ELLAS:
Me gusta cuando encuentro gente que cuenta lo que me gustaría contar a mí de mejor manera que lo hubiera contado yo. Me encanta que sean "ellas"; que me una un vínculo emocional con Andrea, conocerla desde que nació, es un plus, un secretito que os dejo en mi rinconcito. Estas son Andrea y sus compañeras de facultad, que están hasta el coño. Y me alegro...sobre todo de que nos lo cuenten con tanto talento.
BULOS:
No diré que estaba en el trabajo para que nos enfade nadie. Alguien dijo "¿habéis escuchado la última ocurrencia de la Montero? que dice que los hombres contaminan más porque se tiran más pedos". Nadie de los que participaban de la conversación puso en duda la noticia, se lanzaron a chascarrillos, improperios y demás rutinas. Yo, en mi habitual silencio, teclee con discreción mi móvil y fácil descubrí que se trataba de un bulo. Y sí, lo reconozco, caí en la tentación y opiné: ¿habéis abierto la posibilidad de que Irene Montero no haya dicho eso? Sirvió de poco. Porque de poco sirve. Como mucho escuchas un "ha dicho tantas tonterías que me creo cualquier cosa". Así funcionan los bulos. Crean una verdad de cartón piedra muy creíble y muy resistente. Son como escenarios de película en los que se instala la gente sin molestarse de que detrás de la pared falsa está la tramoya de la mentira. Haz un bulo que algo queda, el refranero debe actualizarse.
CUENTO:
BUEN
TIEMPO:
Madrid,
año 2085. Samuel solicita a su asistente virtual que contacte con su madre.
Espera unos segundos a que el holograma invada el aire del salón. Parece
contenta, sentada en su sillón de lectura.
- -Hola,
mamá ¿cómo te has levantado hoy?
- - Bien, con
menos dolores.
- - ¿Hace buen
tiempo por ahí?
- - ¡ Sí,
hijo ¡ hace buenísimo, cuatro días seguidos lloviendo ¡cuatro!
VALIENTES...EN COMPAÑÍA:
Supongo que habréis visto las imágenes. Porque todo lo que ocurre en un campo de fútbol adquiere el status de global casi al instante. Un aficionado culé baja las escaleras de uno de los graderíos del Camp Nou para arrancar una bandera del Atletico de Madrid (contra el que jugaba su equipo...dejaremos a un lado que la bandera incluyera el rojo y el amarillo) ante el aplauso generalizado del público presente en esa parte del campo. El aficionado atlético, polaco, para más ironía, defiende su tela de la agresión. Hay muchas cosas que me chirrían. La gente a la que ofende una bandera ¿no tiene en alta estima la suya?¿no debería haber una especie de paralelismo en esto? A ti, para quien tu bandera es lo más, ¿te cuesta entender lo importante que es la otra para el otro? Porque yo de banderas ni entiendo ni quiero entender, pero ¿ellos? Luego está el aplauso, la algarabía, casi diría que el agradecimiento del público. ¿Había padres aplaudiendo el acto con sus hijos?¿le estás explicando que cuando una bandera no te gusta la puedes arrancar querido padre?¿le estás convenciendo a tu hijo de que no lleve banderas o camisetas del Barcelona si está fuera de Cataluña porque será legítimo que se las arranquen o le echen del estadio?¿o solo es la de los demás la que molesta? Y lo más importante, viendo a los dos personajes, el que quita la bandera y el que la defiende, me los imagino en una habitación de cuatro metros cuadrados cerrada con llave por fuera, y ahí sí, ahí si que tendría curiosidad por ver si el que baja tan deprisa las escaleras de su campo se atrevería, en terreno neutral y acotado, a arrancarle al aficionado colchonero la bandera de las manos. Me da que la valentía va por barrios, vamos, que los hay muy valientes cuando juegan en casa que dudo mantengan la gallardía en territorio hostil. Cada día me gusta más el baloncesto.
SER ESCRITOR:
Pues si. Por primera vez puedo decir que he ejercido la profesión de escritor sin la necesidad del optimismo o la condescendencia. Lo más cercano había sido alguna colaboración y sobre todo los premios literarios. Pero este domingo tenía una caseta con mi nombre, con fotos de mis novelas y gente que se paraba, me preguntaba, se llevaba uno y yo tenía que preguntarle, a su vez, el nombre para dedicárselo. Dudo que jamás pueda vivir en exclusiva de la literatura, pero estos pequeños empujoncitos para el ego vienen muy bien. Porque no solo de autoestima vive el hombre. De vez en cuando necesita palmaditas en la espalda de los demás.
También fue el reencuentro con viejos amigos a los que hacía 30 años que no veía. Y volver a hablar en público, que hacía más de una década que no tenía que hacerlo. Ahí os dejo mi pequeña intervención en el evento y alguna imagen...
Hoy toca cuento...
LA LLAMADA:
Una
vez más accede a su cuenta personal del trabajo. Maldita rutina, se dice,
desperezándose de la desgana. El servidor le ofrece dos posibilidades para
identificarse: o un mensaje de texto o una llamada. Elige, como siempre, la
segunda. El teléfono vibra, él sonríe, pero después recuerda la última vez que
pasó por la oficina. Una compañera, que no recordaba su nombre, le preguntó por
qué no elegía el mensaje de texto. Él se limitó a contestar que por costumbre
¿para qué explicarle que así, al menos, recibía una llamada en su teléfono?
DE IZQUIERDAS:
Es un chascarrillo habitual en mi terna de respuestas. ¿Votas a los socialistas? No, es que yo soy de izquierdas. En cambio, igual que me pasó con el primer Zapatero, me siento representado en parte por Pedro Sánchez. Con distancia, claro. Lo hago porque comulgo con buena parte de sus iniciativas progresistas, como la última sobre la vivienda. Iniciativas que mejoran la vida de las personas, que levantan mucho revuelo de la caverna y que luego son aprovechadas por unos y por otros hasta hacerlas eternas. La ley anti-tabaco es el mejor ejemplo. Iba a cargarse el mundo (hostelería...) tal y como se había conocido. Hoy nadie en su sano juicio se plantearía derogarla. Por mucho que fume, lo que fume. No es casualidad que este gobierno tenga iniciativas progresistas, porque tiene que pactar con la izquierda algo más izquierda (diría "de verdad" pero me parece arrogante). Ese condicionante ni mejora ni empeora, salvo que lo mires con el cristal que lo mires, pero determina el progresismo, que es lo que a mí me estimula el voto. Yo seguiré votando izquierda progresista, depende de las izquierdas que gobiernan que las meta o no en ese saco y después en la urna.
LAS SOLUCIONES DE ALBERTIÑO:
Que dice Caja de Sorpresas Feijoo que el problema de la vivienda en España se soluciona construyendo más. Y eso me recuerda un viejo chascarrillo: uno de le dice a otro ¡oye! cierra la boca para que no te entren más moscas. Y el otro contesta ¿y qué hago con las que ya tengo dentro? Pues eso digo yo, Albertiño ¿qué hacemos con las moscas que ya tenemos construidas? En España hay cerca de 3,5 millones de viviendas vacías. No sé, yo soy de letras, pero a mi no me salen las cuentas. Algún asesor concienciado, a poder ser independiente, debería orientar a este pobre hombre. Que empiece por explicarle lo que es una burbuja. No es mal principio. Claro, que si con "solucionar el problema de la vivienda" el bueno del gallego no se refiere a que las personas tengan acceso a una casa a un precio razonable, sino a que el estatus de enriquecimiento de los mismos de siempre siga operativo. Ahí sí, ahí le doy la razón: ladrillo, ladrillo y más ladrillo. Que ya ha demostrado el mercado que se regula solo...¿hacen falta las comillas?
LA NUEVA NOVELA DE ANTONIO LARREY:
Pues sí.
Ya hay nueva novela de Larrey en el mercado: El hijo del patriarca y la princesa rusa.
OFENDIDITOS LOS EXORCISTAS:
Resulta que la Asociación Internacional de Exorcistas...es que ya me obliga a parar. Que en el seno de la iglesia haya quien se crea con la capacidad de expulsar demonios (sin valorar la existencia de los mismo o su parco interés en ocupar terrenales cuerpos cuando uno viene del mismísimo averno...) tiene un pase, pero que haya tantos, y en tantos lugares, como para que surja una organización internacional, supongo que con su presidente, sus vocales, sus estatutos, es ya digno de estudio. En fin.
Lo intento de nuevo: la Asociación Internacional de Exorcistas denuncia la nueva película de Russel Crowe (El exorcista del Papa) por, entre otras lindezas, ofender a las víctimas del demonio. Hasta ahí la noticia.
Ahora viene mi opinión: estoy esperando la llegada de la demanda de, por citar algunas, la Asociación Internacional de Licántropos por la última novela sobre el Hombre Lobo de Glen Duncan porque no refleja con fidelidad la dualidad y el dolor entre el hombre y el lobo. O la Asociación Internacional de Chupasangres demandado la falta de rigor de la saga Crepúsculo, que pone a su vampírico protagonista estudiando en un instituto ¡ en turno de mañana! O ¿por qué no? La Asociación Internacional de Comecerebros por lo cansinos que están siendo en la interminable The Walking Dead, o a todas las películas del tema por tratar siempre como deficientes mentales a los zombis. ¡Basta ya de menospreciar la capacidad intelectual de los muertos vivientes, hombre!
En fin, os parecerá una exageración a favor de guion, pero es que el guion ya venía exageradito de serie...
DALAI, SUMA Y SIGUE:
No creo en las casualidades. Cuando el rio suena es que agua lleva. Además, algo tendrá el agua cuando la bendicen. Sin ser muy riguroso la mitad del refranero me encaja en el cabreo. Quienes me conocen saben que mi ateísmo es politeísta. Es decir, partió desde mi profunda creencia cristina, de ahí que mi rencor, más que justificado, y mi conocimiento personal, hagan que critique mi ex religión con un encono especial. Pero eso no evita mi recelo, por no llamarlo repelús, a cualquier religión. Y me da igual sus principios y sus finales. Además, llevo tiempo con la impresión de que, al igual que los clubs deportivos, las religiones son un escondrijo ideal para cierto perfil de desgraciados. Los datos pretéritos son indiscutibles, pero al presente no hay que perderle el paso. Me diréis, viendo la foto que el colgado, que soy un exagerado, pero vuelvo a la primera frase de este post, no creo en las casualidades. Creo que las personas mayores, en algunos casos y/o momentos, pierden el pudor y se dejan llevar, "desnudando" su realidad más intrínseca. No, no tengo pruebas, pero la intuición, como es una herramienta de uso personal y este rinconcito con cojera no tiene un compromiso ineludible con la verdad, la utilizo como me place. Y desde esa atalaya de la subjetividad pienso que el beso que le pide, exige, desde su posición de superioridad, el Dalai a un niño (beso con lengua), además de asqueroso, es paradigmático y, si me apuráis, debería ser un delito del que tendría que responder ante la justicia (humana, que de la divina se fie quien quiera). Esto lo dice un rencoroso. Sí, pero es lo que hay.
