31 agosto 2015
23 agosto 2015
Guadalupe
El contrabajo es la sirena de un barco y la trompeta es la sirena de un coche de policía que avanza sobre el asfalto mojado.
El viento es un coro de hojas verdes.
La trompeta también es un faro entre el mar de matorrales.
La iglesia de Guadalupe es una nave gótica que encalló entre los cañaverales.
El sonido cesó y el fulgor siguió entrando bajo el arco apuntado.
Y después el silencio.
Todo eso pasó cuando me senté a tu lado en un banco al revés. En la iglesia de Guadalupe.
16 agosto 2015
Azules y grises
Durante estos días fotografié tejados, nubes y el cielo. Vi los bosques verdes más allá de las paredes grises y busqué vuestros nombres que se añejan en el granito. Me bañé en el mar vigoroso y compartí charlas fugaces por aquí y por allí. Comí bien, corrí dos mañanas, pisé frío y añoré el azul de tus ojos azules.
Bebí y reí mientras garabateaba canciones bajo una luz giratoria. Escuché a unos y a otros, me pasmé con mis hijos esplendorosos y no dejé de pensar en casi todo.
Ahora, sentenciado a hacer una maleta, el futuro no es más que un viaje al sur y el terror ante dos seguras despedidas.
31 enero 2015
03 septiembre 2014
Está decidido
En verano, I (we) will arise and go now, and go to Innisfree, y en invierno... en invierno viajar al Sur.
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01 agosto 2014
Veranear
Veranear era cuando el verano no tenía fin.
Cuando de niños no sabíamos la fecha de ida ni la de regreso. Cuando las golosinas de tía L. y los cacahuetes de C., cuando los Kas de naranja con tío P. y las tortillas de jamón de la abuela María Flor, que me enseñó a leer. Cuando la Vega del Ciego con el capitán Blanco, que murió coronel, cuando la cuenta atrás hasta la piscina, cuando las noches camuflados en las tertulias de los mayores.
Cuando nos reíamos tanto, cuando las bicicletas eran de colores, cuando los viajes a la playa tan épicos.
Mi veraneo es el sol entrando en el portal enorme de Arzobispo Blanco, la abuela María Flor sentada en el banco negro y el suelo reluciente, apenas el tictac del reloj de la cocina.
Ahora mis veranos son tus ojos azules, mis hijos, los libros.
El verano es que te digan desde Innisfree que tengo muchas ganas de verte. Que podamos volver a Quirós a llorar el tejo de Bermiego, que pueda subir a veros y a lloraros, que les cuente a mis hijos de cuando veraneaba.
Y más.
En Innisfree esperamos tu alegría, te llevaré a verlo todo, a conocerlo todo, a saberlo todo. Después, en la tierra de Yeats, leeremos aquellos versos:
I will arise and go now, and go to Innisfree,
And a small cabin build there, of clay and wattles made:
Nine bean-rows will I have there, a hive for the honey-bee;
And live alone in the bee-loud glade.
Escribiremos nuestro diario irlandés.
Nuestro.
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