Desde Ensenyament se fomenta esta pirámides de la lectura que intenta que los alumnos lean fuera del aula como un hábito cotidiano. Quizá cambiaría algunas cosas, especialmente en la frecuencia de según qué actos, pero en general me parece una muy buena iniciativa:
- fomenta espíritu competitivo (hacer todas las acciones), gamificación, que puede ser un aliado para leer, en reto contra uno mismo o contra los demás
- trata de socializar en la escuela lo que se hace fuera de ella y al revés
- incide en hábitos culturales familiares y no solamente en temas curriculares
- incorpora las nuevas tecnologías de una manera lógica para el fomento de la lectura
- separa la lectura por placer de otros tipos de lectura más escolares
Debería haber más iniciativas similares en otros ámbitos igualmente necesitados de atención. Veremos qué familias implementan las pirámides o desde cuántos centros se promueven.
Blog destinado a compartir ideas y recursos para las clases, reflexiones sobre educación y algunas cosillas más
miércoles, 10 de diciembre de 2014
domingo, 30 de noviembre de 2014
Saberes críticos
Leo los materiales de La razón desencantada, especialmente la parte de análisis del sistema actual. Hay algunos puntos que considero relevantes para analizar qué papel tiene que jugar la escuela en un mundo capitalista de hoy en día, donde el sistema educativo puede (y yo creo que debe) jugar un rol de oposición a sus excesos negativos formando a individuos críticos.
Un primer aspecto relevante es la creación de lazos fuertes. El mundo actual promueve muchas veces afectos superficiales, emociones histéticas dirigidas al consumo o al disfrute inmediato y no tanto las relaciones a largo plazo o los sentimientos de pertenencia (con excepción de las marcas, que aspiran a fidelizar al cliente pero que en cambio promueven la necesidad de cambio constante para comprar sus nuvos productos). El colegio debe educar las emociones, darles el valor que merecen, crear comunidades.
Otro elemento destacable es que la hiperespecialización y la infoxicación pueden conducir a un individuo en perpetua "obsolescencia cognitiva", con cuatro ideas generales y muchas opiniones vehementes y cambiantes pero mal argumentadas. Debemos preparar a nuestros alumnos para saber seleccionar la información relevante, convertirla en conocimiento hilando los diferentes campos en un saber general, que les aporte referentes y capacidad de espíritu crítico.
Un tercer input es la mercantilización de todo lo humano. Hay que enseñar que no todo tiene un precio, que hay cosas aparentemente "inútiles" pero realmente valiosas, que se puede trabajar o ayudar sin querer monetarizarlo (se puede estudiar por aprender, no solamente para mejorar la empleabilidad), que a veces hay mucha riqueza fuera del mercado.
Por último se alerta sobre el riesgo de estar siempre entretenidos, sin tiempo para la reflexión, la diversión superficial a toda costa. Muchas propuestas educativas caen en ese error, debemos motivar a nuestros alumnos sin banalizarlo todo y enseñando que el esfuerzo o los momentos de pausa son fundamentales. ¿Cuántos de nuestros estudiantes no saben estar solos o permanecer un rato penando, o estar sin escuchar música o mirar a una pantalla para dejar que aflore su interior? La educación también tiene que enseñar a convivir con uno mismo, no solamente con los demás.
Un primer aspecto relevante es la creación de lazos fuertes. El mundo actual promueve muchas veces afectos superficiales, emociones histéticas dirigidas al consumo o al disfrute inmediato y no tanto las relaciones a largo plazo o los sentimientos de pertenencia (con excepción de las marcas, que aspiran a fidelizar al cliente pero que en cambio promueven la necesidad de cambio constante para comprar sus nuvos productos). El colegio debe educar las emociones, darles el valor que merecen, crear comunidades.
Otro elemento destacable es que la hiperespecialización y la infoxicación pueden conducir a un individuo en perpetua "obsolescencia cognitiva", con cuatro ideas generales y muchas opiniones vehementes y cambiantes pero mal argumentadas. Debemos preparar a nuestros alumnos para saber seleccionar la información relevante, convertirla en conocimiento hilando los diferentes campos en un saber general, que les aporte referentes y capacidad de espíritu crítico.
Un tercer input es la mercantilización de todo lo humano. Hay que enseñar que no todo tiene un precio, que hay cosas aparentemente "inútiles" pero realmente valiosas, que se puede trabajar o ayudar sin querer monetarizarlo (se puede estudiar por aprender, no solamente para mejorar la empleabilidad), que a veces hay mucha riqueza fuera del mercado.
Por último se alerta sobre el riesgo de estar siempre entretenidos, sin tiempo para la reflexión, la diversión superficial a toda costa. Muchas propuestas educativas caen en ese error, debemos motivar a nuestros alumnos sin banalizarlo todo y enseñando que el esfuerzo o los momentos de pausa son fundamentales. ¿Cuántos de nuestros estudiantes no saben estar solos o permanecer un rato penando, o estar sin escuchar música o mirar a una pantalla para dejar que aflore su interior? La educación también tiene que enseñar a convivir con uno mismo, no solamente con los demás.
lunes, 24 de noviembre de 2014
Organizando profesores por cursos
He hablado en otras ocasiones de la necesidad de que el tutor siga varios cursos con el mismo alumno y de que haya estabilidad en los docentes que dan clase a un mismo grupo. Eso no significa necesariamente que haya equipos docentes estancos por ciclos o cursos (profesores "especialistas" en unos cursos), ya que como todo, puede tener ventajas e inconvenientes.
Tener los mismos profesores por ciclo o curso siempre
* Ventajas: los profesores conocen a fondo esas edades y van mejorando su práctica con los años; hay un mismo equipo (y más reducido) de referentes para una clase, que dura más de un año, con lo cual se conoce mejor a cada alumno; los estudiantes no deben adaptarse a diferentes sistemas y manías cada curso sino que aprecian una coherencia de método; es más fácil montar proyectos interasignaturas
* Inconvenientes: los profesores no tienen la perspectiva global de la etapa, no ven lo que ocurre después o antes y se encasillan en una manera de hacer; se pueden crear dinámicas negativas en los equipos docentes (de relación personal) complicadas de cambiar al no haber elementos nuevos (otras personas)
Tener un profesor (o más) que está todos los años de la etapa con el mismo grupo
*Ventajas: el profesor conoce perfectamente a los alumnos y estos a él; se puede programar mejor sabiendo qué se ha dado y cómo; hay una evolución natural en los contenidos; ayuda a personalizar el aprendizaje
* Inconvenientes: es imposible para el alumno esquivar a un mal profesor, con el que no se lleva bien o que imparte clases mediocres; solo ven cada asignatura de una única manera, disminuye la pluralidad
Tener profesores diferentes cada año
* Ventajas: máxima diversidad
* Inconvenientes: hay que acostumbrarse y volver atrás a las maneras de cada profesor; es difícil conocer al alumno en profundidad o programar con coherencia y personalizando; aumentan las repeticiones en las materias; es complicado coordinar profesores puesto que no todos están en los mismos cursos y horarios
Es evidente por tanto que el modelo más extendido, que es ir cambiando de profesor, repitiendo y dependiendo del azar, es el peor para el centro y para el alumno, ya que responde a conveniencias horarias y organizativas y no pedagógicas. Considero que lo ideal es tener algunas materias transversales, que "suben" con los alumnos y que esos profesores hagan de puente con los equipos docentes instalados en cursos o ciclos concretos. Para no quemar al profesorado, se puede ir cambiando cada ciertos años quiénes cambian de curso y quiénes se quedan.
¿Y vosotros, cuál creéis que es el sistema más beneficioso para los alumnos? ¿Es el que tenéis en vuestro centro?
Tener los mismos profesores por ciclo o curso siempre
* Ventajas: los profesores conocen a fondo esas edades y van mejorando su práctica con los años; hay un mismo equipo (y más reducido) de referentes para una clase, que dura más de un año, con lo cual se conoce mejor a cada alumno; los estudiantes no deben adaptarse a diferentes sistemas y manías cada curso sino que aprecian una coherencia de método; es más fácil montar proyectos interasignaturas
* Inconvenientes: los profesores no tienen la perspectiva global de la etapa, no ven lo que ocurre después o antes y se encasillan en una manera de hacer; se pueden crear dinámicas negativas en los equipos docentes (de relación personal) complicadas de cambiar al no haber elementos nuevos (otras personas)
Tener un profesor (o más) que está todos los años de la etapa con el mismo grupo
*Ventajas: el profesor conoce perfectamente a los alumnos y estos a él; se puede programar mejor sabiendo qué se ha dado y cómo; hay una evolución natural en los contenidos; ayuda a personalizar el aprendizaje
* Inconvenientes: es imposible para el alumno esquivar a un mal profesor, con el que no se lleva bien o que imparte clases mediocres; solo ven cada asignatura de una única manera, disminuye la pluralidad
Tener profesores diferentes cada año
* Ventajas: máxima diversidad
* Inconvenientes: hay que acostumbrarse y volver atrás a las maneras de cada profesor; es difícil conocer al alumno en profundidad o programar con coherencia y personalizando; aumentan las repeticiones en las materias; es complicado coordinar profesores puesto que no todos están en los mismos cursos y horarios
Es evidente por tanto que el modelo más extendido, que es ir cambiando de profesor, repitiendo y dependiendo del azar, es el peor para el centro y para el alumno, ya que responde a conveniencias horarias y organizativas y no pedagógicas. Considero que lo ideal es tener algunas materias transversales, que "suben" con los alumnos y que esos profesores hagan de puente con los equipos docentes instalados en cursos o ciclos concretos. Para no quemar al profesorado, se puede ir cambiando cada ciertos años quiénes cambian de curso y quiénes se quedan.
¿Y vosotros, cuál creéis que es el sistema más beneficioso para los alumnos? ¿Es el que tenéis en vuestro centro?
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Decreto de especialidades docentes
Circula el borrador de las nuevas especialidades docentes LOMCE, es decir, el que detalla qué asignaturas podrá (o se verá obligado) a impartir cada profesor. Se supone que pone un poco de orden en el desbarajuste de las afines que no tienen nada que ver con la especialidad que actualmente se imparten para completar horarios como consecuencia de los recortes.
Hay alguna atribución surrealista. Por ejemplo los profesores de castellano podrán dar clases de artes escénicas y danza. Entiendo lo del teatro pero no sé si todos los docentes de formación filológica podrán hablar de bailes y coreografías. Esa misma asignatura la pueden dar los de música, que quizá entiendan el acompañamiento del ballet pero no tienen por qué saber de movimientos o de obras de Shakespeare.
En el caso de afines "obligadas" se abre la veda: un profesor de alemán puede dar castellano, uno de biología puede ser profesor de matemáticas en sus distintas ramas, los de filosofía tendrán que bregar con iniciación a la actividad emprendedora, los de geografía podrán gozar de esa materia de danza que parece ser para todo el mundo, mientras que los de lengua pueden impartir sociales (ya ocurre en los ámbitos) y así sucesivamente.
No digo que esos profesores no puedan dar y perfectamente esas materias, de hecho creo que unir áreas es una fantástica idea y más en secundaria, donde además se reduce el número de referentes de un alumno. Lo que no comprendo es que se creen falsas familias de afinidades que pueden forzar a centros con poca plantilla a destinar a docentes poco preparados y peor motivados a dar clase de algo que no es lo suyo.
Lo normal sería que aparte de las especialidades propias (los de mates, dan mates, como es de sentido común) se habilitara un procedimiento - voluntario siempre- para poder certificar que se pueden dar clases de calidad de otras asignaturas, de manera que se pudieran establecer perfiles docentes relamente polivalentes, profesores que quisieran trabajar de otra manera o dar varias áreas para tener más posibilidades de inserción. Pero no especificar cuál debe ser la segunda materia o se producen disparates como de costumbre. Veremos si prospera el borrador.
Hay alguna atribución surrealista. Por ejemplo los profesores de castellano podrán dar clases de artes escénicas y danza. Entiendo lo del teatro pero no sé si todos los docentes de formación filológica podrán hablar de bailes y coreografías. Esa misma asignatura la pueden dar los de música, que quizá entiendan el acompañamiento del ballet pero no tienen por qué saber de movimientos o de obras de Shakespeare.
En el caso de afines "obligadas" se abre la veda: un profesor de alemán puede dar castellano, uno de biología puede ser profesor de matemáticas en sus distintas ramas, los de filosofía tendrán que bregar con iniciación a la actividad emprendedora, los de geografía podrán gozar de esa materia de danza que parece ser para todo el mundo, mientras que los de lengua pueden impartir sociales (ya ocurre en los ámbitos) y así sucesivamente.
No digo que esos profesores no puedan dar y perfectamente esas materias, de hecho creo que unir áreas es una fantástica idea y más en secundaria, donde además se reduce el número de referentes de un alumno. Lo que no comprendo es que se creen falsas familias de afinidades que pueden forzar a centros con poca plantilla a destinar a docentes poco preparados y peor motivados a dar clase de algo que no es lo suyo.
Lo normal sería que aparte de las especialidades propias (los de mates, dan mates, como es de sentido común) se habilitara un procedimiento - voluntario siempre- para poder certificar que se pueden dar clases de calidad de otras asignaturas, de manera que se pudieran establecer perfiles docentes relamente polivalentes, profesores que quisieran trabajar de otra manera o dar varias áreas para tener más posibilidades de inserción. Pero no especificar cuál debe ser la segunda materia o se producen disparates como de costumbre. Veremos si prospera el borrador.
domingo, 26 de octubre de 2014
De la teoría a la realidad
De recitar el libro de texto al aprendizaje por proyectos. De clases magistrales a clases flipeadas o enseñanza individualizada. De uso de las TIC como mero soporte a cambio metodológico usando la tecnología cuando convenga. De grupos numerosos a ratios reducidas o a más docentes en una misma aula. De contenidos separados por materias y temas a visión interdisciplinar. De pura evaluación memorística a tener en cuenta todas las inteligencias y evaluación continua. De docente transmisor a profesor que motiva, guía y acompaña a sus alumnos. De tutorías para llenar la hora semanal a auténticos planes tutoriales personalizados. De manual escolar al mundo de Internet. De seguir un esquema rígido de temas a incorporar la actualidad y los intereses de los estudiantes a las lecciones de aula. De calificación unidireccional a coevaluación y trabajo cooperativo....
Creo que todos tenemos ya bastante claro cómo debe ser la nueva escuela (ya no es ni nueva de años que hace que se plantan estos mismos retos con diferentes siglas). El diagnóstico está claro, los modelos, evidentes. ¿Por qué no pasamos de A, un sistema que no funciona y que deja a un tercio de los alumnos fuera a B, una nueva pedagogía? Aquí viene el catálogo de excusas (tiempo, administración, dirección, poco apoyo entre compañeros...) y problemas reales (materiales dispersos, ratios, poca formación, recortes....) Ya es hora de pensar cómo solventar esos escollos que nos impiden pasar de A a B, de un buen modelo teórico a su realidad. Hagamos listas de lo que funciona para dar ese paso, no solo de buenos listados de lo que debería ser o lo que no sirve en educación. Si no, seguiremos años y años buscando el paradigma ideal sin ponernos a ello
Creo que todos tenemos ya bastante claro cómo debe ser la nueva escuela (ya no es ni nueva de años que hace que se plantan estos mismos retos con diferentes siglas). El diagnóstico está claro, los modelos, evidentes. ¿Por qué no pasamos de A, un sistema que no funciona y que deja a un tercio de los alumnos fuera a B, una nueva pedagogía? Aquí viene el catálogo de excusas (tiempo, administración, dirección, poco apoyo entre compañeros...) y problemas reales (materiales dispersos, ratios, poca formación, recortes....) Ya es hora de pensar cómo solventar esos escollos que nos impiden pasar de A a B, de un buen modelo teórico a su realidad. Hagamos listas de lo que funciona para dar ese paso, no solo de buenos listados de lo que debería ser o lo que no sirve en educación. Si no, seguiremos años y años buscando el paradigma ideal sin ponernos a ello
viernes, 17 de octubre de 2014
Adolescentes y redes sociales
Uno de cada tres adolescentes conoce a alguien vía Internet antes que en persona, o lo que es lo mismo, muchos contactos de "desconocidos" acaba en quedadas presenciales. Ello supone un obvio riesgo, todos tenemos en mente casos de degenerados que aprovechan el anonimato para fingir ser jóvenes y contactar con niños, o sabemos de acosos cibernéticos entre iguales.
Pero también supone un cambio de paradigma que no tiene por qué ser negativo, ya que la mayoría de adolescentes considera que las redes ayudan a mantener amigos y a aumentar los contactos sociales, algo que valoran en gran medida. Estar hiperconectados puede ser estresante, puede favorecer conversaciones banales o perjudicar el sueño y el estudio pero también hace que se lea más que nunca, que aumente la importancia de la comunicación verbal y no verbal, que se eliminen barreras más rápidamente, que se puedan compaginar mejor los diferentes grupos de una persona o que se tarde más en dejar de saber de antiguos compañeros.
Desde las aulas no podemos ignorar esta realidad y hay que educar no solamente en los peligros sino en las oportunidades. Muchas veces los materiales relacionados con Internet hacen demasiado hincapié en los negativo (sexting, adicciones, acoso, desinformación,....), en un discurso que se empieza a parecer el canónico sobre las drogas de hace un tiempo y que ha demostrado ser ineficaz absolutamente. Si queremos prevenir los posibles riesgos, habrá que cambiar esa mirada e incluir una visión más realista y matizada, so pena de quedar como los carcas que solamente ven lo malo de un nuevo mundo que les es ajeno.
Pero también supone un cambio de paradigma que no tiene por qué ser negativo, ya que la mayoría de adolescentes considera que las redes ayudan a mantener amigos y a aumentar los contactos sociales, algo que valoran en gran medida. Estar hiperconectados puede ser estresante, puede favorecer conversaciones banales o perjudicar el sueño y el estudio pero también hace que se lea más que nunca, que aumente la importancia de la comunicación verbal y no verbal, que se eliminen barreras más rápidamente, que se puedan compaginar mejor los diferentes grupos de una persona o que se tarde más en dejar de saber de antiguos compañeros.
Desde las aulas no podemos ignorar esta realidad y hay que educar no solamente en los peligros sino en las oportunidades. Muchas veces los materiales relacionados con Internet hacen demasiado hincapié en los negativo (sexting, adicciones, acoso, desinformación,....), en un discurso que se empieza a parecer el canónico sobre las drogas de hace un tiempo y que ha demostrado ser ineficaz absolutamente. Si queremos prevenir los posibles riesgos, habrá que cambiar esa mirada e incluir una visión más realista y matizada, so pena de quedar como los carcas que solamente ven lo malo de un nuevo mundo que les es ajeno.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Los alumnos son personas y no solamente notas
Hay alumnos que ocupan nuestros pensamientos mucho más allá del trabajo, y otros que pasan por más transparentes. Normalmente por desgracia en las aulas masificadas solo consiguen llamar nuestra atención aquellos que causan escándalo, ya que si no, nadie se acerca a los que van bien o no hablan mucho más allá de un ¿Todo bien? de rigor.
Los profesores, y especialmente tutores, deben conocer en profundidad a sus alumnos porque difícilmente puedes ayudar a quien no sabes quién es. La conducta en clase y las notas son simplemente indicadores pero no reflejan la personalidad de lo alumnos (afortunadamente). Sin embargo muchas veces en las reuniones de evaluación o charlas entre colegas, esos síntomas, unidos a ciertos datos familiares, son los que retaratan al alumno: "el que no sigue", "no para quieto", "no pega palo al agua", "los padres pasan" y similares.
Rara vez se les describe en términos de personas: "el que ayuda siempre a los demás", "el que lee X", "el que tiene buenos amigos", "el que es tan racional". No siempre sabemos decir a qué dedican el tiempo libre, qué ocurre fuera del aula, cuál es el cuadro de sus relaciones. ¿Cómo entonces vamos a intervenir? Nuestra ayuda será demasiado parcial. No debemos ocupar el lugar de otros referentes o profesionales pero sí tener una visión de conjunto de mínimos: horarios fuera del colegio, situación afectiva, potencialidades e intereses, necesidades que muestra. Ese esquema debe complementar necesariamente las calificaciones, grado de disrupción o deberes y demás indicadores que solemos usar para juzgarles.
Además las notas pueden cambiar, la conducta también, deben hacerlo si no son buenas, y ahí está parte de nuestra labor. En cambio otros calificativos son más duraderos y por tanto más auténticos para describir a los alumnos.
Los profesores, y especialmente tutores, deben conocer en profundidad a sus alumnos porque difícilmente puedes ayudar a quien no sabes quién es. La conducta en clase y las notas son simplemente indicadores pero no reflejan la personalidad de lo alumnos (afortunadamente). Sin embargo muchas veces en las reuniones de evaluación o charlas entre colegas, esos síntomas, unidos a ciertos datos familiares, son los que retaratan al alumno: "el que no sigue", "no para quieto", "no pega palo al agua", "los padres pasan" y similares.
Rara vez se les describe en términos de personas: "el que ayuda siempre a los demás", "el que lee X", "el que tiene buenos amigos", "el que es tan racional". No siempre sabemos decir a qué dedican el tiempo libre, qué ocurre fuera del aula, cuál es el cuadro de sus relaciones. ¿Cómo entonces vamos a intervenir? Nuestra ayuda será demasiado parcial. No debemos ocupar el lugar de otros referentes o profesionales pero sí tener una visión de conjunto de mínimos: horarios fuera del colegio, situación afectiva, potencialidades e intereses, necesidades que muestra. Ese esquema debe complementar necesariamente las calificaciones, grado de disrupción o deberes y demás indicadores que solemos usar para juzgarles.
Además las notas pueden cambiar, la conducta también, deben hacerlo si no son buenas, y ahí está parte de nuestra labor. En cambio otros calificativos son más duraderos y por tanto más auténticos para describir a los alumnos.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Seguir estudiando tras la ESO
En la actualización de los informes sobre relación entre notas y estudios superiores se dibuja exactamente el mismo panorama anterior: los alumnos que creen que irán a la universidad es más probable que acaben haciéndolo, y suelen sacar mejores notas. Puede parecer lógico, los estudiantes con mejores notas se encaminan hacia un itinerario académico y aquellos que saben que quieren estudiar tras acabar la ESO se esfuerzan más y por tanto obtienen mejores resultados. Pero no es todo tan sencillo.
Para empezar está la clase social. Es más probable que tenga altas expectativas un alumno de clase alta que uno de clase baja, incluso con notas idénticas o superiores. Esas expectativas, sociales, acaban convirtiéndose en predictor de éxito ya que afectan no solo a su desempeño sino a la imagen que tienen los profesores, que son quienes evalúan y refuerzan el círculo con las notas.
Otro aspecto, ligado al anterior, es el centro. Gran parte de la nota viene de la comparación con los demás compañeros de la clase o del colegio. No es lo mismo un 5 en un centro que en otro, porque los docentes tienden a adoptar un patrón de evaluación de manera que es raro que todos saquen por ejemplo un excelente aunque se trate de la élite académica en comparación con otros centros. Por tanto los alumnos con grupos aparte o centros con bajas expectativas o aquellos estudiantes más justos en centros muy exigentes tienen más posibilidades de dejar los estudios aunque por sus conocimientos puedan seguirlos de manera objetiva. El efecto Mateo acentúa esta tendencia.
Por último influye fuertemente la polarización formativa española. Como la FP de grado medio está muy desprestigiada y los bachilleratos no sirven para nada en sí mismos sino como puente hacia otros estudios, los alumnos o bien intentan seguir hasta la carrera universitaria o bien abandonan antes o al acabar la ESO, lo cual hace que las expectativas sean mucho más importantes que en otros entornos: el todo o el nada. La imposibilidad casi absoluta de retornar al sistema reglado una vez son encasillados en programas aparte o dejan las aulas, provoca que el peso de esas decisiones tempranas, ligadas a la propia imagen y al contexto social, sean un lastre del que solamente escapan las excepciones estadísticas.
El propio estudio apunta algunas de las soluciones: no dividir a los alumnos en grupos supuestamente homogéneos sin valoras las consecuencias, mejorar la orientación y la tutoría para prevenir el abandono y conocer las posibilidades de seguir formándose, no dejar que se acumulen los suspensos a lo largo de los años, trabajar las expectativas de profesores y familias para que las transmitan a los jóvenes, mejorar la formación de los docentes en este campo, ofrecer aulas de segunda oportunidad, trabajar de una manera más flexible en la ESO o mejorar la comprensión lectora. De todo ello hemos hablado aquí pero parece que no se acaba de implementar un plan de choque real para evitar el fracaso escolar.
¿Qué medidas creéis que son más efectivas para esta lucha contra el abandono y el bajo nivel formativo español?
Para empezar está la clase social. Es más probable que tenga altas expectativas un alumno de clase alta que uno de clase baja, incluso con notas idénticas o superiores. Esas expectativas, sociales, acaban convirtiéndose en predictor de éxito ya que afectan no solo a su desempeño sino a la imagen que tienen los profesores, que son quienes evalúan y refuerzan el círculo con las notas.
Otro aspecto, ligado al anterior, es el centro. Gran parte de la nota viene de la comparación con los demás compañeros de la clase o del colegio. No es lo mismo un 5 en un centro que en otro, porque los docentes tienden a adoptar un patrón de evaluación de manera que es raro que todos saquen por ejemplo un excelente aunque se trate de la élite académica en comparación con otros centros. Por tanto los alumnos con grupos aparte o centros con bajas expectativas o aquellos estudiantes más justos en centros muy exigentes tienen más posibilidades de dejar los estudios aunque por sus conocimientos puedan seguirlos de manera objetiva. El efecto Mateo acentúa esta tendencia.
Por último influye fuertemente la polarización formativa española. Como la FP de grado medio está muy desprestigiada y los bachilleratos no sirven para nada en sí mismos sino como puente hacia otros estudios, los alumnos o bien intentan seguir hasta la carrera universitaria o bien abandonan antes o al acabar la ESO, lo cual hace que las expectativas sean mucho más importantes que en otros entornos: el todo o el nada. La imposibilidad casi absoluta de retornar al sistema reglado una vez son encasillados en programas aparte o dejan las aulas, provoca que el peso de esas decisiones tempranas, ligadas a la propia imagen y al contexto social, sean un lastre del que solamente escapan las excepciones estadísticas.
El propio estudio apunta algunas de las soluciones: no dividir a los alumnos en grupos supuestamente homogéneos sin valoras las consecuencias, mejorar la orientación y la tutoría para prevenir el abandono y conocer las posibilidades de seguir formándose, no dejar que se acumulen los suspensos a lo largo de los años, trabajar las expectativas de profesores y familias para que las transmitan a los jóvenes, mejorar la formación de los docentes en este campo, ofrecer aulas de segunda oportunidad, trabajar de una manera más flexible en la ESO o mejorar la comprensión lectora. De todo ello hemos hablado aquí pero parece que no se acaba de implementar un plan de choque real para evitar el fracaso escolar.
¿Qué medidas creéis que son más efectivas para esta lucha contra el abandono y el bajo nivel formativo español?
viernes, 5 de septiembre de 2014
Los cursos que los profesores quieren
Según los datos del ministerio, los profesores de primaria y secundaria saben perfectamente dónde necesitan formación de calidad.
En primer lugar piden recursos para poder atender a todos los alumnos, con cursos sobre NEE, trastornos de aprendizaje, conductas disruptivas... Es decir, quieren bagaje para poder tratar como necesitan a esos alumnos que a priori no encajan con la masa (y que cada vez son menos minoría). Los números 4 y 6 abundan en lo mismo, al solicitar estrategias de gestión de aula y de enseñanza individualizada. Por tanto la atención a la diversidad, en sentido amplio, es la principal preocupación de los docentes en las etapas obligatorias, como no podía ser de otro modo. Esto contrasta con la línea ministerial de apartar a esos alumnos en grupos gueto aparte en vez de dar las herramientas que piden los profesores para poder enseñales en su aula.
Los sitios 2 y 3 están ocupados por demandas en TIC, prueba de que a pesar de la miríada de cursillos sobre herramientas aún falta mucho, puesto que los profesores siguen sin verse preparados para usar correctamente la tecnología en clase. Si se enfocara a través del programa y la metodología y no tanto en descubrir el último programa de moda o en aspectos técnicos, seguro que esa demanda bajaría posiciones al normalizarse el uso de las TIC entre todos los docentes.
Posteriormente se piden respuestas reales para la nueva realidad multilingüe: ya no se habla solamente de la inmigración e interculturalidad, como antes (además con la crisis esos alumnos están dejando el colegio y volviendo a su país) sino que se trata de dar clase en varios idiomas pero con calidad (sin las chapuzas a la madrileña o el nefasto TIL balear), integrando las competencias aprendidas en diferentes lenguas en el currículum de todas las áreas.
La siguiente demanda se centra en la orientación, en la parte académica más ligada a la persona, especialmente en los cursos más altos, como es lógico. Casi con el mismo porcentaje se halla la petición de formación en evaluación, en este caso académica, que para mí tiene que ver con la metodología, que ocupa las próximas tres posiciones con variantes.
Al final de todo están las demandas de gestión por parte de directivos y de actualización de la especialidad por parte de los profesores, quienes por tanto parecen considerar que saben de la materia, solamente quieren más pistas de cómo transmitirla a sus alumnos.
Ahora solo queda que los responsables vuelvan a abrir el grifo de la formación (imprescindible) pero que atiendan las necesidades que expresan sus propios profesionales, que tienen muy claras las prioridades
En primer lugar piden recursos para poder atender a todos los alumnos, con cursos sobre NEE, trastornos de aprendizaje, conductas disruptivas... Es decir, quieren bagaje para poder tratar como necesitan a esos alumnos que a priori no encajan con la masa (y que cada vez son menos minoría). Los números 4 y 6 abundan en lo mismo, al solicitar estrategias de gestión de aula y de enseñanza individualizada. Por tanto la atención a la diversidad, en sentido amplio, es la principal preocupación de los docentes en las etapas obligatorias, como no podía ser de otro modo. Esto contrasta con la línea ministerial de apartar a esos alumnos en grupos gueto aparte en vez de dar las herramientas que piden los profesores para poder enseñales en su aula.
Los sitios 2 y 3 están ocupados por demandas en TIC, prueba de que a pesar de la miríada de cursillos sobre herramientas aún falta mucho, puesto que los profesores siguen sin verse preparados para usar correctamente la tecnología en clase. Si se enfocara a través del programa y la metodología y no tanto en descubrir el último programa de moda o en aspectos técnicos, seguro que esa demanda bajaría posiciones al normalizarse el uso de las TIC entre todos los docentes.
Posteriormente se piden respuestas reales para la nueva realidad multilingüe: ya no se habla solamente de la inmigración e interculturalidad, como antes (además con la crisis esos alumnos están dejando el colegio y volviendo a su país) sino que se trata de dar clase en varios idiomas pero con calidad (sin las chapuzas a la madrileña o el nefasto TIL balear), integrando las competencias aprendidas en diferentes lenguas en el currículum de todas las áreas.
La siguiente demanda se centra en la orientación, en la parte académica más ligada a la persona, especialmente en los cursos más altos, como es lógico. Casi con el mismo porcentaje se halla la petición de formación en evaluación, en este caso académica, que para mí tiene que ver con la metodología, que ocupa las próximas tres posiciones con variantes.
Al final de todo están las demandas de gestión por parte de directivos y de actualización de la especialidad por parte de los profesores, quienes por tanto parecen considerar que saben de la materia, solamente quieren más pistas de cómo transmitirla a sus alumnos.
Ahora solo queda que los responsables vuelvan a abrir el grifo de la formación (imprescindible) pero que atiendan las necesidades que expresan sus propios profesionales, que tienen muy claras las prioridades
sábado, 23 de agosto de 2014
Meme educativo: las 20 preguntas
Recojo el testigo de XarxaTIC y respondo a estas 20 preguntas sobre el sistema educativo, que creo que dan para mucho debate. Las respuestas son breves por cuestión de espacio pero podéis matizarlas en los comentarios
1.- ¿Por qué existen todavía titulaciones académicas con poca o escasa posibilidad de inserción laboral, y no hay titulaciones para trabajos con muchas posibilidades de futuro? Afortunadamente la inserción no es el único parámetro que decide qué titulaciones se imparten, aunque muchas veces se cierren carreras por baja demanda. Hay trabajos para los que nunca habrá una titulación a medida, ya que se los crea uno mismo y son intransferibles y hay carreras que aparentemente tienen poca salida pero que llevan a una formación humana y profesional que abre puertas indirectas. El binomio titulación = trabajo se sostiene en pocas profesiones y habría que desterrarlo de las preguntas educativas
2.-Todos los indicadores indicadores sobre calidad de la información (PISA y otros) sitúan en Sistema Educativo Español en posiciones lamentables, ¿qué estamos haciendo para remediarlo? PISA está muy sesgado pero creo que las líneas para mejorar en los ránkings interacionales están más que claras: no dejar a nadie atrás para que no baje la estadística; tenemos pocos alumnos excelentes y eso es lo que nos perjudica en PISA. Por tanto ¿qué hacer? Trabajar en los extremos de las calificaciones, personalizando al máximo
3.- ¿Por qué en España estudiamos idiomas tantos años, aprobamos las asignaturas y después de todo eso no tenemos ni un nivel A2 del idioma? Es algo que se está corrigiendo poco a poco y pasa primero por la formación docente y unas clases de inglés con pocos alumnos donde se use la lengua, que es lo que pagan los padres que pueden enviar a su hijo a programas de inmersión
4.- ¿Alguien ha pensado alguna vez el motivo por el que tenemos tantos trabajadores que trabajan en empleos poco o nada relacionados con lo que han estudiado? Como ya he dicho antes no me parece que la formación tenga que ser la antesala del lo laboral
5.- Hay profesores de materias que se imparten en bilingüe que no tienen el nivel de idioma adecuado? Todos sabemos que sí, ¿puede ocasionar eso una peor formación en la materia impartida? Todos sabemos que sí, ¿qué se está haciendo al respecto? Los programas de bilingüismo son falsos y solamente hacen que bajar el nivel, como se observa en Madrid y en Baleares. Debe ser algo progresivo y racional y no meter el inglés porque está de moda a costa de la organización de los centros y de los profesores. ¡Y no debe hacerse solamente formación en inglés, existen más idiomas!
6.- ¿Por qué tenemos una de las tasas de abandono escolar más alta entre los países de la OCDE? Porque se permite que los alumnos acumulen lagunas sin atender sus problemas cuando aún tienen remedio y luego ellos mismos no se ven capaces de seguir estudiando
7.- ¿Por que los profesores con plaza fija en el Sistema Educativo Español no trabajan 40 horas cómo todo hijo de vecino? Topicazo, la mayoría trabaja bastante más de 40 horas, especialmente con los recortes
8.- ¿Cómo se mide la calidad del profesorado? Por la subida de expectativas en familias y alumnos, por su actualización científica y didáctica, por el clima que genera en el aula, por la capacidad de transmitir amor por el conocmiento
9.- ¿Por qué motivo los profesores tienen que ser funcionarios? Para dotar de mayor estabilidad a las plantillas docentes y evitar las interferencias políticas, religiosas o económicas que ocurren en la privada, que llegan a cotas de auténtico escándalo en algunos centros
10.- ¿Cómo es posible que Finlandia tenga un coste por alumno formado inferior al español (según informes de la OCDE) y sistema educativo esté a años luz del nuestro? Porque allí no se cambia de leyes cada dos pos tres (gran coste), porque las familias apoyan a los profesores que gozan de gran prestigio, por la asistencia a bibliotecas, por los programas de prevención temptrana.... Todo ello es más barato que la repetición de curso o los programas - gueto españoles
11.- ¿Crees que el Sistema Educativo español conduce a los estudiantes a ser asalariados o emprendedores? Pregunta absurda, ninguna de esas finalidades debe estar así formulada en el sistema educativo
12.- ¿Por que no hay ninguna Universidad española entre las 100 mejores del Mundo y tenemos 3 escuelas de negocios entre las 5 mejores del Mundo? Por la endogamia que premia a los que resisten y no a los mejores para alcanzar la plaza de profesor, que además cada vez debe lidiar con más temas no relacionados con la investigación
13.- ¿Para que necesitamos casi 80 Universidades en España? Sin duda habría que especializar las universidades dejando carreras repetidas por equilibrio territorial. No es malo que haya muchas universidades sino que no sean mejores
14.- ¿Por qué los currículos de las materias no son los mismos en todo el territorio español? Porque tampoco lo es la cultura de cada zona
15.- ¿Están los profesores preparados para ese cambio de rol (docencia no presencial)? Creo que hace falta mucha más formación al respecto, dar clases en Internet no es solamente colgar unos apuntes y responder de vez en cuando al correo con dudas
16.- ¿Por qué los partidos políticos no se ponen de acuerdo en comenzar a poner los pilares de un Sistema Educativo bueno? Porque los resultados no se ven en 4 años y nadie tiene la generosidad de invertir en pilares que luego repercutirán en el éxito de otro
17.- ¿Por que no sirven los libros de una año para otro? ¿Por qué nos utilizan formatos digitales? Pregunta errónea, la pregunta es por qué se sigue fomentando el uso masivo del libro de texto en vez de un cambio real de sistema. Los libros digitales en su mayoría son un engaño: el mismo contenido con algún vídeo (no siempre útil) o tests autocorrectivos de escaso interés
18.- ¿Cómo es posible que todavía se sigan utilizando metodologías del siglo XIX? Totalmente de acuerdo, pero las líneas sugeridas por muchas de estas preguntas no ayudan a avanzar precisamente
19.- ¿El Sistema Educativo Español tiene departamento de I+D+i? Sí, en las universidades. Lo que hace falta es más contacto entre los colegios y las facultades de educación y no solamente en vertical o en plan burbuja. Los profesores de pedagogía viven en sus cátedras sin contacto con el mundo real de la docencia y luego prescriben recetas en cursos que nadie se cree y que queman mucho a los profesores de secundaria, por no hablar del nefasto máster de formación inicial. Necesitamos más puentes efectivos entre ambos mundos porque gran parte de los hallazgos de la investigación educativa pueden ayudarnos en las aulas si se trasladan correctamente
20.- ¿Alguien piensa que se puede arreglar el Sistema Educativo Español por parte de los mismo que lo han estropeado y por parte de aquellos que verían peligrar sus puestos de trabajo en el caso de que se hiciera? Ya respondido...
¿Quién recoge el reto de este meme educativo?
1.- ¿Por qué existen todavía titulaciones académicas con poca o escasa posibilidad de inserción laboral, y no hay titulaciones para trabajos con muchas posibilidades de futuro? Afortunadamente la inserción no es el único parámetro que decide qué titulaciones se imparten, aunque muchas veces se cierren carreras por baja demanda. Hay trabajos para los que nunca habrá una titulación a medida, ya que se los crea uno mismo y son intransferibles y hay carreras que aparentemente tienen poca salida pero que llevan a una formación humana y profesional que abre puertas indirectas. El binomio titulación = trabajo se sostiene en pocas profesiones y habría que desterrarlo de las preguntas educativas
2.-Todos los indicadores indicadores sobre calidad de la información (PISA y otros) sitúan en Sistema Educativo Español en posiciones lamentables, ¿qué estamos haciendo para remediarlo? PISA está muy sesgado pero creo que las líneas para mejorar en los ránkings interacionales están más que claras: no dejar a nadie atrás para que no baje la estadística; tenemos pocos alumnos excelentes y eso es lo que nos perjudica en PISA. Por tanto ¿qué hacer? Trabajar en los extremos de las calificaciones, personalizando al máximo
3.- ¿Por qué en España estudiamos idiomas tantos años, aprobamos las asignaturas y después de todo eso no tenemos ni un nivel A2 del idioma? Es algo que se está corrigiendo poco a poco y pasa primero por la formación docente y unas clases de inglés con pocos alumnos donde se use la lengua, que es lo que pagan los padres que pueden enviar a su hijo a programas de inmersión
4.- ¿Alguien ha pensado alguna vez el motivo por el que tenemos tantos trabajadores que trabajan en empleos poco o nada relacionados con lo que han estudiado? Como ya he dicho antes no me parece que la formación tenga que ser la antesala del lo laboral
5.- Hay profesores de materias que se imparten en bilingüe que no tienen el nivel de idioma adecuado? Todos sabemos que sí, ¿puede ocasionar eso una peor formación en la materia impartida? Todos sabemos que sí, ¿qué se está haciendo al respecto? Los programas de bilingüismo son falsos y solamente hacen que bajar el nivel, como se observa en Madrid y en Baleares. Debe ser algo progresivo y racional y no meter el inglés porque está de moda a costa de la organización de los centros y de los profesores. ¡Y no debe hacerse solamente formación en inglés, existen más idiomas!
6.- ¿Por qué tenemos una de las tasas de abandono escolar más alta entre los países de la OCDE? Porque se permite que los alumnos acumulen lagunas sin atender sus problemas cuando aún tienen remedio y luego ellos mismos no se ven capaces de seguir estudiando
7.- ¿Por que los profesores con plaza fija en el Sistema Educativo Español no trabajan 40 horas cómo todo hijo de vecino? Topicazo, la mayoría trabaja bastante más de 40 horas, especialmente con los recortes
8.- ¿Cómo se mide la calidad del profesorado? Por la subida de expectativas en familias y alumnos, por su actualización científica y didáctica, por el clima que genera en el aula, por la capacidad de transmitir amor por el conocmiento
9.- ¿Por qué motivo los profesores tienen que ser funcionarios? Para dotar de mayor estabilidad a las plantillas docentes y evitar las interferencias políticas, religiosas o económicas que ocurren en la privada, que llegan a cotas de auténtico escándalo en algunos centros
10.- ¿Cómo es posible que Finlandia tenga un coste por alumno formado inferior al español (según informes de la OCDE) y sistema educativo esté a años luz del nuestro? Porque allí no se cambia de leyes cada dos pos tres (gran coste), porque las familias apoyan a los profesores que gozan de gran prestigio, por la asistencia a bibliotecas, por los programas de prevención temptrana.... Todo ello es más barato que la repetición de curso o los programas - gueto españoles
11.- ¿Crees que el Sistema Educativo español conduce a los estudiantes a ser asalariados o emprendedores? Pregunta absurda, ninguna de esas finalidades debe estar así formulada en el sistema educativo
12.- ¿Por que no hay ninguna Universidad española entre las 100 mejores del Mundo y tenemos 3 escuelas de negocios entre las 5 mejores del Mundo? Por la endogamia que premia a los que resisten y no a los mejores para alcanzar la plaza de profesor, que además cada vez debe lidiar con más temas no relacionados con la investigación
13.- ¿Para que necesitamos casi 80 Universidades en España? Sin duda habría que especializar las universidades dejando carreras repetidas por equilibrio territorial. No es malo que haya muchas universidades sino que no sean mejores
14.- ¿Por qué los currículos de las materias no son los mismos en todo el territorio español? Porque tampoco lo es la cultura de cada zona
15.- ¿Están los profesores preparados para ese cambio de rol (docencia no presencial)? Creo que hace falta mucha más formación al respecto, dar clases en Internet no es solamente colgar unos apuntes y responder de vez en cuando al correo con dudas
16.- ¿Por qué los partidos políticos no se ponen de acuerdo en comenzar a poner los pilares de un Sistema Educativo bueno? Porque los resultados no se ven en 4 años y nadie tiene la generosidad de invertir en pilares que luego repercutirán en el éxito de otro
17.- ¿Por que no sirven los libros de una año para otro? ¿Por qué nos utilizan formatos digitales? Pregunta errónea, la pregunta es por qué se sigue fomentando el uso masivo del libro de texto en vez de un cambio real de sistema. Los libros digitales en su mayoría son un engaño: el mismo contenido con algún vídeo (no siempre útil) o tests autocorrectivos de escaso interés
18.- ¿Cómo es posible que todavía se sigan utilizando metodologías del siglo XIX? Totalmente de acuerdo, pero las líneas sugeridas por muchas de estas preguntas no ayudan a avanzar precisamente
19.- ¿El Sistema Educativo Español tiene departamento de I+D+i? Sí, en las universidades. Lo que hace falta es más contacto entre los colegios y las facultades de educación y no solamente en vertical o en plan burbuja. Los profesores de pedagogía viven en sus cátedras sin contacto con el mundo real de la docencia y luego prescriben recetas en cursos que nadie se cree y que queman mucho a los profesores de secundaria, por no hablar del nefasto máster de formación inicial. Necesitamos más puentes efectivos entre ambos mundos porque gran parte de los hallazgos de la investigación educativa pueden ayudarnos en las aulas si se trasladan correctamente
20.- ¿Alguien piensa que se puede arreglar el Sistema Educativo Español por parte de los mismo que lo han estropeado y por parte de aquellos que verían peligrar sus puestos de trabajo en el caso de que se hiciera? Ya respondido...
¿Quién recoge el reto de este meme educativo?
viernes, 15 de agosto de 2014
Medidas baratas y eficaces
Las evidencias de la investigación siguen sugiriendo la vía correcta hacia la excelencia pero muchas veces el dinero es una barrera para implementarla (o al menos una excusa frecuente). Sin embargo, hay medidas muy baratas o de coste cero que inciden de manera efectiva en los resultados de los alumnos:
*Dedicar más tiempo al trabajo colaborativo en el aula: los alumnos aprenden de sus iguales, el profesor queda libre para reforzar y resolver dudas porque según qué instrucciones o feedback vienen de los compañeros, se potencian las cualidades de los demás, aumenta la motivación y se retiene mejor lo estudiado. Introducir alguna actividad colaborativa en el programa requiere tiempo de preparación y reflexión, pero no dinero
*Introducir el componente emocional: cuidar el clima del centro dedicando tiempo a hablar con los alumnos y dejar que ellos se expresen en el aula, fomentar actividades donde se tenga en cuenta la opinión o los sentimientos, trabajar de manera explícita la competencia emocional y las habilidades sociales ayuda a prevenir el abandono escolar. Simplemente se trata de dejar el espacio que merece a lo importante. Todas las actividades de clase pueden tener un componente emocional si se ligan a sus experiencias vitales.
Como siempre, temas de metodología, los cuales sí están en nuestras manos y no dependen de administraciones, leyes o directores
*Dedicar más tiempo al trabajo colaborativo en el aula: los alumnos aprenden de sus iguales, el profesor queda libre para reforzar y resolver dudas porque según qué instrucciones o feedback vienen de los compañeros, se potencian las cualidades de los demás, aumenta la motivación y se retiene mejor lo estudiado. Introducir alguna actividad colaborativa en el programa requiere tiempo de preparación y reflexión, pero no dinero
*Introducir el componente emocional: cuidar el clima del centro dedicando tiempo a hablar con los alumnos y dejar que ellos se expresen en el aula, fomentar actividades donde se tenga en cuenta la opinión o los sentimientos, trabajar de manera explícita la competencia emocional y las habilidades sociales ayuda a prevenir el abandono escolar. Simplemente se trata de dejar el espacio que merece a lo importante. Todas las actividades de clase pueden tener un componente emocional si se ligan a sus experiencias vitales.
Como siempre, temas de metodología, los cuales sí están en nuestras manos y no dependen de administraciones, leyes o directores
lunes, 28 de julio de 2014
Feedback y aprendizaje
Uno de los factores que más interviene para hacer avanzar el aprendizaje es el feedback correcto que recibe el estudiante, sea del profesor, de sus compañeros, de agentes externos o, mejor, de todos ellos. Para proporcionarlo, los expertos recomiendan:
* Evaluar aunque sea de manera informal en diferentes fases del proceso y no solamente al final
* No limitarse a una calificación sino indicar puntos fuertes y puntos mejorables
* Elogiar el esfuerzo, la cooperación, la originalidad y no solamente el éxito de la tarea
* Proporcionar sugerencias que estén cerca de lo que puede asumir el alumno y con modelos concretos que pueda imitar
* No demorar el feedback (por ejemplo corregir rápido un examen para que no olviden lo que sucedió en él o el tema estudiado)
* Plantearles preguntas que les ayuden a autoevaluarse
* Diversificar los instrumentos y agentes que puedan ayudar en esa retroalimentación
* Personalizar al máximo la respuesta
El problema es que corregir bien y deprisa y poder dedicar tiempo a cada alumno y su progreso implica muchas horas, horas que no casan bien con ratios excesivas, recortes de horas del profesorado o aumento de la carga burocrática. Una vez más, pensemos dónde están las prioridades.
* Evaluar aunque sea de manera informal en diferentes fases del proceso y no solamente al final
* No limitarse a una calificación sino indicar puntos fuertes y puntos mejorables
* Elogiar el esfuerzo, la cooperación, la originalidad y no solamente el éxito de la tarea
* Proporcionar sugerencias que estén cerca de lo que puede asumir el alumno y con modelos concretos que pueda imitar
* No demorar el feedback (por ejemplo corregir rápido un examen para que no olviden lo que sucedió en él o el tema estudiado)
* Plantearles preguntas que les ayuden a autoevaluarse
* Diversificar los instrumentos y agentes que puedan ayudar en esa retroalimentación
* Personalizar al máximo la respuesta
El problema es que corregir bien y deprisa y poder dedicar tiempo a cada alumno y su progreso implica muchas horas, horas que no casan bien con ratios excesivas, recortes de horas del profesorado o aumento de la carga burocrática. Una vez más, pensemos dónde están las prioridades.
viernes, 11 de julio de 2014
Jóvenes y política
Se ha publicado un estudio que analiza los perfiles de los nuevos activistas jóvenes. Destaca que muchas veces entran en política y en diversas entidades a raíz de un hecho concreto que les afecta personalmente: un testimonio, algo local, un acontecimiento histórico. Afirma que las familias de derechas desincentivan estos acercamientos a los movimientos sociales, mientras que las de izquierdas los alientan, al menos en un primer momento.
Una vez en un círculo de activismo, lo que más les mantiene dentro son las relaciones de amistad que establecen con otros miembros. Participan en acciones puntuales y van interiorizando el discurso, ya con catorce años (algo que hemos de considerar en el aula, viendo cómo afecta si es el caso). A partir de los 17 o 18 años se produce un salto cualitativo, los que permanecen en estos círculos alcanzan un mayor nivel de implicación en su gestión y en el tipo de acciones activistas.
A diferencia de las generaciones previas, decrece el número de afiliados a partidos políticos, ya que su visión crítica del sistema les lleva a intentar otras vías de acercamiento a la política. Este trasvase se observa también en el uso de los canales de información: los jóvenes activistas buscan medios no tradicionales y utilizan masivamente la red.
Se confirma entonces que el tópico de que la política no interesa a los jóvenes debe matizarse y mucho. Habrá que analizar los mensajes que se vierten al respecto en las clases, hablando de actualidad pero sin adoctrinar, escuchando sus opiniones y ayudándoles a formar su sentido crítico.
Una vez en un círculo de activismo, lo que más les mantiene dentro son las relaciones de amistad que establecen con otros miembros. Participan en acciones puntuales y van interiorizando el discurso, ya con catorce años (algo que hemos de considerar en el aula, viendo cómo afecta si es el caso). A partir de los 17 o 18 años se produce un salto cualitativo, los que permanecen en estos círculos alcanzan un mayor nivel de implicación en su gestión y en el tipo de acciones activistas.
A diferencia de las generaciones previas, decrece el número de afiliados a partidos políticos, ya que su visión crítica del sistema les lleva a intentar otras vías de acercamiento a la política. Este trasvase se observa también en el uso de los canales de información: los jóvenes activistas buscan medios no tradicionales y utilizan masivamente la red.
Se confirma entonces que el tópico de que la política no interesa a los jóvenes debe matizarse y mucho. Habrá que analizar los mensajes que se vierten al respecto en las clases, hablando de actualidad pero sin adoctrinar, escuchando sus opiniones y ayudándoles a formar su sentido crítico.
domingo, 6 de julio de 2014
Comisiones y decisiones curriculares
Hay muchos elementos del sistema educativo que dependen, o parecen depender, de elementos abstractos más o menos vinculados a la administración. Es decir, no se puede poner nombre a sus responsables y entonces no se les puede pedir cuentas. Suelen esconderse en comisiones de expertos o similares, de los que pocas veces sabemos sus componentes. Incluso cuando tenemos el nombre del coordinador, este se escuda en presiones de arriba etéreas.
Un ejemplo sería la selectividad. ¿Quién escoge las preguntas de un examen con tanta trascendencia? ¿Por qué ese formato? Esa prueba determina el futuro de miles de estudiantes pero además tiene un efecto cascada en todos los niveles educativos, que se preparan para que los alumnos pasen esa criba y poco más (lo que no "entra", no se da). Los responsables de las pruebas acostumbran a hablar de presiones, quejas, tradiciones y consejos del departamento para diluir su intervención.
Otro caso: ¿quién decide qué libros se leen cada año o qué nuevas instrucciones de curso entran en el siguiente periodo? ¿Por qué ahora habrá que hacer voluntariado en la eso y no antes o no otra cosa? ¿Quién redacta los currículos? Habrá alguna mano final que pique el texto, aunque haya responsables políticos que lo supervisen. A veces no parece que esa mano venga de las aulas.
¿Por qué no se cuenta con los docentes para opinar ante dichas comisiones? Encuestas, grupos de presión, asociaciones de profesores, hay muchas vías sencillas para canalizar esa opinión y que no parezca que quien manda, siempre anónimo, marca qué haremos en clase sin saberse por qué.
Un ejemplo sería la selectividad. ¿Quién escoge las preguntas de un examen con tanta trascendencia? ¿Por qué ese formato? Esa prueba determina el futuro de miles de estudiantes pero además tiene un efecto cascada en todos los niveles educativos, que se preparan para que los alumnos pasen esa criba y poco más (lo que no "entra", no se da). Los responsables de las pruebas acostumbran a hablar de presiones, quejas, tradiciones y consejos del departamento para diluir su intervención.
Otro caso: ¿quién decide qué libros se leen cada año o qué nuevas instrucciones de curso entran en el siguiente periodo? ¿Por qué ahora habrá que hacer voluntariado en la eso y no antes o no otra cosa? ¿Quién redacta los currículos? Habrá alguna mano final que pique el texto, aunque haya responsables políticos que lo supervisen. A veces no parece que esa mano venga de las aulas.
¿Por qué no se cuenta con los docentes para opinar ante dichas comisiones? Encuestas, grupos de presión, asociaciones de profesores, hay muchas vías sencillas para canalizar esa opinión y que no parezca que quien manda, siempre anónimo, marca qué haremos en clase sin saberse por qué.
sábado, 21 de junio de 2014
Los últimos días del curso sin alumnos
Estos días de trabajo sin alumnos sirven teóricamente para cerrar el curso actual y preparar el siguiente. Digo teóricamente porque es imposible hacer ambas cosas. Para preparar el curso siguiente tendría que modificarse el calendario escolar (mal planteado en su conjunto) y no tener solamente los días de septiembre sino más. ¿Por qué?
1) En septiembre hay exámenes, que lleva tiempo preparar, vigilar, corregir, calificar y entregar sus notas, con las correspondientes sesiones de evaluación. Hay que sumar la corrección de los trabajos de verano
2) Los profesores no están todos al principio de septiembre, no tiene sentido preparar según qué proyectos en junio sin saber qué plantilla tendrás
3) Se mezcla el caos de los horarios (lo que lleva más tiempo) con las reuniones formales de documentación y la propia preparación
4) A pesar de no tocar, aún hay matrículas de despistados que pueden alterar algún grupo
5) Las circunstancias de algunos profesores han cambiado en los meses de verano y hay que retocar supuestos (enfermedades, embarazos, gente que emigra por el trabajo de la pareja....)
6) Vienen los profesores nuevos interinos que hay que hacer aterrizar en la realidad del centro y que lógicamente no pueden participar en los debates de enfoque
Por tanto habría que separar los periodos de final de curso, de cierre y documentación, de los de preparación del siguiente, con tiempo suficiente para el debate en el claustro y para los nuevos proyectos y no solo para encajar los nuevos agentes (docentes y alumnos) en un horario y en una organización.
Por supuesto dejo al margen de esta reflexión el tema de la formación, que ya he comentado en otras entradas, y que habría que pensar bien cuándo es mejor ofertarla
1) En septiembre hay exámenes, que lleva tiempo preparar, vigilar, corregir, calificar y entregar sus notas, con las correspondientes sesiones de evaluación. Hay que sumar la corrección de los trabajos de verano
2) Los profesores no están todos al principio de septiembre, no tiene sentido preparar según qué proyectos en junio sin saber qué plantilla tendrás
3) Se mezcla el caos de los horarios (lo que lleva más tiempo) con las reuniones formales de documentación y la propia preparación
4) A pesar de no tocar, aún hay matrículas de despistados que pueden alterar algún grupo
5) Las circunstancias de algunos profesores han cambiado en los meses de verano y hay que retocar supuestos (enfermedades, embarazos, gente que emigra por el trabajo de la pareja....)
6) Vienen los profesores nuevos interinos que hay que hacer aterrizar en la realidad del centro y que lógicamente no pueden participar en los debates de enfoque
Por tanto habría que separar los periodos de final de curso, de cierre y documentación, de los de preparación del siguiente, con tiempo suficiente para el debate en el claustro y para los nuevos proyectos y no solo para encajar los nuevos agentes (docentes y alumnos) en un horario y en una organización.
Por supuesto dejo al margen de esta reflexión el tema de la formación, que ya he comentado en otras entradas, y que habría que pensar bien cuándo es mejor ofertarla
jueves, 12 de junio de 2014
La FP actual
Muchos alumnos ante los suspensos en bachillerato dicen que "harán módulos". Ellos mismos entonces ven la FP como una salida peor, después de haber fracasado en la vía del bachillerato. El reciente estudio sobre la formación profesional insiste en esta mala imagen, que aún no se ha resuelto, pero desmitifica que haya demasiados titulados superiores, como dicen desde arriba (como si pudiera haber demasiada formación....). El problema sigue siendo la parte de abajo: los que no acaban la ESO y no pueden seguir ningún itinerario, o bien los que abandonan con graduado pero no se reincorporan. Ahí se fragua la polarización.
Los ciclos de grado medio son eminentemente masculinos, algo que se está corrigiendo en los de grado superior. Esto se debe a varias causas: primero, las chicas estudian más así que pueden "saltarse" la franja media. Segundo: dejando de lado la estética, la oferta de grados medios se corresponde de manera abrumadora con profesiones tradicionalmente masculinas (soldador, mecánico....). Tercero: entre población de estrato social bajo, las mujeres pasan de la escuela al cuidado del hogar mientras que los varones aún están un tiempo más buscando estudios para tener un mejor trabajo con el que mantener a su familia. Los estereotipos siguen vigentes en los tres casos.
La mayoría de ni-nis, en contra de lo que dice el tópico, no trabajan porque no encuentran nada y ya han terminado sus estudios. No hablamos por tanto tan solo de parásitos, como se vende en los medios, sino de parados prematuros sin mucha salida a los que el sistema no sabe cómo ubicar. Invertir en nuevas profesiones puede crear nuevos nichos laborales para estos perfiles.
En definitva, hay que corregir aún muchos desfases para que la FP ocupe el lugar que merece.
Los ciclos de grado medio son eminentemente masculinos, algo que se está corrigiendo en los de grado superior. Esto se debe a varias causas: primero, las chicas estudian más así que pueden "saltarse" la franja media. Segundo: dejando de lado la estética, la oferta de grados medios se corresponde de manera abrumadora con profesiones tradicionalmente masculinas (soldador, mecánico....). Tercero: entre población de estrato social bajo, las mujeres pasan de la escuela al cuidado del hogar mientras que los varones aún están un tiempo más buscando estudios para tener un mejor trabajo con el que mantener a su familia. Los estereotipos siguen vigentes en los tres casos.
La mayoría de ni-nis, en contra de lo que dice el tópico, no trabajan porque no encuentran nada y ya han terminado sus estudios. No hablamos por tanto tan solo de parásitos, como se vende en los medios, sino de parados prematuros sin mucha salida a los que el sistema no sabe cómo ubicar. Invertir en nuevas profesiones puede crear nuevos nichos laborales para estos perfiles.
En definitva, hay que corregir aún muchos desfases para que la FP ocupe el lugar que merece.
lunes, 9 de junio de 2014
Exámenes de septiembre y preguntas
Una nueva evaluación y esta vez los cates van para septiembre, algo inútil y contradictorio. ¿Cómo pueden desde los centros recomendar clases pagadas a los padres? ¿Deben suplir lo que ellos no han podido hacer durante el curso? ¿Tienen que pagar un extra las familias para aprobar? ¿Es posible que en menos de un mes (real) de estudio se recupere un curso entero o se baja demasiado el nivel para maquillar promociones?
También he oído comentarios parecidos a "si no ha hecho nada durante el año, al menos que se fastidie el verano"¿Acaso las notas son un castigo? ¿Para el alumno, para toda la familia? ¿El aprobado pasa entonces por "pringar" y no por demostrar conocimientos? ¿Por qué dependen tanto las repeticiones de las plazas en cada curso para no alterar las líneas ya establecidas?
Preguntas que vuelven cada año y que evidencian de nuevo que algo falla: unos exámenes de septiembre mal planteados en un calendario sin pies ni cabeza donde los buenos alumnos reciben como premio casi tres meses de desconexión (o con cuadernillos estúpidos) en los que desaprenden muchas cosas y los malos deben pelearse en casa o pagar para que les regalen alguna nota y maquillar sus expedientes.
Creo que solamente los profesores particulares y academias se frotan las manos con estos exámenes de septiembre
También he oído comentarios parecidos a "si no ha hecho nada durante el año, al menos que se fastidie el verano"¿Acaso las notas son un castigo? ¿Para el alumno, para toda la familia? ¿El aprobado pasa entonces por "pringar" y no por demostrar conocimientos? ¿Por qué dependen tanto las repeticiones de las plazas en cada curso para no alterar las líneas ya establecidas?
Preguntas que vuelven cada año y que evidencian de nuevo que algo falla: unos exámenes de septiembre mal planteados en un calendario sin pies ni cabeza donde los buenos alumnos reciben como premio casi tres meses de desconexión (o con cuadernillos estúpidos) en los que desaprenden muchas cosas y los malos deben pelearse en casa o pagar para que les regalen alguna nota y maquillar sus expedientes.
Creo que solamente los profesores particulares y academias se frotan las manos con estos exámenes de septiembre
jueves, 29 de mayo de 2014
Historia y política
Tras las elecciones muchos alumnos trasladan lo que oyen en sus casas a clase y hay que parar según qué comentarios o debates que pueden desembocar en estériles conflictos. La política entra entonces en el aula. En los libros, la tendenciosidad abunda. Los profesores matizan con sus comentarios las noticias de actualidad. La política, de nuevo en el aula.
¿Se puede echar la política de las clases? ¿Se debe hacerlo? Creo que hay que huir del adoctrinamiento pero es fundamental una cierta formación política. No puede ser que los alumnos no sepan ni qué partidos hay, que desconozcan las claves del sistema electoral, que sigan tan poco las novedades. Esto es carne de extremismos desinformados. En una época de crisis como la actual, tener una opinión formada es fundamental entre el ruido mediático y nuestros estudiantes deberían tenerla.
Quizá en sociales debería hacerse más énfasis en cómo funcionan los sistemas y explicar las bases y orígenes históricos de lo que tenemos ahora, en vez de tanto énfasis en los cambios de época, fechas, guerras y demás. La historia es el primer paso para entender el presente, pero no con la historia que se obliga a memorizar actualmente.
¿Se puede echar la política de las clases? ¿Se debe hacerlo? Creo que hay que huir del adoctrinamiento pero es fundamental una cierta formación política. No puede ser que los alumnos no sepan ni qué partidos hay, que desconozcan las claves del sistema electoral, que sigan tan poco las novedades. Esto es carne de extremismos desinformados. En una época de crisis como la actual, tener una opinión formada es fundamental entre el ruido mediático y nuestros estudiantes deberían tenerla.
Quizá en sociales debería hacerse más énfasis en cómo funcionan los sistemas y explicar las bases y orígenes históricos de lo que tenemos ahora, en vez de tanto énfasis en los cambios de época, fechas, guerras y demás. La historia es el primer paso para entender el presente, pero no con la historia que se obliga a memorizar actualmente.
lunes, 19 de mayo de 2014
La formación de verano
La reducción de los cursos de verano corre en paralelo a la disminución de la oferta formativa oficial (el FIC o formación interna en algunos casos ha ido bien pero en la mayoría es una auténtica chapuza), lo cual choca con las proclamas sobre los profesores como eje del cambio. También es cierto que un cursillo de una semana no cambia nada si no hay compromiso de aplicación en el aula, si únicamente hay que asistir y aguantar horas, si eso no se hace desde la complicidad con el resto del claustro.
Como ya argumenté, creo que habría que contar con unas horas de formación en el horario anual del profesor, para que las gestionase como creyese conveniente sin perjudicar al centro, de manera que haya diferentes posibilidades formativas y no todas se concentren en los mismos diez días de julio, lo cual no tiene sentido porque entonces las entidades compiten entre sí en vez de coordinarse por atender a todas las necesidades (hay muchos cursos similares y temáticas que no aparecen nunca). Además los cursos veraniegos, por experiencia, suelen ser una lotería, algunos muy buenos, muchos no tanto.
Y por supuesto diferenciando líneas: no es lo mismo un curso de actualización sobre la materia que uno sobre herramientas tic, y ambos deben tener su espacio y contar para sexenios y tramos formativos (veremos cómo quedan en el nuevo estatuto docente). Quizá habría que establecer un macro itinerario temático con diversos módulos de diferente duración e intensidad, para formarse pues por desgracia se pasa del cursillo semanal al máster sin apenas transición.
Lo que es evidente es que hay que intentar aprovechar la menguante oferta veraniega, por si también sufre nuevos recortes.
Como ya argumenté, creo que habría que contar con unas horas de formación en el horario anual del profesor, para que las gestionase como creyese conveniente sin perjudicar al centro, de manera que haya diferentes posibilidades formativas y no todas se concentren en los mismos diez días de julio, lo cual no tiene sentido porque entonces las entidades compiten entre sí en vez de coordinarse por atender a todas las necesidades (hay muchos cursos similares y temáticas que no aparecen nunca). Además los cursos veraniegos, por experiencia, suelen ser una lotería, algunos muy buenos, muchos no tanto.
Y por supuesto diferenciando líneas: no es lo mismo un curso de actualización sobre la materia que uno sobre herramientas tic, y ambos deben tener su espacio y contar para sexenios y tramos formativos (veremos cómo quedan en el nuevo estatuto docente). Quizá habría que establecer un macro itinerario temático con diversos módulos de diferente duración e intensidad, para formarse pues por desgracia se pasa del cursillo semanal al máster sin apenas transición.
Lo que es evidente es que hay que intentar aprovechar la menguante oferta veraniega, por si también sufre nuevos recortes.
sábado, 10 de mayo de 2014
Profesores, redes, innovación
Respecto al uso de Internet en las clases (real, en proyectos), se pueden distinguir fácilmente diversos tipos de profesores:
1) Los maestros de la red: los mismos nombres que vemos siempre en twitter, blogs, congresos, encuentros. Los que comparten generosamente sus materiales y se animan entre ellos porque son rara avisa en sus centros. Los que actúan de modelo y prueban cosas nuevas sin cesar.
2) Los admiradores: acuden a cursillos, siguen a los primeros, pero no acaban de decidirse a hacer ellos algo igual por miedos diversos (no valgo tanto, tengo muchos alumnos, no tengo tiempo, en mi centro eso es inaplicable, no controlo esa herramienta...)
3) Los excursionistas: tienen una actividad diferente pero no se atreven a dejar el libro de texto, es una isla a la que van de excursión algunos cursos (aunque se cansan pronto muchas veces porque el alumnado no parece responder o por presiones externas) y que les sitúa en un estado de duda respecto a las TIC. Conocen muy por encima el mundo digital educativo.
4) Los adigitales: no "tienen tiempo" para navegar, usan Internet para mirar vuelos y redes sociales o buscar alguna fotocopia rápida que complemente el manual de turno o creen que el libro digital ya agota las posibilidades de las TIC. No conocen lo que se está haciendo pero repiten tópicos sobre la importancia de usar las nuevas tecnologías
5) Los tecnófobos: escépticos demoledores que siguen mirando por encima o con sorna a los innovadores y que llevan su clase como siempre y solamente cumplen con el expediente tecnológico lo que insistan los directores, sin intenciones reales de probar algo diferente en su clase
Creo que los profesores en cantidad por orden serían 4-3-5-2-1: la mayoría desconoce (aunque a veces crea que no es así) lo que se cuece en la Red, algunos la rechazan y muy pocos le están sacando el partido que merece. ¿Lo veis así?
1) Los maestros de la red: los mismos nombres que vemos siempre en twitter, blogs, congresos, encuentros. Los que comparten generosamente sus materiales y se animan entre ellos porque son rara avisa en sus centros. Los que actúan de modelo y prueban cosas nuevas sin cesar.
2) Los admiradores: acuden a cursillos, siguen a los primeros, pero no acaban de decidirse a hacer ellos algo igual por miedos diversos (no valgo tanto, tengo muchos alumnos, no tengo tiempo, en mi centro eso es inaplicable, no controlo esa herramienta...)
3) Los excursionistas: tienen una actividad diferente pero no se atreven a dejar el libro de texto, es una isla a la que van de excursión algunos cursos (aunque se cansan pronto muchas veces porque el alumnado no parece responder o por presiones externas) y que les sitúa en un estado de duda respecto a las TIC. Conocen muy por encima el mundo digital educativo.
4) Los adigitales: no "tienen tiempo" para navegar, usan Internet para mirar vuelos y redes sociales o buscar alguna fotocopia rápida que complemente el manual de turno o creen que el libro digital ya agota las posibilidades de las TIC. No conocen lo que se está haciendo pero repiten tópicos sobre la importancia de usar las nuevas tecnologías
5) Los tecnófobos: escépticos demoledores que siguen mirando por encima o con sorna a los innovadores y que llevan su clase como siempre y solamente cumplen con el expediente tecnológico lo que insistan los directores, sin intenciones reales de probar algo diferente en su clase
Creo que los profesores en cantidad por orden serían 4-3-5-2-1: la mayoría desconoce (aunque a veces crea que no es así) lo que se cuece en la Red, algunos la rechazan y muy pocos le están sacando el partido que merece. ¿Lo veis así?
sábado, 3 de mayo de 2014
Un falso tercer trimestre
Los alumnos suelen venir de vacaciones con muy pocas ganas de trabajar y cuesta ponerlos de nuevo en órbita. En años como este donde el calendario tiene la Pascua tardía, se da la circunstancia de que ellos tienen en mente que aún queda todo un trimestre, cuando la realidad es que queda mucho menos, especialmente en cursos altos. La evaluación empezó mucho antes pero ellos siguen asociando una evaluación a un periodo antes de una pausa por lo que aunque lo repitamos cansinamente no ven que la mitad de la nota ya la tienen ganada o perdida.
Creo que situaciones así deberían tenerse en cuenta en el debate del calendario escolar: no tiene sentido pelearse por la fecha de inicio de curso si cada año la duración de los trimestres cambian, si no hay correspondencia entre evaluaciones y vacaciones, si el ritmo es muy dispar según el curso. Se pierden muchas horas prevacacionales (es complicado conjugar festivales y notas con el inicio de una evaluación) y luego faltan a mitad de curso, al menos para ellos, no importa que hayamos planificado el temario desde septiembre.
Habría que racionalizar las vacaciones y las evaluaciones, intentando conseguir un poco de regularidad y que todos saliéramos ganando.
Creo que situaciones así deberían tenerse en cuenta en el debate del calendario escolar: no tiene sentido pelearse por la fecha de inicio de curso si cada año la duración de los trimestres cambian, si no hay correspondencia entre evaluaciones y vacaciones, si el ritmo es muy dispar según el curso. Se pierden muchas horas prevacacionales (es complicado conjugar festivales y notas con el inicio de una evaluación) y luego faltan a mitad de curso, al menos para ellos, no importa que hayamos planificado el temario desde septiembre.
Habría que racionalizar las vacaciones y las evaluaciones, intentando conseguir un poco de regularidad y que todos saliéramos ganando.
sábado, 26 de abril de 2014
No todo es legislable
Se pretende obligar a los menores de edad a ayudar en las tareas domésticas mientras vivan en casa... ¡por ley! Como si eso se pudiera regular. ¿Denunciarán los padres a sus hijos cuando no quieran poner la mesa? ¿habrá juicios por no hacerse la cama o sacar la basura? Es la medida esperpéntica del catálogo de reformas dedicado a la infancia (con algunos aciertos, como el de ampliar el tiempo que las familias numerosas gozan de ayudas).
Es sintomático que la gente y los políticos sigan creyendo que los problemas se arreglan a golpe de decreto, como sucede con la educación: aún piensan que la cultura del esfuerzo se puede implantar citándola muchas veces en la LOMCE o que se puede obligar a estudiar a un alumno sin más.
Si hay un problema social, se implanta de golpe un tema asociado en una asignatura, si tenemos familias con tareas mal repartidas, pues ley que lo regule. No tiene ningún sentido y en cambio hay leyes necesarias que no se están tramitando y donde sí podría incidirse. Esta confusión constante entre el ámbito de los buenos deseos y del derecho provoca en parte el cambio constante de las leyes, ya que urge incluir nuevos epígrafes cada vez que se detecta mediáticamente un foco de atención. En el caso de la educación, ya vemos las consecuencias...
Es sintomático que la gente y los políticos sigan creyendo que los problemas se arreglan a golpe de decreto, como sucede con la educación: aún piensan que la cultura del esfuerzo se puede implantar citándola muchas veces en la LOMCE o que se puede obligar a estudiar a un alumno sin más.
Si hay un problema social, se implanta de golpe un tema asociado en una asignatura, si tenemos familias con tareas mal repartidas, pues ley que lo regule. No tiene ningún sentido y en cambio hay leyes necesarias que no se están tramitando y donde sí podría incidirse. Esta confusión constante entre el ámbito de los buenos deseos y del derecho provoca en parte el cambio constante de las leyes, ya que urge incluir nuevos epígrafes cada vez que se detecta mediáticamente un foco de atención. En el caso de la educación, ya vemos las consecuencias...
viernes, 18 de abril de 2014
Los servicios que mueren
Otro servicio que deja de funcionar. Y de nuevo, de mudanza digital, como ya pasó con Reader. Ahora son los favoritos los que tengo que mover. Y como en toda mudanza, sea virtual o física, toca hacer limpieza, se tiran cosas (en este caso páginas que ya no son útiles) pero algunas se pierden sin querer, igual que en el cambio de agenda. Por mucho que hagas copias, por mucho que preveas, a menudo algún dato se pierde cada vez que algo se estropea, sea el móvil, sea el ordenador, sea algo en la nube. En Internet todo muere más rápido que en el mundo real: los servicios - y más los gratuitos- mueren (con el cabreo que eso supone para el usuario, especialmente si no hay aviso previo), los blogs se abandonan, los foros languidecen, las páginas se hacen obsoletas. Inevitable, pero una pena por el tiempo invertido.
Considero imprescindible tener un gestor de favoritos para ir almacenando los recursos y páginas que podemos usar en el aula, especialmente aquellos que no son de aplicación inmediata pero que parecen interesantes; si no los almacenamos se olvidan las URL y sin marcadores sociales el caos impide encontrarlos después. Espero que las herramientas actuales me duren un poco más.
Considero imprescindible tener un gestor de favoritos para ir almacenando los recursos y páginas que podemos usar en el aula, especialmente aquellos que no son de aplicación inmediata pero que parecen interesantes; si no los almacenamos se olvidan las URL y sin marcadores sociales el caos impide encontrarlos después. Espero que las herramientas actuales me duren un poco más.
viernes, 11 de abril de 2014
¿Llegar al mismo sitio?
Más de una vez me he encontrado con un alumno mal orientado que se plantea no hacer bachillerato porque la ESO le va mal y te argumenta que hará FP pero para después llegar a una carrera. Le han dicho que "llegará al mismo sitio" de una manera "más sencilla" o "más práctica". Eso es falso pero se oye bastante.
Primero: no todos los alumnos que abandonan las aulas de los institutos acaban llegando a la universidad por esa supuesta vía lenta. Hay que pasar el grado medio, luego una prueba de acceso (escollo dado que llevan tiempo sin tocar según qué materias), después el grado superior y si se tiene la nota, se obtiene la plaza o bien hay que hacer determinadas asignaturas en selectividad. Es un camino con más pruebas intermedias y más posibilidades de abandono o fracaso.
Segundo: al tocar el mundo laboral en las prácticas o tener posibilidad de inserción, es tentador no continuar, especialmente si se ha dejado porque se tenía la percepción de que "no se me da bien estudiar" (¡qué frase más demoledora!). Los jóvenes viven aún en casa y con poco salario creen que ya son adultos e independientes, sin pararse a pensar en la poca progresión de determinados itinerarios y que la vida no se ve igual a los 35 que a los 17.
Tercero: los continuos cambios en las leyes (como por ejemplo esas materias de la fase específica) hacen que lo que ahora es un camino luego sea otro y que no se haya calculado bien lo que se necesita. En los ciclos se produce el desencanto, tampoco hay para tanto.
Cuarto: es un error pensar en la FP como una vía lenta para acceder al mismo sitio que por bachillerato, de ahí viene su desprestigio en parte; no tiene sentido que se plantee como un itinerario más sino diferenciado, con distintos objetivos y salidas, que deben ser valoradas como tales, especialmente los grados superiores, cada vez más atractivos y no como simples pasarelas.
No, no se llega siempre al mismo sitio ni debería ser el argumento para coger módulos y no bachillerato. No se aprenden las mismas cosas, no es un camino automático. Dejemos de engañar a los alumnos, que escojan, pero sabiendo las consecuencias.
Primero: no todos los alumnos que abandonan las aulas de los institutos acaban llegando a la universidad por esa supuesta vía lenta. Hay que pasar el grado medio, luego una prueba de acceso (escollo dado que llevan tiempo sin tocar según qué materias), después el grado superior y si se tiene la nota, se obtiene la plaza o bien hay que hacer determinadas asignaturas en selectividad. Es un camino con más pruebas intermedias y más posibilidades de abandono o fracaso.
Segundo: al tocar el mundo laboral en las prácticas o tener posibilidad de inserción, es tentador no continuar, especialmente si se ha dejado porque se tenía la percepción de que "no se me da bien estudiar" (¡qué frase más demoledora!). Los jóvenes viven aún en casa y con poco salario creen que ya son adultos e independientes, sin pararse a pensar en la poca progresión de determinados itinerarios y que la vida no se ve igual a los 35 que a los 17.
Tercero: los continuos cambios en las leyes (como por ejemplo esas materias de la fase específica) hacen que lo que ahora es un camino luego sea otro y que no se haya calculado bien lo que se necesita. En los ciclos se produce el desencanto, tampoco hay para tanto.
Cuarto: es un error pensar en la FP como una vía lenta para acceder al mismo sitio que por bachillerato, de ahí viene su desprestigio en parte; no tiene sentido que se plantee como un itinerario más sino diferenciado, con distintos objetivos y salidas, que deben ser valoradas como tales, especialmente los grados superiores, cada vez más atractivos y no como simples pasarelas.
No, no se llega siempre al mismo sitio ni debería ser el argumento para coger módulos y no bachillerato. No se aprenden las mismas cosas, no es un camino automático. Dejemos de engañar a los alumnos, que escojan, pero sabiendo las consecuencias.
martes, 1 de abril de 2014
Alumnos de bajo nivel
Todos tenemos esta experiencia: tener un alumno en clase que tiene un nivel curricular de dos o tres cursos por debajo y graves carencias de procedimientos, sin estar diagnosticado, o mal hecho, simplemente alguien que sin ser de educación especial se ha perdido en esa materia, o en muchas otras. Vienen entonces las dudas: ¿bajarle la exigencia? ¿aprobarle solo por el esfuerzo? ¿hacerle repetir? Ninguna de las opciones le ayuda ni es justa. La solución tampoco pasa porque vaya a apoyos o salga del grupo ordinario, al que jamás se integrará entonces. Ni ponerle un profesor particular que le haga los deberes y maquille sus carencias.
Lo que debemos impedir es que esos casos ocurran. No podemos permitir que un estudiante acabe el curso en nuestra asignatura con carencias fundamentales, si necesita más horas hay que buscar los mecanismos para ofrecérselas antes de que el desfase sea mayúsculo. Tolerancia cero al que se pierde, al que se salta clases, al que pasa porque la junta lo decide pero no sabe hacer lo que toca. Hay que intervenir antes de que la cosa se desmadre y como en secundaria muchas veces ya llegamos tarde, al menos impedir que aumente el problema, con refuerzos efectivos extras, concienciando a la familia si es posible de que es preciso trabajar el doble o el triple para recuperar el tiempo perdido, resistiéndonos a abandonarlo a pesar del bajo nivel.
Y ahí interviene una vez más la ratio. Con grupos numerosos, la tentación de dar el nivel de la mayoría o partirlos en grupos homogéneos es poderosa, porque resulta imposible atenderlos a todos individualmente como necesitarían. Los profesores de diversidad ahí tienen mucho que decir, tendrían que servir para bajar la ratio general y decidir estrategias comunes a todos los docentes para impedir que esos alumnos estén cada vez más perdidos hasta que abandonen.
En las programaciones, considero indispensable fijar temas irrenunciables, más allá de los famosos mínimos, y esforzarnos porque el 100% de la clase los adquiera, cueste el tiempo que cueste.
Lo que debemos impedir es que esos casos ocurran. No podemos permitir que un estudiante acabe el curso en nuestra asignatura con carencias fundamentales, si necesita más horas hay que buscar los mecanismos para ofrecérselas antes de que el desfase sea mayúsculo. Tolerancia cero al que se pierde, al que se salta clases, al que pasa porque la junta lo decide pero no sabe hacer lo que toca. Hay que intervenir antes de que la cosa se desmadre y como en secundaria muchas veces ya llegamos tarde, al menos impedir que aumente el problema, con refuerzos efectivos extras, concienciando a la familia si es posible de que es preciso trabajar el doble o el triple para recuperar el tiempo perdido, resistiéndonos a abandonarlo a pesar del bajo nivel.
Y ahí interviene una vez más la ratio. Con grupos numerosos, la tentación de dar el nivel de la mayoría o partirlos en grupos homogéneos es poderosa, porque resulta imposible atenderlos a todos individualmente como necesitarían. Los profesores de diversidad ahí tienen mucho que decir, tendrían que servir para bajar la ratio general y decidir estrategias comunes a todos los docentes para impedir que esos alumnos estén cada vez más perdidos hasta que abandonen.
En las programaciones, considero indispensable fijar temas irrenunciables, más allá de los famosos mínimos, y esforzarnos porque el 100% de la clase los adquiera, cueste el tiempo que cueste.
domingo, 23 de marzo de 2014
La FP básica es un engaño II
Cuando se anunció la FP básica ya opiné que sería un fracaso: por estar peor considerada, por ser la vía para deshacerse de determinados alumnos y maquillar estadísticas y por estropear tanto la ESO como la FP. Los decretos de desarrollo confirman que no será una buena medida, aparte de para limpiar conciencias.
No me gusta el sistema de acceso: no se puede acceder con más de 17 años, ¿qué ocurre con aquellos alumnos repetidores que ya no accedan a ella pero no gradúen? No quedan vías de rescate. Además se permite el acceso "excepcional" pematuro y a la práctica se constiuye en un sistema paralelo a la secundaria. El peso de los orientadores es excesivo en una decisión de tanta trascendencia. No se asegura una plaza, además, según el decreto, por lo que puede haber niños sin ESO y sin plazas en esa nueva pseudo-FP.
No me gusta su concepción: se impartirá en centros de FP, sin el carácter troncal de las materias básicas (comunicación, ciencias) que sí tenían los PCPI de los colegios y que eran impartidos por los mismos profesores que los cursos ordinarios de secundaria. El catálogo cerrado de títulos no tiene en muchos casos continuidad en el sistema reglado y es demasiado poco flexible para el mercado actual. No aparecen ahí lo sectores profesionales de más prestigio.
No me gusta cómo sigue: se pasa a grado medio, que se devalúa todavía más, al ser escogido por los que no han podido seguir el sistema ordinario, perjudicando todo el sistema de formación profesional. No supone la posibilidad de titular en la ESO aunque se cursen las competencias básicas, por lo que al acabar, si no se sigue estudiando, se tiene un título con escasísimo valor laboral. Incluso se puede acabar sin ese título (por edad o por suspensos): más trabas para graduar.
No me gusta el sistema de acceso: no se puede acceder con más de 17 años, ¿qué ocurre con aquellos alumnos repetidores que ya no accedan a ella pero no gradúen? No quedan vías de rescate. Además se permite el acceso "excepcional" pematuro y a la práctica se constiuye en un sistema paralelo a la secundaria. El peso de los orientadores es excesivo en una decisión de tanta trascendencia. No se asegura una plaza, además, según el decreto, por lo que puede haber niños sin ESO y sin plazas en esa nueva pseudo-FP.
No me gusta su concepción: se impartirá en centros de FP, sin el carácter troncal de las materias básicas (comunicación, ciencias) que sí tenían los PCPI de los colegios y que eran impartidos por los mismos profesores que los cursos ordinarios de secundaria. El catálogo cerrado de títulos no tiene en muchos casos continuidad en el sistema reglado y es demasiado poco flexible para el mercado actual. No aparecen ahí lo sectores profesionales de más prestigio.
No me gusta cómo sigue: se pasa a grado medio, que se devalúa todavía más, al ser escogido por los que no han podido seguir el sistema ordinario, perjudicando todo el sistema de formación profesional. No supone la posibilidad de titular en la ESO aunque se cursen las competencias básicas, por lo que al acabar, si no se sigue estudiando, se tiene un título con escasísimo valor laboral. Incluso se puede acabar sin ese título (por edad o por suspensos): más trabas para graduar.
domingo, 16 de marzo de 2014
El sistema de acceso a la universidad y las ponderaciones
Las ponderaciones y notas sobre 14 no ayudan a nadie. Los alumnos no saben exactamente qué nota les piden en su carrera, acostumbrados a puntuar sobre 10, y entonces hacen una regla de 3 (incorrecta, ya que no cuenta igual el bachillerato que la selectividad) o bien se mueven en términos como "nota alta" o "nota baja". La idea era que contasen las asignaturas con más relación con la futura carrera pero en realidad hay adscripciones extrañas o muchos bailes como es el caso de la carrera de psicología. Pocos alumnos escogen solamente la fase general de la selectividad, así que el supuesto ahorro económico no está siendo tal. Muchos se encuentran con la situación de que las materias que más les ponderarían no las han cursado, o las han hecho en primer curso y no van bien preparados para la selectividad. La criba de notas sigue produciéndose en las carreras de siempre y hay muchas que siguen con un 5 muy bajo por la demanda. En casos de carreras con notas muy exigentes (como medicina), la presión se concentra en un examen o dos, que deciden la diferencia al contar por 0,2. En definitiva, un desbarajuste que añade el factor estrategia a los nervios de acabar el bachillerato y complica la orientación en los centros
sábado, 8 de marzo de 2014
Reforzando desde la escuela
Ante la avalancha de planes como SEP, PIM, UE, AO y demás ya implementados, la amenaza de los programas de refuerzo de primer ciclo de la ESO de la LOMCE y el aumento de clases particulares de los alumnos, cabe preguntarse cómo debe ser un buen refuerzo escolar, hecho desde los centros y no dependiendo de la buena fortuna de hallar una buena academia o de los recursos económicos de los padres. Ese refuerzo es fundamental para prevenir el fracaso escolar, porque un alumno que se descuelga del ritmo general cuesta mucho más que se reenganche que los posibles recursos destinados a evitar esa caída.
1) El refuerzo no debe segregar al alumno. Es un error apartarlo de la clase ordinaria porque no puede seguirla: nunca se pondrá al nivel de sus compañeros si mientras él aprende A, el resto ya va por B y C. Por ello los grupos o itinerarios homogéneos son contraproducentes. Tampoco es positivo sustituir alguna materia por el refuerzo, porque no solamente se pierde ese contenido sino que muchas veces lo que se deja de impartir es algo donde podría destacar, con el efecto de mejora de la motivación que eso supone.
2) El refuerzo debe estar en coordinación absoluta con la materia ordinaria o con el grupo de competencias del centro. Hay que dar las herramientas para poder eliminar el refuerzo, que debe contemplar grados, especialmente en el caso de alumnos inmigrantes, donde se pasa bruscamente de un aula de acogida al grupo ordinario sin un auténtico plan gradual. Las empresas privadas que se han introducido en los centros no siempre hablan con los profesores especialistas del centro, las actividades de esos refuerzos pasan por hacer los deberes acompañados sin más.
3) El refuerzo debe dotar de estrategias al alumno. No sirve de nada explicarle de nuevo la lección, como hace un profesor particular. Eso genera dependencia y facilita que el alumno desconecte en clase, con la seguridad de que luego se le re-explicará de manera individual o en pequeño grupo. No sirve tampoco hacerle los deberes o ayudarle sin más, el objetivo no es que cumpla con las tareas sino que aprenda, así que aparte de llevar al día exámenes y ejercicios hay que proporcionar ejercicios a medida suplementarios. Ese refuerzo si se da en el aula ordinaria (caso de auxiliares de educación especial), debe ser poco invasivo, o separa aún más al alumno del resto.
4) El refuerzo debe centrarse en los contenidos y también en los demás aspectos del curso escolar. Hay que ayudar al alumno a planificar su tiempo, controlar agenda y apuntes, enseñarle trucos para las pruebas, fomentar su curiosidad natural, generar expectativas positivas en él y su familia sobre lo que estudiará en el futuro... Para ello es preciso contar con el tiempo suficiente, los resultados de un refuerzo no se ven de inmediato, si eso ocurre es porque es demasiado intervencionista y a la larga no ayuda.
En definitiva, hace falta un refuerzo fuera del horario normal de clase, para que no pierdan ni materias ni la oportunidad de estar con sus compañeros, liderado por auténticos profesionales en coordinación con el centro. Creo que los propios profesores y pedagogos deberían impartir esas clases de técnicas, con un programa sostenido en el tiempo y no resultadista.
1) El refuerzo no debe segregar al alumno. Es un error apartarlo de la clase ordinaria porque no puede seguirla: nunca se pondrá al nivel de sus compañeros si mientras él aprende A, el resto ya va por B y C. Por ello los grupos o itinerarios homogéneos son contraproducentes. Tampoco es positivo sustituir alguna materia por el refuerzo, porque no solamente se pierde ese contenido sino que muchas veces lo que se deja de impartir es algo donde podría destacar, con el efecto de mejora de la motivación que eso supone.
2) El refuerzo debe estar en coordinación absoluta con la materia ordinaria o con el grupo de competencias del centro. Hay que dar las herramientas para poder eliminar el refuerzo, que debe contemplar grados, especialmente en el caso de alumnos inmigrantes, donde se pasa bruscamente de un aula de acogida al grupo ordinario sin un auténtico plan gradual. Las empresas privadas que se han introducido en los centros no siempre hablan con los profesores especialistas del centro, las actividades de esos refuerzos pasan por hacer los deberes acompañados sin más.
3) El refuerzo debe dotar de estrategias al alumno. No sirve de nada explicarle de nuevo la lección, como hace un profesor particular. Eso genera dependencia y facilita que el alumno desconecte en clase, con la seguridad de que luego se le re-explicará de manera individual o en pequeño grupo. No sirve tampoco hacerle los deberes o ayudarle sin más, el objetivo no es que cumpla con las tareas sino que aprenda, así que aparte de llevar al día exámenes y ejercicios hay que proporcionar ejercicios a medida suplementarios. Ese refuerzo si se da en el aula ordinaria (caso de auxiliares de educación especial), debe ser poco invasivo, o separa aún más al alumno del resto.
4) El refuerzo debe centrarse en los contenidos y también en los demás aspectos del curso escolar. Hay que ayudar al alumno a planificar su tiempo, controlar agenda y apuntes, enseñarle trucos para las pruebas, fomentar su curiosidad natural, generar expectativas positivas en él y su familia sobre lo que estudiará en el futuro... Para ello es preciso contar con el tiempo suficiente, los resultados de un refuerzo no se ven de inmediato, si eso ocurre es porque es demasiado intervencionista y a la larga no ayuda.
En definitiva, hace falta un refuerzo fuera del horario normal de clase, para que no pierdan ni materias ni la oportunidad de estar con sus compañeros, liderado por auténticos profesionales en coordinación con el centro. Creo que los propios profesores y pedagogos deberían impartir esas clases de técnicas, con un programa sostenido en el tiempo y no resultadista.
viernes, 28 de febrero de 2014
Los profesores ante la droga II
Nuevamente surgen datos indicando que España es uno de los principales consumidores de cocaína, cannabis, alcohol y tabaco. Sin pretender igualar las cuatro sustancias, creo que arrojan un panorama preocupante que debe tratarse en la escuela, con un enfoque del que ya hable aquí.
Cuando se descubre que un alumno fuma porros o está pasando para que sus compañeros lo hagan siempre salen el los claustros varias posturas enfrentadas. Suele predominar la postura de la expulsión total: no queremos trapicheos en el centro, como si expulsar al que hemos pescado fuera a acabar con el problema. No creo que cambiarlo de colegio ayude en nada, aparte de limpiar falsamente la imagen ante los padres. Muchos de nuestros alumnos consumen y hemos de trabajar sobre esta realidad, no negarla, sin que eso suponga un mensaje de aceptación sobre que ocurra en el recinto o en el horario escolar. Por ello pienso que la expulsión debe ser parcial (o adoptar las sanciones contempladas en cada caso) y hay que acompañarla de un proceso preventivo, abordando el tema en el aula.
Ese tema debe complementarse con los mensajes habituales de los profesores y el tutor. Puede ayudar que venga un experto de fuera para hablar sobre drogas pero si no se incorpora a la acción tutorial no sirve de nada. Y la clave pasa por informar pero sobre todo por incidir en el tipo de ocio: mostrar que es posible salir de discoteca sin acabar del revés, fomentar actividades de sábado y domingo mañana, explicar que existen muchas maneras de divertirse sin renunciar a la salida típica, fomentar la moderación como primer paso antes del consumo cero.... Dejemos de esconder la cabeza y señalar con el dedo a los alumnos problemáticos y actuemos
Cuando se descubre que un alumno fuma porros o está pasando para que sus compañeros lo hagan siempre salen el los claustros varias posturas enfrentadas. Suele predominar la postura de la expulsión total: no queremos trapicheos en el centro, como si expulsar al que hemos pescado fuera a acabar con el problema. No creo que cambiarlo de colegio ayude en nada, aparte de limpiar falsamente la imagen ante los padres. Muchos de nuestros alumnos consumen y hemos de trabajar sobre esta realidad, no negarla, sin que eso suponga un mensaje de aceptación sobre que ocurra en el recinto o en el horario escolar. Por ello pienso que la expulsión debe ser parcial (o adoptar las sanciones contempladas en cada caso) y hay que acompañarla de un proceso preventivo, abordando el tema en el aula.
Ese tema debe complementarse con los mensajes habituales de los profesores y el tutor. Puede ayudar que venga un experto de fuera para hablar sobre drogas pero si no se incorpora a la acción tutorial no sirve de nada. Y la clave pasa por informar pero sobre todo por incidir en el tipo de ocio: mostrar que es posible salir de discoteca sin acabar del revés, fomentar actividades de sábado y domingo mañana, explicar que existen muchas maneras de divertirse sin renunciar a la salida típica, fomentar la moderación como primer paso antes del consumo cero.... Dejemos de esconder la cabeza y señalar con el dedo a los alumnos problemáticos y actuemos
jueves, 20 de febrero de 2014
Elegir el mejor colegio
Llega la hora de elegir colegio y se lanzan las campañas de captación de alumnos tanto en la pública como en la privada. Y también se alzan las voces que reclaman un supuesto derecho a elegir que en el fondo es solamente un intento de pagar menos por una educación concertada o de tener un centro más cerca del domicilio sin que les toque. Y otros con las mejores intenciones reclaman los resultados académicos de centros, sin tener en cuenta el contexto, lo cual perjudica a los centros con un alumnado más complejo. Creo que los padres tienen todo el derecho a escoger qué educación quieren para sus hijos y pienso que falta mucha información al respecto, contaminada por politiqueos y por el legítimo deseo de los centros de aumentar la matrícula a base de márketing.
¿Qué deberían tener en cuenta las familias para escoger la mejor escuela para sus hijos?
1) En primer lugar que el colegio perfecto no existe. Todos tienen pegas y los que destacan en un aspecto, fallan en otros. Es importante conocer los puntos fuertes y débiles de cada centro y elegir el proyecto que más tenga qur ver con la educación que se da en casa. Si el niño se siente muy diferente a todos los demás o hay contradicciones entre lo que dicen los padres y profesores (me refiero a contradicciones de base, las discrepancias son sanísimas en un mundo plural), no es el centro adecuado para él o ella
2) ¿Qué puntos son más importantes? ¿Atención tutorial muy cercana? ¿Nivel académico? ¿Cercanía a casa? ¿Proyectos extracurriculares como más idiomas o artes? ¿Instalaciones? ¿Estabilidad del claustro y su formación? ¿Coordinación con los centros adscritos o continuidad entre etapas? ¿Diversidad de bachilleratos? ¿Educación emocional explícita? ¿Pedagogía más libre? ¿Presencia de religión? ¿Uniformidad o diversidad entre las familias? Hay que pensarlo a fondo, no basta decir que se quiere un buen colegio sin más
3) Recabar opiniones. Los foros suelen estar llenos de impresiones de madres de infantil, que juzgan por amigas o impresiones de visitas desde fuera y aunque son un elemento, no son objetivas. Los problemas suelen aparecer más tarde, hay que preguntar a gente de diversos niveles, tanto de alumnos que van bien como de los que no, porque los últimos suelen ser la piedra de toque de un centro (los que van bien, van bien independientemente de donde estudien, pero cómo se trabaja con los que no siguen tanto o cuántos son en un colegio sí es indicativo). Es importante ir más allá de la anécdota estadística: "yo conozco a una amiga que está muy contenta" no es significativo, y lo contrario, tampoco
4) Tener la información del colegio: leer el proyecto educativo (deberían estar todos los documentos importantes en la web y no solamente cuatro líneas huecas sobre el valor de la educación), hablar con el equipo directivo, visitar las instalaciones, ir a la salida para ver al alumnado y las familias, acceder a blogs o webs para ver qué se trabaja en el aula...Contrastar esa opinión con las del punto tres y ver si hay coherencia
Ojalá todos los colegios diesen las mismas garantías pero por desgracia no es así, hay muchas diferencias y no siempre en positivo, hay que escoger bien. Y desde los centros, intentar convencer de nuestro proyecto para que no haya tanta desbandada hacia privadas elitistas en según qué zonas.
¿Qué deberían tener en cuenta las familias para escoger la mejor escuela para sus hijos?
1) En primer lugar que el colegio perfecto no existe. Todos tienen pegas y los que destacan en un aspecto, fallan en otros. Es importante conocer los puntos fuertes y débiles de cada centro y elegir el proyecto que más tenga qur ver con la educación que se da en casa. Si el niño se siente muy diferente a todos los demás o hay contradicciones entre lo que dicen los padres y profesores (me refiero a contradicciones de base, las discrepancias son sanísimas en un mundo plural), no es el centro adecuado para él o ella
2) ¿Qué puntos son más importantes? ¿Atención tutorial muy cercana? ¿Nivel académico? ¿Cercanía a casa? ¿Proyectos extracurriculares como más idiomas o artes? ¿Instalaciones? ¿Estabilidad del claustro y su formación? ¿Coordinación con los centros adscritos o continuidad entre etapas? ¿Diversidad de bachilleratos? ¿Educación emocional explícita? ¿Pedagogía más libre? ¿Presencia de religión? ¿Uniformidad o diversidad entre las familias? Hay que pensarlo a fondo, no basta decir que se quiere un buen colegio sin más
3) Recabar opiniones. Los foros suelen estar llenos de impresiones de madres de infantil, que juzgan por amigas o impresiones de visitas desde fuera y aunque son un elemento, no son objetivas. Los problemas suelen aparecer más tarde, hay que preguntar a gente de diversos niveles, tanto de alumnos que van bien como de los que no, porque los últimos suelen ser la piedra de toque de un centro (los que van bien, van bien independientemente de donde estudien, pero cómo se trabaja con los que no siguen tanto o cuántos son en un colegio sí es indicativo). Es importante ir más allá de la anécdota estadística: "yo conozco a una amiga que está muy contenta" no es significativo, y lo contrario, tampoco
4) Tener la información del colegio: leer el proyecto educativo (deberían estar todos los documentos importantes en la web y no solamente cuatro líneas huecas sobre el valor de la educación), hablar con el equipo directivo, visitar las instalaciones, ir a la salida para ver al alumnado y las familias, acceder a blogs o webs para ver qué se trabaja en el aula...Contrastar esa opinión con las del punto tres y ver si hay coherencia
Ojalá todos los colegios diesen las mismas garantías pero por desgracia no es así, hay muchas diferencias y no siempre en positivo, hay que escoger bien. Y desde los centros, intentar convencer de nuestro proyecto para que no haya tanta desbandada hacia privadas elitistas en según qué zonas.
lunes, 10 de febrero de 2014
¿Levantamiento popular masivo?
Llego un poco tarde (y a través de twitter, gracias) a la predicción de The Economist sobre las protestas y posibles disturbios. España está en la zona de alto riesgo por los problemas económicos y la crisis social que están causando. De hecho para muchos lo increíble es que la situación no haya estallado aún, teniendo en cuenta que reunimos todos los factores que cita como detonantes: crisis económica, desigualdad de clase, desconfianza en el gobierno... Da que pensar ver qué país está en cada grupo de color. Y no creo que haya que añadir mucho más a la tabla.
lunes, 3 de febrero de 2014
¿Importa la ratio?
Han aparecido últimamente estudios diversos indicando que reducir el tamaño de las clases no afecta de manera sustancial a la enseñanza. Y a ello se han agarrado rápidamente algunos representantes de las administraciones para defender los recortes (eso los que argumentan algo, la mayoría no justifica ni lo intenta). ¿No afecta en nada reducir la ratio de alumnos por profesor? Pues evidentemente si simplemente quitamos un par de alumnos de cada aula, no, pero es que no se trata de eso.
Primero habría que hablar de cuánta reducción se trata y de cuál. No es lo mismo volver a proporciones normales en un aula saturada que quitar un estudiante de un grupo pequeño (incluso por el tema del espacio físico, que aparte del agobio permite que el profesor se mueva por la clase y ayude junto al pupitre, algo que sí afecta y mucho a la calidad educativa, aparte de permitir poner las mesas diferentes para debates o similares). No es lo mismo que quiten a los estudiantes más complicados y los pongan en un apoyo aparte (algo que desapruebo totalmente pero que se nota mucho en un aula) que si esa reducción se hace en base a un grupo heterogéneo. No es lo mismo si esa reducción de ratios afecta al horario del profesor o no (posibilidad de desdobles, de tener menos tutorías, de entrar dos docentes en un aula....).
Y además no se trata solamente de reducir la ratio sin más, sino de reducirla para permitir un cambio de enseñanza: corregir más y de forma más individual, conocer más las necesidades de cada alumno porque se ha tenido más tiempo de charla, poder tener más tiempo para preparar clases y plantear dinámicas innovadoras... En definitiva una educación que tenga en cuenta a cada persona. Y para ello, digan lo que digan estudios que no consideran el contexto, la ratio sí importa.
Por ello no me cansaré de pedir en este blog y en la vida real clases con menos alumnos, menos grupos con más horas en cada uno y mejores condiciones en cada centro, especialmente en aquellos con una situación social más compleja.
Primero habría que hablar de cuánta reducción se trata y de cuál. No es lo mismo volver a proporciones normales en un aula saturada que quitar un estudiante de un grupo pequeño (incluso por el tema del espacio físico, que aparte del agobio permite que el profesor se mueva por la clase y ayude junto al pupitre, algo que sí afecta y mucho a la calidad educativa, aparte de permitir poner las mesas diferentes para debates o similares). No es lo mismo que quiten a los estudiantes más complicados y los pongan en un apoyo aparte (algo que desapruebo totalmente pero que se nota mucho en un aula) que si esa reducción se hace en base a un grupo heterogéneo. No es lo mismo si esa reducción de ratios afecta al horario del profesor o no (posibilidad de desdobles, de tener menos tutorías, de entrar dos docentes en un aula....).
Y además no se trata solamente de reducir la ratio sin más, sino de reducirla para permitir un cambio de enseñanza: corregir más y de forma más individual, conocer más las necesidades de cada alumno porque se ha tenido más tiempo de charla, poder tener más tiempo para preparar clases y plantear dinámicas innovadoras... En definitiva una educación que tenga en cuenta a cada persona. Y para ello, digan lo que digan estudios que no consideran el contexto, la ratio sí importa.
Por ello no me cansaré de pedir en este blog y en la vida real clases con menos alumnos, menos grupos con más horas en cada uno y mejores condiciones en cada centro, especialmente en aquellos con una situación social más compleja.
martes, 21 de enero de 2014
Ningún alumno fuera
Dado lo costoso que es el retorno al sistema reglado, los problemas sociales y económicos ligados a la baja formación y la falta de trabajo para los jóvenes, la prioridad actual del sistema educativo debe ser retener a los alumnos en las aulas.
Para ello hay que trabajar sobre los absentistas (no esperar que se pongan en marcha servicios sociales, demasiado desbordados; controlar puntualidad; hacer recuperar horas perdidas; más comunicación con las familias...) y tratar de que los estudiantes no se descuelguen del ritmo de la clase poniendo refuerzos en cuanto se detecta un problema (preferentemente en primaria y sin que suponga sacarlo del grupo), proponiendo propuestas atractivas que incluyan una parte práctica (como los trabajos por proyectos o el ABP, que dotan de sentido a lo que se estudia), incidiendo en la motivación en secundaria y dando más peso a la tutoría.
No se puede permitir que un alumno vaya quedándose atrás de nivel y no pueda seguir las explicaciones, porque eso acabará en abandono o en conductas disruptivas. No se puede dejar que pase el tiempo hasta que cumpla la edad porque "molesta". No se debe fomentar la repetición de curso, pues todos los estudios demuestran que influye en el abandono y que tiene escasísimos casos de reconducción.
El objetivo de cada profesor debe ser que el 100% de sus alumnos continúen. Evidentemente es muy difícil pero la actitud ayuda: si el alumo se siente rechazado por el sistema, si ve las materias como algo aburrido e inalcanzable, si cuando no hace lo que toca no ocurre nada, es más probable que deje el colegio. Esos centros que son culos de botella, donde se pierden líneas al final de secundaria porque tienen menos alumnos, son los que tienen que lanzar un plan prioritatio para retener a los estudiantes.
Para ello hay que trabajar sobre los absentistas (no esperar que se pongan en marcha servicios sociales, demasiado desbordados; controlar puntualidad; hacer recuperar horas perdidas; más comunicación con las familias...) y tratar de que los estudiantes no se descuelguen del ritmo de la clase poniendo refuerzos en cuanto se detecta un problema (preferentemente en primaria y sin que suponga sacarlo del grupo), proponiendo propuestas atractivas que incluyan una parte práctica (como los trabajos por proyectos o el ABP, que dotan de sentido a lo que se estudia), incidiendo en la motivación en secundaria y dando más peso a la tutoría.
No se puede permitir que un alumno vaya quedándose atrás de nivel y no pueda seguir las explicaciones, porque eso acabará en abandono o en conductas disruptivas. No se puede dejar que pase el tiempo hasta que cumpla la edad porque "molesta". No se debe fomentar la repetición de curso, pues todos los estudios demuestran que influye en el abandono y que tiene escasísimos casos de reconducción.
El objetivo de cada profesor debe ser que el 100% de sus alumnos continúen. Evidentemente es muy difícil pero la actitud ayuda: si el alumo se siente rechazado por el sistema, si ve las materias como algo aburrido e inalcanzable, si cuando no hace lo que toca no ocurre nada, es más probable que deje el colegio. Esos centros que son culos de botella, donde se pierden líneas al final de secundaria porque tienen menos alumnos, son los que tienen que lanzar un plan prioritatio para retener a los estudiantes.
sábado, 11 de enero de 2014
El inglés en el sistema educativo (y más lenguas)
En Catalunya se exigirá un nivel mínimo de C1 para impartir inglés o asignaturas en esta lengua. Ya era hora. No es normal que con menos dominio se pueda dar clase de idioma extranjero, como ocurre en los esperpentos bilingües de las secciones madrileñas o en el fallido TIL balear.
Para mejorar el inglés de los alumnos solo hace falta sentido común. Profesores que hablen bien el idioma, eso para empezar. Si se quieren dar materias en otra lengua, que no se empiece a saco, no tiene sentido que haya más vocabulario desconocido en Science que en inglés. Porque haciéndolo así sin duda hablan más inglés a la larga pero pierden conocimientos y aumenta el estrés del sistema, aparte de bajar las notas o regalarlas. En las materias debería verse como algo normal usar parte del material en el idioma original, por ejemplo textos de la web o vídeos como complemento de cualquier asignatura. Y no solamente inglés, sino un auténtico entorno plurilingüe donde las lenguas no sean islas sino puentes. En castellano se puede usar puntualmente un texto en otro idioma para trabajar conceptos lingüísticos y se debe dar literatura universal. Se pueden visionar cortos y fragmentos de películas.
El inglés no puede ser a costa de nada. Desde luego no del catalán, tampoco de perder el tiempo como en la risible ciudadanía valenciana. Tiene que sumar y no restar. Debe ser un idioma de comunicación, que se use de forma natural y no artificial o forzada. La red es un gran aliado en esta batalla.
Y, evidentemente, las clases de inglés hay que centrarlas en la competencia comunicativa y no solamente en ejercicios estructurales de rellenar huecos con tiempos verbales que se repiten año tras año sin que se aprecie progresión alguna. Para acabar, un aviso. El inglés y las matemáticas son las asignaturas que con más facilidad se les atragantan a los alumnos, pues el nivel es acumulativo y perderse puede suponer ya no coger nunca más el ritmo.
Como siempre, por tanto, hay que empezar por la base. Buenos maestros de inglés (muchos actualmente no controlan nada el idioma), asignaturas progresivamente en varias lenguas, material diverso y real. Y clases con mucha comunicación, lo que requiere grupos reducidos. Lo demás, experimentos carísimos y fallidos
Para mejorar el inglés de los alumnos solo hace falta sentido común. Profesores que hablen bien el idioma, eso para empezar. Si se quieren dar materias en otra lengua, que no se empiece a saco, no tiene sentido que haya más vocabulario desconocido en Science que en inglés. Porque haciéndolo así sin duda hablan más inglés a la larga pero pierden conocimientos y aumenta el estrés del sistema, aparte de bajar las notas o regalarlas. En las materias debería verse como algo normal usar parte del material en el idioma original, por ejemplo textos de la web o vídeos como complemento de cualquier asignatura. Y no solamente inglés, sino un auténtico entorno plurilingüe donde las lenguas no sean islas sino puentes. En castellano se puede usar puntualmente un texto en otro idioma para trabajar conceptos lingüísticos y se debe dar literatura universal. Se pueden visionar cortos y fragmentos de películas.
El inglés no puede ser a costa de nada. Desde luego no del catalán, tampoco de perder el tiempo como en la risible ciudadanía valenciana. Tiene que sumar y no restar. Debe ser un idioma de comunicación, que se use de forma natural y no artificial o forzada. La red es un gran aliado en esta batalla.
Y, evidentemente, las clases de inglés hay que centrarlas en la competencia comunicativa y no solamente en ejercicios estructurales de rellenar huecos con tiempos verbales que se repiten año tras año sin que se aprecie progresión alguna. Para acabar, un aviso. El inglés y las matemáticas son las asignaturas que con más facilidad se les atragantan a los alumnos, pues el nivel es acumulativo y perderse puede suponer ya no coger nunca más el ritmo.
Como siempre, por tanto, hay que empezar por la base. Buenos maestros de inglés (muchos actualmente no controlan nada el idioma), asignaturas progresivamente en varias lenguas, material diverso y real. Y clases con mucha comunicación, lo que requiere grupos reducidos. Lo demás, experimentos carísimos y fallidos
domingo, 5 de enero de 2014
Recomendaciones del Consejo Escolar II
Os traigo nuevamente algunos datos sacados de informes generales sobre el sistema educativo, en este caso del Consejo Escolar. Creo que es fundamental que los profesores leamos sobre estudios, leyes y reflexiones educativas aparte de sobre práctica diaria o recursos, ya que solamente con las ideas claras se puede definir bien hacia dónde vamos en educación. Destaco algunas recomendaciones que me han parecido interesantes:
*La lectura es la base del éxito escolar y debe fomentarse desde edades tempranas, así como solucionar los problemas que puedan surgir. Por tanto el eje de la prevención está en primaria
*Hay que poner más cuidado en la transición de primaria a secundaria pues allí se fragua gran parte de la "desafección escolar" que deriva en abandono o conductas complicadas
*Es una prioridad que los jóvenes que han dejado los estudios vuelvan al sistema reglado. Es decir, que hay que fomentar la educación de adultos y el retorno a las aulas, sin pasarelas extrañas o rebajas sino a través de recursos que permitan seguir el curso ordinario
*Un objetivo prioritario debe ser que los alumnos alcancen el nivel B1 en un idioma extranjero al acabar la ESO. Insta a que no se produzca a costa de la pérdida de conocimientos curriculares (una clara alusión a las falsas líneas bilingües y fracasados TIL)
*Debemos ofertar más segundas lenguas, aspecto en el que se ha empeorado (en gran parte debido a los recortes), y tender a que sean obligatorias a medio plazo
*Se insta a usar el software libre en los materiales digitales, algo que las administraciones autonómicas infringen de manera recurrente con sus millonarios contratos con empresas tecnológicas exclusivas
*Hay que avanzar en el Estatuto Profesional Docente (aunque miedo me dan las medidas ministeriales) como vía para incentivar a los profesores
*Es prioritario seleccionar a los mejores futuros docentes, teniendo en cuenta que en los próximos diez años habrá jubilaciones masivas de los más experimentados (principal factor de calidad de un sistema educativo, como prueba el cacareado caso finlandés)
*Se recuerda que el exceso de interinos y cambios en un claustro impide la puesta en marcha de proyectos estables de mejora. Así que habrá que convocar oposiciones regularmente y reducir las ratios que tanto agobian a los profesionales. Se recomiendan grupos de máximp 15 alumnos en infantil y 20 en primaria
*Se hace un llamamiento a despolitizar la inspección educativa y a reducir la burocracia en los centros
*La tutoría es un eje clave que debe reforzarse en todas las etapas para atender las necesidades reales de los alumnos
Como veréis la mayoría de temas ya se han debatido ampliamente en este y otros blogs, ¿por qué a pesar de las evidencias y quejas no se empiezan ya a implantar medidas de mejora reales?
*La lectura es la base del éxito escolar y debe fomentarse desde edades tempranas, así como solucionar los problemas que puedan surgir. Por tanto el eje de la prevención está en primaria
*Hay que poner más cuidado en la transición de primaria a secundaria pues allí se fragua gran parte de la "desafección escolar" que deriva en abandono o conductas complicadas
*Es una prioridad que los jóvenes que han dejado los estudios vuelvan al sistema reglado. Es decir, que hay que fomentar la educación de adultos y el retorno a las aulas, sin pasarelas extrañas o rebajas sino a través de recursos que permitan seguir el curso ordinario
*Un objetivo prioritario debe ser que los alumnos alcancen el nivel B1 en un idioma extranjero al acabar la ESO. Insta a que no se produzca a costa de la pérdida de conocimientos curriculares (una clara alusión a las falsas líneas bilingües y fracasados TIL)
*Debemos ofertar más segundas lenguas, aspecto en el que se ha empeorado (en gran parte debido a los recortes), y tender a que sean obligatorias a medio plazo
*Se insta a usar el software libre en los materiales digitales, algo que las administraciones autonómicas infringen de manera recurrente con sus millonarios contratos con empresas tecnológicas exclusivas
*Hay que avanzar en el Estatuto Profesional Docente (aunque miedo me dan las medidas ministeriales) como vía para incentivar a los profesores
*Es prioritario seleccionar a los mejores futuros docentes, teniendo en cuenta que en los próximos diez años habrá jubilaciones masivas de los más experimentados (principal factor de calidad de un sistema educativo, como prueba el cacareado caso finlandés)
*Se recuerda que el exceso de interinos y cambios en un claustro impide la puesta en marcha de proyectos estables de mejora. Así que habrá que convocar oposiciones regularmente y reducir las ratios que tanto agobian a los profesionales. Se recomiendan grupos de máximp 15 alumnos en infantil y 20 en primaria
*Se hace un llamamiento a despolitizar la inspección educativa y a reducir la burocracia en los centros
*La tutoría es un eje clave que debe reforzarse en todas las etapas para atender las necesidades reales de los alumnos
Como veréis la mayoría de temas ya se han debatido ampliamente en este y otros blogs, ¿por qué a pesar de las evidencias y quejas no se empiezan ya a implantar medidas de mejora reales?
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