Se va en unos 23 días el presidente López Obrador y la verdad que este sexenio ha sido poco menos que lamentable. Hay un país que se está cayendo a pedazos. La delincuencia organizada controla en México está en cuarto lugar a nivel mundial (https://www.atalayar.com/articulo/sociedad/mexico-se-coloca-como-el-cuarto-pais-con-mayor-criminalidad-del-mundo/20220511165425156390.html) y al término de este sexenio tenemos unos 200 mil muertos de forma violenta, aunque López Obrado estime que no hay más violencia pero sí más homicidios. Es decir que para este presidente ignorante, a los que matan lo hacen de manera cariñosa.
Es claro, sin embargo, que López Obrador es un político muy astuto y probablemente parte de este éxito entre la gente se deba a dos factores: i. a regalar dinero en dizque programas sociales, en donde nadie sabe para qué la gente usa los recursos que se les dan y a ii. a las mañaneras, tribuna en donde el mandatario miente un día sí y otro también. Pero que ha sido muy útil para descalificar a los adversarios, reales o falsos, que se inventa López Obrador. Y es que con los recursos de la nación a su favor, es difícil oponerse.
Pero todo por servir se acaba y acaba por no servir. Hoy le aplauden a López Obrador, pero si de verdad se va el "líder sentimental" de la 4T, probablemente el movimiento de Morena empiece a palidecer poco a poco. No será de la noche a la mañana pero desde luego, con una presidente que tendrá que deshacerse de la influencia de AMLO, si es que quiere ser de verdad el presidente de este país, Morena no tendrá la fuerza de un AMLO que regresó al viejo modelo priísta en donde el presidente lo es todo y además, todo lo que pasa es por él.
A mí me sorprende el hecho de como AMLO ha logrado ser casi adorado incluso por una clase política. Layda Sansores, por ejemplo, no le incomoda en lo más mínimo lamerle la suela de los zapatos a su amado líder. Lo mismo con la Secretaria de Gobernación, la de apellido Alcalde, que cada vez que habla en la cámara de diputados lo hace casi en términos de mitín político. Y si esto fuese poco, he visto entrevistas con gente de la calle que cree que López Obrador ha sido el mejor presidente de este país. Y hasta casi lloran al saber que ya se va.
Yo no sé, pero el presidente le está dejando a Sheinbaum un paquetote, con un sinfín de problemas por resolver. De hecho, el tema de la reforma judicial no es tan trivial como AMLO quiere ponerlo y aparentemente los ministros y gente asociada la judicatura, no se echará atrás en su protesta. Vamos, hoy por hoy el sistema judicial está detenido por el paro de los trabajadores de este rubro. La cuestión es cómo se resolverá...
Yo sy de la opinión que el poder atrae y en tal grado que ni López Obrador se puede sustraer a su influencia. Con la cámara de diputados con mayoría calificada para Morena, basta con que el tabasqueño -aunque no esté en el poder- les diga a los diputados sobre alguna nueva idea para proponer una nueva ley (o lo que se le ocurra), para que se mueva toda la maquinaria política para que se cumplan los deseos del dictador tropical. Y este escenario bien podría ocurrir, aunque AMLO haya dicho que él se retira pero lo sabemos, lo único que hace es mentir, así que ¿con qué garantía le creemos que de verdad se va a retirar? Aquí solamente hay de dos sopas: o Sheinbaum se hace un lado de AMLO o bien tendremos a un títere, en donde será AMLO quien siga gobernando este país.
Para algunas personas los reflectores políticos son necesarios. Yo creo que para AMLO esto es una realidad y en el fondo buscará estar en la política, aunque se la pase diciendo que él ya no pinta. Ya dijo antes cuando le preguntaban si sería candidato a la presidencia y él contestaba "denme por muerto". Por supuesto que fue una más de sus mentiras.
Y hablando de misterios sexenales, ¿dónde quedó el sistema de salud como Dinamarca? ¿Dónde están las 100 universidades de la 4T? ¿Cuándo va a funcionar de verdad el AIFA? ¿Existe y funciona la megafarmacia? ¿Cuándo tendremos gasolina de Dos Bocas? ¿Cuándo creceremos al 4% como lo prometió? ¿Cuándo se atacará de verdad a la delincuencia y no solamente apelar al idiota argumento de "abrazos, no balazos". Y ni hablar del catálogo de mentiras que nos recetó el senil presidente, en donde nos mostró AMLO-landia, en donde todo es marravilloso. Me asombra que nadie le haga ver el tamaño mentiroso que es.
Pero bueno, ojalá se cumpla el rito sexenal, en donde el presidente entrante toma las riendas y el que se va se apaga inmediatamente. Y espero que cuando AMLO se vaya a Palenque, quedará tan solo que ni el perro de su casa le hará caso. Y este presidente, que resultó un fiasco, tendrá su justo castigo: que no lo quiera nadie. Y ya después de este sexenio lamentable, si eso le ocurre, se lo habrá tenido bien ganado.