Otra vez volvió a intentarlo. En una
cena romántica, rodeado de velas, en un lujoso restaurante del
centro de París, con un gran ramo de flores y un anillo cuyo
diamante robaba el brillo a la luna. De rodillas le pidió
matrimonio. Y este fue el final de una bonita historia de amor.
Garbancito es un ser pequeñito, el cual un día se escondió en una lechuga para poder así devorar, poco a poco por dentro, a la vaca que se lo tragara. En su última hazaña perdió su pequeña libreta. Por lo poco que he podido leer y entender, entre sus múltiples aficiones está la de escribir microrrelatos.
Mostrando entradas con la etiqueta diamante. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta diamante. Mostrar todas las entradas
19 de septiembre de 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)