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viernes, 14 de junio de 2013

Cuando los amigos son útiles a medias: The Decibels


Decibels - Create Action! (1997) 

Siendo justos, vamos a decir que los amigos son un bien útil la mayor parte del tiempo. Ya saben: camaradería, favores, charla, déjame dos euros que no me llega para el nuevo precio del billete de transporte. Todo ventajas. Otras veces las relaciones amistosas funcionan, pero a medias. La primera y quizás única que se me ocurre a este respecto tiene como protagonista al responsable del extinto, pero culinario-musical programa de radio, Con Patillas y a lo Loco. La parte amistosa que funcionó a la perfección es aquella en la que me dejó un disquito que prometía desde un principio gracias a un binomio nombre grupo-título bastante interesante: The Decibels – Create Action! El resultado no pudo ser más satisfactorio, enganche total a este disco, que además me sigue proporcionando estupendos momentos. Y ahora la parte que funcionó a medias: después de escucharlo me puse a indagar formas de compra y oiga, todo muy bien, pues alcanzaba precios de trama corrupta. Por supuesto la culpa la tiene el que me lo prestó. Sigo sin él, y tras los últimos vistazos a la red, esta situación me temo que persistirá durante un tiempo.

Hay quien se bajó del eMule un recopilatorio de chistes de Arévalo y hay quien no.


Puede que estas altas cotas coste se deba al sello alemán (estupendo siempre, por cierto) Screaming Apple, pues no es la primera vez que sus tiradas se ponen imposibles si llegas con retraso a tu tienda o pusherman de vinilo favorito. Lo cierto es que no es la primera vez que sus famosos sold-out se interponen en mi camino, el más sangrante con el Mass Romantic de los Exploding Hearts, aunque asumo no sin resignación que no será la última. Decía que el sello alemán suele ser uno de los más fiables en lo que respecta a todos los estilos que más gustan por esta vaga casa. The Decibels no iban a ser una excepción. 

Ahora que viene la época en la que os toca ir a bodas: vístanse como los Decibels y se quedan en casa escuchando el disco tranquilísimamente

El grupo fundado en Sacramento es, principalmente, un grupo de powerpop. Ejemplos en Create Action! hay varios, cada uno más ajustado que el anterior a los parámetros del estilo, “Allison”, “But I Love You”, “Whole Wide World”, “Something Good To Go By”, “Change”… cualquiera de ellas un single en potencia que haría levantar los instintos al más melódico amigo popero. Pero como todo en esta vida y todo menú del día ofrece varias combinaciones, Create Action! se desenvuelve en otros terrenos con la misma dignidad, ya sea en canciones más inclinadas hacia el punk-pop como “Good” y “(So Your´re) In Love Again”, y otras tonadas que juguetean con el Pop independiente (“Some People”). Su imagen elegante y trajeada los encuadró en una floreciente escena de mod revival en el norte de California, algo que nos alegra enormemente pues somos bastante amigos del mod revival. 

Si este negocio musical fuera un poco menos injusto, a finales de los noventa los ex E-Types (todavía esperamos un especial dedicado en BeatGaragePop) Dean Seavers y Joe Pach, unidos a Brian Machado y Brent Seavers completando la formación decibelia, hubieran cosechado un poco más de éxito. Merecido sería por esta banda tan excitante. 

Scott Fitzgerald decía que las vidas americanas no tienen segundo acto. Pues bien, después de unos diez años desaparecidos, los Decibels han vuelto a reunirse para dar unos cuantos conciertos (¿Tendremos la suerte de verlos por aquí? Algo me dice que sí) y desafiar las palabras del escritor. Claro, que esto es España y yo espero tener un segundo acto para sustituir el Verbatim que tengo de ellos por un buen vinilo, pero de momento no hay forma.

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miércoles, 29 de mayo de 2013

Canciones para estar donde estén las chicas: The Fevers


The Fevers - Gaan Daar Waar de Meisjes Zijn (2002)

Como empieza a ser un ritual el largo intervalo de tiempo entre un post y otro, en esta ocasión no me voy a andar por las ramas para pasar directamente a la inyección intravenosa de drogas duras (no lo digo yo, sino Renton en Trainspotting). Saltarse de vez en cuando las normas establecidas de comportamiento es algo que sienta muy bien. Sí, todos hemos comido alguna vez queso de tetilla gallego ligeros de ropa, hemos bebido la mezcla de todos los vasos sobrantes a nuestro alrededor y sí, lo más salvaje de todo: hemos puesto una lavadora sin separar la colada de blanco de la de color. Hoy toca saltarse la norma de los textos más bien largos y dar paso a los americanos The Fevers, cuya publicación de 2002 (2002 fue ayer mismo) con título impronunciable nos ha dado tantas alegrías a los que buscamos un clásico trío de canciones directas y sin más pretensiones que la de pasar un buen rato o ruocanroulear, que diríamos en el año 1955 aproximadamente.

The Fevers tras pasar por el Eurorascapiquilandia de la Disney. La chica vino incluida con la camiseta.

La historia de los Fevers queda resumida en los siguientes pasos: California, el guitarrista Brian Hermosillo y el bajista Gavin May como formación primitiva. Sin batería estable hasta que en un viaje a Minneapolis, antítesis climatológica de California, encuentran a Travis Ramin. Graban canciones y se hacen una foto para la portada con cara de frío (parece que no es fingida). Fichan por el sello alemán Alien Snatch Records. Como título de su primer disco deciden, para mayor diversidad cultural, llamarlo con una frase en holandés: Gaan Daar Waar de Meisjes Zijn. Es en este punto de la historia donde uno se tiene que ir a algún traductor de la internet (este paso lo puedes saltar si eres Gunther, de Groningen o similar) y despejar dudas. El resultado que da el de la Google es “Ve allí donde las niñas son” ¡Bingo! Esto sí es una declaración de intenciones, pues es bien sabido que todo grupo de música da sus primeros pasos musicales para ir allí donde las niñas son.

Señores, esta tienda está en Utrech y si tengo que vivir en una cueva quiero que sea en ésta

El hecho es que Gaan Daar Waar de Meisjes Zijn está repleto de pildorazos directos de apenas dos minutos sin necesidad de ponerse trascendentales en ningún momento. Powerpop de guitarras y justos coros sixties pero con el aire macarrilla de quien anda indistintamente influenciado por el punk de primera hornada. Con sus reconocidas influencias de los Real Kids, Flamin´ Groovies, Barracudas o Small Faces (una versión del disco es “All Or Nothing”) es más que suficiente información para hacerse a la idea de la fórmula que van a seguir. Una fórmula que todos conocemos de sobra, pero irresistible si su facturación  nos ofrece canciones tan intachables como “Too Early For Love”, “C´mon My Baby”, “Bottom Of The Sea”, “Ain´t I Good For You” o “Girl After Girl”.

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jueves, 19 de abril de 2012

Quehaceres altamente prescindibles y The Real Kids


The Real Kids - The Real Kids (1977)

Existe gente (en eso creo que estamos todos de acuerdo) y existe otro tipo de gente (en esto ya veremos) que bajo una capa de buenas maneras y sonrisas amables nos realiza recomendaciones cuando en realidad lo que quiere decir es “tienes que”. Seguro que se han topado alguna vez con alguien así, o mucha gente así, puntualicemos cuanto podamos. Los que te dicen que tienes que tener una casa más grande, un coche más grande, una nevera más grande, una televisión más grande que te cagas, una mesa más grande, un ordenador con no sé cuantos megas mucho más grandes, un teléfono con pantalla más grande y altavoz más grande, una impresora que admita papeles más grandes, un seguro del hogar para todas las cosas grandes que has comprado. Y sigue así la cosa, no crean.

Los Real Kids con cara de pocos amigos tras intentar colocar una imagen en Word 2007

Te dicen que tienes que tener diesel y a la vez gasolina, abrigos que abrigan más en invierno, un seguro dental, una tarjeta de descuento, un nuevo contrato con la compañía del gas, gorra, plantar tomates y cebollas, perro, gato, niño, tienes que comer más, tienes que comer menos, tienes que trabajar más despacio, llevar paraguas para no mojarse, tienes que andar a dos patas, devolverle el balón a un niño, pagar con tarjeta, descargar gratis, ver series, cerrar la terraza, escuchar el primer disco de los Real Kids. Única y exclusivamente a estos últimos es a quien uno tiene que hacer caso. Tienes que hacerles caso.

El primer disco (y como veremos unas pocas líneas más abajo casi el único) de los Real Kids es esencial desde el canto superior derecho hasta más desgastado inferior izquierdo. Desde Boston (aunque grabado en Nueva York), y para los pocos que supieron leer entre pequeñas reseñas de aún más pequeños medios de información se encontraba un disco fundamental, a medio camino del incipiente punk de la costa Este y el buen pop que arrasaba en los sesenta y algunos extraños se encargaron de desprestigiar durante unos años de medievo melódico en los primeros setenta. Esta joya de 1977 se debe principalmente a la luminaria de John Felice, desvirgado musicalmente años atrás en la primera formación de los Modern Lovers, no llegó a participar en la primera grabación de los mismos por ser menor de edad, pero no perdió el tiempo en formar The Real Kids, aunque sí unos cuatro años en entregar su primer largo junto a Howard Ferguson, Alpo y Billy Borgioli.

Efectivamente, todos tenemos un amigo melenas del instituto al que luego (por cariño y esas cosas) nos cuesta dejar de lado

Como suele ser habitual, los discos empiezan por la primera canción, y vaya primera canción: “All Kindsa Girl”, canción memorable y pluscuamperfecta, desde sus míticos primeros acordes hasta el estribillo y un pegajoso e irreprimible ritmo que ya no te separa del disco hasta que éste termina. No sólo de semejante himno vive este debut disquero, las composiciones de Felice no deslucen en ningún momento a tan inmejorable inicio, ya sea “Solid Gold”, “Do The Boob”, la estupenda “Taxi Boys”, la maravillosa “Just Like Darts” o el tremebundo final de “Reggae Reggae”; como tampoco lo hacen las tres versiones (creemos que existe una fórmula matemática desconocida para incluir un número de covers en cada disco, y éste la cumple), a destacar entre mis favoritas “Roberta”, en la que participa Jeff Conolly, el paisano bostoniano más famoso y mono de Massachusetts. Una vez escuchen el disco pongan las etiquetas estilísticas que quieran; Rock And Roll, Punk, Pop, Garage, ¿quizás Powerpop? Quedan todas aceptadas.

Como toda bonita historia tiene un cazador que mata a la madre de Bambi o un dinosaurio que deja vivo al niño de Parque Jurásico, en esta hay que recurrir al mandito abandono que sufren numerosos grupos por parte de los estamentos económicos, motivo por el que Felice trabajó durante un tiempo de rodie de los Ramones, entregaran un único álbum de estudio más (No Place Fast, también recomendable), algún directo tras algunas reuniones y (que yo sepa) un par de trabajos más de Felice aunque no bajo el nombre de Real Kids. Afortunadamente grabaron este disco homónimo, era el día (o días) en el que cuatro tipos se levantaron de la cama y cada canción que grababan les salía bien. Por nuestra parte, agradecimiento eterno por tanta inspiración.

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martes, 24 de mayo de 2011

7´´, 45 r.p.m. y cuatro pequeños trozos plásticos: The Jam

The Jam 1978s singles.

Con una memoria en pleno proceso de huelga, pero aun puedo recordar las clases de filosofía, cuando esta asignatura se impartía incluso a los que no sabíamos qué hacer y estábamos en ciencias porque había que estar en algún sitio. Y seguimos estando en algún sitio, aunque ese es otro tema. Sentado en dos patas de la silla por algún lugar que en una botella de Mahou sería más cerca del culo que de la boquilla. En chándal, porque los vaqueros se sacaban en las excursiones al museo del Prado. Un profesor vagamente esmerado en contarnos aventuras y desventuras para sacar de la cama a alguna neurona y que algún tipo con bigotillo o tipa con pechos desarrollados años atrás (sin filosofía me di cuenta por mi mismo que pertenecía al primer grupo) profundizara en algún que otro pensamiento abstracto. En concreto ese de que el hombre es libre porque siempre se encuentra ante posibilidad de elección (pero no de erección curiosamente). Te contaban para explicarlo el ejemplo del señor malo que te viene a robar y te apunta con una pistola, la elección es darle los cinco euros de la cartera o que te meta una bala en la cabeza. Situaciones abiertas. La leche pensaba uno porque pensaba poco, es verdad. Y una mierda.

The Jam en plena protesta por la reposición indiscriminada de series ya olvidadas como "Canguros"

Si en algún momento actual el señor malo entra por la puerta de casa, es probable que entre porque yo le abra, pero el tema y tal es que entre. Amenaza porque tiene pistola, y te apunta a la cabeza y te dice: “Te voy a choricear todos los singles de los Jam, pero como yo también estudié filosofía te dejo que te quedes con uno”. Y ahí es donde digo lo de “y una mierda”. No tendría posibilidad de elección, quiero todo, no me puedo desprender de una sola de las partes. Concretamente tengo una época favorita en la que las dudas me asaltan con más agresividad que el hombre malo con pistola: los singles del año 1978. El mismo en el que publican mi disco favorito de los peluquines Mod, All Mod Cons. A saber: “News Of The World”, “Down In the Tube Station At Midnight”, “Bomb In Wardour Street” y “Strange Town”, que la añado al paquete porque aunque se publicó en el año 79 se grabó un poco antes.

Perteneciendo a una época muy particular del grupo, en la que pasan paulatinamente del sonido casi punk a diversificarse en otros estilos en los que Weller siempre se sentiría más cómodo, cada single es muy diferente del resto. El primero de ellos es News Of The World, en el que la canción principal es de Bruce Foxton, amén de la tercera en discordia del single, “Innocent Man”. Situación que creo que no ocurre en ningún 7´´ del grupo. Paul Weller cuela en la cara B la estupenda melodía popera de “Aunties And Uncles”, siendo curiosamente una canción escrita en pleno proceso de transición del peluquín, pues sufre cierta desilusión con las canciones grabadas por el grupo para lo que será el siguiente álbum. Ciertamente este momento de desencanto puede ser motivado por la mala elección de una colcha para pasar el invierno, pero afortunadamente el amigo Weller encontraría el camino en composiciones posteriores. Podría ser uno de mis favoritos si no fuera porque el sólo mencionar eso de un conjunto de tres canciones en las que sólo una es de Paul Weller es casi una herejía.

The Jam en plena protesta por el aumento de las canciones malas de las tiendas de ropa que se oyen incluso en la calle 

El encuentro con dicho camino se encuentra en el segundo single en cuestión: “'A' Bomb In Wardour Street”, imprescindible letra del Paul Weller que le vuelve a situar como la bombilla más clara de todo el movimiento punki de las islas británicas. Si “News Of The World” no había contribuido para bien en la imagen del grupo para la prensa, tampoco lo haría que All Mod Cons fuera presentado con un single que contenía como doble cara A (no existe el término B en los propios créditos) una versión del intocable Ray Davies, pese a que en mi vaga opinión la versión de “David Watts” desmerece muy poco de la original. Menos mal que “A Bomb In Wardour Street” es una canción imponente, llena de rabia y con una letra que no hizo amigos a Paul en la pandilla que lucían imperdibles en los pezones, desmarcándose así de un movimiento en el que se sentía más incómodo que Calatrava con una fachada recta. No citaremos pues desde este punto a The Jam en el punk como tal. Podría ser uno de mis singles favoritos si no fuera porque siempre me interesó más que en los mismos se pudieran encontrar canciones que no estuvieran en el LP.

Tercer 7´´ del lote: “Down In The Tube Station At Midnight”. Ya está, ya se puede decir, Paul Weller alcanza cotas de composición al nivel de los más grandes, y además tan elegante que nadie tendría reparo en llevarle a merendar a casa de una abuela. Canción perfecta en todos los sentidos, letra insuperable, aunando estilos musicales como el Mod Revival y el New Wave de forma elegante y una portada mítica en la carrera de la banda. En la cara B se encuentra una nueva versión MODerna, “So Sad About Us” de Pete Townshend y una composición de Bruce Foxton, “The Night”, canción intensa aunque sin llegar a los niveles de lo que estaban haciendo en las canciones de All Mod Cons. Podría ser uno de mis singles favoritos si no fuera porque no es el único que han realizado, cosa que hubiera facilitado bastante la elección.

The Jam en plena protesta por el aumento de precio del bono bus de diez viajes

Cuarta y última reseña, a modo de bonus porque se ha colado mientras inhalaba los vapores del limpia cristales y porque cuadra muy bien para completar el póker de singles. “Strange Town” es una encantadora canción, que sólo se puede encontrar en formato single, en recopilatorios, en este bloc, en canciones en directo, en tributos, en anuncios de mundos extraños cuando existan anuncios de mundos extraños y en el remake de “La ciudad no es para mí” en caso de que en algún momento se realizara, es decir, en un par de sitios solamente. Todo esto no quita que sea una gran canción, acompañada en la cara trasera del disco por “The Butterfly Collector”, canción tenue y menos luminosa a lo habitual en el grupo.

Afortunadamente, ningún hombre malo no ha querido robarme estos singles, aunque pensándolo fríamente admito que si alguien quiere conseguir semejante material algo de buena persona debe de tener. En cualquier caso ya va siendo hora que deje de filosofar y quitarme de una vez por todas el bigotillo y el pantalón de chándal, que llega el verano y empieza a hacer calor.

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sábado, 9 de abril de 2011

7´´, 45 r.p.m. y un pequeño trozo plástico: Lyres



Don’t Give It Up Now / How Do You Know?


Sección en formato reducido que no hace otra cosa sino demostrar que la utilizamos cuando no tenemos tiempo para una en tamaño normal o extra jes extender cuando nos da por alargar un poco la tecla; o lo que es peor, también es utilizada cuando no fluyen ideas, es decir, algo que ocurre la mayor parte del tiempo del calendario juliano por el que nos guiamos. Se nos ve el peluquín, y mucho.

No obstante, todo el texto anterior podría invertirse por un comunicado en el que defendiéramos esta sección como una pequeña delicia, más si en ella se incluyen a los enormes e imprescindibles garageros de los Lyres. Afamado grupo bostoniano del revival ochentero, surgido de las cenizas de los extintos DMZ, en el que Jeff “Monoman” Conolly lidera a todos y cuantos músicos toquen tras él en ese momento. Lo de Monoman que yo sepa no es por su aspecto simiesco, sino por una habilidad sin par para tocar con una mano el órgano Vox que siempre le acompaña, agitar la pandereta con la otra, cantar con la boca, mover la cabeza a ritmo del cuaternario, un pie girarlo en sentido contrario a las agujas del reloj, y en sus ratos libres entre canción y canción tejer una bufanda de ganchillo según sea de fresca la ciudad en la que toca. Tan apañado él como su fama de tipo de complicados modales sociales.

Singles como éste, entregado por Dirty Water, demuestran que existen ocasiones en las que es muy complicado saber cual es cara A, y cual es cara B. Me inclino por “Don’t Give It Now” como primera opción, aunque no descarto cambiar de idea si el viento sopla del Noreste e invertir el orden por “How Do You Now?”. La indecisión personificada.

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martes, 1 de febrero de 2011

7´´, 45 r.p.m. y un pequeño trozo plástico: Johnny Thunders & The Chesterfield Kings


Critic´s Choice / I'd Rather Be With The Boys / London Boys


Retomamos esta mini sección, la cual no es mini porque dejamos de lado el divagar durante largo rato como si fuéramos Jesús Hermida, sino que es mini por el tamaño de los discos aquí comentados, generalmente singles y EPs, o para que nos entiendan nuestros más jóvenes lectores: unos emepetrés muy caros, almacenados en figuras circulares de tamaño similar, que se introducen en un cartón con fotos (a veces hechas con cámara analógica, el diablo debe estar detrás). Alguno pensará que esa es la descripción de una caja de galletas, pues sí, parecido.



En este caso, el artefacto sónico pertenece a la alianza entre Juanito Truenos y los Chesterfield Kings. No todas las cosas divertidas acaban en erveza o aberna. Se trata por tanto de la unión entre un Thunders que no fue imputado en la Operación Galgo porque él inventó el dopaje, junto a Greg Prevorst y los suyos, o lo que es lo mismo, el señor que se pinta como una puerta, utiliza una laca para el pelo con idéntica composición química que No Más Clavos y junto a Andy Babiuk forman el grupo más melómano de los últimos treinta años.

La cara A esconde una canción de Thunders, “Critic´s Choice”, repleta de remedios terapéuticos y muy en la onda de las canciones del padrino punk. En la cara B, dos canciones con sonido de dudosa procedencia: “I'd Much Rather Be With The Boys”, que aunque se cite como de Jagger-Richards, es realmente una colaboración del último junto al manager Andrew Oldham (curioso dato), y “London Boys”, nuevamente del bueno de Thunders. Editado por el muy apropiado sello Junkie Records y en color amarillo para que el artefacto salga aún más caro, y poca más información puedo darles, que yo sepa aun no domino el japonés, algo realmente asombroso si se tiene en cuenta mi afición a hablar mal todos los idiomas que conozco.



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jueves, 9 de diciembre de 2010

Y finalmente, lo que más he trillado de este año son los Len Price 3


The Len Price 3 - Pictures (2010)



Reconocer las cosas no es fácil, más si uno tiene que confesar que sale de la ducha cantando "Just A Gigolo", pero hoy tengo que reconocer que hice caso omiso a diversas voces como las de la estupenda web powerpop action, o al mismísimo Juanito Lebrel, cuando decían que el último disco de los Len Price 3 pintaba tan bien. Debo reconocer que su fecha de publicación anda rayando el año presente, y que sin llegar a los extremos de nuestro doctor Troy McClure (tan metido últimamente en el blues del siglo XIX considera una novedad la primera grabación de Robert Johnson en siete pulgadas para equipo monoaural), a algunos nos cuesta encontrar novedades que merezcan la pena más allá del mundial de Naranjito. Menos mal que la última entrega del trío británico con camisetas del H&M, toca muchos de los palos que más nos gustan por este bloc, con la brevedad que caracteriza mi vida cotidiana y que ellos hacen que vaya al ritmo que late el corazón del señor Burns.


Tres en una misma cama y uno con un libro infantil del revés, esto no son los Len Price 3, ¡Es la casa de los Bush!



Los Len Price 3 proceden de la zona del Medway británico, algo así como una cosa cerca de Londres, a la vez cerca del mar, pero por la que también pasa un río de mismo nombre que desemboca en el Támesis y por la que a su vez puede llegar a pasar muy poco salvo más de una nube que prefiere quedarse cerca de tu casa. Quizás una estampa que a alguien como a este trío sólo le animaran unos discos de los Who, de los Small Faces o de los Kinks. Tras un par de primeros álbumes bastante recomendables como son Chinese Burn y Rent A Crowd, el grupo formado por Glenn Page como guitarra y voz, Neil Fromow como batería y más voces, al que aun no he conseguido sacarle un parecido razonable, y Steve Huggins al bajo; ha conseguido superarse en un disco repleto de intensidad y unas miras mucho mejor enfocadas a las tonadas sesenteras, de la cual no sabemos si tendrá culpa Jim Reiley y Graham Day metiendo mano en la producción repleta de captura sonidos viejunos.


El artilugio imprescindible para cualquier sala de ensayo es el fonógrafo de Edison antes de que éste inventara el martillo eléctrico. Eso, y una alfombra que de ambiente a la habitación.



Las canciones de Pictures suenan urgentes, de apenas dos minutos, lo cual convierte su escucha en escasamente media hora repleta de una intensidad, que si bien habría que ubicarla en su gran mayoría por una querencia absoluta por el garage, no es descartable, debido a la ya comentada influencia de la melodía pop, encontrarse con algún trallazo powerpopero como (una de mis favoritas) “After You´re Gone” o retazos punk al más puro estilo de los Clash. Es seguro que superar a los Who, o las historias que cuenta Ray Davies con los Kinks es francamente difícil, pero es de agradecer la frescura que aporta el disco escuchando “Keep Your Eyes On Me”, “I Don´t Beleive In You”, la cachonda “The Girl Who Became A Machine” y algunos pepinos que dejan sin aliento, no por el tamaño del mismo sino por la velocidad a la que discurren como “You Tell Lies” o “Under The Thumb”. Si a los ingredientes del garage, el punk, y el pop, le añadimos unas dosis del humor inglés del que muchos supimos su existencia hasta la llegada a España de Michael Robinson, tenemos sin duda un buen alimento que llevarse a la boca en estos duros tiempos. Además, si te haces con la edición vinílica te obsequian con un cd con canciones extras que sólo encontrarás en dicho formato, o en este bloc.

Ellos mismos afirman “La vida es corta y la gente está muy ocupada, así es que Len Price 3 golpea a la audiencia fuerte y rápido, antes de que sus mentes empiecen a preguntarse a quién van a votar para la próxima nominación del Gran Hermano o que van a tomar con el té.” Poco más que añadir, y es que puedo dar fe de ello, les vimos en un concierto de apenas cincuenta minutos, y el escaso medio centenar de personas allí congregadas salimos noqueados ante esos niveles de celeridad e intensidad, que incluso dejan al cantante con los ojos fuera de sus propias cuencas oculares.

Si quieres comentar cuál es tu disco más escuchado del año, realizaremos una crítica del mismo con la poco profesionalidad que nos caracteriza, hayamos escuchado o no tu rodaja favorita.


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jueves, 21 de octubre de 2010

Los caballeros de la mesa Pop: Gentleman Jesse And His Men



Gentleman Jesse And His Men (2008)


El proyecto powerpopero del bajista de los Carbonas, Jesse Smith, ha conseguido que cada vez que escuche su debut me vuelva mejor persona. Quizás esa no es la palabra, demasiada exagerada y con la que no estoy demasiado familiarizado, quizás voy más feliz por la vida. Es que veo por la calle a MacGyver con un perro miccionando en una alfombra y voy a darles un abrazo, a los dos. La vida es así, pones un poco de New Wave en tu existencia y olvidas por completo que en algún momento perdiste tu denuncia a la colonia Jack´s por publicidad engañosa. Ahora me perfumo con el aroma del gazpacho a Bertín, pero este chico y sus hombres (quien lo iba a decir) me entusiasman un día tras otro.


Gentleman Jesse y sus chicos en una de las bodas de Sara Montiel



Como comentaba, del proyecto se encarga Jesse Smith, bajista de los punkarras de Atlanta Carbonas, pero ahora metido de lleno a la Rickembacker de seis cuerdas. En la aventura le acompaña el propio bataca de los Carbonas, Dave Rahn, que además se encarga de la propia grabación del disco. Algo digno de un estudio o de una charla de punks anónimos, es como han reconvertido sus principales trabajos en un disco cargado de grandes melodías y juegos de voces, pero es posible que la inclusión de Craig Johnson a otra guitarra, y el bajo de Dustin Nigro tengan algo que ver en su transformación.


Jesse Smith y el perro que orinó en su alfombra. Haga lo que hicieron sus padres: Busque un empleo.



La portada del disco ya da indicios de por dónde pueden ir los tiros del álbum: This Years Model de Elvis Costello, la compra de cámaras Yashica, o un guiño a la foto avatar que tiene el que escribe estas líneas (opción que cada vez va cogiendo más fuerza). Sin duda el sonido New Wave de las primeras grabaciones del sello Stiff Records se muestran muy presentes, corriendo como es natural ese regustillo a Punk de las grabaciones de esa época de antaño. Las trece canciones del disco tienen una frescura abrumadora, tras un inicio con doble canción llega “All I Need Tonight (Is You)”, un absoluto clásico inmediato, una canción que como otras tantas del álbum entran con gran facilidad, sin vaselina de por medio y cuando menos te lo esperas. Le sigue “Rest Of My Days”, otro corte de tinte más garagero y con una gran moraleja de lo que puede hacer uno durante lo que nos queda de existencia. Tras estos dos imprescindibles temas algún que otro plato fuerte que no se te quitará de la cabeza, “Attention” y especialmente la inmediata de grandes armonías vocales “You Don´t Have To (If You Don´t Want To)”. Si crees que con cuatro canciones esenciales no tienes suficientes, puedes disfrutar la versión de uno de los grupos que huelen como la camiseta de Otto, los reggae The Equals y su “I Get So Excited”, y otros irrechazables escritos del caballero: “Wrong Time”, “If I Can See You (You´re Too Close To Me)” (A estos chicos les gustan tanto los paréntesis como a mí) y “Put Your Hands Together”.

Puede que treinta y cinco minutos no sean suficientes para encauzarme por el buen camino de la bondad y la generosidad, pero aseguro que cuando uno se cruce con alguien que vaya escuchando este mismo disco, una sonrisa cruzará de oreja a oreja, seas de este planeta o de cualquier otro.


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Es posible que estar más de dos minutos saltando sin parar no tenga excusa, pero estar tan excitada tiene justificación.


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domingo, 10 de octubre de 2010

El Revival revivalista del revival del garage: Swingin´ Neckbreakers



The Swingin´ Neckbreakers - Live For Buzz (1993)


La proposición del día se basa únicamente en que por primera vez (algo increíble a tenor de lo que se suele exponer en estas líneas) una crónica musical será escrita bajo los efectos de las drogas. Sí, de las drogas, de esas que se suponen que curan catarros pero te dejan el cerebro hecho fosfatina para según qué actividades neuronales. No obstante, como buen seguidor de Trainspotting, el coloque me ha sido patrocinado por la Seguridad Social, un cambio sustancial en mi vida, como un cambio en nuestros amodorrados artículos sobre flojeras bandas musicales podríamos hacer volviendo otra vez al lado oscuro del rock and roll; al chillón, al varonil, al sucio y potente garaje del debut de los Swingin´ Neckbreakers: Live For Buzz, rebautizado desde el momento que uno es fan de los Simpsons como Live For Buzz Cola.


Tres hombres y un coche fúnebre como clara alusión del viaje al más allá que puede provocar mirar fijamente a los pantalones de Snook


Como muchos saben y muchos no, los Swingin´ Neckbreakers son una angelical banda de Trenton, Nueva Jersey, un lugar donde seguramente no pasen muchas cosas, pero donde por ejemplo te puedes tomar unas almejas en salsa verde por sólo trece dólares. Formados por los hermanos Tom y John Jorgensen, posibles jugadores seleccionables como interior derecho y pivote defensivo de la selección danesa de futbol, pero que finalmente tras ninguna llamada del seleccionador grabaron unas cuantas demos musicales en el garaje de su casa y empezaron a dar conciertos por la zona, inicialmente con John a la seis cuerdas y Tom berreando desde el bajo hasta la llegada de Shaggy Snook, que relegaría a John al multidisciplinar trabajo de baterista del grupo. Tras un primer single que les ponía en órbita se publicó su primer largo, este pescado con espinas llamado Live For Buzz.

Un disco cuya biblia dice que hay que honrar con versiones bien elegidas a los padres del garaje, es decir, prácticamente todos, puesto que a los SN se los podría englobar en una especie del revival del revival que comenzaron años antes algunos grupos ya de sobra conocidos como los Lyres o los Reyes de Rochester (Si es que realmente el garaje se fue de la vida cotidiana alguna vez). Así nos encontramos con más de la mitad del disco compuesto de gratificantes y saludables versiones de los Kinks (“I Took My Baby Home”), de los Troggs (“You´re Lying”); por supuesto de los Sonics, que ya disponían de un capítulo aparte en esto de las santas escrituras del garaje y de los que versionean el “Boss Hoss” de Gerry Roslie; de los sesenteros Jay-Jays se apropian de “Shake It Some More” y así hasta obedecer los nueve mandamientos en forma de nueve canciones.


El pobre Tom Jorgensen comprueba que Nuria Fergó se encuentra entre el exaltado público


El resto son sus logrados temas, “Little Pink Medicine”, “Thinkin´ Man´s Girl”, “Take You Live” o “I Live For Buzz”, llenos de energía destructiva, vitalistas, con tres verracos que no paran de maltratar la sensibilidad pop de cualquiera que ponga sus oídos frente a las guitarras de Snook, los puntuales órganos en las canciones, los temerarios golpes de baquetas de medio kilo del colega John Jorgensen y el bajo sin frenos del hermanísimo Thomas. Son chillones, cavernícolas, machacantes y seguro que hasta sudan, pero no dejan de encantarnos esas tonadas absolutamente absorbentes de Live For Buzz. Un placer completo sería hincarle el diente a su segundo disco (Shake Break!), y porque no, tras estar intermitentemente desaparecidos desde hace unos años a su última entrega Pop Of The Tops. De momento, a disfrutar del debut con los hermanos con más mandíbula que ha parido Nueva Jersey desde que Bon Jovi y los suyos decidieron entrar en los primeros puestos de los más bellos del Superpop de Octubre del noventa y uno.


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'>>>Pincha & Buzz<<<'






No intenten encontrarlos en el siguiente vídeo, los que tocan no son ellos, pero el creador de la imagen ha tenido la bondad de poner piernas al aire.

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jueves, 8 de abril de 2010

Pasos de Semana Santa



Después de estos días de asueto, reflexiones 'pa dentro' e ingesta masiva de torrijas (gracias a los campeonatos que se establecen entre abuelas, madres y tías por parte de padre) hemos llegado a la conclusión de que Garejeland es a los blogs lo que el increíble hombre menguante al cine.

Pero antes de hacernos pequeñujos y desaparecer para nunca más volver (si no quieren que ocurra esto tienen que hacer como con la hadas de Peter Pan, pero no aplaudan , tan solo salgan a la ventana y griten: "peluquín" bien fuerte. No se preocupen por la opinión de los vecinos, háganse con el poder en la próxima juntay tendrán el toro por los cuernos). Como les decía, antes de que hagamos mutis pretendemos redimirnos y hacer propósito de enmienda iniciando una política de actualizaciones con un poco más peso en la palabra actualización y menos en la de política. Yo les prometo que mi compañero, el señor de los numeritos, parte pensante y contratante de este humilde bloc volverá cuando lo estime oportuno, de momento tienen que conformarse con el menda.


De izquierda a derecha: 61&49, Weisse, El Esquimal Onanista, un servidor y Troy McClure (o Hannibal Smith con uno de sus disfraces)




Como decía hace muchas frases, comenzamos nuestra redención haciendo una lista de las canciones que mejor pueden ayudar a pasar esos malos tragos que tiene la Semana Santa (por qué todo el mundo dice que odia la navidad y nadie la semana santa?), procesar mentalmente las tamborradas y preguntarse si los tipos del capirote llevan la ropa interior a juego.

Comenzamos (comenzón para los nostálgicos) con...

Canción Torrija: Marquee Moon - Televisión.

Motivo: porque sirve lo mismo para acompañar la degustación del postre favorito de las digestiones del cuerpo humano como de metáfora para explicar cómo se siente uno ante una torrija (la primera que se come una en todo el año es un placer divino, pero también es verdad que no es un postre para todo el mundo, porque es todo lo denso que las papilas gustativas pueden asumir).

Efectos: invariablemente, echarses el jugillo y la canela sobre la torrija a ritmo de (ti ni, ti ni, ti ni, ti ni). Si alguien te puede hacer la segunda guitarra (tinininini, tinininini) la confabulación de factores puede ser judeomasónica, por lo menos.



Canción para las pelis tipo Ben-Hur: (y con "tipo" nos referimos a las Sandalias del Pescador, Rey de Reyes, Espartaco, Los Diez Mandamientos... Los clásicos de la sobremesa): So Says I - The Shins.

Motivo: "porque yo no he venido aquí a remar, sino a tocar el tambor como en Ben-Hur". Esta fue la respuesta que dio un excompañero de trabajo caradura ante la acusación de otro compañero de que su trabajo dejaba bastante que desear. Siempre he pensado que esta canción sonaría perfecta a cámara lenta mientras mi el sujeto 1 dejaba ojiplático a los presentes y volvía a su sitio. Es una frase definitiva.

Efectos: No se sabe por qué, pero la escucha de esta canción proporciona la sensación de comer un banquete del mismo Yahvé ("Ha dicho Yahvé, ha dicho Yahvé").



Canción capirote: Big Time - Neil Young

Motivo: porque para esta categoría necesitaba de alguien de un país con cierto deseo por disfrazarse de cosas estrafalarias, véase la policía montada del Canadá. Un saludo desde aquí a los ciudadanos del país del arce.

Efectos: parecidos a los que acontecen en el cuerpo del señor Burns cuando todos los virus intentan entrar por la puerta al mismo tiempo.




Canción tamborrada: Sing, Sing, Sing - Benny Goodman Orchestra (con Gene Krupa)

Motivo: No hay nada más satisfactorio actualmente ( y posiblemente nunca lo haya) que aporrear algo con otro algo con fuerza inusitada. El mono de 2001 lo sabía, la madre que deja a su hijo el bote de Ariel bajo la promesa de que le dé flojito lo sabía, ahora lo saben ustedes.

Efectos: posiblemente intentar conseguir la primera saeta con ritmo de swing de la historia y realizarla bajo una inconfundible combinación de golpes de lapicero sobre una mesa. Alguno será tachado de loco, pero de estar loco a ser un visionario sólo hay una visita por el asilo Arkham.




Canción Domingo de resurrección: Sometimes Salvation - The Black Crowes

Motivo: porque si en tu grupo tienes a un cantante que es una versión casi canónica de Jesucristo lo más lógico es que tengas cabida en esta minilista y porque son muy buenos, eso también

Efectos: probablemente el marasmo guitarrero de este aquelarre hippie y de Rock 'n' Roll te influya para toda la vida y quieras emular los movimientos espasmódicos del mayor de los Robinson y protagonices la próxima campaña de publicidad de Angileptol (si también te da por proferir los gritos de este sosias del mesías). Todo a la vez, por supuesto.





Aquí tienen la lista, puedan hacer con ella lo que su cuerpo le pida, aunque en Garajeland recomendamos no mojarla ni darle de comer después de las doce. Por cierto, no hace falta que me feliciten por mi profundo conocimiento de las tradiciones españolas, aprendí todo tras el visionado de Misión Imposible II, donde el sabio Tom Cruise daba lecciones de pilotaje de motos mientas unías las Fallas con la Semana Santa y dispara a diestro y siniestro sin que se le moviera el flequillo. Amén, hermano.

Vuestro amigo en el tiempo, Tomás Verléin

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sábado, 16 de enero de 2010

Recopilatorio alargador (y engrosador) 2009


Ante la polémica suscitada por nuestro anterior recopilatorio adelgazante, este año hemos querido acordarnos de esos héroes anónimos que han gastado sus ahorros en un aparato alargador y caminan por la calle sin que no se les note nada. Como viene siendo habitual, el recopilatorio se compone principalmente de las canciones que han pasado por las líneas de este humilde bloc, con alguna sorpresa oculta. Repiten algunos grupos habituales e imprescindibles como los Redd Kross, los Kinks, NRBQ o lo Hi-Risers; pero también se incluyen otras moderneces como los Real Kids, el Duque y la Duquesa, Juanito Truenos, Young Fresh Fellows y Downliners Sect.

Al igual que el año pasado, el estupendo diseño de las carátulas corre a cargo de Mr. Mosstrem, que este año se ha inspirado en el planeta del que proviene y que le ha dotado de un increíble sentido para analizar la raza humana y animal en su imprescindible blog 846,00 Motivos. En su defensa hay que decir que ha aguantado estoicamente nuestras directrices de “póngame eso un poco más a la derecha” para que finalmente lo pusiera abajo a la izquierda, una paciencia sólo explicada porque este hombre es más majo que las pesetas. Igualmente mandamos un saludo a nuestros colegas de BeatGaragePop, a los que hemos robado (pero avisando) una de las canciones de su recopilatorio sobre los Kaisers. Nos pidieron 154€ por ello, pero si se los hubiéramos dado ya no sería un robo.

Un fuerte abrazo a todos los que pasáis a saludar (o no) por aquí, se agradece mucho que simplemente nos aguanten dos palabras de las múltiples tonterías que decimos a lo largo del año. Ya saben que si no les gusta el disco siempre lo pueden dejar en una empresa de autocares para que sus clientes cabreados pidan el libro de reclamaciones. Si tienen una clínica podológica mejor no, los pacientes no dejarán de mover los pieses.


Servidor: Megaupload. Contraseña: peluquin
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viernes, 18 de diciembre de 2009

Garajeland: Lo más trillado de 2009

Ante la ingente cantidad de ideas que nos ronda por las cabezas (en ocasiones) pensantes de garajeland se nos ocurrió hacer una lista (ya hacía mucho de esto) con lo más trillado de este año dos mil nueve. Como análisis solo diremos que a veces cuesta saber si un disco lo hemos escuchado por la cercanía de un buen concierto, si ha sido un nuevo descubrimiento, si ha sido un descubrimiento tardío, una adquisición vinílica que se hacía de rogar o simple y llanamente que es imposible conocer que fuerza provoca que alarguemos el brazo para coger un disco u otro. Mención aparte es que tengamos compenetración en diversas elecciones sónicas, algo inexplicable debido a las dificultades que tenemos para formalizar ésta nuestra relación, pero es que Tomás no cree en la religión y a un servidor no le aceptan en ninguna. Si creen que nos equivocamos en las elecciones comenten las suyas y las criticaremos gustosamente.

Inequívoco pero desastroso listado del señor Tomás Verléin. Comentado por 61&49:

The Stems - At First Sight
The Steepwater band - Grace&melody
Faces - A Nod Is As Good As A Wink
The Replacements - Tim
Black Keys - Attack&Release
Dr.Dog - Easybeat
Matthew Swett - Girlfriend
Wave Pictures - Instant Coffee Baby
Redd Kross - Neurotica
Black Crowes - The Suthern Harmnony and Musical Companion
Weezer - Pinkerton
Big Star - Third
Downliners Sect - The Country Sect
The Dutchess And The Duke – She´s The Dutchess And He´s The Duke
Stiff Little Fingers - Inflammable Material
Johnny Thunders - So Alone
Iggy Pop and The Stooges - Raw Power
The Real Kids - homónimo
The Scruffs - Wanna Meet the scruffs?

Condicionado por vivir en su casa con la cercanía de un político, hace que el señor Verléin adopte todo lo malo de tan distinguida clase y confeccione una lista en la que todo el mundo quede tan contento. Por no hablar de la foto adjunta que me envió junto a tamaño listado en la que se le ve besando la cabellera de un niño de diez años y diciendo que le promete una bajada de precio en los chuches. Solo de esa manera se explica que se atreva a incluir algún disco del punk más sucio que ha encontrado, caso de Stiff Litle Fingers y a un yonki por excelencia como Juanito Truenos, cuando todo el mundo sabe que Tomás defiende que el mejor disco pop de la historia es el debut discográfico de Parchis. En el extremo opuesto se encuentran sus selecciones pop de clásicos modernos como los Wave Pictures o Dr. Perro, en un banal intento de disimular que una de sus grandes pasiones es el rock duro de toda la vida: el de un señor de su patio que le despierta cada domingo con la sintonía de Radio Intercontinental. En cuanto a esos tipos desaliñados y (que quede dicho en público) dudosos de haber pasado por la ducha como Stepwater Band, Black Crowes o Faces, huelga decir que jamás unos tipos que hayan desarrollado en sus frondosas barbas formas de vida que dejen en pañales el tazón del Genesis de Lisa serían capaces de grabar un disco al nivel de exigencia (generalmente bajo) que tiene el amigo Tomás. No obstante y para casi terminar diré que si alguien pensaba que su elegante talante iba a dejar fuera a los años ochenta se equivocaba, Verléin se acuerda de todos e incluye en este apartado el garage-punk-pop de los Replacements, Redd Kross y Stems. Existen ocasiones en las que no queda más remedio que reconocer que a veces el tipo tiene buen gusto, sobre todo en los discos coincidentes con la lista de un servidor, y porque no, con el Country Sect o el Third de los Big Star, que (junto a Tomás si es menester) todo el mundo debería llevarse a la cama si quiere que su vida sea un poquito más feliz.
(Firmado a mano por 61&49).


Apabullante, pero falto de personalidad, listado del señor 61&49. Comentado por Don Verléin:

The Dutchess And The Duke - She´s The Dutchess And He´s The Duke
Young Fresh Fellows - I Think This Is
Mark And The Spies - Give Me A Look
The Stems - At First Sight
Los Coronas - El Baile Final De Los Locos Y Los Cuerdos
The Kinks - Are The Village Green Preservation Society
Jim Jones Revue
Matthew Sweet - Girlfriend
NRBQ - At Yankee Stadium
Tranzmitors - Tranzmitors
Roy Loney - Out After Dark
The Scruffs - Wanna Meet The Scruffs?
The Blow Pops - Charmed, I´m Sure
Decibels - Create Action!
The Real Kids - The Real Kids
The Swingin´ Neckbreakers - Live For Buzz
The Hi-Risers - Rockin´ Spree
Lolas - Silver Dollar Sunday

The Dutchess And The Duke - She´s The Dutchess And He´s The Duke: Con este disco, 61&49 no está revelando parte de sus secretos. Él siempre quiso tener un grupo compartido con una gachí en edad de merecer en el que él llevara barba y pudiera desarrollar por entero su teoría de las canciones de un acorde (todo sobre el mi menor, se llamaría el libro prologado por Almodóvar y su santidad el Papa de Roma). Al final desistió de su idea, pero se le ocurrió comentarla en el metro a algún amigo y ya se sabe cómo son estas cosas y el efecto espongiforme. Al final la idea acabó viajando hasta EE.UU. y fue copiada sin miramientos. Además, el tío que no es 61&49 pero quería serlo incluyo un par de detalles que hacen que el grupo sea grande, como estar ‘fuertote’ a los ojos de una madre o crear el dúo más fresco que se ha podido escuchar últimamente. Malditos roedores.

Young Fresh Fellows - I Think This Is: Al igual que todo maestrillo tiene su librillo, 61&49 ha convertido al bueno de Scott en su cicerone particular. En ese mendigo callejero que los protagonistas de una peli americana invitarían a celebrar la Nochebuena (y después les robaría toda la joyería buena en un paradigma del guión nada tópico). Igual el disco es un compendio tremendo de todo lo que pueden tocar los frescos de Seattle en formato 2008 que por si no lo saben abarca toda la cultura rock y pop desde los 60 hasta ahora. Y probablemente me quedo corto. Y no tengo nada más que decir; bueno sí: ‘a positivar’

Mark And The Spies - Give Me A Look: Qué típico de 61&49 elegir un disco que retoma todo lo bueno del merseybeat lo pasa por el Puente de Nimega y lo adereza con unas galletazas holandesas. Esta hábil estratagema me impide criticarle como se merece, pero ya tendré mi oportunidad. Es un gran disco, perpetrado por tres posibles delincuentes con un directo apabullante. Lo dicho, no tengo manera de criticar, pero algo encontrarán más abajo. Toda una serie de rencillas, pleitos por tierras, puntadas sin hilo y reproches de telenovela barata. No soy nadie haciéndome la víctima.

The Stems - At First Sight: Este disco forma parte de la larga tradición de álbumes que el señor 61&49 ha adquirido ‘por casualidad’. Les pongo en antecedentes: me llega un correo al buzón de parte de este buen señor. En el asunto pone: “mira lo que me he comprado por casualidad”. Luego ya en el cuerpo del mensaje me explica que “no quería pujar, pero al final pasó Venus por Marte y la tramontana sopló en mi casa, me levanté para ver qué ocurría y acabé dándole al botón de pujar ‘sin quieriendo’”. Lo de la casualidad está muy bien para una vez, pero esto ya huele un poco. Si no quieren que un día me dé el tabardillo, por favor, pídanle por el amor de lo nuestro que se abstenga de semejantes correos o por lo menos que alguna vez ‘por equivocación’ se haga con un disco de los Pecos, en vez de con esta obra maestra cum laude del pop de los Austrias o de los australianos, que nunca supe bien la diferencia.

P.D.: por si no lo saben, el sujeto suele terminar sus correos diciendo que toda ha llegado con un embalaje digno de Tiffany y que se oye de lujo. Mientras mis ganas de matar aumentan.

Los Coronas - El Baile Final De Los Locos Y Los Cuerdos: He hecho esfuerzos por intentar no relacionar el título del disco de los Coronas con pensamientos sobre mi compañero. Vale, no lo he conseguido, pero sólo diré que los Coronas han logrado que 61&49 mueva el culamen mucho más que los esfuerzos de nuestro profesor de educación física porque nos esforzáramos en el test de Cooper al grito de: “vamos, no seáis tímidos”.

The Kinks - Are The Village Green Preservation Society: Muy astuto. El señor 61&49 elige un disco de uno de mis grupos favoritos para evitar toda crítica. Además escogido con gusto e inteligencia. No es un disco ni de su última época (donde cabe poca defensa) ni tampoco muy típico o comercial. Lo curioso del asunto es que Ray Davies lo compuso como disco conceptual de homenaje a la vida rural. Supongo que la masiva escucha por parte de 61&49 proviene de sus míticas escapadas a lo mochilero por Europa. O eso o que ha sido abducido, como le ocurre al pequeño de los Davies.

Jim Jones Revue: No podía faltar el orgullo de Torquemada (si siguiera vivo, ¡ay truhán!, te fuiste demasiado pronto). Es decir, el grupo que puede pasteurizarte el cerebro en un abrir y cerrar de ojos o que puede saltarte más de un empaste si uno se pone cerca de unos altavoces con potencia suficiente. Son unos animales con pinta de ello. Semejante disco sólo te puede llevar al frenopático con el traje de enfermera que porta el Joker en el Caballero Oscuro. Espera que no he criticado a mi compañero aún. Lo arreglo ahora mismo: 61&49=Pedro Morata.

Matthew Sweet – Girlfriend: “A mí lo único que me gustó de este disco es que vaya dedicado a Madonna”. Prometo que esas fueron las declaraciones que me hizo mi insigne compañero acerca de este clásico instantáneo. Él les podrá comentar que: me lo puso él por primera vez… que si mi reacción fue: “psss, no está mal”, pero cuando me dijo que el guitarrista que acompañaba al señor dulce de la casa de la piruleta era Richard Lloyd la cosa me empezó a interesar… falacias. Por eso les digo que me crean a mí. Al fin y al cabo, él es un señor cuyo nombre que parece un código postal.

NRBQ - At Yankee Stadium: Ahí lo tienen. Si en su momento de lanzar este disco más gente hubiera sido como 61&49 los NRBQ hubieran conseguido el éxito que merecían. Un grupo capaz de mezclar Get Rhythm con una canción tan melosa como I Love Her, She Loves Me y salir airoso merece fanes y peces como 61&49. El amor que profesa mi compañero por este grupo le hace realizar actos destinados a extraños seres. No les digo más que una vez le vi preferir Nesquik en vez de Colacao y querer mezclarlos con anacardos con miel de marca Hacerdado. Y de beber albóndigas, por supuesto.

Tranzmitors – Tranzmitors: Todo el mundo sabe que lo mejor que nos ha dado nunca Canadá ha sido el sirope de Arce, pero 61&49 quiere demostrar lo contrario propugnando a los cuatro vientos su amor desmedido por este grupo de señores bien vestidos que sin embargo le dan al punk cosa fina. Ciertamente son un grupo muy interesante, al que sólo echo en falta que se prodiguen más haciendo el pasito de Mick Jones (puede observarlo en cualquier vídeo de los Clash si miran detenidamente, como con casi todas las cosas que merecen la pena).

Roy Loney - Out After Dark: 61&49 nunca se lo confesaría, pero tiene familiares de las profesiones más diversas: desde acupuntores hasta electricistas capaces de hacer verbenas con los cables de una casa, pero como no hay nada perfecto le faltaba un abuelo rockero. El idilio que ha tenido este año con Roy Loney, ya sea en formato de plasticurrio o en directo ha compensado esta carestía genética en el árbol genealógico de la familia de las carreteras del mundo. Tengo que confesarles que yo también me rendí a tío Roy cuando en la sala Heineken enlazó un Second Cousin dilapidarlo con unos bailes inspirados en las raíces árabes de los pasos de Nacho Duato. Imposible resistirse.

The Scruffs - Wanna Meet The Scruffs?: Probablemente no encontrarán un disco mejor perpetrado por unos perfectos desconocidos. Naturalmente queda muy bien decir ante la muchachada que el mejor disco de Power Pop de la década de los 70 lo hicieron estos cuatro marcianos. Pero es una afirmación que podría considerarse válida en Saber y Ganar y yo no voy a quitarle la razón a Jordi Hurtado jamás de los jamases. Todo esto no explica por qué 61&49 tiene 700 copias de este disco y muchas las utiliza de posavasos, o a lo mejor sí y me estoy haciendo mayor… ¿es momento de quedar con mis amigos para ir a andar o a mirar las obras delante de las vallas?. Tantas preguntas…

The Blow Pops - Charmed, I´m Sure: Muy típico de 61&49 el intentar colar todos los estilos en una lista de lo más escuchado del año. Sólo nos faltaba el disco de power pop y beat más mejor de Milwaukee, esa gran ciudad cuyo equipo de NBA hace años que navega por el tedio. El disco es bueno, casi diría que una joya por descubrir. De los Bucks no se puede decir lo mismo, pero al menos el que lleva el órgano en el Bradley Center es un as haciendo lo de ti ti ti ti ti ti ti titititititititititit tirririririrtiri.

The Real Kids - The Real Kids: Por mucho que este disco tenga una de las mejores intros cortas de la historia (con un cambio tremendo), que Felice y los suyos meterieran hit tras hit en el disco o que su estilo fuera una mezcla perfecta entre los coros de la invasión británica y las guitarras monolíticas del rock de Chuck Berry, me niego a darle la razón a mi compañero. Y no me vengan con que yo también lo tengo en mi lista, eso son detalles simples detalles… como el Dioni y su carrera de cantante: ¿canta bien?, ¿canta mal? A quién le importa…

The Hi-Risers - Rockin´ Spree: En este caso permítanme que abandone por un momento mi tono de tertuliano político televisivo y respete la decisión de mi compañero, que ha elegido este disco en homenaje a un gran hombre en formato reducido, al faquir del dobladillo del colchón, al faraón de Alcorcón, al mítico Enano Buceador -que Bo Diddley tenga en su gloria-. Él y el alcalde de Boadilla del Monte han hecho más por este grupo que todas las radios de este extraño mundo. El primero porque no se les puede hacer más promoción por menos y el segundo porque con el dinero ganado en el Gran Prix pudo construir viviendas de protección oficial donde pudo instalarse la discográfica que edita mundialmente a la mejor Telecaster de la década y señora (es decir, un señor bajista como la copa de un pino y un baterista que tiene el Groove tatuado en ambas nalgas).
Enano, siempre estarás vivo en nuestros yeyunos

Lolas - Silver Dollar Sunday: Da igual. Me es indiferente que el disco sea una celebración del power pop más kamikaze o que su escucha provoque que la gente le pinte cuerpo a las caras de Bélmez. El sentido común te dice que no te puede gustar un grupo llamado Lolas. Más aún cuando yo fui ampliamente criticado por comprarme el Unplugged de los Manolos con ese mensaje cósmico y filosófico de “amics per sempre”). Exijo una satisfacción.

(Texto escrito a boli por Tomás Verléin).


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