Garbancito es un ser pequeñito, el cual un día se escondió en una lechuga para poder así devorar, poco a poco por dentro, a la vaca que se lo tragara. En su última hazaña perdió su pequeña libreta. Por lo poco que he podido leer y entender, entre sus múltiples aficiones está la de escribir microrrelatos.
4 de diciembre de 2013
Gorriones pardos (REC I)
Se durmió soñando que él también podía volar, como su compañero de habitación que subió al cielo para abrazar a Dios y no le dejaron porque le ataron las manos a la espalda y lo encerraron en el cuarto luminoso. Él no quería volar al cielo para abrazar a Dios; tan solo quería preguntarle, de colega a colega, dónde estaban los cuchillos de hierro. Con los de goma no podía cosechar más almas. El trato era sencillo: almas por gorriones pardos.
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Ese chico llegará lejos Henry, no sé si como psicópata, como banquero o como ministro de hacienda, pero hará cosas sonadas, ya verás, tú déjale los cuchillos, je je.
ResponderEliminarAbrazos.
Ya hay muchos de esos sueltos, lo que pasa es que aún no saben lo de los cuchillos.
EliminarUn saludo
Seguro que algún dios le dice dónde están esos cuchillos... Menuda idea
ResponderEliminarUn saludo
JM
Entonces lo tendrá que buscar de otro modo, y no como su compañero de habitación.
EliminarUn saludo
Tremenda imaginación, del chico y del que escribe...
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias Genessis.
Eliminar...estar loco es lo que tiene.
Besos
Un micro muy REC, jaja... raro es que no lo eligieran...
ResponderEliminarSi de cuchillos se trata hay unos suecos que cortan de maravilla. Claro, suecos. Aquí somos más de serrucho...
Un besote amigo y ánimo con la siguiente apuesta.
Me llamaron, pero les amenacé con un cuchillo de goma para que ganara yo esta semana :D
Eliminar... a ver si la siguiente...
Besos