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martes, 11 de abril de 2017

Flamenco Belén Fernández Asturias

Biografía:

Belén Fernández (Cavueñas, Asturias, 1971). Bailaora Aunque nació en tierras asturianas, se trasladó a Madrid siendo una niña. En la capital española comenzó estudios de danza clásica española a los siete años.
Poco a poco, iría entrando en el universo flamenco de la mano de María Magdalena, Ciro, Güito, Paco Romero, Tomás de Madrid... Los tablaos El Corral de la Morería de Madrid y Carmen Amaya de Barcelona le dieron la alternativa como profesional a partir de 1984. Entró a formar parte de las compañías de Rafael Aguilar, Javier Barón, Paco Peña y Manolete, entre otros, como primera figura. Desde 1991, tiene su propio grupo, aunque también ha sido pareja artística de Joaquín Grilo en diversas ocasiones. Además, ha protagonizado el cortometraje ‘Pass over’ de Jamil Dehlavi. En el verano de 2003 presenta en El Corral de la Morería el espectáculo ‘Magia flamenca’ con el bailaor granadino Juan Andrés Maya. Belén Fernández es una de las profesoras habituales del estudio Amor de Dios de Madrid. 

Flamenco Beatriz Martín Granada

Biografía:

Comenzó a bailar en Granada a los 9 años de edad. Su primer trabajo como profesional fue en 1984, con sólo 14 años, en los Festivales Internacionales de Música y Danza de Granada. En 1985, con la compañía de Rafael Aguilar, forma parte de la obra "La casa de Bernarda Alba" en su presentación en Madrid y su gira posterior por Europa. Ese mismo año Antonio Gades le ofrece que se incorpore a su compañía dentro de la representación de Carmen. Asimismo, participa como artista invitada en el homenaje celebrado a Pilar López en Italia, en la ópera "La vida breve", junto a Sergio Salas y Alfredo Kraus. En 1990 se convierte en la primera bailarina de la compañía de Luisillo en el "Festival de Cannes" y participa en la "Bienal de Sevilla" con el espectáculo "Candela". Más tarde, entra en contacto con la Compañía de Danza de Mario Maya, de la que se convierte en primera bailarina en los espectáculos "Tres movimientos", "Romance del Amargo" y "El amor brujo", en los que forma pareja con el director. Tras ser solista de las compañías de El Guito y Manolete, Beatriz Martín retoma su relación artística con Mario Maya, quien la incorpora como primera bailarina de la "Compañía Andaluza de Danza", que dirige en 1994. Un año más tarde el maestro Granero le pide que forme parte de su espectáculo "Mujeres", en el Teatro Maestranza de Sevilla y, a continuación, en dos nuevas creaciones: Variaciones románticas y Movimiento perpetuo. En 1998 se convierte en artista invitada del guitarrista Manolo Sanlúcar y participa en la "Bienal de la Danza de Lyon" como protagonista de su espectáculo.

domingo, 2 de abril de 2017

Flamenco Manuela Vargas Cuenca

Biografía:

Pepita García Escudero, María Albaicín (Chindallón (Cuenca), 1898/ Francia, 1931). Bailaora y bailarina Al comienzo de su carrera se hacía llamar La Faraona, y después María Imperio. Hija de Agustina Escudero Heredia, a quien llamaban "la reina de los gitanos" y que era esposa de un gitano tratante en caballerías llamado Benigno García Gabarre. Hermana del torero Rafael Albaicín y del bailaor Miguel Albaicín , y tía, por tanto, de la bailaora María Albaicín. Trabajó en el primer Amor Brujo, con Pastora Imperio, en 1915. Alcanzó una cierta fama años después en los ballets rusos de Diaghilev. Había sido prometida en matrimonio, recién nacida como era costumbre entre los gitanos, a un niño de su raza, pero en París conoció a un acaudalado actor de cine judío, Aimé Simon Gérard, y se casó con él. Su madre Agustina, quien fue bailaora y una belleza modelo de pintores -entre ellos Zuloaga-, contó a Walter Starkie -y éste lo recoge en su libro Aventuras de un irlandés en España- acerca de su hija: "El día de su boda fue un día negro para los zincalís de Tetuán de las Victorias. La maldijeron todos los gitanos de Madrid por casarse con un hombre blanco; pero a ella no le importó. Además, vino al mundo con unas grandes facultades de bailarina. Antes de saber andar, ya bailaba, y cuando se hizo mayorcita no pensaba más que en viajar para lograr con sus bailes mucha fama. ¡Pobre muchacha! La maldición que la echaron hizo su efecto demasiado pronto, pues ahí tiene usted a la pobre tosiendo todo el día y con sus pulmones deshechos. Ahora está en Suiza, donde ha ido a curarse. Pero yo temo, porque creo en la maldición que le echaron cuando abandonó la casa de sus padres".

Flamenco Marco Vargas Sevilla

Biografía:

Marco Vargas. Bailaor y coreógrafo El bailarín y coreógrafo Marco Vargas cuenta con una extensa formación en danza española, flamenco y danza contemporánea, de la mano de grandes maestros de cada especialidad. Ha participado en diferentes montajes de gran formato. Comienza su carrera artística participando en grandes compañías de baile flamenco y con categoría de solista con La Cuadra de Sevilla, Compañía Mario Maya, Compañía Manuela Carrasco, Compañía 2D1 y Compañía Andaluza de Danza, entre otras, con las que ha girado por escenarios de todo el mundo. Ha participado en giras por diferentes ciudades del mundo con distintas compañías. Asimismo, ha participado como bailaor en películas como ‘Flamenco’ de Carlos Saura. De los muchos montajes en los que ha participado destacan ‘Carmen’, ‘Bodas de Sangre’, ‘De lo Flamenco’, ‘Réquiem’, ‘Tres movimientos flamencos’, ‘Infusiones’, ‘Corazón’ y ‘Carmina Burana’. Junto a la bailarina Chloé Brûlé-Dauphin crea en 2005 el espectáculo de calle ‘Las 24. Cuando uno quiere y el otro no’, premiado en el Festival de Teatro de Palma del Río y presentado en festivales como el Mes de Danza de Sevilla o el Festival Flamenco de Mont de Marsan. La obra también cuenta con una versión para teatro que, con la colaboración al cante de Juan José Amador, se ha presentado en foros como el Festival de Teatro de Mérida. 

Flamenco Laura Santelmo Sevilla

Biografía:

Laura Navarro Álvarez, Laura Santelmo (Sevilla, 1897/ Madrid, 1977). Bailaora y bailarina Debía su sobrenombre de Laura Santelmo al pintor Sorolla. Discípula del Maestro Otero, había debutado a los trece años en el madrileño Teatro Romea. Estudió ballet en el Teatro Real, y a partir de ahí ya recorrió muchos de los primeros teatros de España. En 1924 se presentó en el Teatro Olympia de París, y hasta 1940 en que regresó definitivamente a España casi toda su trayectoria como bailarina/bailaora la desarrolló en el extranjero; llegó hasta Rusia, China, Japón y América del Sur. De vuelta en Madrid se dedicó a la enseñanza. Puso en la calle Libertad academia que, según Martínez de la Peña era un verdadero museo, con cuadros de Sorolla, muebles de estilo y un piso tan encerado y brillante que "las alumnas salíamos ya preparadas para salvar las dificultades eventuales que presentaban los escenarios de algunos teatros".
Y añade la misma autora: "Lo mejor de la maestra eran los brazos que bien curvados, hacían filigranas bajas antes de estirarlos. Quizá fue lo que más se quedó en la memoria del alumno porque en realidad ella no bailaba, permanecía sentada en una silla, vestida con un elegante traje negro y desde allí se limitaba a dirigir. Otro aspecto que cuidaba mucho eran las castañuelas, sus ejercicios ocupaban gran parte de la clase". Los últimos años de su actividad Laura de Santelmo ofreció enseñanza también en la Cátedra de Bailes Folklóricos Españoles del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Recibió numerosas condecoraciones. Gómez Carrillo la describió como "la bailaora sagrada, guardiana del fuego secreto que, a través de los milenarios, incendia el alma misteriosa de su raza". 

Flamenco Lalo Tejada Sevilla

Biografía:

María del Rosario Tejada, Lalo Tejada. Sevilla 1963. Bailaora Nace en el barrio de la Macarena en Sevilla, e inicia su carrera artística en el Estudio de baile de Caracolillo. Interesada por otras disciplinas, estudia danza, solfeo y arte dramático en el Conservatorio de Música de Sevilla. Sus maestros en el arte del baile son, además del citado Caracolillo, Manolo Marín, Matilde Coral, y Paco Fernández, entre otros. Para afianzar su profesionalidad actúa en tablaos, festivales, y pronto entra en la Compañía de Danza Española y Flamenco del Greco, y tiene una primera experiencia con el personaje de Carmen a raíz de una propuesta de Curro Vélez. A partir de este momento trabaja actuando en numerosos lugares de España, y empieza una carrera internacional por Francia, Italia, Suiza, Finlandia, Egipto, Colombia, Japón, Turquía, New York, etc...
Su afán de abrirse a nuevas disciplinas la lleva a interesarse también a la danza contemporánea. En 1985 baila como primera solista durante seis meses en Tokio en el tablao flamenco de Yoko Komatsubara. En 1986, obtiene en Córdoba el Premio Nacional de baile flamenco La Malena, y con Mario Maya interpreta el principal papel femenino de "El Amor Brujo" que se presenta en el Teatre Grec de Barcelona, en la Fenice de Venecia, entre otros lugares. Seleccionada para intervenir en la Quinta Bienal de Arte Flamenco de Sevilla, obtiene el primer premio Giraldillo de Jóvenes. A partir de esta fecha colabora con primeras figuras del flamenco y está presente en importantes eventos. Ingresa en la Compañía de Antonio Gades, bailando en los espectáculos "Carmen" y "Fuenteovejuna", y trabaja también con Antonio Canales y Javier Barón. Su capacidad para la interpretación y una gran fuerza dramática en el baile hacen que Salvador Távora le ofrezca el papel de Carmen, obra estrenada en el 96 y que lleva representándose varias temporadas con gran éxito de público. 

viernes, 31 de marzo de 2017

Flamenco Manuela Vargas Sevilla

Biografía:

Manuela Vargas, Manuela Hermoso Vargas (Sevilla, 1941-2007). Bailaora Manuela Vargas baila desde chiquilla, cuando era una gitanita en cuya casa se pasaban muchas necesidades. "Desde que mi madre me trajo al mundo, lo único que quería era bailar. Allí se nace bailando (...). Bailaba por naturaleza, me presentaba a los concursos, a las veladas, bailaba cómo y cuando quería". A los doce años empezó a trabajar en el tablao El Guajiro, y entonces pudo tomar clases de baile con Enrique el Cojo. Su gran oportunidad le llegó en 1964, cuando ganó el Premio Internacional de Danza del Teatro de las Naciones de París, con el espectáculo Antología Dramática del Flamenco, de José Monleón. Después comenzó con sus propias compañías, en las que podía montar espectáculos a su medida, en los que cuidaba extraordinariamente los aspectos plásticos y se rodeaba de muy buenos profesionales.
En 1984 la Medea del Ballet Nacional le dio otro notable triunfo personal. Para la compañía creó varias coreografías flamencas entre 1980 y 1983, entre ellas, la célebre petenera. También trabajó con directores teatrales como Salvador Távora, Miguel Narros y Francisco Nieva, así como con coreógrafos como José Granero. En 1995 Pedro Almodóvar le dio un papel en la película 'La flor de mi secreto', interpretando a la madre de un bailaor, personaje que escenificó Joaquín Cortés. Un cáncer la apartó de la vida pública hasta su muerte el 12 de octubre de 2007. 

Flamenco Manolo Vargas México

Biografía:

Manolo Vargas (México, 1914). Bailaor y bailarín Argentinita vio bailar a un principiante Manolo Vargas en un local neoyorquino y le ofreció un contrato, que él rechazó por no sentirse suficientemente preparado. Algún tiempo después se volvieron a encontrar, ella reiteró la oferta y él aceptó. Empezaron los ensayos pero inútilmente; por mucho que trabajaba Vargas no conseguía ponerse al nivel de la compañía, y al final Encarnación López le aconsejó que se dedicara totalmente al estudio durante un año, al cabo del cual le prometía contratarlo. Fue José Greco quien le echó una mano decisiva en aquel momento; le llevó a su casa, le metió en un pequeño estudio que tenía en ella y durante un mes estuvo ensayando prácticamente las veinticuatro horas del día los ejercicios y pasos que Greco le ponía.
Al mes pudo entrar en la compañía de la Argentinita, con quien permaneció hasta la muerte de ella. "Era una mujer extraordinaria, con una personalidad arrebatadora, su arte era sublime. No tenía más que aparecer en escena, andar, mirar o sonreír, y el público irrumpía en ovaciones. Pilar, su hermana, era mucho mejor bailarina, pero Encarnación poseía ese carisma que tan pocos tienen". Para Pilar, el bailarín estaba "sembrado de personalidad, aunque falto de técnica e incluso no tenía muy buen oído, pero su personalidad era arrebatadora. Muy corto de pies, cortísimo, pero muy bonita figura, mucho genio, mucha gracia y una cabeza ideal". Hizo en cine una versión de El amor brujo, junto a Pastora Imperio. 

Flamenco Malena Cádiz

Biografía:

Magdalena Seda Loreto, La Malena (Jerez de la Frontera (Cádiz), 1877/ Sevilla, 1956). Bailaora Perteneció a una familia gitana de reconocida tradición flamenca. Era sobrina de La Chorrúa, de quien aprendió a colocar los brazos con aquellas insuperables gracia y elegancia. Su hermano Gaspar fue el padre de Manolita la Bonita, bailaora también y madre de Eduardo, el guitarrista. Éste era, pues, sobrino nieto de la Malena, a quien adoraba porque vivió con ella hasta que se casó. Sabemos que la Malena siguió más o menos en paralelo los mismos pasos artísticos que la Macarrona. Es decir, cafés cantantes, teatro, viajes al extranjero, Las calles de Cádiz con La Argentinita... En 1911 viajó a la Rusia de los zares en una compañía del Maestro Realito. En los años 40 formó parte de la compañía de Concha Piquer, y más tarde lideró ella un cuadro flamenco para el Casino de la Exposición de Sevilla al que llamó Malena y sus gitanas. Alcanzó a actuar en los Festivales de España, en los primeros años 50, de lo que hay testimonio gráfico en una fotografía en que el bailarín/bailaor Antonio la abraza emocionado.
En uno de esos festivales, celebrado en Sevilla, bailó por última vez en público la Malena, quien pidió a José Acosta que le cantara el mirabrás. Cuatro guitarristas hicieron la música para el baile profundo de la octogenaria bailaora. Escribió Juan de la Plata: "El escenario era monumental, pero Malena sólo necesitó un reducidísimo espacio, como en sus buenos tiempos, para electrizar al público de emoción jonda y arrancar de éste la más estruendosa ovación". André Villeboeuf, que la vio bailar en el Casino de la Expo, cuenta que bostezaba "hasta desquijararme" mientras bailaban mascando chicle doce chicas de lo más sosas e indiferentes que imaginarse pueda. Pero "salió la Malena, la sesentona, flaca, cascada, encorvada, con un grueso mantón de flores cubriendo sus hombros friolentos. Levantando bruscamente la cabeza, como el esgrimidor al ponerse en guardia, comenzó su número; fue breve. Unos compases de música, unas cuantas figuras de baile ejecutadas en un espacio de medio metro cuadrado. Los ojos negros de la vieja gitana, bruja y princesa, alternativamente, lanzaban miradas imperiosas sobre la concurrencia. Sus brazos se redondeaban, describiendo en el aire unas curvas tan nobles, tan singulares; sus movimientos, aun estando medidos, tenían tal prestigio que el público, electrizado, abría mucho los ojos, sintiendo confusamente, sin comprender del todo, que sucedía algo". Caballero Bonald también sitúa a la Malena entre las más grandes del baile jondo de todos los tiempos: "El baile de la Malena, aprendido del de la Chorrúa, fue como un desatado vértigo de la inspiración, como un eléctrico sobresalto de la carne. Cuentan que, en algunos momentos, la bailaora se sometía a un continuado síncope que daba terror mirar, que encrespaba de patetismo la misma atmósfera donde se producía". Antonio Ruiz contó cómo había reencontrado a la Malena al final de su vida, con un puesto de venta de pipas y altramuces en la Alameda de Hércules sevillana. Se acercó a saludarla aún con la duda de si sería ella. La Malena, al verle, sólo pudo decirle: "Ya ves..." Antonio ni siquiera fue capaz de consolarla. Poco después conoció la noticia de que había muerto en la pobreza y olvidada. 

miércoles, 29 de marzo de 2017

Flamenco Juan Sánchez Valencia Cádiz

Biografía:

Juan Sánchez Valencia y Rendón Ávila, El Estampío (Jerez de la Frontera (Cádiz), 1879 ó 1880/ Madrid, 1957). Bailaor A los diez años bailaba por las calles de su pueblo. Probablemente entonces aprendió cosas de Antonio el Raspao, pero quien había de marcarle decisivamente fue la Hija del Ciego. En los años de niñez y adolescencia lo que quiso de verdad fue dedicarse al toro, y con el nombre de El Feo anduvo por capeas y becerradas, e incluso llegó a torear, vestido de luces, algunas novilladas en Extremadura. Sentía inclinación hacia el baile flamenco, pero carecía totalmente de técnica. A comienzos de siglo llegó a Madrid, consiguió trabajo en el Café de la Marina, en él bailó un tango y fracasó. A la noche siguiente logró actuar en el Café de La Magdalena. Descorazonado por lo ocurrido la víspera, bailó El picaor, que al decir de Juan de la Plata se lo inventó una noche que tenía dos copas en el cuerpo, después de haber presenciado las malaventuras de un picador sin suerte en una corrida.
Con El picaor triunfó clamorosamente en el Café de la Magdalena, donde entonces era la estrella Salud Rodríguez, hizo amistad con ella y a su lado se preocupó por aprender todo lo que pudo, que fue mucho, tanto que a ella se la considera su maestra. Su clase de bailaor ha sido unánimemente reconocida. Ya Fernando de Triana decía de él que tenía un juego de brazos inimitable y exclusivo, y Aurelio de Cádiz afirmaba que quien sabía llevar las manos de Estampío podía echarse a dormir, porque era el mejor aficionado que él había conocido en el baile por alegrías, y quien dominaba el baile por alegrías de Estampío lo dominaba todo. La bailaora Rosa Durán, que lo conoció bien, decía al autor: "Era un fenómeno el Estampío. ¡Uy, qué baile el Estampío, qué pies, qué dolor de persona, qué bailaor más bueno! Y qué marcha bailando, qué fino, cosa mala. Yo fui su primera discípula". Llegó a bailar vestido de torero en Londres y París, formando parte del ballet de Serge Diaghilev. Cuando pasó su hora de gloria, en la década de los 30, se estableció en Madrid. Daba clases de baile y vivía en una humilde buhardilla del barrio de Lavapiés, donde casi octogenario murió olvidado de todos y rodeado de gatos. 

Flamenco Manolo de Huelva

Biografía:

Manuel Gómez Vélez. Riotinto (Huelva), 1892 - Sevilla, 1976. Guitarrista. Era un maestro absoluto del acompañamiento para el cante, que conocía a casi todos los cantantes los mejores. Podía ser cruel con ellos si consideraba que no estaban a la altura de su nivel. Fernando de Triana, señaló esta faceta del jugador en 1935: "Un acompañante que se limitó a lo que debería ser, como dice, y tiene razón, que entre cuplé y cuplé quien quiera puede exhibir su arte, pero cuando El cantante sale, la alabanza ha terminado ". Era un hombre de muchos hábitos extraños, el principal era su negativa a tocar con otros guitarristas, por temor a que "robaran" lo que él creó. "Lo que hago la tierra tragará", solía decir.

Flamenco Luis Maravilla Sevilla

Biografía:

Luis López Tejera. Sevilla, 1914. Guitarrista. Hijo de El Niño de las Marianas. Comenzó a estudiar la guitarra a la edad de once años. Pepe de Badajoz le dio algunas lecciones también, pero donde realmente se entrenó como guitarrista, mientras todavía llevaba pantalones cortos, estaba en Villa Rosa, frecuentada en ese momento por Ramón Montoya, Perico el del Lunar Viejo, Manolo de Huelva, Luis Yance, los Tres de Badajoz ... En los últimos años de su vida Don Antonio Chacón fue a probar su voz con la guitarra de Luisito y una noche tuvo que tocar para él en público. Debutó como profesional el 5 de octubre de 1926, con pantalones cortos, como se muestra en una foto histórica. Esa fue la noche en que Manuel Vallejo fue galardonado con el II Llave de Oro del Cante en el escenario de un teatro de Madrid. Cuando tenía catorce años, ganó la Copa Montoya por el mejor guitarrista del Teatro Zarzuela y su nombre artístico es gracias al General Primo de Rivera, quien dijo que "ese chico es maravilloso tocando la guitarra". Luis Maravilla trabajó en todos los eventos desarrollados en este arte, desde ferias de pueblo hasta espectáculos de ballet en los mejores teatros del mundo. En este último, su obra más importante fue indiscutiblemente con Pilar López, de 1946 a 1957. Después de eso sólo tuvo breves actuaciones, antes de retirarse para concentrarse en la enseñanza.

Flamenco Jesús Torres Vizcaya

Biografía:

Jesús Torres (Barakaldo, Vizcaya, 1965). Guitarrista Jesús Torres es un reconocido guitarrista flamenco especializado en el acompañamiento y composición para baile. El músico vasco, que ha tocado para grandes figuras como Antonio Gades, comenzó los estudios de guitarra a los doce años. Tras iniciarse profesionalmente en géneros como la clásica y el rock, se traslada a Madrid para aprender el acompañamiento al baile. Y lo hace practicando de la mano de maestros del baile como Manolete, Sara Lezana, Merche Esmeralda, Raúl, Paco Fernández, La China, Elvira Andrés, El Güito... Paralelamente, realiza cursos de guitarra con Rafael Riqueni y Manuel de Palma. En 1992 comienza su trayectoria profesional en el baile flamenco. Con la compañía de María Rosa participa en giras por España y Europa, incluyendo teatros como el Royal Albert Hall de Londres. También trabaja en la compañía de José Greco, con quien gira por América. Durante 1993, además de actuar como atracción en tablaos como Café de Chinitas de Madrid y Tablao de Carmen de Barcelona, participa con Belén Maya en la gala del Día Internacional de la Danza en el madrileño Teatro Albéniz. Al año siguiente, interviene en la Bienal de Flamenco de Sevilla con El Mistela, Mario Maya, Belén Maya y Yolanda Heredia. En esa misma temporada, ingresa en la Compañía Andaluza de Danza como primer guitarrista, bajo la dirección de Mario Maya. En 1996 participa en la obra ‘Réquiem Flamenco’ con José Antonio Rodríguez y la Orquesta Sinfónica de Córdoba en el Gran Teatro de Córdoba. También trabaja en los montajes ‘Carmen’ y ‘Fuenteovejuna’ con el bailaor y director Antonio Gades. Un año después, toca en el Festival del Grec de Barcelona junto con Miguel Poveda, Isabel Bayón, Mayte Martín y Belén Maya. Posteriormente, gira por Europa con la compañía de Isabel Bayón. Con artistas como Chano Lobato, Isabel Bayón, Javier Barón, José Mercé y Chano Domínguez participa en ‘Misa Flamenca’ en Madrid. Completa el año trabajando con Mario Maya en el espectáculo ‘Los flamencos cantan y bailan a Lorca’ y girando por Australia con la obra ‘La diosa en nosotras’ de Belén Maya. Durante 1999, gira por Europa y América junto con Mayte Martín y Belén Maya. Vuelve a la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2000 con Merche Esmeralda, en el espectáculo ‘La metamorfosis’ de Israel Galván y con la bailaora Isabel Bayón en el espectáculo ‘El Inventario’. Al festival sevillano regresa en la siguiente edición con ‘Del Alma’ de la bailaora Isabel Bayón como músico y compositor. Al Festival de Jerez 2002 concurre con el espectáculo ‘La música del cuerpo de la Compañía de Rafaela Carrasco, también como músico y compositor. Toca con la bailaora Merche Esmeralda en el Teatro Real de Madrid en 2004. Ese mismo año, participa en la Bienal de Flamenco de Sevilla con los espectáculos ‘La mujer y el pelele’ dirigido por Pepa Gamboa y protagonizada por la bailaora Isabel Bayón, y ‘Los caminos de Lorca’, bajo la dirección de Cristina Hoyos. Un año más tarde, estrena el espectáculo ‘La Puerta Abierta’ de Isabel Bayón en los Jueves Flamencos. Actúa en el Teatro Queen Elisabeth de Londres con la bailaora Rafaela Carrasco, con quien interviene en el Festival de Jerez con el espectáculo ‘Una mirada del flamenco’. Además de tocar en el Teatro Alhambra de Granada con ‘La mujer y el pelele’, trabaja en el espectáculo ‘Territorio Flamenco’ en el Carnegie Hall de Nueva York y en el Teatro Conde Duque de Madrid. En 2006 participa en el espectáculo ‘El eterno retorno’ dirigido por Pepa Gamboa, junto con Rocío Molina y Juan Carlos Romero. En la Bienal de Sevilla, ‘La puerta abierta’ de Isabel Bayón consigue el premio al mejor espectáculo, del cual es compositor de la música. A lo largo de la siguiente temporada, gira con dicha obra recalando en foros como el Teatro Sadler’s Wells de Londres y Teatro Gran Vía de Madrid. Además, toca en el Teatro City Center de Nueva York con Rafaela Carrasco. Jesús Torres prepara desde 2006 su primer trabajo discográfico, que verá la luz a finales de 2007 bajo el título ‘Viento del Nort

Flamenco Currito de la Jeroma Cádiz

Biografía:

Jerez de la Frontera (Cádiz), 1900 - Sevilla, 193?. Guitarrista, cantaor, bailaor y pianista. Hijo de la Jeroma. Fue uno de los artistas más completos del flamenco, aunque no pudo desarrollar la brillante carrera a que estaba destinado por su temprana muerte. Al perder la voz se dedicó prioritariamente a la guitarra, faceta en la que obtuvo grandes logros, significándose como uno de los más completos tocaores de la escuela jerezana. También al piano se dice que fue el primero en interpretar estilos flamencos con auténtico sentimiento jondo. 

domingo, 26 de marzo de 2017

Entrevista Especial. Anoushka Shankar 'Traveller', por Nitin Sawhney

Entrevista Especial. Anoushka Shankar

Un viaje raga-flamenco 
por Nitin Sawhney 
noviembre de 2011 
Texto: Nitin Sawhney (cortesía de Universal Music) · Traducción: Luis Gago 
El flamenco tiene sus raíces en India. Muchos de los grandes exponentes modernos de esta apasionada tradición se muestran deseosos de resaltar y descubrir esta conexión. Bailaores como Joaquín Cortés han afirmado al comienzo de sus espectáculos ese origen cultural con mucha claridad. Los maestros de la guitarra Pepe Habichuela y Paco de Lucía, fundamentalmente en su colaboración con John McLaughlin, han introducido en sus composiciones fuertes referencias a esa historia cultural. El moderno y popular grupo español Ojos de Brujo y el menos conocido Indialucía celebran de forma efervescente el legado oriental del flamenco. 
Es poco, sin embargo, lo que se sabe sobre la verdadera historia de esa conexión. Se supone en gran medida que el flamenco tiene sus raíces en el éxodo de “intocables” que se produjo procedente del Punjab en torno al 800-900 d.C. Este pueblo pasó a ser los gitanos/romaníes de la tradición popular, atravesando Asia y Oriente Medio y estableciéndose posteriormente en Europa. Hoy puede verse a los gitanos rajastaníes utilizando antiguas castañuelas para adornar sus canciones sobre la existencia nómada y la devoción espiritual. Es gracias a estas canciones como puede identificarse claramente el origen del flamenco. Un elemento definidor del flamenco es innegablemente el cante, con las palmas sordas o los golpes con los nudillos aportando el acompañamiento percutivo. La guitarra, una variante del ’ūd árabe, se incorporó gradualmente en el siglo XIX. 
Sin embargo, en la mayor parte de las investigaciones o exploraciones académicas del flamenco, es poco lo que se dice de las conexiones técnicas con las tradiciones clásicas indias. Para músicos y bailaores resulta fácil remontar los orígenes del flamenco incluso más atrás, hasta la Natya Shastra, un tratado indio sobre las artes y la espiritualidad que se cree que fue escrito entre 200 a.C. y 200 d.C. Es aquí donde se expusieron por primera vez las teorías sobre cómo la danza, el teatro y la música habían de tener un lenguaje común para la comunicación y la colaboración. Esto resulta aún muy evidente en el fuerte vínculo rítmico existente entre los bailarines kathak y los intérpretes de tabla en el norte de la India y entre los bailarines bharatnātyam y los virtuosos de mridangam en el sur. 
Lo que resulta incluso más fascinante es cómo pueden seguir descubriéndose ecos de la Natya Shastra en el intrincado juego de pies de los bailaores y su correspondencia en los igualmente complejos polirritmos del cajón y la guitarra. En ningún lugar aparte de India y España es tan evidente esta poderosa conexión rítmica entre bailarín y músico. 
Recientemente, ha sido mutuamente emocionante que los bailarines y los músicos de India y España hayan redescubierto sus antiguos lazos y su fuente oral común. La bailarina clásica india Rajika Puri ha descrito los desafíos técnicos de ese reacoplamiento al trabajar con bailaores y músicos flamencos: “Lo siguiente que supe es que mi cuerpo empezó a ejecutar las fuertes y marcadas líneas de los adavus bharatanātyam. Mis pies empezaron a golpear con la fuerza de la forma de danza de India del Sur, ya que aprendí a terminar no en nuestro sam (que sería su pulso 12), sino en el pulso 10: Taam_ta kita, tei_dhi nata, taka dhiku, kitataka tarikita, tom”. 
En la tradición hindustaní, el sam marca el momento del clímax de un ciclo, normalmente resaltado por el primer pulso. La percepción del sam recayendo en el primer pulso de un ciclo se diferencia de la bulería flamenca de 12 pulsos en que el sentimiento del sam se traslada al duodécimo pulso, una técnica perpetuada por Paco de Lucía para crear una sensación constante de flujo. Así, incluso ahora, el flamenco puede considerarse una extensión dinámica de la forma clásica india, evolucionando constantemente para abrazar nuevas ideas en el curso de la Diáspora. 
Nadie encarna este espíritu de innovación y experimentación de forma más evidente que Anoushka Shankar. Con su comprensión profundamente arraigada de la forma clásica india y la rica herencia del genio innovador de su padre, Anoushka está constantemente desplazando las fronteras a todos los niveles. En 'Traveller' se abre camino entre los matices del flamenco moderno gracias a la vívida lente de la técnica hindustaní. En esencia, Traveller rastrea el vínculo espiritual a lo largo del tiempo y el espacio entre dos formas extraordinariamente evolucionadas de expresión musical, desde su antigua gestación a su moderno cenit. Este es un álbum de innovación y renacimiento: una culminación perfecta de antiguo y nuevo. Cuán apropiado resulta entonces que la fuerza motriz detrás de este álbum haya sido el nacimiento del primer hijo de Anoushka. 
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Tuve la suerte de poder conversar con Anoushka y su productor Javier Limón en mayo de 2011: 
Nitin Sawhney: ¿Cuál fue vuestra inspiración para querer hacer este disco de flamenco y aunar estas dos tradiciones? 
Anoushka Shankar: La verdad es que se trata simplemente de amor por la música. Siempre me ha encantado el flamenco y he sentido fascinación por él. Siempre ha existido esa atracción por algo que encuentro muy similar en el flamenco a lo que valoro especialmente de la música india: una suerte de musicalidad desinhibida en la expresión, ya se trate de una voz sola, un sitar o una guitarra. Existen, por supuesto, raíces comunes y semejanzas técnicas que explorar, y cuando empiezas a jugar con ellas puedes ahondar realmente de maneras muy deliciosas. No obstante, el deseo surgió simplemente de ser una admiradora de esta música y de querer aprender de ella haciendo música. 
N.S.: Javier, ¿qué es lo que te atrajo especialmente hacia la música clásica india y hacia el estilo interpretativo de Anoushka? 
Javier Limón: Cuando Anoushka interpreta música india pura, para nosotros está tocando flamenco puro. Para todos los gitanos, para Paco [de Lucía] y para mí –para todos nosotros–, cuando toca música india a veces decimos: “Vaya, tocas flamenco muy bien, esto es flamenco”. Y ella siempre responde: “No, no, no, esto era música india, india pura”. La frontera no está clara porque hace muchos siglos, ocho quizá, los gitanos llegaron del Rajastán y trajeron de allí mucho para el estilo flamenco, para la música flamenca. Crearon lo que conocemos hoy como flamenco con los cristianos y los judíos en España y con los árabes. Ese es el motivo por el que hay muchas cosas en común que hacen que nuestras formas musicales sean hermanas. El flamenco es muy joven, unos doscientos años. Para mí, el flamenco es como el hermano pequeño de la música india. 
NS: ¿Cuánto os habéis concentrado en las formas de la música clásica india y el flamenco, y cuánto en encontrar temas y emociones? ¿Y érais realmente conscientes incluso de combinar estilos cuando estábais trabajando? 
A.S.: Es un poquito de todo eso. Naturalmente que todas las piezas tienen inspiraciones y orígenes diferentes. Algunas de ellas, como “Inside Me”, eran melodías que escribió Javier y que me trajo después de nuestro primer encuentro. Yo había escrito una lista de algunas de las rāgas más sencillas que podía realmente ofrecer por un do-re-mi y luego él eligió algunas y se esforzó por escribir dentro de una sola escala. Algunas canciones, como “Casi uno”, surgieron de manera espontánea, mientras que en otras, como “Si no puedo verla”, traté de encontrar letras del gran poeta sufí Amir Khusrau para conectar la canción con India. Pero mis momentos preferidos solían producirse cuando descubríamos cosas juntos. “Boy Meets Girl”, con Pepe Habichuela, es un ejemplo de lo que puede suceder con un proyecto como este. Mientras Javier estaba enseñándome la progresión acórdica de una granaína empecé a tocar en forma de rāga Manj Khamāj. Nos dimos cuenta de que en esa escala en concreto, podía planificar y terminar con las notas apropiadas que se necesitan para la granaína, pero seguir tocando puramente la rāga india. De modo que la canción existe en dos formas antiguas simultáneamente. 
NS: Eso es fantástico. 
J.L.: Fue precioso. Anoushka cambió mi vida: ahora tengo un concepto diferente de la música. Cuando tocaba la granaína, era como una cantaora, no como una guitarrista flamenca. Eso es lo asombroso: toca el sitar como una cantaora. Sus melodías son como las de los cantaores gitanos. Creo que los guitarristas van a aprender mucho de ella. Su forma de expresar las melodías me hace llorar.

Flamenco Esteban Sanlúcar Cádiz

Biografía:

Esteban Delgado Bernal. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 1910 - Buenos Aires (República Argentina), 1989. Guitarrista. Comenzó en los cafés cantantes y en las reuniones privadas. Después participó en giras teatrales, con Marchena, Angelillo y otros. En los últimos años 40 se estableció en Argentina, después en Venezuela y volvió definitivamente a Argentina, alternando el trabajo en tablaos, espectáculos teatrales y la enseñanza. El cantaor Luis Caballero, quien le conoció bien, dice de él que fue un "plañidero creador de glorietas flamencas que un día decidió regalar a Hispanoamérica medio siglo de la más equilibrada, auténtica y jonda guitarra andaluza".

Flamenco El Viejín Madrid

Biografía:

El Viejín. José Jiménez (Madrid, 1962). 
Guitarrista José Jiménez nació en 1962 en el barrio madrileño de Cañorroto, en el seno de una familia profundamente flamenca. Destacan su padre, el bailaor El Tupé y su tío el guitarrista Nani, quien lo introdujo en la escuela ‘cañorroto’. Comenzó a tocar siendo un niño, con una madurez tan asombrosa que fue apodado ‘El Viejín’. Ya con trece años es contratado por el tablao Corral de la Morería como solista y allí trabaja durante los siguientes ocho años. También destacó pronto como compositor. En 1986 crea la música para el Ballet de Rafael Aguilar. Dos años más tarde recibe el ‘Premio Mundial para la Mejor Música para la Danza’ que otorga la televisión italiana RAI. También en 1988 debuta como compositor, director musical y primer guitarrista de Antonio Canales para cuya compañía compone a lo largo de varios años, entre otras, las obras ‘Torero’, ‘Gitano’, ‘Bernarda’, ‘A cuerda y tacón’. Después es requerido por otros bailaores como Joaquín Cortés, para quien compone ‘Pasión gitana’, Juan Ramírez, La Chana... También escribe la música para una película del cineasta británico Mike Figgis. En 1998 va de gira en el grupo de Paco de Lucía por España y Latinoamérica, tras la cual comienza a dar recitales en solitario en varias ciudades europeas. Ese mismo año graba su disco ‘Algo que decir’, en el que colaboran Paco de Lucía, la cantaora Montse Cortés y el bailaor Antonio Canales. El álbum obtuvo el galardón al ‘Mejor Disco del Año’ otorgado por la Asociación de la Prensa Española. También ha participado en discos como ‘Gitana soy’ de Remedios Amaya, ‘Alabanza’ de Montse Cortés y ‘Cuando el río suena’ de Guadiana, entre otros. 

Flamenco Curro de María Málaga

Biografía:

Curro de María (Málaga 1976). Guitarrista 
Francisco Fernández Doblas, de nombre artístico Curro de María, comenzó su formación tomando clases de guitarra flamenca del maestro Pedro Escalona. Y pronto comenzó a ser requerido por los cantaores malagueños. Tanto en festivales flamencos como en teatros, su guitarra fue poniendo sonidos a las voces de Estrella Morente, Chano Lobato, Montse Cortés, Guadiana, Virginia Gámez, Rafael de Utrera, José de la Tomasa, El Polaco, Antonio el Pulga, El Galli y Lolita Valderrama, entre otros muchos. En la faceta de acompañamiento al baile, el guitarrista malagueño ha trabajado junto a bailaores como Rafael de Carmen, Juan de Juan, Rafael Amargo, y Marcos Flores, entre otros. Y, especialmente, junto a La Lupi, junto a quien fundó en 1999 su propia Compañía Flamenca. En su labor como docente, que desempeña en paralelo a sus actuaciones, ha impartido cursos de guitarra flamenca en ciudades y países como Venezuela, Alemania, Francia, Ucrania, Chicago, Ginebra o Bruselas. En los escenarios, destacan sus intervenciones en foros como los Festivales Voices de Austria; la gala "Tres culturas por la Paz" formando grupo con Dorantes, Virginia Gámez y Roby Lakatos, entre otros; el Festival Flamenco Mont de Marsan; el Chicago Flamenco Festival; en la Bienal Málaga en Flamenco... El guitarrista malagueño también tiene amplia experiencia en los estudios de grabación. Junto con Antonio Fuentes de Málaga (ganador de la Lámpara Minera del Festival de La Unión) grabó en la discografía que complementa la “Enciclopedia del Arte Flamenco” y también lo hizo en discos de cantaores como Manuela Laina de Almonte (Huelva), Pepe Vergara de Álora (Málaga) y Rafael Sánchez (Málaga), así como colaboraciones en discos de diversos artistas de canción española. En televisión, ha intervenido en el programa de Canal Sur “Flamencos”, como solista y acompañando a diversos cantaores. También intervino en el programa “Mira la Vida” como guitarrista durante nueve meses y puso la banda sonora al documental “Viudas libres” para Canal Sur. Con su toque, continúa acompañando a cantaores, poniendo música a la compañía flamenca de La Lupi y colaborando con artistas como Rafael Amargo.

Entrevista María José Franco, bailaora de flamenco

Entrevista a María José Franco, bailaora de flamenco

María José Franco, bailaora de flamenco. Entrevista 
“Todos los bailaores vamos a optar por ser aún más flamencos” 
Silvia Calado. Madrid, agosto de 2006 
Tiene claro desde niña su sino. María José Franco, bailaora. A la salida del colegio, se quedaba mirando las clases de baile. Apenas tenía cinco años, pero su madre entendió la vocación. Y desde entonces, sin parar nunca de formarse, persiguió un objetivo: bailar en solitario. Tras pasar por la intensiva escuela que era la Compañía Andaluza de Danza, tuvo la oportunidad de enseñar por el mundo su propuesta. Se la dio Antonio el Pipa al ficharla como artista invitada de su compañía, en la que tanto monta como pareja que como solista. No aparcó nunca el sueño de forjarse un nombre propio y con dos espectáculos en su haber, proyecta ya su compañía propia, un espacio que le permitirá desarrollar sus pasiones: la coreografía de grupo y la concatenación de música con baile. Sabe que la competencia es feroz, pero también sabe que persigue un sueño y con qué armas hacerlo realidad. La clave, ser flamenca. 
María José Franco (Foto: Daniel Muñoz) Taconeó en varias academias de Cádiz, antes de pasar por la escuela de Angelita Gómez en Jerez y por la de Manolo Marín en Sevilla. Y, mientras se licenciaba en clásico español y ballet en el conservatorio -“pues me lo recomendaron para perfeccionar la técnica”-, no perdía la oportunidad de tomar clases con todos los maestros que pasaban por el triángulo Cádiz-Jerez-Sevilla. Uno de ellos fue Mario Maya, que la fichó para su compañía coincidiendo con la Expo’92 de Sevilla. ¿Pero cuántos años tenías? “Trece o catorce. De hecho, no pude hacer muchas cosas con la compañía porque era menor de edad”. Dos veces pasó las audiciones de la Compañía Andaluza de Danza -ahora Ballet Flamenco de Andalucía-, pero aún tendría que esperar a la tercera para incorporarse de lleno. Cuatro años y medio se llevó aprendiendo de manera intensiva en esta cantera de la que han salido artistas como Israel Galván, Isabel Bayón, Rafael Campallo, Úrsula López... Primero estuvo bajo la batuta de María Pagés y después le marcaría los pasos el coreógrafo y bailarín José Antonio, a quien considera un maestro fundamental. 
De él destaca, ante todo, la disciplina: “Entrabas a las diez, hacías hora y media de ballet, después tenías veinte minutos de descanso y te ponías con los espectáculos. Además, bailados, nada de marcados, pues José Antonio es una persona que lo quiere ver bailado en todos los ensayos. Ya en la época en la que se montaba, te podías llevar allí hasta las diez de la noche”. Pero de esa disciplina recogió los frutos: “Sales muy preparado, sales con conocimiento de todo, tanto de lo que es montar un espectáculo, como de todos los aspectos técnicos, es decir, de hacer las cosas bien. Iluminación, maquillaje, disciplina... no tiene nada que ver con cómo se trabaja en otro tipo de compañías de flamenco, algunas se lo toman de otra manera, digamos que con más libertad. Allí es un trabajo”. 
Pero la bailaora gaditana quería algo más. “Siempre quise bailar sola”. Ya cuando se presentaba a concursos tenía ese objetivo. Y, aunque entre tanto había hecho sus pinitos, el momento de mostrarse cara a cara con el público le llegó hace ahora cuatro años, cuando Antonio el Pipa la reclamó como artista invitada de su compañía. “Tuve que decidir entre la compañía, donde estaba superbien y tenía un trabajo estable, o arriesgarme. Y decidí arriesgarme para hacer lo que más me gusta, que es bailar sola”. Desde entonces, ha participado en espectáculos de la compañía jerezana que han dado la vuelta al mundo como ‘Vivencias’, ‘De Cai, los bailes’, ‘De la tierra’, ‘Pasión y ley’ y ahora ‘De tablao’. 
Por el papel que le tocó desempeñar, mano a mano no sólo con Antonio el Pipa, sino también con la bailarina Lola Greco, ‘Pasión y ley’ ha sido el más especial. “Y trabajar con Lola fue genial. Como compañera, porque me ha ayudado muchísimo, me aconsejaba un montón, me decía lo que ella veía mejor, qué podía sacar de mí. Y trabajando, la verdad es que con el paso a dos al principio estaba supernerviosa y torpe, pero ella me dio confianza para que me relajara y me ayudó mucho. Y como su papel era de espíritu, como que te envolvía, me enseñó a sentirlo apenas con la respiración. Y aprendes a que no sólo tienes que mirar a la otra persona, sino sentir que está a tu alrededor”. 
Lola Greco y María José Franco (Foto: Daniel Muñoz) Aunque no es menos bravo el toro que lidia en ‘De tablao’. Y lo reconoce. “La verdad es que al principio tenía un poco de miedo, pues al estar con Angelita y con Concha Vargas, da cosilla. Pero como compañeras son geniales y aprendes a que si has podido quedar a la sombra, te esfuerzas para que tu baile diga algo dentro del espectáculo. Así que, a la vez, es un aliciente, te anima. Pero, vaya, que me lo han puesto difícil”. Aún así, destaca que “me siento muy bien en el espectáculo”. 
"Aunque la coreografía sea simple, puedes ver a una pareja que sí está bailando de verdad"
María José Franco y Antonio el Pipa forman un dúo de baile que funciona en escena. La bailaora comenta que “la verdad es que con Antonio como pareja me siento muy bien, creo que nos acoplamos muy bien”. Sonríe contando cuánta complicidad existe entre ellos: “Si él se equivoca nos reímos e intentamos organizarlo de otro modo. Si es al revés, me dice que no me preocupe, que me sigue. No impone que él lleve el baile y yo vaya detrás, sino que es un trabajo muy complementado”. Aunque no siempre se lo pone tan fácil: “Al final del espectáculo hay una parte que nunca está montada y en la que sí me obliga a ir detrás de él, es como un reto que me lanza en cada actuación, a ver si soy capaz. Yo me lo paso bien, pues hace que la pareja se comunique”. Y es que, últimamente, el baile flamenco no cultiva demasiado la pareja. María José Franco considera que “a veces, hay espectáculos en los que hay baile de pareja que no se miran, que no... Y son dos cosas diferentes la coreografía y la comunicación entre los dos. Aunque la coreografía sea simple, puedes ver a una pareja que sí está bailando de verdad. Y lo mismo la coreografía es preciosa, muy compleja, pero va uno bailando por un lado y otro por el otro lado”. A ella con Antonio no le ocurre eso, “sí tengo buena conexión”. 
Paralelamente a las colaboraciones con Antonio el Pipa, ha ido haciendo sus primeras propuestas en solitario. Hace ya varias temporadas que viene moviendo ‘Cabales’, que “es el formato estándar de una bailaora, con bailes en solitario y temas musicales intercalados”. Y dio una vuelta de tuerca más a su trabajo en su segundo montaje: ‘A contracorriente’. Se trata, según cuenta, de un espectáculo “un poco más elaborado porque ahí llevo cuerpo de baile, que es lo que a mí me gusta: coreografiar para grupo y trabajar sobre la música”. 
María José Franco (Foto: Daniel Muñoz) Y no es habitual que una bailaora tan joven se decante por la coreografía. A pesar de las críticas que han recibido muchos bailaores ‘metidos’ a coreógrafos, piensa que “hay mucha gente que vale y que hace cosas muy buenas, lo que pasa es que quizás el flamenco se está yendo un poco por las ramas, mirando más al teatro y a caminos que a veces la gente no entiende”. Y se ha dado cuenta de que la sencillez es una premisa básica: “A mí me encantan las propuestas difíciles, pero al estar en espectáculos como ‘De tablao’ que sin tener nada la gente disfruta tanto, te das cuenta de que al final lo que llega es el baile sencillo, es lo que disfruta y lo que le satisface. Muchas veces arriesgas demasiado para al final obtener poco producto”. Aunque eso no quiere decir que no le gusten los retos: “Creo que hay un momento en el que todo el mundo tiene que arriesgar, no te puedes llevar toda la vida haciendo una cosa simple. Me encantaría arriesgarme, pero creo que todavía no estoy preparada. De momento, quiero poner cosas en el escenario que tengan un valor, un significado”. << Anterior El trabajo coreográfico dice haberlo aprendido, sobre todo, de José Antonio: “Los movimientos en el escenario, que el espectador siempre esté viendo cosas diferentes, que no vea nada quieto. Me gusta mucho la exactitud a la hora de hacer el dibujo, pero a la vez que no salga del flamenco”. La fórmula ideal de la coreografía tiene para ella, en síntesis, tres ingredientes: “Que sea flamenco, con pocas personas y con el dibujo definido”. Y ello lo combina con la música, en especial, con la guitarra, instrumento que adora. A la hora de hablar de sus preferencias en el acompañamiento musical, afirma que “los cantaores me encanta que canten muy flamenco pero, a la vez, que se les pueda pedir cosas diferentes, que te hagan un tema más especial, que no sólo te hagan letras populares, sino que se puedan amoldar a cosas nuevas”. 
María José Franco (Foto: Daniel Muñoz) Y con la guitarra, igual. María José Franco busca que en sus espectáculos “todo tenga un nudo, que todo vaya hilado, que no sea un baile y parada, sino que todo tenga un porqué. Se nota el relleno mientras te cambias el vestuario. Me gusta que igual que se trabaja la coreografía, se trabaje el cante”. Y eso lo ha aprendido de los veteranos, a los que siempre trata de escuchar. Cuenta que “el otro día estaba Felipe Maya diciendo aquí (en el Tablao Corral de la Morería) una cosa supercuriosa: que hoy en día se cuida mucho la guitarra, pero no el cante en los bailes”. Explica que “todo el mundo cuida que la falseta del principio sea lentita, que luego camine de una determinada manera... pero es verdad que el cante no se cuida. Al menos, que si se le canta a una mujer se le canten letras que le vayan”. 
Todos estos aspectos rondan su cabeza mientras prepara ya su siguiente proyecto. No quiere contar todavía mucho, pero adelanta que “quiero crear mi propia compañía y sacarla a la luz con un nuevo espectáculo que va sobre Cádiz, que lleva cuerpo de baile y que están componiéndome la música y las letras. Ahora es la mayor meta que tengo, que ya es bastante difícil”. Y hablando de Cádiz, ¿es que hay un sello para el baile gaditano como lo hay para el cante gaditano? Responde afirmativamente: “Hay como un aire. Creo que cuando alguien de Cádiz canta o baila por alegrías, por ejemplo, sí tiene un aire especial, más fresco, como es la gente de Cádiz, más fresca, más dicharachera, más picarona. Creo que eso se transmite también al baile, igual que Sevilla tiene su sello y Granada el suyo. Cada sitio marca a su gente, es curioso”. 
Y lo mismo que el lugar de nacimiento, también marcan los ídolos. María José Franco coincide con su compañera de generación Fuensanta la Moneta (leer entrevista). Y señala a tres referentes: Carmen Amaya, Manuela Carrasco y Eva Yerbabuena. Aunque añade un cuarto nombre, el de Juana Amaya, a quien admira desde niña: “Era superfan de ella, la copiaba y todo (jajaja). Y ella sabe que soy fan suya”. Con referentes así, queda claro que se decanta por las bailaoras de personalidad, “las bailaoras de fuerza. Y luego Eva Yerbabuena es que me encanta todo lo que hace y cómo lo hace”. Tiene claros sus gustos: “La gente critica la fuerza, pero a mí me gusta más que los bailaores transmitan que la coreografía que hagan. A veces te equivocas montando, lo haces como en ese momento te ha salido, por eso me gusta más lo que se transmite que lo que se hace. Y cómo transmite Juana me encanta, me gustan mucho sus detalles... igual que los de Eva, está claro”. 
Transmitir es aún más importante en circunstancias tan especiales como las que impone un tablao. Con motivo del quincuagésimo aniversario del tablao madrileño Corral de la Morería, se ha organizado un ciclo de valores en alza del baile en el que ha participado durante julio la gaditana. Mano a mano con el bailaor cordobés José Barrios, ha bregado durante varias noches con las limitaciones de este tipo de escenario, una escuela por la que, según dicen los entendidos, hay que pasar. La experiencia está siendo satisfactoria: “Con la cosa de que no vas con tus músicos, te tienes que adaptar, pero eso a la vez hace que te abras, improvises. Aquí sabes que lo que tú haces es lo que va a llegar, no va a llegar el cante ni las luces. Aquí no hay nada, aquí eres tú y el público y te tienes que apañar. Y la verdad es que aprendes”. Y aprende deleitando a la concurrencia, entre quienes a veces hay ilustres personajes. Esta noche, ha aparecido la bailarina china Jin Xing, que no se corta en fotografiar con el teléfono móvil los curvos quiebros de María José por alegrías. Cosas que pasan en los tablaos. 
"Nos estamos dando cuenta de que la gente lo que demanda es baile" 
¿Y qué sucede en el baile actual? Cuando a la bailaora se le pide un breve análisis de situación, pone el acento en la vuelta a la raíz. “Creo que a los que estamos ahora empujando nos lo están poniendo difícil porque se están haciendo cosas muy buenas, pero a la vez creo que todos vamos a optar por la línea de ser más flamencos. Creo que se han hecho tantas cosas y está el mundo del espectáculo tan raro, que todos vamos a por lo mismo, a por que vuelva la cosa atrás y se vuelva a hacer flamenco de verdad. Todos estamos en la misma línea. Nos estamos dando cuenta de que la gente lo que demanda es baile, mientras a la hora de coreografiar y de todo nos comemos más la cabeza que la generación anterior. Y hay mucha competencia, mucha gente muy buena bailando y eso te obliga a estar siempre al día, no olvidarte de que tienes que estudiar, de que tienes que sacar cosas nuevas... no se te puede ir nada, pues pierdes el hilo”. Y esto lo cuenta relajada, con naturalidad, ya maquillada y sentada junto a su vestuario en un pequeño camerino subterráneo del señero Corral de la Morería cuyas vetustas paredes tantas historias de bailes y de bailaoras tendrán que contar. En pocos minutos, María José Franco contará la suya.