Gente que se va a su país natal y en vez de empaparse de publicaciones de autores autóctonos, rebusca las estanterías en pos de títulos asiáticos, la hay, creedme... Por ejemplo una servidora, que vuelve de un viaje a su patría con 8 libros bajo mano, y sólo 1 de origen polaco. Soy la única.
Además, lo explicaré más adelante, todos los libros tienen que ver con "memoria" y "conciencia".
Como bien sabéis, en mi caso, nunca pueden faltar títulos murakamianos. Me encantan las ediciones polacas de Haruki y quiero tener todos los libros del japonés que salieron en mi idioma. Ante todo, quise traerme a España los dos tomos de la Trilogía de la Rata, "La caza del carnero salvaje" y "Dance, dance, dance", ambos leí hace... 8 años. Me eran y siguen siendo muy cercanos. Traen los mejores recuerdos.
Añadí un ejemplar de
"El fin de mundo y el despiadado país de las maravillas" que junto con
@gancedo hemos "devorado" este fin de semana en un proyecto de lectura conjunta. Pronto podréis leer la reseña del libro en el blog, la escribirá, para variar, Rafa (será su debut). Compartir
este libro, ha sido una experiencia maravillosa y mucho mejor de lo previsto, ("de lo acordado":) El libro desborda el tema de los "Viejos Sueños", va directamente para la caja de
los recuerdos.
Aprovecho para enseñaros un detalle: cada uno de los libros de Murakami publicados en Polonia por la editorial Muza, tiene su sello, su símbolo, en caso de "La caza..." es un carnero en "Dance, dance, dance" es un delfin. Para "El fin del mundo..." se eligieron dos símbolos:
Aparte del arsenal murakamiano, encontré sitio en mi maleta para traer unas cuantas curiosidades. Para homenajear el nacimiento de una editorial muy singular "Karakter", me llevé dos libros, que aparte de tener una guisa por lo menos apetitosa, se presentan de la mejor manera. Un diseño impecable y original por un precio que seguro no se encontrará en España. Por el bien de todos, no mencionaré detalles. Son esos títulos de los que estoy tan orgullosa:
Hiromi Kawakami: "Manazuru". Hiromi es una autora japonesa cuyas obras salen publicadas en España bajo el sello de El Acantilado. Este libro justo todavía no ha sido publicado en español.
La sinopsis aclara que la palabra "Manazuru" es la única pista que deja tras sí el marido de la protagonista. El hombre desaparece y la mujer le busca, adentrándose en el mundo de recuerdos y sensaciones. ¿Acaso le sigue o, más bien, huye de él? Dicen que Hiromi es una maestra en lo de agitar al lector entre lo real y lo irreal. Después de la lectura #ElFin me siento capacitada y perfectamente preparada.
El otro título que me trajé es "Hikon" (en polaco traducido como El alma volante) de Yoko Tawada. Leí la frase-reclamo: "Una novela inquietante, saturada de un erotismo electrizante", luego tropecé con una palabra "surrealismo" en la sinopsis y me lo llevé al carrito. La portada no hizo otra cosa que reasegurarme que había hecho bien. Habla de un viaje a un país extraño y el cambio gradual de actitud hacía lo conocido, lo recordado.
Encontré un huequecillo para
Yoko Ogawa (una autora que conocí en la lectura de
"El perfume de hielo"). "Al margen del amor", me gustó su portada que anunciaba una novela lírica y onírica. Ogawa tiene un estilo claro, simple pero siempre sazona sus libros con un toque ilusorio. Este libro habla de
memorias y estenografía.
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He de reconocer que aparte de fotografiar puertas y ventanas, también tengo otra "obsesión" últimamente: rebuscar, sacar cosas del pasado, desempolvar. Hablo de recuerdos, tanto los físicos (souvenirs de la vida) como pensamientos, memorias. Estoy curiosa por saber a dónde me llevará esa inclinación hacía el lado de lo ocurrido, del pasado. ¿Se abrirá la puerta?
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Pero a lo que iba, otro título no es otra cosa que un
saco de recuerdos de
J.M. Coetzee - me compré
"Verano", la 3ª parte de su autobiografía novelada. Me lo había recomendado
@gancedo. Hace mucho que leí a Coetzee, precisamente en polaco, y me dejó muy buen sabor de la boca... Cuando cogí el libro, de alguna manera sentí una premonición, un susurro de alma que me decía que debería leerlo. Muy probable será mi siguiente lectura.
Y para acabar la presentación el montadito, os enseño
"Salamandra", un tomo de versos de mi poeta polaca preferida
Maria Pawlikowska Jasnorzewska. La llamaban Safo polaca, por su poesía lírica, llena de símbolos, nostalgia, pasión... Es un
recuerdo muy dulce de los tiempos de mi "inmadurez". Las ilustraciones que decoran el tomo se presentan como un complemento muy peculiar.
Mi casa está inundada por lecturas pendientes, las estanterías sufren sobrepeso, los ojos no dan abasto y la recta del tiempo no quiere encorvarse para darme un margen de tiempo.
Siento que debería leer más y, quizás, más variado ;)