-Por lo que más quieras lávate bien esas manos antes de acostarte, que tienes los dedos llenos de mocos, que luego los vas dejando pegarlos en la pared, que parece ya un collage. Espero que hayas hecho los deberes y no me lleguen quejas de tu profesor de lengua. No arrugues los pantalones cuando te los quites; déjalos sobre la silla bien estirados. Prepara la cartera con los libros de mañana, ya sabes que te cuesta despertar. Los dientes, los dientes también, que no se te olvide. ¡Parece mentira que tengas ya cinco años...! Apaga la luz al salir, que te pareces a tu padre, siempre despistado.
-¡Puta, cierra tu sucia boca!
Garbancito es un ser pequeñito, el cual un día se escondió en una lechuga para poder así devorar, poco a poco por dentro, a la vaca que se lo tragara. En su última hazaña perdió su pequeña libreta. Por lo poco que he podido leer y entender, entre sus múltiples aficiones está la de escribir microrrelatos.
Mostrando entradas con la etiqueta lavar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lavar. Mostrar todas las entradas
14 de junio de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)