Por Raúl H. Pérez Navarrete
Disfruto de los videojuegos, de
los cómics, de
Star Wars, del género de la fantasía (este blog es prueba de
ello); celebro igualmente las convenciones de manga e historietas, la
neostalgia (ver más
aquí), los webcomics que abusan de las referencias a la cultura pop e
incluso a aquellas personas que ponen “Hogwarts” como el nombre de la institución
educativa a la que pertenecen, pero… ¿una marcha del orgullo friki? ¿De verdad?
No
estoy en contra de la libertad de expresión ni del goce de aquello que nos
apasiona pero los tiempos que corren exigen un alejamiento de cualquier tipo de
frivolidad. ¿No hay temas importantes por los cuales expresarse públicamente? ¿La
manipulación de la información por parte de Televisa? ¿Wirikuta? ¿La pederastia clerical?
Es
asombroso cómo nos perdemos en la banalidad.