Yo no sé la razón exacta por la cual ocurren algunos fenómenos sociales. Por ejemplo, en México mucha gente le llama "FeCal" a Felipe Calderón, el actual presidente del país. No sé, como que les hace gracia llamarlo así en evidente tono de insulto. Es -quiero creer- como un mecanismo de defensa: como el actual presidente resultó tan malo, entonces hay que denostarlo al menos, porque sabemos que no se irá del poder hasta el primero de diciembre del 2012.
Los caricaturistas de temas políticos, muchos de ellos estupendos, dibujan a los principales protagonistas con una ironía que solamente puede ser entendida al ver sus trazos. A Calderón, por ejemplo, lo ponen como un enanito y hacen burla de eso implícitamente, aunque desde luego, burlarse de la estatura de alguien es bastante idiota considerando que nadie tiene una especie de "perilla" para aumentar su altura. Sin embargo, me parece que -de nuevo- caemos en estas puyas totalmente infantiles, en un afán por descargar toda esa impotencia al ver el desastre en el que está metido México. Como sea, en el caso de los caricaturistas políticos (como el Monero Hernández, el cual me parece estupendo), hacen su trabajo.
Con las futuras elecciones, por ejemplo, ahora salen a relucir una serie de fotomontajes, los cuales pretenden descalificar a los candidatos que no son del agrado de quienes -precisamente- crearon esas parodias gráficas. He aquí dos de ellas:
Lo que me queda claro es que estas expresiones son parte de lo que el pueblo piensa. Sabemos que Eba Esther Gordillo es nefasta, pero sigue ahí, incólume, sin que nadie pueda hacer nada contra ella. Y lo peor es que nadie sabe por qué no se pueden tomar acciones contra de esta señora, que es terrible simplemente para la educación en nuestro país. Tal vez por eso la gente toma estas iniciativas que, estoy seguro, aunque no les parezcan graciosas a los involucrados en ellas, en el fondo se siguen riendo de nosotros.