su novio, justo el último verano del instituto, el que debería haber sido el mejor de su vida. Se ve obligada a trasladarse a un pueblo perdido donde no conoce a nadie y donde no parece existir ningún tipo de entretenimiento. Todo apunta a que este va a ser el verano más aburrido de su vida. Pero las cosas no siempre son lo que parecen...Envuelta en la aventura más fantástica que jamás hubiera podido soñar, Hazel tiene que ayudar al chico más atractivo y misterioso de dos mundos y enfrentarse a las engañosas criaturas de el Otro Lado en una carrera contrarreloj para salvar a su familia, a sus amigos y a toda la especie humana.


Noche estrellada:




Bienvenidos a Umberfield:

Hay en el universo dos mundos que coexisten en dimensiones paralelas. Por un lado, las hadas, con su magia, sus Feerias y sus carnavales perpetuos. Por el otro, los humanos, con sus ciudades, sus centros comerciales y sus gasolineras.

Los humanos, evidentemente, viven en la inopia y no tienen ni idea de nada de esto de las dimensiones, porque (tal y como innumerables novelas han demostrado) somos unos burros. Y el día que dejemos de serlo y descubramos a todos los seres sobrenaturales que viven entre nosotros, nos va a dar un soponcio.

En cambio, las hadas saben de sobra de la existencia de las personas. Y como son unos personajillos tramposos y avaros, las Puertas de entrada entre ambos mundos deben vigilarse con uñas y dientes. De lo contrario, todas las hadas se cambiarían de dimensión, los humanos nos convertiríamos en marionetas, el equilibrio del universo se iría al garete y todo haría catapum.

Para evitar este desastroso cataclismo, la puerta de los dos mundos está guardada ferozmente por dos personajes:
  • Por un lado, el Contable, el melenudo, canoso, guapísimo y amargado de Áster, un aburrido caballero que debe seguirle la pista a todo aquello que atraviesa la Puerta, tanto si es una lenteja como si es un dragón o un 4x4.
  • Y por otro lado, el Jardinero. La única función real del Jardinero es existir, porque el Jardín donde está la Puerta se cuida solo, se siembra solo, se poda solo, se riega solo, y, en general, se las arregla sobradamente solo sin la ayuda de nadie (lo que significa que aunque terminé el libro no me quedó especialmente clara la aparentemente importantísima función del Jardinero).



Y en esto que nuestra protagonista, Hazel, muerta del asco, se muda a un pueblo del fin del mundo, lejos de la civilización, en la tierra de los pubs desérticos, los ultramarinos polvorientos, las calles mortecinas y los cines al aire libre. Y aunque vive tanto en la inopia como cualquiera de nosotros, el jardín de su nueva casa resulta ser el Jardín de la Puerta Mágica. Y, aunque no sabe todavía que las hadas existen, ella es la nueva Jardinera (véase en el párrafo anterior en qué consisten los duros deberes de su empleo).

Y, en medio de la noche oscura, cuando las flores negras salen de su hibernación y el reloj de flores blancas marca la medianoche, la Puerta entre ambos mundos se abre y permite el paso de nuestra chismosa.

Ahora empieza la sucesión de amigos raros, amigas locas, paseos por el Otro Mundo, flores nocturnas, encontronazos con Áster, enamoramientos, más encontronazos con Áster, villanos y villanas y bodas y celos y circos y ratas blancas parlantes (en realidad es un hurón parlante, pero me da lo mismo).

Nota para comprender bien el siguiente extracto: las hadas utilizan nombres pijos, como "heléboros", "sugreles", o "azogues", porque en los libros hispanohablantes suele ser de mal gusto llamarlas "hadas" a secas.

―Espera un momento, ¿quieres decir que los heléboros son medio plantas?

El hurón asintió.

―Sí, algo así. Sus estirpes tienen raíces comunes, si me permites el chiste…

―Vaya, eso sí que no me lo esperaba ―susurró ella.

―Las ramas de los heléboros son más fáciles de mezclar que las de los humanos. Su sangre es muy dominante, pero se puede combinar con otras especies, igual que la de las plantas. Pueden tener hijos con sugreles. De ahí vienen los azogues.

Aquello iba de mal en peor. Áster no sólo era medio geranio, sino que podía tener un romance con un periquito o con una babosa. Fantástico.


Parece igual, pero no es lo mismo.

Reconozco que el planteamiento inicial es el mismo de siempre. Es decir, pobre chica desgraciada que se muda al fin del mundo con uno solo de sus padres, que deja tras de sí una amiga bruja y un mal novio, y que en su nuevo pueblucho descubrirá la existencia diversas cosas mágicas, incluido un chico melenudo y una amiga de repuesto. Por esas páginas iniciales, por ser más de lo mismo durante un tiempo limitado, le quité al libro la última estrella que significaría la perfección.

Pero en cuanto Hazel cruza la Puerta, nosotros alcanzamos el Otro Lado con ella: el libro se acelera y se vuelve más divertido, más estresante, más emocionate, más interesante, más adictivo, más diferente, más original y más todo. Y entonces resulta que te despistaste, que son las tres de la madrugada y que te has quedado sin libro.

Flores de sombra no me llamaba demasiado la atención, no me esperaba mucho de él y ni siquiera tenía demasiado interés en leerlo. Me alegro de no haberme hecho caso a mí misma, porque hay poco de convencional en él.

A lo mejor es porque soy parcial a la gente con el pelo verde, y el descubrimiento de aquí a la derecha elevó a la autora a la categoría de persona altamente interesante, pero lo cierto es que el libro me había cazado en sus garras de manicura feeriante mucho antes que todo eso.

Si os gusta Aurige (otra serie que no da señales de vida), si os partisteis de risa con C.C. y Antaviana, si os apetece algo ligero y con sentido del humor, si creéis que las Niñas Tontas merecen una segunda oportunidad porque a veces su cociente intelectual mejora con el paso de las hojas, y si en general estáis algo hasta las narices de que sobrenatural sea sinónimo de drama... Entonces adelante.

Porque el único disgusto que me ha dado este libro es que el final abre muchas posibilidades futuras y, en el mundo en el que vivimos, hay pocas probabilidades de que la editorial acepte a transportarnos, por segunda vez, al mismo universo...



Posdata:

No encontré por los internetes un capítulo que compartir con vosotros para animaros a dar el salto, pero puedo pasaros este enlace para que sepáis alguna cosilla más sobre la novela. Una de esas cosillas es un trailer del libro, muy elaborado y bastante bueno, pero no os coloco directamente el enlace aquí porque, en mi mente, la Feeria es, y será siempre, el mercado mágico de Stardust y Ben Barnes.

martes, 1 de marzo de 2011

El Club de los Corazones Solitarios - Elizabeth Eulberg - Reseña

Título: El Club de los Corazones Solitarios

Título original: The Lonely Hearts Club

Autora:
Elizabeth Eulberg

Editorial en inglés: Point

Editorial en español: Alfaguara

Año en inglés: diciembre 2009

Año en español: febrero 2011

Yo, Penny Lane Bloom, juro solemnemente no volver a salir con otro chico en lo que me queda de vida.

De acuerdo, quizá cambie de opinión dentro de unos diez años, cuando ya no viva en Parkview (EE.UU.), ni asista al instituto McKinley; pero por el momento, he acabado con los chicos. Son unos mentirosos y unos estafadores. La escoria de la Tierra.

Sí, desde el primero hasta el último. La maldad personificada.

Algunos parecen agradables, claro; pero en cuanto consiguen lo que buscan, se deshacen de ti y pasan al objetivo siguiente.

Así que he terminado.

NO MÁS CHICOS.

So may I introduce to youuuuu...





...the act you've known for all these yeeeeeeeeeears...:

Érase una vez que se era una chica de 16 años cuya vida parecía una telenovela. Penny Lane quería tenerlo todo: una amiga con la que hablar de chicos, buenas notas para tener tiempo libre para salir con chicos, canciones de los Beatles que le hicieran pensar en chicos, y un chico. Nate.

Nate era su gran amigo de la infancia, alma gemela desde los tres años y acaparador de todos los primeros premios: Primer Amor Platónico, Primer Beso, Primer Rollo De Verano, Primer Novio, Primera Cena Con Los Suegros, Primera... Cornamenta.

En cuanto Penny se dio cuenta de que ya no podía pasar por las puertas sin que sus grandes cuernos chocaran contra el marco, le cantó las cuarenta al infractor: gritó, pataleó y recuperó su soltería. Y con Nate todavía subiéndose los pantalones y la Chica B abrochándose el sujetador, decidió que en su vida no existirían más hombres que los Beatles. Y fundó el Club de los Corazones Solitarios. Básicamente, un convento unipersonal de música, amigas y chocolate rico. Y, por primera vez en su vida, sin chicos de por medio.

Nunca.

Jamás.

... Hasta que empezara a la universidad.

E incluso entonces, con mucho cuidadito.

Pero el boca oreja es un arma potente: en cuanto las chicas adecuadas del instituto (guapas, populares y sin novio) decidieron solicitar la membresía del Club, se desató un fenómeno sin precedentes en las secundarias de todo el mundo: todas las chicas querían ser parte de la moda, todas eran amiguísimas de repente, ninguna quería saber nada del otro sexo... y Penny Lane, convertida en su presidenta, tenía que guardar ejemplarmente el voto de castidad y renunciar al Chico Perfecto. Un Chico Perfecto que, por una vez en la vida y de forma totalmente inconveniente, parecía estar poniéndole ojitos justo a la vuelta de la esquina.

De verdad: cambiar el mundo es un fastidio.


...Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Baaaaaaaand....:

Voy a ser sincera.

Me gustan las comedias románticas. Las he leído buenas y malas (y peores), pero esta es aceptablemente decente. Tú la lees, te diviertes, sabes lo que va a suceder antes de que suceda (porque eso es precisamente lo que esperas en cuanto compras un libro de este tipo) y pasas un buen rato. Luego la cierras y sigues a tu rollo y aquí no ha pasado nada.

En mi caso no hubo mucho más que eso. Mi memoria es un sitio esencialmente selectivo, y como leo muchos libros, hay algunos que recuerdo párrafo por párrafo por los siglos de los siglos (destinados todos ellos a convertirse en cansinas recomendaciones bloguiles), y hay otros que, en cuanto pasan un par de meses, ni siquiera recuerdo haber leído. Este libro encaja en un lugar intermedio. En líneas generales guardo un buen recuerdo de él, pero hasta que no rescaté el libro de la estantería ni siquiera podía decir de memoria el nombre de los protagonistas.

Lo que significa que es agradable, es divertido, es toda una declaración de amor a los cuatro de Liverpool (evidentemente), no hay parrafadas eternas, ni insultos a la gramática más elemental (única gramática que domina una servidora), ni tiene personajes cargantes, ni Macarras que piden a gritos convertirse en Macarrones, ni Niñas Tontas que sacan a relucir la vergüenza ajena del lector. Pero tampoco tiene párrafos que merezcan ser guardados en una libreta de citas importantes, ni personajes que llevarse a una isla desierta, ni situaciones sorprendentes que no hayáis leído antes en algún sitio.

Es decir, está bien, pero le falta originalidad. Una comedia romántica de tarde de domingo / fin de los exámenes / espacio entre dos dramones que queréis rellenar con algo ligero. Si es eso exactamente lo que buscáis, entonces adelante.


domingo, 22 de agosto de 2010

Saving Juliet - Suzanne Selfors - Reseña

Título: Saving Juliet

Autora: Suzanne Selfors

Editorial: Walker

Año: 2008

Además: han comprado los derechos para hacer una película, así que supongo que tarde o temprano saldrá a la venta en español.

Estrellas de cine:





¡LUCES!

Este es un libro acerca de una obra de teatro protagonizada por una estrella de cine y otra de teatro que dan saltos entre la realidad y la verdadera (aunque descafeinada) historia de Romeo y Julieta, y, como tantos otros, va a ser llevado a la gran pantalla. Con la cantidad de películas de estas que van a sacar, es que ya no tiene ni gracia publicar las noticias.

Esta reseña está dedicada a Ifigenia, porque fue ella quien, en calidad de asesora no oficial y no reconocida, me dijo que iba a haber película y que era tonta si no lo aprovechaba y colgaba una reseña de una vez por todas, por muy cutre que esta fuera.

A pesar de todo, si no hubo reseña antes es porque esto no deja de ser más que una comedia romántica cortita que se lee bien pero que olvidaréis nada más la hayáis leído. Casi no recordaréis los personajes, y sólo muy vagamente la historia. (En esto consiste el grueso de mi reseña y el total de mi opinión. Todo lo que viene abajo es accesorio.)


¡CÁMARA!

La portada es una monada cuando uno se deja llevar por las apariencias y no la mira más que dos segundos en una pantalla y en pequeñito. Pero necesitamos un director de efectos especiales que no nos llame tontos y no nos venda como bonita una portada que es una burrada fotochopera tras otra, funcione o no funcione. Las gafas de sol dibujadas con el Paint saltan a la vista nada más tenéis el libro en vuestras manos, y aunque no sea tan obvio, el globo de chicle es una pelota con transparencias à la photoshoppe detrás de la cual se ve la boca de la modelo. Sonriendo. Con la boca cerrada. El concepto estaba muy bien y el resultado tampoco es malo, pero ¿por qué no se molestaron en sacar la foto tal y como se la habían imaginado?

(Para ver este par de fallos más en detalle, haced clic sobre la imagen.)



¡ACCIÓN!
HIGH SCHOOL DRAMA

(No, esto NO es un fan casting. Pero se le parece.)

Vanessa Hudgens en el papel de Mimi, una actriz hija de actriz, nieta de actriz y tataratataratísima nieta de actriz, que es estrella en Broadway y coprotagonista de todas las obras de Shakespeare que echan en el Decadente Teatro Familiar. Y eso es decir mucho, porque al Decadente Teatro Familiar aún no ha llegado la noticia de que existen más dramaturgos además de Shakespeare. Pero la muy desgraciada preferiría estudiar medicina.

Zac Efron en el papel de Troy (sí, incluso se llama Troy), superestrella de quinceañeras, rubio dios surfero, sonriente heredero de los Jonas Brothers, y voz de canciones tan profundas como…
Girl, you had me ringing,
girl, you had me dinging
The bells of love, the bells of love.
Girl, you had me sharing,
girl, you had me swearing,
The vows of love, the vows of love.
Girl, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, girl.
I'm speaking of you, girl.

En cualquier caso, el Decadente Teatro Familiar está más decadente que nunca, así que se buscan una estrella fulgurante que pueda coprotagonizar alguna obra (de Shakespeare, cómo no) y atraer de paso a las masas, en una combinación perfecta de "dos chicos guapos, una historia de amor, y encima hay famosos, así que venid corriendo". Es así cómo Mimi, la de "este no es mi mundo, los focos me aburren, yo quiero ser médico", terminó emparejada con Troy, el de "estoy buscando madurar en mi interpretación, y creo que seguir interpretando a surferos sin camiseta que cantan oh, oOooh, oOooOh, oh, oOOOoh, oh, oOOOoooOh es malo para mi carrera" para representar Romeo y Julieta sobre las tablas.

Y entonces Mimi, completamente enamorada de su coprotagonista y después de mucho practicar con el espejo, le da su primer beso a Troy asomada a un balcón de cartón piedra.

Y Troy se ríe.

Todo lo que viene en las siguientes cuarenta páginas deriva de la consiguiente humillación de Mimi.

Discusiones, riñas, celos, besos fríos como el hielo porque el espectáculo debe continuar, vómitos de nervios delante de todo el público (agh, sí, aggggggggggggggghhhh), segundonas-arpías-trepa, trajes de época y un collar roto. Un collar que casualmente contenía, en un vial, los restos calcinados de una pluma del famoso dramaturgo William Shakespeare.

Bibidi, babidi, bu.

De golpe y porrazo, Vanessa y Zac Mimi y Troy acaban sentados en el fango de la Verona de Capuletos y Montescos. La Verona de Romeo y Julieta, para ser exactos, al principio mismo de la obra.

Y antes de que la obra misma pueda empezar, antes de que Julieta encuentre a su Romeo y Romeo encuentre a su Julieta y quién fuera guante en tu mejilla, renuncia a tu nombre porque el mío es más bonito pero si es por amor entonces vale, las manos se saludan pero como a ti te sudan entonces mejor los labios y ¿Rosaline qué? y cuidadito con el balcón que el otro día me pareció ver carcoma en la celosía... Mimi y Troy se los cruzan en su camino: en el de la Julieta rebelde que está hasta las mismísimas narices de los mangoneos de su mamá, y en el del Romeo plomazo que no deja de lloriquear por el amor de su Rosaline y que tiene a todos los primos escapándole porque así no hay quién le aguante, este tío es un pesado.

Y como son un par de románticos y no tienen cosa mejor que hacer, Troy y Mimi se proponen cambiar el curso de la historia (de la historia con minúsculas, obviamente), y darle un final feliz. Aunque para ello tengan que volver a dirigirse la palabra mutuamente, hacer de celestinos, meterse en peleas, mancharse de fango hasta la raíz del pelo, cantar canciones cursis, llenarse de paja hasta las enaguas, enemistarse con todo el mundo y convertirse en proscritos.

Ahora sí: el verdadero problema será descubrir la forma de volver a casa, reaparecer en el Decadente Teatro Familiar y cerrar el espectáculo...

martes, 27 de julio de 2010

Magia de una noche de verano (Maite Carranza) - Reseña y primer capítulo

Título: Magia de una noche de verano

Autora: Maite Carranza

Editorial: Edebé

Año: abril de 2009












Estrellas en la noche:


(En lo más hondo de mi corazón le estoy dando el 5, pero luego entendí que sería más... ¿objetivo? ¿justo? quitarle algún punto por fallos nimios, aunque eso me dé un disgusto.)


Magia en la noche:


Había leído hacía mucho, muchísimo tiempo, una reseña que me había puesto los dientes largos con este libro. Pero (cosas de la vida) no llegué a leerlo entonces, sólo lo anoté en una wishlist demasiado interminable como para hacerle caso libro por libro. Muchos meses más tarde, me llegó una recomendación taimada de que leyera algo de Maite Carranza, y sólo entonces recordé este libro, y sólo entonces decidí que le había llegado la hora, porque tenía buenas referencias de él y porque, además, no era una serie.

En cuanto lo acabé, habría deseado que, en efecto, hubiera sido una serie.


Así que ¿de qué va?:

Marina tiene 14 años, las matemáticas pendientes, pocas tetas y ningún sentido de la orientación. por si esto fuera poco, está pasando un calor tremendo y para colmo tiene que aguantar que su perfecta hermana mayor Ángela se vaya a Irlanda a pasar un mes en los brazos de esa maravilla de la naturaleza llamada Patrick. Así que cuando un hada del tamaño de un mosquito le dice que va a tener que ser ella la que vaya a Irlanda y se haga pasar por Ángela ante todos (incluido Patrick), porque de lo contrario la susodicha morirá, Marina se lo toma... con filosofía. Con tacones, relleno, un par de lentillas y el pelo mal teñido, se mete en el avión y saca el carisma a relucir. Lástima que las víctimas de ese carisma sean un par de viajeras llamadas Lucy y Antaviana, porque si hubieran sido otras personas más a la altura seguro seguro seguro (segurísimo) que habría funcionado. De verdad, nadie le había dicho que ser Ángela fuera tan asquerosamente complicado.

—Ángela, ya sé que estás fatal, que se te cae el pelo y que se te han reventado las pústulas y lo siento mucho, pero me tienes que dar la dirección de Patrick.
—¿De Patrick?
—Sí, es el contacto, quiero decir que es la clave para que te cures y tengo que intimar con él.
Pero Ángela no captó el sentido correcto y amistoso de la palabra intimar.
—¿Cómo que intimar?
—Hacerme íntima.
—¿Novios? —tradujo equívocamente.
—No, sólo amigos íntimos. Tengo que quedar con él y hacerle creer que soy tú.
La voz de Ángela sonó alarmada:
—Pues eso, él cree que aún somos novios.
Marina ya lo había notado.
—No te preocupes, aunque quiera morrearme no me dejaré —mintió piadosamente.

Cicerón (C.C. para sus amigos, si los tuviera en algún sitio más que dentro de una pantalla) había alcanzado la cumbre de las cumbres de los juegos de rol, se había convertido en una leyenda cibernética y se estaba disputando el amor de un avatar-chica con un enano que era un cochino traidor. Entonces, en el peor momento posible, poniendo en jaque toda su reputación virtual, sus padres le cierran el grifo, le preparan la maleta, lo meten en un avión para Irlanda y dejan muy clarito que no se acercará a menos de cien metros de un teclado hasta que no dé muestras de buen comportamiento y conozca gente de verdad. El hecho de que Marina/Ángela se cruce en su camino podría considerarse una casualidad fortuita. El hecho de que de repente Lucy se ponga a acosarlo y que Antaviana no deje de meterlo en aprietos gordísimos podrían llamarse accidentes. Y el hecho de que alguien sospechosamente carca le haya usurpado la identidad virtual debería ser un crimen castigado con la cárcel. Pero C.C. jura que las chicas hechas de píxeles no son tan complicadas, y aunque acaba de llegar, ya está deseando volver.

La rubia se estaba dirigiendo a él con una mueca que pretendía ser una sonrisa. ¿Le habría pisado el pie sin querer?
—¿Yo?
—Sí, tú. Yo soy… Ángela.
C.C. se quedó atónito.
—¿Y quieres saber mi nombre?
—Sí, me hace ilusión. Como vamos a estudiar juntos y eso…
Le estaba entrando a saco. ¿Era una loca peligrosa coleccionista de nombres? ¿O pertenecía a una asociación de pijas compasivas de la brigada antisuicidio?

Y si ahora, aún por encima, resulta que las hadas existen y que son una panda de locas peligrosas, pues entonces sí que se ha armado una buena...

C.C. tragó saliva.
—¿Patrick está aquí?
Marina puntualizó:
—Lo enterré aquí cerca, pero ahora no me acuerdo dónde.
C.C. abrió sus ojos negros y la fulminó.
— Entonces… ¿te lo cargaste?
Marina detectó en la entonación de la pregunta una admiración encubierta.
—¿Me crees capaz de cargarme a un tío?
C.C. había sido hunter y no tenía demasiados escrúpulos virtuales. En su otra vida había jugado con la vida y con la muerte.
—¿Por qué no?
Marina se sintió ofendida.
—¿Me crees una asesina?


Causas por las que no deberíais dejar de leerlo:

Entiendo que estos libros (ligeros, muy divertidos, sin complicaciones) tienen un público muy determinado, y que yo pertenezco a la fracción incondicional de ese público (también, en parte, gracias a este libro). Pero, sinceramente, me lo pasé como una enana leyéndolo, releí pedazos hasta la saciedad, me reí con ganas y hasta me dio pena terminarlo.

Cada vez que aparecía en escena alguno de los cuatro fantásticos (Marina, C.C., Lucy y Antaviana, no necesariamente en ese orden pero sí en cualquier combinación posible) por fuerza tenía que presentarse algún momento sin desperdicio. Tan sólo es una lástima que a C.C. cuando se ponga nervioso se le aceleren los ventrílocuos en vez de los ventrículos (bueno, esto no fue más que una errata tonta, pero de las que a mí me saltan a la vista), y también es una lástima que los capítulos dedicados única y exclusivamente a las hadas sean más rolleros, pero por suerte son pocos y por suerte también son cortos. Así que, en definitiva, esto está muy bien, y si creéis que puede ser para vosotros, no deberíais tardar tanto como yo en leerlo.

sábado, 12 de junio de 2010

¡Voto a bríos! - Terry Pratchett - Reseña

Título: ¡Voto a bríos!

Título original: Jingo

Autor: Terry Pratchett

Editorial: Plaza & Janés

Sinopsis:

En el mundo imaginario que sirve de escenario a la saga de novelas homónimas escritas por Terry Pratchett, dos barcas de pesca discuten por la posesión de un caladero. De repente, una isla emerge del mar, y del asunto de los peces se pasará inmediatamente al de la soberanía. A partir de esta situación surrealista, Pratchett incide en la inutilidad de las guerras, la xenofobia, el racismo y el sexismo, con su inconfundible ironía y sus desbordante sentido del humor.


Sometiéndolo al juicio implacable de las estrellitas amarillas en peligro de extinción:


Sometiéndolo a juicio implacable, y punto:

Escribir una reseña de un libro tan bueno es horrorosamente difícil, pero me veo obligada a hacerlo por varios motivos, y no el menor de ellos es que me siento moralmente obligada a compartir este pedazo de buen humor/genialidad con los pobres desgraciados que no conocen a Terry Pratchett (como yo misma hasta hace tres semanas). Así que me voy a limitar a recomendarlo y mantenerme en la (ideal, deseable, casi inalcanzable) brevedad reseñil. Pero como soy todavía principiante en esto del Mundodisco, los expertos tendrán que disculparme si antes de hablar del libro lo presento un poco (esto podía ser una invitación a que me impidierais seguir haciendo más el ridículo, pero no caerá esa breva).

Este libro me llegó a través del book tour organizado por Leara, después de una más que insistente recomendación de Leara en persona. Y la primera vez que me habló de la saga de Mundodisco yo lo interpreté de forma un tanto literal, y me imaginé a John Travolta sudando sus trajes horteras en Fiebre del sábado noche, y no es que me apeteciera mucho leer libros sobre el tema, vamos. Así que no me parece algo demasiado exagerado explicar de qué va la cosa.

Mundodisco es una saga de un porrón de libros divididos en varias series, con la ventaja de que todos ellos (¿o casi todos?) se pueden leer por separado sin problemas. Todo tiene lugar en un mundo con forma de disco (de ahí el complicado nombre que se presta a confusiones...) sujeto sobre la espalda de cuatro elefantes gigantes que a su vez están de pie sobre una tortuga inmensa. Los definen como ciencia ficción, pero la verdad es que es una mezcla de fantasía con un montón de crítica social y humor por los cuatro costados.

¡Voto a bríos! pertenece a la saga (¿subsaga?) de la Guardia Nocturna, y, sencillamente, mejor no habría podido ser. Siempre pensé que los libros antibelicistas y anti-rracistas y anti-cualquier-cosa-en-general tenían tendencia a ser dramones en los que a alguien le faltaba un brazo o cinco parientes, pero este libro hizo que me tragara mis palabras (y tengo que decir que lo hice con mucho gusto). Tiene una deliciosa (ñam) ironía, carcajadas de página en página, personajes variopintos e inmejorables y asegura un rato más que bueno de lectura.

Entiendo que esta reseña no ha sido precisamente de las mejores que he escrito (esto es decir poco), pero siempre me pasa que cuanto mejor es el libro, peor es mi reseña, así que, siguiendo esta regla, si mis recomendaciones os parecen recomendables deberíais ir corriendo a la librería a comprar el libro (por autoestima que no sea). Yo por mi parte ya doy ejemplo, y Terry Pratchett volverá a aparecer en mi próximo IMM (¿en bolsillo, además? ¿por ocho euros nada más? ¿cómo no intentarlo?).

Y ahora me despido, con el comandante Vimes (si alguien conoce al comisario Montalbano, a mí se me parece una barbaridad) y el capitán Zanahoria (un inocentón enano de dos metros de altura: es adoptado).

—Excúseme, ¿quién es usted? —dijo Vimes, parpadeando cansadamente.

—¡No tengo que decírtelo, y no podrás sacármelo a golpes! —dijo el hombre sacando pecho.

—Oh, gracias por avisar —dijo Vimes—. Odio desperdiciar esfuerzo.

—Oh, hola, señor Wazir —dijo Zanahoria, apareciendo detrás de Vimes—. ¿Ha recibido mi nota acerca de ese libro?

Hubo uno de esos silencios que ocurren cuando todos tienen que reprogramar sus rostros.

Entonces Vimes dijo:


—¿Qué?

—El señor Wazir vende libros en la calle Widdy —dijo Zanahoria—. Solamente le pregunté por algunos libros de Klatch, ya sabe, y uno de los que me dio era El Huerto Perfumado o El Jardín de las Delicias. Y no me importó, porque los Klatchianos inventaron los jardines, señor, entonces pensé que podía ser una visión cultural muy útil. Entrar en la mente Klatchiana, esas cosas. Sólo que, eh... no era sobre jardines... eh... —y comenzó a sonrojarse.

—Sí, sí, está bien, tráelo de vuelta si quieres —dijo el señor Wazir, y parecía un poco raro.

—Pensé que usted debería saber en caso de que no... en caso de que venda... bueno... podría afectar a la gente impresionable, ya sabe, un libro como ese...


—Sí, bueno...

—La Cabo Angua estaba tan afectada que no pudo parar de reír —siguió Zanahoria.

sábado, 5 de junio de 2010

Laila Winter y la maldición de Ithirïe (Laila Winter #3) - Bárbara G. Rivero - Reseña y primer capítulo

Título: Laila Winter y la maldición de Ithirïe (Laila Winter #3)

Autora: Bárbara G. Rivero

Editorial: Almuzara (Toromítico)

Año de publicación: mayo 2010

Sinopsis:

Tras los vientos de otoño, el invierno más cruel llega a Faerie, y el mundo de Laila Winter parece desmoronarse cuando ya había aceptado su mitad ithirïe. Las cuatro jóvenes sufrirán por primera vez la amargura de la amistad rota. Aurige experimentará un sentimiento insospechado hacia un ser humano...

Bajo la mano implacable del Reino Blanco nada es lo que parece; el bien y el mal se confunden. Y mientras Ïalanthilïan se sumerge en el caos, agazapadas en la oscuridad, las sombras acechan con planes secretos que podrían destruir el mundo que conocemos si Laila y sus amigas no son capaces de evitarlo.


La maldición de las estrellas:



¿Más Laila?

Si no sabéis nada de Laila Winter, podéis encontrar las reseñas y primeros capítulos de los dos primeros libros aquí:



Antes de empezar:

Pobrecita Monique. Pobre bicharraquito hediondo, pobre pajarraquillo caníbal, pobre bebesito monstruoso, pobrecita arpía. De verdad, de verdad, de verdad, qué penita me ha dado. Propongo que fundemos a la de ya el Club de fans de Monique.



Dicho esto, y sin incluir spoilers...

... voy a ser breve, porque no tengo mucho tiempo y tampoco demasiadas cosas que decir, más allá del típico grito fangirlístico de "¡¡Aaaah!! ¡¡Cómo puede hacernos esto!! ¡¡Necesito el cuatro y lo necesito yaaaaaa!!" y de la misma recomendación que acompaña siempre a mis reseñas de estos libros (igual que a las de muchos otros blogueros).

En cualquier caso, ahora nuestra vieja amiga Laila padece un claro síndrome del penúltimo libro, una patología cuyo signo fundamental es la hechomegalia: si hay tragedias, las tragedias son más grandes; si hay batallas, las batallas son más tremendas; si hay muertes, no sobrevive ni quisque, y si hay amor, es porque Aurige se nos ha hecho mayor.

Lo que significa que una Aurige enamorada vale por dos, porque su (¿nuestro? ¿mío? ¿suyo?) Jack Crow se las presenta en bandeja, y si estos dos no sabrían ser sosos y pusilánimes ni aunque les fuera la vida en ello, mucho menos lo son cuando juntan su mal genio y se ponen a decirse barbaridades el uno al otro.

―Me encanta tu cuerpo ―murmuró Jack en ese momento apretando la cara contra su abdomen.
―Eres todo un caballero ―contestó ella.
Y de repente le obligó a soltarse. El hombre cayó hacia abajo con un grito, atónito y horrorizado hasta que dio de pleno contra el camino de madera y se golpeó la espalda en un impacto brutal. Aurige se posó frente a él de puntillas y lo contempló de brazos cruzados.
―¿Duele? ―se carcajeó.
Jack se incorporó despacio sin dejar de mirarla con odio, murmurando insultos en voz baja. Los músculos de la espalda le crujieron tensos y notaba un latido sordo en el tobillo.
―¿Has dicho algo? No te oigo ―se burló la lunarïe.
―Sí, he dicho que era mentira. Que tu cuerpo no me gusta. Estás demasiado flaca.

Pero como cinco son multitud para un pobre Mustang rosa chillón, es Cyinder la que le cede a Jack su lado del cuadrado, y se queda en casita aquejada de un caso grave de tontitis aguda. Para completar los cuatro lados, eché de menos los momentos más espabilados de Nimphia, que pasa prácticamente a segundo plano, y Laila se limita a ir descubriendo esas Verdades Tan Tremendas de su naturaleza (las que le dan título al libro), pero sin hacer demasiado el burro (no es que nunca lo hiciera demasiado, pero ahora está más seria).

Eso sí: el puntazo en este libro se lo lleva Titania. Podéis decir que "de casta le viene al galgo", "de tal palo, tal astilla", o lo que mejor os parezca, pero la cuestión es que sabemos a quién ha salido Aurige, y ya iba siendo hora de darle más protagonismo a la encantadora arpía de su madre *aplauso, ovación, bravo por las lunarïes*.

Y en cuanto a villanos, seguimos en plena hechomegalia: la mayor parte de la historia tiene lugar en el Reino Blanco, ese que tan bonito es y tan elegante y tan hipócrita, pero que está gobernado por la Madre de todas las Brujas. Y si habéis leído el final de Laila Winter y los Señores de los Vientos, podréis haceros una idea de quién es la otra villana malévola que desea también el control total y absoluto del universo de las hadas la Bella Gente. Y si dicho universo queda hecho cenizas, pues mejor, mira tú por dónde.

Lo que significa que, de momento, este es el libro más serio de toda la saga, ese donde pasan las cosas más gordas y donde se avanza más en la historia, pero a costa de perder sentido del humor. Vamos, que hay menos momentos de reírse a carcajadas, pero aumentan exponencialmente las escenas de "¡Andaaa! ¡¡Pero qué bruta!! ¡¿Qué me estas contando?!", en las que uno se queda con la boca abierta de par en par sin dar crédito a lo que está leyendo. (Al Club de fans de mi pobrecita Monique me remito... y no digo más. No, esto tampoco es un spoiler.)

Aunque entiendo que soy contradictoria, porque le di un cinco sobre cinco (y muy merecido) a cada uno de los tres libros, he estado pensándolo en profundidad, y he decidido que esta tercera entrega me ha gustado menos que la primera (inmejorable), pero más que la segunda. Lo que se resume en:

Si no os habéis leído nada
de
Laila Winter deberíais arrepentiros ipso facto e ir a la librería/biblioteca para enmendar vuestro error (porque vale que la portada es fea, pero olvidaréis ese pequeño detalle enseguida).

Y si ya os habéis leído los primeros libros, pues entonces no sé a qué esperáis para echarle la zarpa también a este, ni entiendo cómo os habéis podido inhibir (o controlar) durante tanto tiempo. Porque la única razón que se me ocurre para retrasar la lectura de Laila Winter y la maldición de Ithirïe es que faltan muchos meses (un año, vamos) para que se publique el siguiente. El cuarto. El último. The end. (Qué ganas le tengo.)

(Gracias a Letras y Escenas)