Como cada fin de año, Televisa transmite el Teletón, un evento en donde se trata de pedir dinero vía donativos a particulares, a empresas, a quien se deje, para construir centros de rehabilitación en diferentes estados de la República. En esta ocasión hablamos de la edición #20 de este evento de recaudación.
Teletón empezó hace unos 20 años y tuvo una buena acogida del respetable. Cada año se captaba más dinero y se llegó a un promedio de unos 450 millones de pesos cada año. Con ello, la Fundación Teletón construía CRITs (Centros de Rehabilitación Infantil Teletón) y hoy en día hay 25 centros. No siendo suficiente el tratar con la rehabilitación, la Fundación Teletón entonces empezó a hablar de ayuda a los niños autistas y con cáncer.
Pero en 2015 algo pasó: la meta era lograr 474,143,221 + 1 peso y solamente se juntaron 327,267,551 pesos, lo que equivale a una disminución del 69% de acuerdo con la Wikipedia. ¿Qué ocurrió? Aparentemente hubo una serie de acontecimientos que hicieron que las personas dejaran de donar. Por una parte, el flamante presidente Peña Nieto fue descubierto con lo que se llamó el escándalo de la casa blanca, un inmueble que supuestamente compró su esposa por más de 80 millones de pesos. Eso al mexicano no le gustó nada. Y aunque el gobierno haya hecho circo y maroma para que eso quedara como un acto fallido pero no un acto de corrupción, quedó evidenciado que Peña es tan ladrón como cualquier otro político mexicano (con sus honrosas excepciones que supongo, deben existir).
Y entonces en ese malogrado Teletón salió Carlos Loret de Mola a regañar a los que no donaban como antes. Y si esto fuera poco, se echó la culpa a las redes sociales que sistemáticamente protestaron contra este evento apelando a que la gente dejara de donar. Se insistió que en esa campaña de Facebook y Twitter se decía que Televisa dejaba de pagar impuestos, que todo era un negocio del consorcio, etcétera. Cabe decir que ante la falta de donativos, la página del Teletón entonces puso maneras para que cada donante pudiese sacar su recibo para deducir impuestos, cosa que anteriormente había "olvidado". Y cabe señalar que yo mismo en algún momento pedí que pusieran los estados financieros en la página del Teletón, pues era un asunto público. Al principio me contestaban pero después quien regenteaba la parte de los correos hacia la Fundación dejó de contestarme.
Teletón entonces entendió que había una crisis de credibilidad y que además, gracias a Internet, la gente ya no estaba dispuesta a creerles nada. Fernando Landeros, el presidente del Teletón México, salió a decir que todo era mentira y que esta campaña sistemática contra el Teletón era francamente abominable, porque además era falsa. Lo curioso es que este señor no creo pueda explicar quién armó semejante campaña contra la Fundación en las redes sociales. Y no podrá explicarlo porque nadie generó semejante campaña. Es más bien la percepción que se tiene del Teletón y su mejor expresión la podemos ver en las redes sociales.
Landeros y Co. entonces diseñaron para este último Teletón, el del 2016, una serie de videos en donde sale el personaje del "Vítor", en su microbús, diciéndole a la gente que done para el Teletón, pero una pasajera le dice que no, que se roban todo. Entonces el popular personaje les dice: "les voy a explicar la neta, y verán que todo eso que han dicho del Teletón es mentira", y entonces salen cápsulas que insultan la inteligencia del más pendejo. Sale Landeros (sin llorar esta vez, porque lo hace a cada rato), diciendo que Teletón no quiere sustituir a las labores a las que el gobierno está obligado. Pero se le olvida decir que eso es precisamente lo que está haciendo. Y se enreda en una serie de argumentos que son fácilmente refutables pero claro, no hay antagonista que le diga que deje de decir mentiras. Y así se va yendo la transmisión del Teletón. De pronto aparece el Vítor y ante la queja de que no hay transparencia en el manjeo del dinero, el personaje manda a otra cápsula, explicando que no es cierto. [1]
Pero en mi opinión, el Teletón está mal desde sus raíces. Pretender hacer un modelo de negocios en donde el funcionamiento de los CRITs dependan de los donativos anuales es absurdo. ¿A poco pensaron que le iban a sacar 450 millones de pesos cada año a la gente? No se puede pretender crear centros de rehabilitación hasta llegar a 25 si no se tiene claro un modelo económico sustentable. Y eso es lo que ahora está pasando con el Teletón. Por una parte, las redes sociales han llegado a convencer de lo tramposo del esquema. Ya no convence sacar en la televisión a los niños discapacitados y llorar con ellos en un acto lacrimógeno e indigno de quien sufre una discapacidad. Ya la gente se ha hartado de Ferriz de Con diciendo al respetable: "móchense" y ni los alegatos y regaños de Loret tienen ya efectos. La gente está realmente cansada de que le saquen dinero de todas las maneras posibles.
En mi opinión, el mecanismo del Teletón se desgastó. Le vieron la cara a los mexicanos por años y ahora, ante la posibilidad real de no poder juntar las cantidades millonarias que lograban, han "abierto sus puertas" a todo aquel para que conozca, valore y entonces vea la gran labor que hacen los CRITs. Pero ya es tarde, es un esquema moribundo, mal planeado, que califica con todas las agravantes de ley, premeditación, alevosía, ventaja y traición. En eso se resume lo que es ahora el Teletón y pienso que si acaso lo mantienen un año más, pero claramente este esquema está moribundo y no hay quien lo salve.
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Notas:
[1] Hay críticas fundadas además sobre la exención de impuestos, los donativos, etcétera. Vale la pena echarle un ojo a la página de la Wikipedia.