Mostrando entradas con la etiqueta petardos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta petardos. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de junio de 2013

Petardos con pólvora y otros sin ella en la verbena de San Juan

Los petardos no me gustan nada y la verbena de San Juan menos. Hoy, por suerte, voy a una con amigos de mi edad, veteranos y con barriga cervecera, poco dados a las explosiones y adictos al buen yantar. Cuando hacía guardias en el hospital para estas fechas siempre veíamos a niños y jóvenes lesionados por las explosiones de petardos comerciales o caseros. Amputaciones parciales de los dedos era lo más habítual aunque más de uno había perdido la visión por una quemadura ocular. Desastres con repercusiones de por vida y, hace poco un niño de 10 años ha fallecido tras estallar un petardo dentro lata de refresco que hizo de metralla.

Por suerte, los tiempos han cambiado. Todo el mundo tiene más cuidado pero hay algunos padres que disfrutan más que sus hijos haciendo ruidos ensordecedores. En YouTube se explican una y mil maneras de hacer petardos de bastante potencia pero uno me ha sorprendido especialmente. Un niño, imagino que filmado por algún adulto, nos enseña a hacer un petardo con una botella de plástico, papel de aluminio y aguafuerte. La mezcla de estos dos últimos produce un gas a presión que hace explotar la botella. El aguafuerte ya es muy peligroso de por sí y la explosión puede ser devastadora.

 

martes, 23 de junio de 2009

Qué tal doctor, ¿de juerga esta noche?

En la noche más corta del año, en la que Barcelona no duerme, no pienso salir y me iré al "catre". A punto de llegar a centenario prefiero quedarme en casa. De pequeño me gustaba tirar petardos pero ahora no. Me pongo de "los nervios" cuando algún chiquillo cabroncete hace estallar uno a mi vera cuando ando distraído por la calle. Cuando pienso lo capullo que era yo tirando "truenos" desde la ventana de mi casa para que explotara al lado del desafortunado que pasaba por allí. Eso sí que era "tirar la piedra y esconder la mano" -tirar el petardo y esconderte tras la ventana. Así que no me busquen por ningún lado. Tomaré coca de San Juan, más ancha que larga, e intentaré quedarme dormido en los brazos de Morfeo entre el estruendo de los cohetes.

Pero los que sean papás con hijos han de seguir al pié de la letra las instrucciones del sargento Esterhaus que , día tras día, despedía a sus hombres de la comisaría de Hill Street con la mítica frase "Tengan cuidado ahí fuera" antes de que salieran a patrullar por las peligrosas calles de Nueva York. Si pulsan aquí recordarán la melodía.

Tengan cuidado con los petardos que pueden quemar y llegar a amputar algún dedo de la mano de sus hijos por una explosión mal controlada. ¿Conocen la normativa para la clasificación del material pirotécnico y la decisión de elevar hasta los 12 años la edad mínima para comprarlo y utilizarlo?


martes, 24 de junio de 2008

Felicidades para Sir JohnGoverment y otros Juanes

Hace tiempo que ya se me pasó el mosqueo. El día 25 de julio era "fiesta nacional", Santiago (Matamoros, upps; eso ya no se puede decir) y en día de mi santo nadie trabajaba. Ignoro el porqué pero fue degradado y paso a ser un santo del montón (ya no tengo fiesta y no puedo ser "feliz, feliz en mi día") y san Juan cobró un protagonismo inusitado. La verbena de san Juan en Cataluña se celebra con cantidades ingentes de coca, petardos y bebidas espirituosas. Está bien que sea fiesta para recuperar los excesos nocturnos. Ahora son las 6:45 de la mañana y todavía se escuchan los petardos de los rezagados... o de los que han dormido la cogorza y vuelven a la carga.

Pues bien; yo también estuve anoche de verbena en casa de Sir JohnGoverment y su estupenda familia. Es una cita anual a la que intentamos no fallar, y si no puedo asistir, desde hace muchos años, le regalo lo mismo: una corbata de una celebrada firma francesa que empieza por H. Creo que le gusta pero no estoy seguro de si está cansado de la monotonía.

Conozco a Sir JohnGoverment y esposa desde hace años. Han tenido tres hijos como tres soles que brillarán dentro de poco. He sido y soy su pediatra desde hace 22 años (edad de la mayor que ayer parecía una auténtica princesa) y esto me llena de orgullo.

Yo admiro a Sir JohnGoverment. Desde sus inicios ha ido ascendiendo, paso a paso y por su valía, hasta alcanzar la cúpula de una multinacional que cuenta con 175.000 trabajadores repartidos por todo el mundo. Me consta que nadie le ha regalado nada. Está donde está por méritos propios. Cada año celebra la verbena con sus amigos en su preciosa casa. Yo espero, por el bien de los dos, poder asistir durante muchos años más. Ayer daba gusto verlo disfrutar como un niño tirando sus petardos.

Pero, doctor, ¿por qué lo llama Sir JohnGoverment? Este es su nombre de "guerra" en algunos foros de redes telefónicas de internet. Sir John, un fuerte abrazo y no cambies nunca.

Aprovecho para felicitar a todos los Juanes que conozco y a los que no podré felicitar personalmente.

viernes, 20 de junio de 2008

Dilema: "alimentos ecológicos" o petardos

Tenía dudas si escribir sobre lo primero o lo segundo. La razón es porque no estoy muy ducho en ambos temas. Vista la desbandada del personal en este puente me he decidido por los petardos para recordar -doctor, es usted un pesado ya lo sabemos- el peligro de la verbena. Cada año en urgencias del hospital vemos niños con quemaduras o partes de la mano amputadas. Ocasionalmente, las lesiones puede ser pequeñas pero muy graves, por ejemplo, una chispa-quemadura en la córnea o arrancamiento de media nalga en un niño que estaba sentado por explotarle un cohete, con mala trayectoria, debajo de su trasero.

Así que, papis, alerta. Lo que ocurre en la Verbena de San Juan no son accidentes sino lesiones producidas por...Y se pueden prevenir.

Reconozco que los petardos no me gustan nada y menos ir por la calle si a un cabroncete le da por tirar uno a mis pies cuando voy distraído. En "mis tiempos" la oferta era muy limitada pero ahora es impresionante. Pulsen aquí y verán la de virguerías que se llegan a vender. En cambio debo reconocer que estuve en una "mascletá" y me encantó. Es una sinfonía de ruidos muy bien desarrollada. El ruido ordenado no me disgusta. La batería es el instrumento que me hubiera gustado aprender a tocar pero me he quedado en "oidor de chillidos y llantos de niños" que no tienen melodía.
Por ejemplo, me encanta otra versión de Take Five de Dave Brubeck. Les pongo una para que se den una idea.

jueves, 21 de junio de 2007

Resistencia a los petardos

Llega la Verbena de San Juan y con ella los amantes de petardos (clica). A mí me ponen de los nervios pero a mucha gente les encantan. Lo que más me pone... es ir andando por la calle y que algún jovenzuelo-os me tiren uno desde una ventana o desde atrás con premeditación y alevosía. Comprendo que disfruten; se trata de asustar al personal, pero a veces me dan ganas de ponerles uno en....

Ante los petardos los niños responderán según hayan vivido fiestas en las que se hagan fuegos artificiales o se tiren petardos. Si no se les inculca el miedo llegan a disfrutar como camellos. Y, lo peligroso, es que llegan a perderles el respeto. En la consulta me llama la atención la conducta de los niños valencianos y del Levante. Usar petardos está tan arraigado en su cultura que ni los pequeños se inmutan ante una "petardá"; tiemblan los cristales, los adultos se tapan los oídos y ellos se lo pasan bomba. Es más, a medida que crecen están ansiosos de ir a oír los estruendos, silbidos y explosiones.

No me verán en Valencia, ciudad preciosa, para las Fallas. Me gustó el museo fallero, original y diferente. Y muchas cosas más. Allí probé por primera vez una Segway (ese trasto de dos ruedas eléctrico) para darme una vuelta; es fantástico pero caro.
Recuerde: los petardos son peligrosos. Cada año después de estas fiestas siempre hay algún niño con secuelas permanentes: amputación de dedos, lesiones oculares, quemaduras o pérdidas auditivas.