TRAS EL PORTAZO
“El que calla, otorga” sentencio. Tras ello, salio rápido, pisando fuerte, y tras ella se quiso marchar la puerta, encontrándose con un fijo marco. El estruendo retumbo en sus oídos, y tras una pausa, él miro… miro hacia el armario y vislumbro una pronta fuga de ropa; miro hacia la coqueta y predijo una breve huida de fotografías; miro hacia la estantería y temió una rápida evaporación de libros. Solo después de repasar las distintas pertenencias compartidas fue consciente de que el cambio que más le costaría asumir, era el estado civil.
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