The Crawdaddys - Five By Four
Actualizar este bloc al ritmo al que se dimite en tierras ibéricas (más bien lento) tiene sus ventajas: Una es que las posibilidades de plagio se reducen bastante por una mera cuestión estadística; aunque sea una estadística inventada, pero eso lo saben el cincuenta y siete por ciento de las personas. Otra es que uno tiene más tiempo para regar el cactus de interior. La última, y más bochornosa ventaja, es que a uno le permite volver como si tal cosa con el mezquino propósito de recordar el quinto aniversario desde el primer post publicado. Son cinco años ya desde aquel lejano post de los Clash, y bien es cierto, todos lo pensáis: es posible que si contabilizamos el tiempo de trabajo y publicación llegaríamos rácanamente a los dos años de existencia. Entendemos de sobra esos reflexiones, pero piensen que si todo es una excusa para degustar la mejor oferta comercial jamás publicada en formato 7’’, el 5x4 de los Crawdaddys, bien invertida estará una pequeña mentirijilla sin importancia.
Francamente, si no veo la familia de zarigüeyas, dudo mucho que estén haciendo una sesión fotográfica junto al Monorail
No es ahora cuestión de contar íntegramente la historia de los Crawdaddys. Porque no queremos meternos demasiado en terrenos patilludos; ni traicionar los valores de este espacio: descansar a la mínima ocasión (mínima está subrayado), probar todos los productos de la huerta de Bertín y no pertenecer a La Masía; ni una de las más importantes, como es dejar la puerta abierta para en un futuro desgranar como se merece esta gran banda, pionera del revival garajero que tanto gusta en esta casa.
Seguro que no descubrimos nada sobre ellos a todas aquellas respetables personas que siguen este espacio, pero que menos que dejar unos leves apuntes de la historia de los Crawdaddys. El denominador común es el peluquín de Ron Silva y el de Steve Potterf, que a finales de los setenta basaron su existencia en cumplir a rajatabla las ventajas de la dieta mediterránea pese a ser de la californiana ciudad de San Diego. Ventajas consistentes, evidentemente, en honrar el Beat, el Rhythm & Blues y el Garaje. Todo ello como si no hubiera existido un más allá de 1965. El EP 5x4 supone su primer 7’’, a diferencia de la mayoría de los grupos, este formato no supone su debut discográfico, norma que se acababan de saltar en el imprescindible Crawdaddy Express de un año antes al 1980 del citado 5x4. Cinco canciones en reducido espacio, y para ello que mejor que embrutecerlas y dotarlas de un frenético ritmo, ya sea en la única versión del disco (“Pretty Face”) como en las cuatro composiciones propias del grupo. Todas, y repito lo de todas, imprescindibles píldoras. Me da igual que sea “Lolette”, “I Can Never Tell”, “I´m Gonna Leave You” o “I´m Dissatisfied” ¿Se puede molar más en menos tiempo? Lo dudo, y mucho.
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6 comentarios:
Por partes: lo de que se dimite lento es evidente, no toman ni el ejemplo del Papa. Sobre el aniversario muchísimas felicidades, mantengo mi pasión por este singular espacio a través de los tiempos y que no decaiga (al ritmo que sea). Y finalmente decir que me he jalado más de cuarenta gambas, escuché hace varios millones de años a estos Crawdaddys pero no recuerdo ni tengo nada. Brazzzzzzos.
@Mr. Johnny: No me suele gustar hablar de ciertos temas, prefiero cosas que no me cabrean, pero hay veces que es difícil abstraerse. Nosotros somos muy de sus visitas (si no fuera por alguno de vosotros...) y siempre seremos de rescatar olvidados de la época que sea. Intentamos sin éxito devolver el monóculo a la vida cotidiana y no fue posible, esperemos que sí lo sea con los Crawdaddys.
Un brazzo.
Mis felicitaciones por estos 5 años, muchos de ellos de intermetencia, sobre todo, los dos últimos... je, je, je.
Vamos a por los Crawdaddys.
Brazzzzzos.
What is the password please ? I can't find it , thank you.
Hi anonymous visitor, Password (contraseña) = 43gambas
Enjoy!
Thank you very much for the password , greatings from Belgium ;-)
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