Ya
estamos en tiempo de naranjas, con la Navelina ya en su punto optimo de madures, y la
Navel Lane Late pisándole los talones. En
nada, las variedades de otras naranjas, también entraran en este “festival
citrícola”.
Pues
bien, con todas ellas revoloteando por ahí, tenemos una excelente coartada para
meternos de lleno en un Plumcake de naranja confitada. Es sencillo, es rápido y
nos puede acompañar las mañanas o las tardes de este invierno que ya ha
comenzado a hacer honor a su nombre.
Si
estamos un poco vagos, y eso de confitar naranjas se nos hace un poco cuesta
arriba, pues las compramos. Pero si queremos darle un toque más especial, os
invito a pasaros por el blog SABORES DE VIENA, que tiene una propuesta de
naranja confitada difícil de resistir.
En
mi caso, las compre. Primero por la vagancia, pero también porque por muchas
naranjas que compre siempre desaparecen antes de poder ponernos manos a la
obra.
INGREDIENTES
2
huevos.
1
cuchara sopera de leche.
1
cucharadita y media de levadura química.
Naranja
confitada (4 cuartos).
PREPARACIÓN
Comenzando
batiendo la mantequilla (previamente calentada) con el azúcar. Luego, uno a
uno, vamos añadiendo los huevos y mezclándolo todo con la batidora eléctrica.
Una
vez mezclados todos estos ingredientes, incorporamos la harina que habremos
tamizado antes y la levadura química. Le añadimos la cuchara de leche y lo
mezclamos todo bien.
La
naranja confitada la cortaremos a trozos, la enharinaremos y la incorporaremos
a la masa. Volvemos a mezclar todo.
Echamos
la masa en un molde engrasado y lo introducimos en el horno previamente
calentado a 180ºC
durante unos 30 minutos. Después de pasado ese tiempo reducimos la temperatura
a 150ºC
y lo dejamos otros 15 minutos.
Sacamos
el plumcake, lo dejamos enfriar y lo desmoldamos.