Thursday, November 30, 2006
A Praga, en busca de K.
Wednesday, November 29, 2006
Las ruinas circulares
El forastero se soñaba en el centro de un anfiteatro circular que era de algún modo el templo incendiado: nubes de alumnos taciturnos fatigaban las gradas; las caras de los últimos pendían a muchos siglos de distancia y a una altura estelar, pero eran del todo precisas. El hombre les dictaba lecciones de anatomía, de cosmografía, de magia: los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real. El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo.
Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego. En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. Por un instante, pensó refugiarse en las aguas, pero luego comprendió que la muerte venía a coronar su vejez y a absolverlo de sus trabajos. Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.
Texto: extraído de "Las ruinas circulares", de Jorge Luis Borges. Fotos: diciembre de 2005, Fori Imperiali di Roma.
Monday, November 27, 2006
"Into the night", de Cornell Woolrich
Friday, November 24, 2006
Diario de una peregrinación
Thursday, November 23, 2006
Jules et Jim
Tuesday, November 21, 2006
El amigo Manso
Sunday, November 19, 2006
Friday, November 17, 2006
Un día perfecto para el pez plátano
Wednesday, November 15, 2006
Arthur Cravan Vs Mina Loy
Arthur Cravan, poeta y boxeador. Nació en 1888, era sobrino de Oscar Wilde y fue uno de los precursores del Dadaísmo con su revista Maintenant, de la que era editor y redactor único (escribía en ella con distintos pseudónimos). Se dedicó básicamente a hacer tonterías para epatar al burgués (era una época en que todavía era posible el escándalo). De profesión provocador, fueron famosos sus insultos a Guillaume Apollinaire y a la mujer de éste, la pintora Marie Laurencin; obligado a "rectificar", escribió lo siguiente: Puesto que yo he dicho: "He aquí una que necesita que se le levanten las faldas y se le meta una gran ... en cierto sitio", yo pido simplemente que se debe entender: "He aquí una que necesita que se le levanten las faldas y se le meta una gran astronomía en el Teatro de Variedades". No sé si fue un castigo divino por tamaña grosería, pero Cravan desapareció en 1918 en una travesía por mar, en algún lugar del golfo de México. Su cadáver nunca fue encontrado.
Mina Loy, poetisa y pintora. Nació en 1882, estudió pintura en Londres y flirteó con el futurismo de Marinetti (quizá más con Marinetti que con el futurismo...). Además de escribir poesía, diseñaba muebles y pululaba por el mundillo bohemio de París. Se la puede calificar de "musa múltiple". Conoció a Arthur Cravan en Nueva York, se enamoraron y se casaron en Ciudad de México. Hasta su muerte -en Aspen, Colorado, con 87 años- vivió obsesionada con la misteriosa desaparición de Cravan.
Tuesday, November 14, 2006
Tres personajes
Longfellow Deeds (Gary Cooper): es un ejemplo perfecto de alma cándida pero inteligente. Bueno, inocente y honrado, toca el trombón en la banda de música de su pequeño pueblo, Mandrake Falls, hasta que se muere un tío suyo, al que apenas conocía, que le deja una herencia multimillonaria. Tiene que trasladarse a la gran ciudad y allí se abalanzarán sobre él, como carroñeros, especímenes de la peor calaña: abogados, periodistas, timadores... Su nobleza resulta subversiva. Eso sí: si alguien le saca de quicio, no duda en meterle un buen gancho de derecha a la mandíbula. (De pequeños, mi hermano y yo -que hemos visto esta película miles de veces- nos sabíamos de memoria las frases del juicio y las decíamos al mismo tiempo que los actores. Para mi gusto, es la mejor película de Frank Capra: se titula Mr Deeds goes to town)
El gran Lebowksi (Jeff Bridges): también conocido como El Nota, o, en su defecto, Noti, Il Notarino, Su Notísima... Es un hippie trasnochado y de buen corazón. Fuma porros, viste con pantalones cortos, camiseta guarra, bata y sandalias, su bebida preferida es el ruso blanco y participa en un campeonato de bolos con un grupete de amigos (mención especial merece el paranoico ex combatiente de Vietnam). El despiste de Lebowski es proverbial: sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en una extraña trama de secuestros y maletines de dinero por culpa de una banda de nihilistas de la Alemania Oriental... (No es la mejor peli de los hermanos Coen, ni mucho menos, pero sólo por este personaje merece la pena verla)
Melvin Udall (Jack Nicholson): es un escritor de novelas románticas de gran éxito -tipo Corín Tellado-, toca el piano en sus ratos libres y sufre de neurosis obsesiva. Su número de manías se aproxima al ocho tumbado (esto es, más menos infinito): cerrar y abrir la cerradura de la puerta equis veces seguidas, encender y apagar las luces otras tantas, caminar por la acera sin pisar las rayas, lavarse las manos con agua hirviendo y con un jabón nuevo cada vez, comer siempre en el mismo sitio a la misma hora, etc. Vamos, que tiene más manías que todos los personajes de Woody Allen juntos, que ya es decir. Algunas de sus frases son memorables: "¡Ayuda, estúpidos devoradores de donuts!", "Me restriega los bajos la gente que habla con metáforas", "Carol, la camarera; Simon, el marica"... (As good as it gets, sin duda una de las mejores comedias de los últimos años)
Monday, November 13, 2006
El ángel de la historia
Sunday, November 12, 2006
El invierno y las castañeras
La presencia de las castañeras es el síntoma inequívoco y goloso de que el invierno asoma su cabeza por el horizonte. Es una imagen que me retrotrae a la infancia (y predispone mi espíritu, irremediablemente, para la Navidad), como las mejores siestas babeantes o la sensación de tumbarse en la toalla después de nadar.
De pequeño me imaginaba a todas las castañeras reuniéndose en las afueras de la ciudad, conspirando desde sus cuevas para acabar con el otoño. Después traían el invierno a rastras, cogiéndolo por las orejas, y posicionaban sus refugios en las esquinas de las calles, para recoger todos los vientos fríos.
Me encanta el olor a madera dulce de las castañas asadas (mis preferidas son las de la glorieta de Quevedo y las del final de Barquillo). Sus pequeñas hogueras son como fábricas de sueños para los amigos del invierno. Es como si las calles compartieran con nosotros sus recuerdos de cuando eran bosque. Sólo una pega: ya no ponen las castañas en esos cucuruchos de periódico que transmitían a las manos su calor de letras impresas... A este paso, todas las cosas van a acabar perdiendo su sentido épico de posguerra.
Friday, November 10, 2006
Lost in translation
Con las ciudades ocurre, creo yo, exactamente lo contrario. Quien mejor traduce una ciudad es el que no la habita, el que llega por primera vez, el que empieza a descubrirla, porque lo hace desde la nada. Es decir, que traduciéndola se traduce a sí mismo.
(Si no me habéis entendido, no pasa nada; yo tampoco. Buscaré un intérprete en los anuncios por palabras, a ver si empiezo a pillarme el truco...)
Americanos en Tokyo:
Japoneses en Buenos Aires (o coreanos en No-sé-dónde):
Anónimos en USA:
Thursday, November 09, 2006
Lecturas escatológicas
Igual que siempre he tenido dos “lecturas de enfermo” favoritas -a saber: En busca del tiempo perdido, de Proust, y El cuaderno gris, de Josep Pla-, que sólo leía cuando estaba en cama con gripe (¡y cómo las disfrutaba!), también suelo tener mis lecturas específicas de váter (con perdón).
Quizás para darle mayor utilidad y sentido práctico a los minutos desperdiciados sobre la única taza que no tiene asas, decidí hace un par de años limitar mis lecturas de váter a la lengua de Shakespeare, especialmente en el género de biografías y memorias. Novelistas como Philip Roth, Conan Doyle, Jonathan Swift, Paul Auster o Ian McEwan han sido algunos de los dichosos agraciados. Los libros de Bill Bryson, Karl Popper y Bertrand Russell también me han dado mucho juego, la verdad.
Por cierto, nunca leo poesía en el váter. Lo intenté en una ocasión, pero me resultaba astringente.
Que alguien busque, si le place, la explicación psicoanalítica.
PD: Tal y como anda el mundillo editorial, podría ser un buen reclamo de márketing: "Contra el estreñimiento, William Faulkner. Contra la diarrea, Juan Ramón Jiménez". Bueno, será mejor no dar ideas...
PD2: Una duda existencial: si la "escatología" es tanto la ciencia de la caca como la teoría de la vida de ultratumba, ¿será pleonasmo -o sólo irreverencia- leer el Apocalipsis en el WC?
Wednesday, November 08, 2006
Monday, November 06, 2006
Rey, Dama, Valet
Sunday, November 05, 2006
Y yo que me pregunto...
Saturday, November 04, 2006
Un Evangelio apócrifo de Nietzsche
Friday, November 03, 2006
Spellbound
Aquí está Ingrid en Recuerda (con música de Ennio Morricone):
Nightmare
Como ejemplo, tres pesadillas:
Thursday, November 02, 2006
Cansados de estar muertos
Detrás de la muerte hay una sucesión de calles, las calles por las que transcurrió tu vida. Detrás de la muerte hay una ciudad compuesta por calles que en realidad pertenecen a muchas ciudades distintas, con las que tú has construido tu propia ciudad, una ciudad de la que eres el único habitante, una ciudad diseñada por tu memoria.
Wednesday, November 01, 2006
Viaggio in Italia
Un matrimonio en horas bajas (Ingrid Bergman y George Sanders) viaja de Inglaterra a la región de Nápoles para vender una casa que forma parte de la herencia del marido. Él es un inglés algo petulante y estirado, que vive enfrascado en su trabajo, y ella una mujer bellísima y sentimental, con especial sensibilidad para el arte, que está a punto de cumplir los 40 y atraviesa una etapa de "replanteamiento existencial", o como se diga.
Desde la primera escena -impresionante, maravillosa (no tengo adjetivos...)- percibimos nítidamente la distancia que separa a la pareja: van en coche por la carretera, vamos viendo el paisaje, escuchamos su conversación y analizamos sus gestos. Es como si estuviésemos ahí con ellos. Es real...
Las ruinas de Pompeya, con el Vesubio al fondo, son una metáfora elocuente de la crisis que está atravesando la pareja.
En España se tituló Te querré siempre. Se rodó en 1953 -por entonces Ingrid Bergman estaba casada con el director Roberto Rossellini- y para mí es la mejor película de la mejor época de la mejor actriz de todos los tiempos. Ni más ni menos... (Hala, ya está, me he quedado tan a gusto diciéndolo.)