Rafal Wojaczek (1945-1971)
Poeta rebelde, poeta maldito, outsider.
Decían sobre él: un verdadero héroe juega solo.
Se suicidó cuando tenía 26 años, lo había intentado varias veces.
Su poesía es un encuentro celebre entre somatismo y lirismo, una trenza de amor y muerte, enlazados por una añoranza de cariño y comprensión.
"Rosas" (Róże)
muerte
encima de Asia es una nube
en las puntas del pelo fósforo
estrella
en la superficie de la mano
entre palmos un trueno
esférico pero cuando duermo
se me escapa
a través de las entrañas hacia Polonia
segunda
rosa de pulmones
duele seca
sangre de respiro
yo de rodillas
enjuago mis partes íntimas
el semen se me ríe
la Tierra
ya se mueve
contra mí
y el corazón largo
detrás de la ventana
banderilla ciega
Escribo un poema (Piszę
wiersz)
Escribo un poema
Sentado en un rincón
De mi habitación
Cerrada con llave
De tanto en tanto
Para comprobar
Si sigo vivo
Me pincho con la aguja
En el interior del cráneo
Introduzco el taladro
Pero
Esos remedios
No sirven para nada
O yo ya no estoy vivo
Sentado en un charco de sangre
Esa es mi sangre, digo
Pero no estoy seguro en absoluto
En tal caso será sangre
De mis animales
De mi perro amable
Y otro perro mío
La sangre de mi fauna inerte
Mojo un dedo en ese líquido
Oscurecido, espeso
Escribo en la pared
Paradoja:
Cualquier cadáver es mejor
Que uno vivo si está muerto
Observo, escrutinio mi obra
Cada palabra
Cada letra por separado
De repente veo
Que la pared está limpia
Blanca
"Flor recogiendo, tomándote" (Kwiat zrywając, Ciebie biorąc)
Flor recogiendo, flor oliendo, yo al mismo tiempo
El mundo atravesaba, estando pues en mi derecho
Tomándote, de ti bebiendo, el cielo a mi
Ya no me importaba, sabiendo que era lo mismo
***
Habrá más Wojaczek.
Pronto.