Es bien sabido que la política mexicana es bastante miserable. Los que se dedican a esto, a convertirse en funcionarios, presidentes municipales, diputados, senadores e incluso llegar a la presidencia de la República, en general son percibidos como "vivales", como personas que han encontrado un estupendo modus vivendi (los salarios siempre son altos), y en donde en muchos casos (no todos), los políticos se vuelven cínicos, mentirosos y además, de memoria corta. Olvidan sus promesas de campaña o bien, cuando llegan al poder, ni se acuerdan de ellas.
Les pongo un ejemplo: Cuando estaba Ebrard de Gobernador de la Ciudad de México, hizo los segundos pisos. Para convencer al respetable, puso letreros que indicaba que habría un carril confinado en el periférico que tendría transporte público gratuito ejecutivo. Es una pena que no le haya tomado una foto a semejante promesa que, desde luego, Ebrard se olvidó de cumplir y hoy en día ni quien se acuerde.
Claudia Sheinbaum, por ejemplo, estudió en la Facultad de Ciencias de la UNAM y hasta hizo un doctorado. Sin embargo, pareciera que la formación crítica que obtuvo en Ciencias se le ha olvidado o quizás nunca la adquirió. Es evidente que le besa los pies a su presidente, López Obrador, y lo que hace la mano hace la tras. Si el peje dice que hubo trampa en las elecciones, ella sostendrá lo mismo. Si indica que Morena sigue siendo maravilloso partido político, ella secundará esta moción y así hasta el hartazgo. Y entonces la Sheinbaum debe haber cambiado sus valores por lo que la política le da, lo cual le parece sin duda atractivo: dinero, poder, exposición mediática, para mencionar algo de lo que los políticos adquieren. Se le ha olvidado la visión crítica. Se empieza a distorsionar la verdad y empiezan las medias verdades hasta que son evidentes mentiras. ¿No me creen? Va un caso: ¿No se supone que se haría un sesudo estudio para saber las causas de la tragedia del Metro? ¿No se suponía que los resultados se darían y entonces habría culpables a los cuales se les podría fincar responsabilidades? ¿No se suponía que en la 4T son diferentes? Pues no. Después de 5 meses del accidente del Metro no hay nadie que pague ninguna culpa, ningún responsable. Nada. Lo bueno es que ellos son diferentes...
Pero nada de eso importa. Los 26 muertos, los más de 100 heridos son simplemente daños colaterales y además, la gente no tiene memoria, olvida, y por ello qué más da. Y miren, tan es así que Marcelo Ebrard no tiene ningún sentimiento de culpa por haber sido el responsable directo de la línea 12 del Metro, de las prisas por inaugurar y por ende, de los errores cometidos en la construcción de la línea porque el gobernador de la ciudad tenía que pararse el cuello con su gran obra. Hoy muchos -como yo- lo consideramos en gran medida el responsable de esta tragedia, pero como es un miserable, él está puestísimo para la carrera presidencial del 2024. Vamos, su vanidad, sus ansias de poder, su capacidad de ser un lamebotas y decirle al presidente "misión cumplida", porque llegaron las vacunas, habla de su actitud mezquina, egoísta, en donde -repito- los errores que mataron a 26 personas en el Metro son daños colaterales que se olvidarán. Él lo sabe bien.
Y finalmente, hablando de vacunas, reportan que en Ciudad Universitaria, en el módulo de vacunación que está en el estadio olímpico, frente a Rectoría, hay personas con altavoces que agradecen a AMLO y a Sheinbaum que haya traído las vacunas. ¿Perdón? ¿Qué, acaso las compraron ellos? ¿No las compró el pueblo de México? Ellos son los encargados de que el país funcione, no para aplaudirles algo que estaban obligados a hacer... ¿Y saben por qué? Porque la salud pública es una obligación del Estado y más aún, no es renunciable. Y si han hecho su trabajo es su obligación, que para eso llegaron a esos puestos, para servir al país, no para promoverse políticamente. No hay nada qué aplaudirles.
El siguiente video (minuto 1:40 aproximadamente), puede verse la nota respectiva sobre este descarado acto proselitista que está fuera de lugar totalmente.
Ya no pienso en lo que pueda decir el presidente que tenemos, porque saldrá con una de sus puntadas o hará menos lo miserable del caso. Pero Claudia Sheinbaum debería aclarar esto y además, evitar que se siga haciendo promoción de su persona como si por ella es que llegaron las vacunas. Claramente es un acto de campaña anticipado, porque la Sheinbaum -ya me quedó claro- no piensa ya como científica, ya le ganó la vanidad de la política, ya se transformó, ya es miserable en todos sentidos. No sirvió la formación crítica que se alimenta cotidianamente en una Facultad como la de Ciencias. Vamos, la UNAM fracasó en la educación que se le dio a la ahora gobernadora de a CDMX.