Ante el escándalo, la presión social y la evidencia destapada por el periodista, el gobierno decidió, asesorado sabiamente por la conferencia episcopal, crear un nuevo mártir.
A saber: en las dependencias de los mossos le brotó espontáneamente sangre en los ojos y oídos. En manos de la guardia civil se le cayeron volátiles siete uñas de las manos y aparecieron de la nada moretones por todo el cuerpo con forma de pelotas de goma con la cara de aznar.
Con los servicios secretos, los estigmas dañaron seriamente boca, cráneo, rodillas y genitales.
Fue después garante del duro y recio carácter español, bendecido incluso por rouco y el papa francisco1, que reconoció haber visto procesos similares en su argentina a finales de los 70.
El mártir fue venerado de manera continuada en los telediarios de la cadena pública (y afines).
Luego, expuesto como reliquia en la almudena, el rabo de san roque. Claramente falso pues Ramón Ramírez jamás delató su paradero. Fuentes policiales, en una minuciosa explicación del dispositivo realizado, dijeron quetodo fue una maniobra de eta, con detenciones de artategui y patapalo (en cuyo poder se encontraban cinco kilos de amonal y crucifijos invertidos), dejando libre de toda sospecha al mártir estigmatizado, cuyo caso fue rápidamente incluído el el temario de primero de física y química de la lomce.
El periodista fue detenido por falsa información e incitación al odio religioso y violencia social. En breve será beatificado.
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