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viernes, 2 de febrero de 2018

El último apaga la luz. Nicanor Parra


DEFENSA DEL ÁRBOL 
 Por qué te entregas a esa piedra 
 Niño de ojos almendrados 
 Con el impuro pensamiento 
 De derramarla contra el árbol. 
 Quien no hace nunca daño a nadie 
 No se merece tan mal trato. 
 Ya sea sauce pensativo 
 Ya melancólico naranjo 
 Debe ser siempre por el hombre 
 Bien distinguido y respetado: 
 Niño perverso que lo hiera 
 Hiere a su padre y a su hermano.

     Nunca traigo poesía, así que me he dicho que sería buena idea hacer un viernes de poesía. Hoy  traigo a mi estantería virtual, El último apaga la luz.

     Nos dejaba hace unos días el gran Nicanor Parra y me he dado cuenta de que mucha gente le conocía de nombre, pero apenas de haberlo leído.Un martes de enero con 103 años nos dejaba este gran poeta que renegaba de reglas; incluso, de las de la propia poesía. Quizás por eso publicó allá por los años cincuenta un libro titulado Poemas y antipoemas. Con eso dejaba claro el placer por romper las reglas establecidas y después, poco a poco, fueron llegando los premios, aunque él no era partidario de las ceremonias e incluso dejara de acudir a más de una entrega.

      En este libro van mezcladas muchas de sus obras, de tal modo que quien sea ajeno a sus letras, encontrará una buenísima selección y guía para descubrir al llamado antipoeta. Verá entonces no solo la evolución, como se dice siempre de cualquier escritor con una dilatada carrera, sino también sus revisiones y temas recurrentes. Descubrirá que frente al absurdo está la coherencia y frente a la muerte, una sonrisa. Y es que, es muy difícil hacer poesía. Y Nicanor Parra fue poeta, de esos que hacen lectores fieles y que en este libro encontrarán inéditos para su gozo y alegría al tropezarse, por ejemplo, con "Quédate con tu Borges". Pero más allá de todo eso, la poesía de Parra es fácil, accesible e incluso divertida. Recuerdo un discurso de sobremesa convertido en un elogio a escritores, y también un poema que decía Hoy es un día azul de primavera/creo que moriré de poesía/de esa famosa joven melancólica/no recuerdo ni el nombre que tenía. Y es que sus poemas también hablaban de poesía. Y, aunque no fuera en un día azul de primavera, a mi me gusta pensar que quizás, el antipoeta que aún guardaba cuadernos sin mostrar, sí que murió de poesía.

      Hoy recomiendo El último apaga la luz. A los aficionados y también o, sobre todo, a quienes se aburren con los poemas y la métrica precisa, a quienes dicen que siempre son iguales y tratan de lo mismo y por eso se consideran incapaces de ponerse ante un libro que sea una sucesión de poemas. Ahora que nos ha dejado el autor, y lo hizo despidiéndose indiferente, casi a la flamenca en el último de sus títulos, solo me queda decir: lean, lean a Nicanor Parra.

     Y vosotros, ¿sois lectores de poesía?

     Gracias.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Entrevista a Victoria Ash

Dice la propia Victoria Ash de sí misma que le encanta bailar, escribir y soñar despierta. Se considera adicta a las sonrisas y a las personas que guardan lo más bonito de si mismas detrás de la piel. Y lo cierto es que detrás de la chica que comenzó escondiéndose detrás de un libro, hay una fuerza creativa que quedó patente ya en su poemario, La culpa es de las musas, al que seguirían los relatos Detrás de la piel, nombre que comparte con su blog. Su último libro de poemas es Besos de nadie, y por ello me he acercado a hacerle una entrevista para que podamos conocer un poco más de esta mujer.

- ¿Quién es Victoria Ash y en qué momento comienzas a escribir poesía?
- Soy una soñadora que piensa con el corazón y que quiere cambiar su pequeño mundo con grandes armas como una sonrisa y un poema. Empiezo a escribir siendo muy pequeña, era una forma de expresar el dolor que sentía y de tratar de entender la vida. Temía herir a mi madre si preguntaba por mi padre -murió cuando yo tenía dos años- y el diálogo interno a través de mi libreta era liberador. Empecé por la prosa y fui evolucionando.
- ¿Es cierto el tópico de que la poesía se siente más que se escribe?
- Yo creo que todo lo que se vive es más intenso en la piel que en el papel.
- Como poeta/poetisa a qué aspiras, a transmitir todo lo que sientes o a hacer sentir a los lectores sus propios caminos en tus palabras.
- Siempre transmitiré lo que siento, sea propio o  no. Porque muchos poemas no nacen de una vivencia en primera persona, sino de una historia cercana o de la imaginación a partir de algo que sí puede ser en esencia personal. Pero el que el lector encuentre su propio camino o una lectura distinta a la mía, lo enriquece. Para eso nace la poesía, en mi opinión. Es tan íntima que mi interpretación, aunque sea la autora, no es la única y, ni mucho menos, la válida. Lo maravilloso de la poesía es que es infinita, nunca acaba porque cada persona la hace suya al sentirla y le da un significado diferente. 
 - La poesía sigue siendo desconocida para muchos lectores que, incluso, la miran con cierto recelo, ¿qué consejo les darías para acercarse a la poesía? 
- Mi consejo es que vayan a algún recital. Ahora se mueve mucho la poesía en los bares. Cercana y descontextualizada creo que puede ser un consumo más amable y puede llegar a personas que habitualmente no leen poesía. Con mi grupo 'Poesía es nombre de mujer' nos ha pasado en muchas ocasiones. Los acompañantes 'obligados' se han acercado a que les dedicáramos el libro porque se habían enamorado de esa poesía, que no tenía nada que ver con lo que ellos creían que era. A veces, solo hace falta librarse de los prejuicios o encontrar la voz que te llena. 
 - Y pese a lo dicho antes, ahora parece que hay una nueva generación de poetas que os desnudáis públicamente en lo privado, ¿a qué crees que se debe este movimiento que ya empieza a percibirse en los catálogos editoriales? 
- Creo que tiene que ver mucho con las redes sociales. Por un lado, por la visibilidad que suponen (aunque entre tantos perfiles ser visible sea precisamente difícil). Por otro lado, porque en la era de las redes sociales y de lo cerca que estamos todos al estar conectados, es la era antisocial... Quiero decir que con tanto mundo virtual hay personas que se sienten muy solas. Yo creo que de ahí nace hablar de lo privado públicamente. Es una forma de saberte humano, de acercarte de verdad a personas que sienten lo mismo, de unirte a alguien por un sentimiento. Teorías de una romántica :) 
 - Tu última obra, "Besos de nadie". Mi lectura ha sido la de una evolución casi compacta de sentimientos, ¿qué es para ti "Besos de nadie"
- Amor. Amor romántico, amor a tus seres queridos y a todos los demás. Amor a los recuerdos que nos hacen ser quienes somos, a las oportunidades -porque la vida es cíclica y siempre vuelve a empezar-, amor propio, amor a una ciudad, a las personas que hemos perdido, amor a soñar. Pero, sobre todo, amor a la vida. Amor a amar. 
 - ¿Qué besos son los que más se recuerdan al final, los dados, los que quisimos olvidar, o los perdidos? 
- Depende del momento se recuerdan más unos u otros. Pero si se trata de no poder olvidar, de que acompañe toda la vida: los perdidos. 
 - Es habitual que se pregunte al escritor de novelas por sus rutinas, sus horarios, sus formas...¿Cómo se escribe poesía? 
- Para mí no se escribe, se siente. Va del corazón al papel sin que lo puedas contener. Simplemente, sientes la necesidad de desahogarte, de expresar algo.
 - Victoria Ash es un seudónimo, ¿verdad? Y esta es una pregunta que muchos lectores nos hacemos cada vez que nos encontramos con un seudónimo, ¿por qué escribir bajo seudónimo?
- Porque, aunque parezca contradictorio, quería verdad en mi poesía. Empecé con seudónimo y sin mostrar mi físico. Ni una foto: solo la de perfil con un libro tapándome la cara. Quería que si alguien reparaba en mis pequeños poemas y decidía quedarse fuese porque realmente le había llegado de algún modo. No quería que empezasen a leerme porque era amiga o familia de alguien o porque parecía simpática o no, fea o guapa. No quería prejuicios. Solo poesía y personas que la sintiesen. 
 - Por último me gustaría que recomendaras un libro de poesía para alguien que no lea habitualmente poemas, y también que me dijeras qué libro estás leyendo en este momento. 
- Mi recomendación es 'Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo' de Elvira Sastre. Ahora mismo acabo de terminar 'El universo de lo sencillo' de Pablo Arribas y voy a empezar 'Irrepetible' de Roy Galán (ambos geniales, ¡así que tres recomendaciones!).

     Muchísimas gracias a Victoria por su tiempo y atención y, como siempre, a todos los que pasáis por aquí. Comentéis o no.

     Bibliografía:
     _ La culpa es de las musas
     - Detrás de la piel
     - Besos de nadie

jueves, 17 de noviembre de 2016

Besos de nadie. Victoria Ash

"...
Y besa como si nadie
hubiese tenido nombre antes de ella.

Así es, mi amor, 
hasta que te encontré a ti,
todos mis besos fueron de nadie."

     Me gusta traer de vez en cuando un poco de poesía. No siempre poesía de esa ya archifamosa, también esas otras voces que nos pueden pasar desapercibidas. Voces que se leen, y que se escuchan, voces que se sienten. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Besos de nadie.


 No hace falta que te nombre
para que mis ojos delaten
que es en ti en quien pienso.

     Besos de nadie es un poemario acompañado de un cd, y si digo eso es como no decir nada.  Porque explicar poesía es algo difícil. Dice su autora a gritos, por el nombre de su página, que se encuentra Detrás de la piel, y tal vez ese sea el sitio donde se esconden todos los besos que recoge en su poemario. Y es que, beso de nadie es una tormenta de sentimientos desnudos que se han descrito en forma de poemas, sentimientos que todos reconocemos, por los que hemos pasado, y en cuyas formas nos vemos reflejados. Quizás por eso, se siente durante su lectura como algo compartido a media voz, a media sonrisa, a medio camino. Quizás por eso es tan necesario ese cd, en este libro más que nunca.

Que no es lo mismo respirar
que coger aire
o no haberte conocido
que aprender a vivir sin ti.

     Y su autora, para desnudarse, decide dividir el libro en tres partes, y nos dice: besos a la soledad, besos al olvido, besos a ella. Y se convierten en besos a la soledad que queda cuando te vas, en te vas en primera persona de alma desnuda que no teme mostrar ese vacío. Besos al olvido que se pregona porque no se vive, el del recuerdo renegado, el del futuro si existiera esa posibilidad, el olvido imposible. Y besos a ella, porque ahora ya puede decirlo; la que provoca que la soledad sea compartida. Nos habla Victoria de desnudos que no son de ropa interior, y nos habla de musas tristes porque no se conocieron putas, nos habla de mujeres en un grito abierto sobre lo que muchas padecen y nos habla de amor como sentimiento universal, privado, propio o ajeno.

     Hoy voy a desnudarme
ante tus ojos.
No esperes formas de mujer
al descubierto.
Que este desnudo es mucho más bonito:
viene de dentro.

     Quizás por eso, y aunque siempre digo que la poesía es para leer despacito, un par de poemas por día, Besos de nadie se sale de esta norma. Porque a medida que avanzamos sentimos su historia, como una suerte de hilo conductor que nos va situando, conmoviendo. O tal vez sea porque la poesía viva, la buena, la vívida, es aquellas que se nos adhiere a los recuerdos, a las pasiones, y nos hace ver en sus letras, aquello que un día sentimos.

A lo mejor ya solo sangro letras
y escribo besos,

     Me ha gustado. Es un libro para leer despacio, en silencio, tal vez con una taza caliente o una manta, tal vez una tarde de lluvia. Un libro cálido, acogedor. Como los sentimientos en el vertidos.

     Y vosotros, ¿os animáis con la poesía?

     Gracias.

martes, 16 de agosto de 2016

Sonetos. William Shakespeare. Versión de William Ospina


CXXXVI  
136
If they soul check thee that I come so near, 
Si tu alma te reprocha que yo tan cerca llegue,
Swear to thy blind soul that I sas thy"Will", 
Júrale a tu alma ciega que yo soy tu ansia ardiente,
And will, thy soul knows, is admitted there; 
Y el ansia, tu alma sabe, se acepta allí que juegue;
Thus far for love, my love-suit, sweet, fulfil, 
Por mi amor, esta súplica, cólmala dulcemente,
"Will" will fulfil the treasure of thy love. 
Y colmará el deseo tu amor y su riqueza,
Ay, fill it full with wills, and my will one, 
Llénalo, ay, con tus ansias y mi ansia desolada,
In things of great receipt with ease we prove 
Porque es siempre más fácil moverse en la grandeza
Among a number one is reckon'd none: 
Y entre lo numeroso, lo uno es casi nada:
Then in the number let me pass untold, 
Deja, pues, que en lo múltiple, callado esté, si quieres,
Though in thy store's account I one must be; 
Pero entre tus riquezas conmigo siempre cuenta;
For nothing hold me, so it please thee hold 
O tenme a mi por nada, siempre que consideres
That nothing me, a something sweet to thee: 
Que esta nada que soy te agrada y te contenta:
Make me but my name thy love, and love that still, 
Haz solo de mi nombre tu amor, y ámalo, y creo
And then thou lovest me, for mi name is "Will". 
Que me amarás entonces, pues mi nombre es deseo.


     En el quinto centenario de la muerte de William Shakespeare, era lógico suponer que alguna obra vería la luz reeditada, y así ha sido. Por eso, hoy traigo a mi estanteria virtual, los Sonetos de William Shakespeare.

     Los Sonetos de Shakespeare vieron la luz en 1609 y aún hoy siguen corriendo ríos de tinta sobre ellos. Recorre en ellos todos los estadíos que uno puede sentir en el amor: del enardecimiento a la pasión pasando por los celos, la decepción o el alejamiento, no duda en hacer de esos 154 sonetos un recorrido completo por una de las pasiones más humanas. Los sonetos del poeta, llamemos poeta a ese supuesto protagonista que relata su vida a golpe de verso, por no poder confirmar si son experiencias reales vividas por el autor, o si tal vez estamos ante una obra de teatro de protagonista encubierto, van dirigidos en un primer momento a un joven. Ese joven reune todas las virtudes, y aunque da pistas, siempre nos deja una duda sobre si llegaron a lo carnal, cosa que en realidad tampoco es importante. La Dama oscura a la que se refiere la última parte es, en cambio, mucho más carnal y pecaminosa incluso, reflejándose de este modo dos amores dispares tanto por el género del objeto de ese amor, como por la personalidad y el halo adjudicado a cada uno de los amados.

     Correspondería ahora hablar de métricas y rimas, pero baste decir que el autor es William Shakespeare para que quede explicado todo ello sin necesidad de justificar la perfecta ejecución de cada soneto. Apuntar, como mucho, que la sencillez del lenguaje acerca sentimientos comunes al lector y nos obliga casi a pensar que estamos ante algún tipo de confesión medio descubierta o apenas encubierta del autor hacia estas dos personas a las que se refiere. Y vuelven a correr ríos de tinta buscando la supuesta identidad de cada uno de ellos. Dice la teoría más aceptada, que el joven que ocupa la mayor parte del texto es Henry Wriosthesley, mecenas de las letras. Teoría que se ve relativamente fortalecida por el encabezamiento elegido por el primer editor de los sonetos, que no por el autor de los mismo, ya que rezaba lo siguiente: Al inspirador único de estos sonetos, el señor W. H., desea toda la felicidad y esta eternidad prometida por nuestro inmortal poeta, el que con sincero deseo aventura esta publicación. Dicho lo cual, que cada uno juzgue si lo considera necesario. Y lo mismo podría contar en el caso de la dama.

     Un lector de poesía, quiere leer poesía. Y entonces se complica la cosa, porque llega el problema del idioma. Traducir un poema, respetar la rima, los silencios, la musicalidad, el espacio entre cada una de las pequeñas pausas y efectos creados por su autor... Y ahí entra Ospina, para los lectores que disfrutan con las letras. Ya ha demostrado que es un escritor de estilo, además de serlo de cada una de sus historias, y tras un prólogo que os recomiendo no os saltéis, Ospina no defrauda, dejando una lectura a doble placer. Si alguien lo pone en duda que haga la prueba y siga estas instrucciones básicas para leer el poema: coja el lector un poco de aire, y comience a leer, sin recitar, procurando no engolar el tono ni forzar la lengua... sólo dejarse llevar con la misma calma que una tabla a la deriva cuando baja la marea; y disfrute de cada sonido, la musicalidad... y el significado, irá llegando solo. Hecho esto, en la página de al lado nos encontramos con el poema original, a la izquierda. Ahora que estamos entrenados, repitamos la operación y volvamos a recitar sin importarnos si nuestra pronunciación es pura o si captamos el significado de cada palabra, ese ya nos lo había dado Ospina en la primera lectura, y dejémonos llevar. Seamos, por un breve intante en nuestra vida lectora, auténticos lectores de poesía. Sin prejuicios, sin poemas, sin excusas. Merece la pena.Y en bilingüe, una joya.

     Y vosotros, ¿sois lectores de poesía?

     Gracias.