viernes, 31 de enero de 2014

CALÇOTADA EN DESCOBREIX L’HORTA

En esta ocasión no vamos a explicar ninguna receta, sino algo tan entrañable como esa “Fiesta” que se crea entorno a una Calçotada entre amigos o simplemente recién conocidos, en un ambiente de diálogo, de amistad, de jolgorio entorno a los calçots.
Descobreixl’Horta, situada en Borbotó, una pedanía de Valencia, a unos 3 kilómetros de la ciudad, y en plena huerta valenciana, suele organizar animadas comidas con el objetivo de dar a conocer la Huerta Valenciana, sus tradiciones y costumbres, en aprender a cocinar la auténtica Paella Valenciana a leña, un buen arròs amb fesols inaps o, como en este caso, una calçotada.

Este entorno de la huerta, regada por las tradicionales acequias, da la oportunidad al visitante de poder realizar un agradable y didáctico paseo, donde observar los distintos cultivos según la época del año con las amenas explicaciones de Carmen o Fernando.
Un interesante proyecto con algo más de un año que, en este escaso tiempo, ha logrado atraer el interés de diversos grupos de turistas y visitantes nacionales y extranjeros, que estén interesados en conocer el proceso de cocinar una paella, o cualquier otro plato de nuestra gastronomía.

El día en cuestión se inició con una visita al Jardín Mediterráneo y Huerta Ecológica, con explicaciones de cómo se realiza el cultivo "dels Calçots", así como todo el proceso de preparación de los Calçots y la elaboración de la Salsa Romesco, su compañera precisa.
Mientras el fuego ponía en su punto a los Calçots, disfrutaremos de un aperitivo compuesto de longaniza de pascua, chorizo y morcilla seca con "Pa amb oli". Cacau del collaret, tramussos y aceitunas, y unos rábanos y ensalada recién cogidos, acompañado de cerveza y vino.
La “fiesta” continuó con las Tejas de calçots, la parrillada de chuletas de cordero, blanco y negro y las alcachofas a la brasa.
Y de postre, calabaza asada con mermelada de mandarina y mistela.

¿Podríamos seguir contando cosas de la Calçotada?. Pues, sí. Pero estas “fiestas” es mejor vivirlas que leerlas o escucharlas. (FOTOS: Xaq Frohlich y JB)

sábado, 25 de enero de 2014

EMPANADA DESCUBIERTA DE VERDURAS Y TERNERA MACERADA EN SOJA

No sé si se puede generalizar, y decir que la creatividad surge de forma más espontánea cuando estas bajo presión. Pero al menos, en mí caso, suele ocurrir así. Sobre todo cuando se trata de preparar algo para la cena y… ¡vaya!, no tengo nada pensado, y el frigorífico no atraviesa su mejor momento.
Es jueves -un día triste para el relleno de este electrodoméstico-, lo abres a ver “qué te grita o qué te propone”… hay una masa para empanadas, media berenjena, medio calabacín, un par de cebolletas, algunos tomates de pera, dos pimientos verdes italianos y un filete de ternera…
Ganas pocas. De tiempo no andamos sobrados. Este es el momento cuando sin saber cómo, y poniendo “el motoret” en marcha, preparar una cena rica a toda “pastilla”.

INGREDIENTES
1 masa para empanadas.
1 filete de ternera.
½ calabacín.
½ berenjena.
1 cebolleta tierna.
1 tomate de pera.
1 pimiento verde italiano.
Salsa de soja.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal.

PREPARACIÓN
Cortamos el filete en tiras y lo ponemos a macerar con la salsa de soja.
Mientras se va macerando, pelamos y cortamos todas las verduras en pequeños dados.
Las ponemos en un bol, salpimentamos y le añadimos un chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra. Mezclamos bien todos los ingredientes.
Estiramos la masa en una bandeja sobre el papel para hornear.
Colocamos encima el preparado con todas las verduras.
Escurrimos las tiras de ternera y las vamos colocando encima de la base de verduras.
Lo introducimos en el horno previamente calentado a 200ºC durante unos 20-30 minutos.
Comprobamos que en el frigorífico todavía nos quedan alguna buena cerveza.

Preparamos la mesa, alguna ensalada y… listos para cenar.

lunes, 20 de enero de 2014

SOPA DE AJO CON JAMÓN Y HUEVO ESCALFADO / GUISO DE TERNERA CON SALSA DE VINO TINTO

Está humilde sopa popular, con tan sólo tres ingredientes: ajo, pimentón y aceite de oliva, se ha mantenido a lo largo con sus normales variantes según la economía de la familia y los gustos del cocinero, por lo que no es de extrañar que nos encontremos la Sopa de Ajo con otros ingredientes como el huevo (duro o escalfado), chorizo, tocino frito, jamón…
Y aunque Don Quijote le aconsejaba a Sancho: “No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería”, el ajo, en sopa, salsas u otras formas de disfrutarlo, ha mantenido el tipo a lo largo de los tiempos.
También Ramón Pérez de Ayala, en su novela “Troteras y danzaderas” (1913), menciona lo idóneo de esta humilde sopa tras una noche de juerga: “Vamos, hijos, meteos por las sopas de ajo, que no hay nada como eso después de una juerga". Una novela que reproduce la vida literaria española en Madrid y también los ambientes políticos y galantes (léase picaresca amorosa) de la primera década del siglo XX.

En cuanto la guiso de ternera, no era esa la idea. Pero si te acercas a tu carnicería de confianza, y ese día, “mira por donde”, no tienen carrilleras de cerdo ibérico, pues, cambiamos y nos inclinamos por un morcillo de ternera, perfecta para guisar con caldo o vino tinto.

SOPA DE AJO CON JAMÓN Y HUEVO ESCALFADO

INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
6 dientes de ajo.
40 gramos de jamón ibérico en dados.
2 rebanadas de pan duro.
Pimentón agridulce de la Vera.
2 huevos.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal.

PREPARACIÓN
En una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva virgen, sofreímos los ajos laminados. Cuando los tengamos un poco dorados, los retiramos.
En la misma cazuela rehogamos el jamón en tacos. Le damos unas vueltas y retiramos un poco de ese jamón para utilizarlo más tarde.
Añadimos el pimentón y removemos para que no se nos queme, y agregamos 2 vasos de agua y los ajos, reservando unos cuantos al igual que hemos hecho con el jamón y le añadimos la sal. Lo dejamos cocer suavemente.
Mientras freímos las dos rebanadas de pan. La sacamos y las ponemos sobre papel cocina para que absorba el aceite sobrante.
En un cazo con agua, escalfamos los huevos. Ver cómo hacerlo aquí.
Rectificamos de sal si es necesario.
Servimos la sopa en un plato hondo, con el huevo escalfado y la rebanada de pan con un poco de jamón y ajos sobre ella.

GUISO DE TERNERA CON SALSA DE VINO TINTO

INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
250 gramos de morcillo de ternera.
3 zanahorias/carlotas.
1 cebolla.
1 puerro (la parte blanca)
3 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
1 rama de romero (mejor fresco).
Pimienta negra recién molida.
1 vaso ½ de vino tinto.
½ vaso de agua.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal.

PREPARACIÓN
Cortamos el morcillo en dos trozos y lo salpimentamos. En una cazuela con aceite doramos el morcillo por todas sus caras y reservamos.
En la misma cazuela rehogamos los ajos, la cebolla y el puerro picados muy finos. Cuando empiece a pocharse, el añadimos las zanahorias peladas y cortadas a rodajas. Lo dejamos unos 10 minutos a fuego suave. Removemos de vez en cuando.
Incorporamos los trozos de morcillo, el vino y el agua. Ponemos las hierbas y la pimienta negra recién molida. Salamos. Dejamos que se vaya cociendo unos 20 minutos a fuego muy lento.
Pasado ese tiempo, sacamos un poco de caldo e ingredientes de verduras y los trituramos para añadirlos a continuación con el fin de engordar la salsa. Lo dejamos otros 10 minutos a fuego lento.

Emplatamos poniendo en la base las zanahorias y la salsa y encima la carne guisada, salseándola luego por encima con el resto.

lunes, 13 de enero de 2014

SOPA DE APIO Y ZANAHORIA / FILETES DE GALLO CON SALSA DE GAMBAS

Tras dar por clausuradas las Fiestas, dejamos atrás las copiosas viandas y diversos dulces que han acompañado estos días de trajín.

Perdóneme vuestra merced, dijo Sancho, que como yo no sé leer ni escribir, como otra vez he dicho, no sé ni he caído en las reglas de la profesión caballeresca; y de aquí adelante yo proveeré las alforjas de todo género de fruta seca para vuestra merced, que es caballero, y para mí las proveeré, pues no lo soy, de otras cosas volátiles y de más sustancia.

Y así, como si nada -dejando a Sancho con sus cosas del comer con Don Quijote-, ha pasado este tiempo que ya reclama más moderación y hábitos saludables, como una buena ración de verduras y pescado. Eso sí, con ese poco de picardía que ponen las gambas. Que no somos monjes, ni nada que se le parezca.

SOPA DE APIO Y ZANAHORIA

INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
1 rama de apio.
2 zanahorias.
1 nabo.
2 dientes de ajo.
1 rebanada de pan duro.
250 ml de caldo vegetal o agua.
Aceite de Oliva Virgen extra.
Sal.

PREPARACIÓN
En una cazuela, con un poco de aceite de oliva, freímos la rebada de pan. Ya tostada, la sacamos y la ponemos sobre papel para que absorba el aceite sobrante. En la misma cazuela, ponemos a rehogar el apio, los dientes de ajo, las zanahorias y el nabo cortado todo a trozos menudos. Cuando veamos que está todo bien pochado, le añadimos la mitad del caldo vegetal y lo dejamos a fuego medio unos 10 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, ponemos todo (la rebanada de pan, también) en el vaso de la batidora y lo trituramos todo muy bien. Lo echamos de nuevo en la cazuela y le añadimos el resto de caldo. Rectificamos de sal, y lo dejamos a fuego medio. Cuando comience a hervir lo dejamos unos 5 minutos,  apagamos el fuego y a servir.
Acompañamos con unos costrones de pan y una ramita de apio.

FILETES DE GALLO CON SALSA DE GAMBAS

INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
1 Gallo, que en la pescadería nos prepararan en cuatro filetes.
16 gambas medianas.
2 zanahorias.
1 puerro (la parte blanca).
Para la salsa:
4 gambas.
1 rebanada de pan duro.
3 dientes de ajo.
Unas tiras de zanahoria y de puerro.
½ vaso de vino blanco.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal.
PREPARACIÓN
Ponemos a calentar el aceite de oliva en una cazuela, y salteamos las gambas. Retiramos y reservamos.
En la misma cazuela, salteamos los ajos machacados, el puerro y las zanahorias cortadas en juliana. Cuando empiece a estar pochado todo, lo sacamos y reservamos. Una parte de la zanahoria y del puerro lo guardaremos para la salsa.
Freímos la rebanada de pan en el mismo aceite.
Untamos los filetes de gallo con un poco de aceite y salpimentamos. Ponemos en el centro unas tiras de zanahoria y de puerros, así como unas gambas. Lo enrollamos, y sujetamos con un palillo. Así haremos con el resto de filetes.
Una vez preparados, los pondremos en una bandeja y los introduciremos en el horno previamente calentado a 180ºC durante unos 8-10 minutos.
Preparación de la salsa: En el vaso de la batidora pondremos las 4 gambas, la rebanada de pan frito, los dientes de ajo y el ½ vaso de vino blanco. Lo trituraremos todo muy bien, y una vez finalizado lo pondremos en una cazuela con un chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra y lo tendremos a fuego fuerte durante unos 5 minutos.

Montaremos el plato poniendo un  poco de salsa en el fondo del plato y los filetes de gallo encima.

martes, 7 de enero de 2014

BRUSELAS HUELE A CHOCOLATE Y A GOFRES

Decir que Bruselas huele a chocolate y a gofres -aún siendo cierto-, es zambullirse en uno de los muchos estereotipos y tópicos que amordazan la ciudad. También es cierto que es una ciudad gris y melancólica, o que la lluvia nos suele acompañar con más frecuencia de la deseada. Afirmaciones que no nos van a permitir disfrutar y descubrir una Bruselas que tiene mucho que ofrecer a la vuelta de cada esquina.
Aunque su oferta cultural es amplia y diversa, recomiendo tomarle el pulso callejeando sin mucho orden, y descubrir esos callejones sin salida que terminan en una plaza. Son los famosos “clos”, donde los bruselenses acomodados establecían su residencia para tener calma y discreción. O también, toda esa colección de casas art nouveau salpicadas por sus calles.
Pero, ¿aquí cuándo se come?, os estaréis preguntando. Pues vamos con ello.

DÓNDE COMER MEJILLONES EN BRUSELAS

Los mejillones belgas o moules et frites son la bandera de la gastronomía belga, quizá injustamente porque el país tiene una cocina rica y variada. Prueba de ello son la cantidad de versiones que de este plato existen.
Los típicos son “a la Marinera, que se preparan con mantequilla, apio y cebolla. También los podemos encontrar cocinados con vino blanco o con nata, así hasta 80 formas diferentes de prepararlos. Toda una “pasión mejillonera”. Si queréis saber dónde comerlos y dónde no, lo mejor es que visitéis el blog del amigo SOROKIN (Diario de un Aburrido), quien os pondrá al corriente sobre el tema.

DÓNDE COMER Y BEBER
Al igual que el madrileño no vive sólo de cocido o el valenciano de paella, los bruselenses -que hacen gala de ser unos buenos Gourmands- no sólo viven de mejillones.
La sopa de cebolla, el stoempf (guiso a base de patata cocida y verdura) o el waterzooi (plato típico de la ciudad de Gante), que puede ser de pollo o pescado, y que se elabora con zanahoria, puerro, apio, cebolla, todo cortado en juliana, y que lleva también yemas de huevo y nata, todo ello sazonado con nuez moscada, clavo, tomillo y laurel.
A estos dos platos típicos de la cocina flamenca, se le podría añadir las Carbonadas, carne de ternera a la brasa estofada en cerveza y especias. Tampoco olvidar el conejo a la cereza o el codillo a la mostaza.
Algunos sitios recomendados por SOROKIN, y que puedo dar fe del acierto, son:
KELDERKE (Grand-Place 15). Instalado en un sótano de la Grand Place. Muy agradable y buenos precios.
LA ROUE D'OR (Rue des Chapeliers 26. Cerca de la Grand Place). Buenos precios y buen servicio. Muy agradable. Es recomendable reservar.
LE ROY D'ESPAGNE (Grand-Place 1/A). Aunque se puede comer algo ligero, es un lugar recomendable para tomarse una buena cerveza. En la foto, los bajos de la primera casa de la derecha.
POCHENELLENKELDER (Rue du Chêne, 5), al lado del Manneken pis. Para comer y tomar una buena ceveza.

Como Brujas y Gante están a tiro de piedra con el tren (a 1 hora el primero y a ½ el segundo), es preciso realizar una visita a estas ciudades y perderse entre sus callejuelas.
En Gante muy recomendable comer en CHEF LIONTINE (Groentenmarkt, 10-11) En la foto, el comedor del primer piso. Un pequeño restaurante muy agradable, donde se pueden degustar especialidades flamencas, algunas de ellas elaboradas con cerveza.
En Brujas tropezamos, por casualidad, con un restaurante muy recomendable en todos los sentidos. Está en una esquina de una calle muy concurrida), pero no logro recordar el nombre.

BRUSELAS EN UN VASO DE CERVEZA

En la capital de la UE, lugares donde tomar una buena cerveza los hay hasta aburrir. No olvidemos que en Bélgica hay unas cien cerveceras, que fabrican las 350 variedades: Triple Karmeliet. Bersalis Kadet. Kwak. Blanche de Bruxelles. Kriek Boom, etc.
CERVECERÍA TOONE (escondida entre edificios, en el Impasse de Sainte Pétronille, al lado del Marché aux Herbes). Todavía se realizan teatros de marionetas, y sus paredes guardan los escenarios donde muñecos de madera inmóviles representaron alguna vez una historia.
LE CIRIO (Rue de la Bourse, 18). Toda una institución bruselenses inagurada en 1886. Al cruzar sus puertas parece haberse detenido el tiempo por su decoración. Además de beber y parlotear, también se come.
LE CERCUEIL (El Ataúd) (Rue de Harengs 10). Una cervecería especial y un tanto tétrica. Perfecta para espíritus  góticos.
DELIRIUM CAFÉ (Impasse de la Fidélité, 4). Ofrece cerca de 2.500 cervezas distintas de todo el mundo.

LA HORA DE LOS CHOCOLATES

Con los chocolates pasa lo mismo que con las cervezas, los hay de todo tipo, para cualquier momento y para cualquier “edad”.
PIERRE MARCOLINI (Rue des Minimes, 1. Place du Grand Sablon), es la Tiffany's de los chocolates. Sus joyas más valoradas son la trufa con champán, el envol o el trianon fondant. La mejor con diferencia.
GODIVA (Grand Sablon-Grote Zavel 47-48), conocida mundialmente. Sus tiendas ofrecen toda clase de variedades.
ELISABETH (Rue au Beurre, 43). En ella, se puede encontrar chocolate artesanal de todo tipo.
Para cerrar el tema chocolatero, nada mejor que acercarse al MUSEO DEL CACAO Y EL CHOCOLATE (Rue de la Tête d'Or, 9-11).

Por último, aunque los cité al inicio de esta entrada y en su titular, poco o nada he dicho del típico gofre belga, llamado también waffle o waffle. Esa especie de torta con masa crujiente algunas veces, y gomosa la mayoría. Parecida a una galleta tipo oblea, en ninguna de las dos ocasiones en las que “caí” me llegó a entusiasmar.

La verdad, prefiero sus mejillones (clásicos o atrevidos), sus múltiples cervezas y su infinidad de chocolates. Y, por supuesto, callejear por esta ciudad que te descubre cosas nuevas en cada esquina.